29 de abril de 2022

Casita & Forgotten Road - Not Before I Had My... Banana Marshmallow Chocolate Vanilla Hazelnut Coffee Stout

Tristemente vamos a finiquitar mi pequeño surtidito de Casita Brewing que conseguí comprar en una tienda online extranjera. No me consta que hayan venido aquí a España, peeeero, uno no es omnipresente y por tanto podrían haber venido sin que yo me enterase.

El caso es que hace unas semanitas me jinqué un par de NEIPAs riquísimas, y hoy vamos a cambiar de tercio con un estilo totalmente diferente para hacernos una mínima idea de cómo trabaja esta gente y abarcar un poquitiiiiito más de su catálogo.

La cosa tiene guasa. La cerveza se llama Not Before I Had My... Banana Marshmallow Chocolate Vanilla Hazelnut Coffee Stout, y sí, efectivamente lleva todo eso y sí, también, sabe a todo eso. La cerveza ha sido elaborada en colaboración con Forgotten Road Ales. Sí, ya sabéis lo que pienso acerca de las colaboraciones. Admito que ésta me la he comido doblada, cosas de la compra online.

Al lío. Abro la lata y la elevo cual mexicano se prepara para su clavado desde La Quebrada. La caída es grácil y oleosa desde las alturas y se precipita hacia el fondo del vaso de Stouts. El impacto produce una gran cantidad de espuma, y conforme se va llenando el vaso se crea una bonita cascada burbujil muy bonita, para finalmente dejar una gruesa corona de espuma muy compacta, muy cremosa y muy persistente de color marrón. No hace falta ni acercar la napia. Desde la lejanía nos llega ya el intenso aroma a avellana, que en inicio, prácticamente protagoniza la fase olfativa, aunque también se dejan ver las nubes (malvaviscos, marshmallows o como lo queráis llamar).

En boca la cosa es bastante corpulenta. Densita no, lo siguiente. Prácticamente masticable. Muy oleosa, aterciopelada en el paladar, pero con el alcohol muy bien integrado (al tanto, 10,3%). El primer sorbo es de avellana pura. Luego entra en tromba la banana, muy intensa, muy rica y sin resultar fuera de lugar. Sensación avainillada de fondo, con las nubes también pululando por allí, y, ¡ojito! porque cuando se calienta empiezan a aparecer los nibs de cacao aportando un sabor chocolatero, que junto con la banana, realizan un tándem absolutamente brutal. En una segunda fase olfativa sí se empieza anotar el café, aunque en sabor queda totalmente solapado por el resto de sabores. La cerveza es deliciosa, hasta aquí bien. El problema que tiene es que es una cosa totalmente opuesta a la idea de una cerveza bebestible. Se hace durita, en ocasiones demasiado dulzona y empalagosa, y muy, pero que muy empachosa. No me la pude acabar. Lo suyo sería enlatarla en formato 33cl o compartir la lata de 47,3cl entre (mínimo) dos personas. La lata entera no hay cristiano que se la acabe. Me costó 10,49€.

28 de abril de 2022

Caleya - Breaking The Law

Llegó el mes de abril y con él nuestras excursiones a la bocatería La Gàbia de Benicàssim. Han pasado muchos meses ya desde nuestro último bocata de lomo con pimientos y nuestro organismo se estaba empezando a resentir. Incluso mi hija me exigía con vehemencia su dosis de lomo queso. Pues nada, abrieron la temporada 2022 el pasado martes 12, y el sábado 16 ya estábamos allí dando guerra.

En esta ocasión -quizás por ser inicio de temporada- no había tantas referencias como en otras ocasiones, pero aún así pude hacer un repasito bastante guapo a las novedades de la cervecera asturiana Caleya, de la que hacía un tiempecito que no catábamos nada

Empecé con la Breaking The Law, que lejos de ser un hit de los Judas Priest nos ha dejado flipados igual. Se trata de una Double Dry Hopped New England Double India Pale Ale elaborada con malta de cebada, malta de trigo, copos de avena y los lúpulos Mosaic, Sabro y Cryo Loral. En la etiqueta la ilustración nos muestra a un Fernando Alonso vestido de paisano estampando su coche contra un quitamiedos, emulando lo que suele hacer en pista de manera recurrente. ¡Puxa Asturies!

Abro la lata y mi mujer ya suelta un: "¡Como huele!. La cosa pinta bien. La vierto en el vaso shaker que me proporciona la bocatería y presenta un bonito color anaranjado, con la turbidez característica del estilo. Carbonatación abundante, capa de espuma gruesa, blanca y persistente. En nariz podemos disfrutar de aromas cítricos y de frutas tropicales muy agradables. En boca la avena aporta sedosidad, resultando aterciopelada pero sin restar bebestibilidad. Cuenta con un cuerpo potente también. Los sabores que predominan son de frutas tropicales, donde destacan el mango y el coco. Cero amarga. Nos ha parecido riquísima. 7,6%. Lata de 44cl.

27 de abril de 2022

Engorile - Deep Beats

Hacía unos mesecicos que no me metía entre pecho y espalda un birrote de Engorile, así que, para no generar una mala costumbre, me fui hasta la General de Begudes de Valldoreix y me compré dos de sus últimas novedades. He empezado abriendo la Deep Beats.

El equipo de Xavi se especializa en lupulitos ricos, y en esta ocasión nos han preparado una New England Double IPA con malta de cebada, malta de trigo, malta de avena, copos de trigo, copos de avena y los lúpulos Incognito Sabro, Azacca, HS-1228 en cocción y HS-1228, Cryo Azacca y Sabro en dry hop.

Pues nada, a falta de vaso para IPAs la sirvo en el versátil vaso shaker. Presenta un bonito color anaranjado, muy vivo, con mucha turbidez y aspecto de zumito tropical. La carbonatación es muy abundante y nos deja una gruesa capa de espuma blanca, compacta y muy persistente con sombrero incluido.

En nariz nos conquista desde el primer instante. El aroma es brutal. Mucho mango, mucho maracuyá, papaya, e incluso mandarina y melón. Una locura. Lloro. Como no puedo aguantarme a que baje la espuma me dejo un bigote blanco por la ansiedad de darle el primer tiento. En boca tiene mucho sabor a mango, pero también sabores herbáceos muy agradables y el toque del coco tan característico que aporta el Sabro. Final de amargor moderado, con notas de pomelo. Joder, les ha quedado un birrote bestial. Clap, clap, clap. 8,0%. Lata de 44cl.

26 de abril de 2022

Jakobsland - Every Time You Close Your Eyes

Echábamos de menos a los gallegos Jakobsland, de los que soy un auténtico fan, y la verdad es que ha sido una alegría volver a encontrarlos de nuevo en las neveras de nuestras tiendas favoritas. En esta ocasión han aumentado sus dosis de lúpulo, y han pasado del formato lata de 33cl al de 44cl. Era necesario y un clamor social.

Para celebrar el reencuentro me compré las tres variedades disponibles que había en la tienda -aunque me consta que han sacado algunas más- y empecé abriéndome la Every Time You Close Your Eyes, una New England IPA elaborada con malta de cebada, avena, trigo y un dry hopping de lúpulos HBC 630, Sabro y Strata a cascoporro. Pintón. Además es una cerveza apta para consumo vegano.

La sirvo en vaso shaker y presenta un color anaranjado, un tanto velado, pero sin llegar a la opacidad de los zumazos. La carbonatación es abundante, y nos permite crear una gruesa capa de espuma blanca, compacta y persistente con sombrero incluido. En nariz es puro delirio. De entrada nos sorprende con un aroma a piña y fruta tropical espectacular. En boca es muy sabrosa. En cuanto al sabor encontramos de todo: notas de pino muy refrescantes, melocotón muy rico y un puntazo de fresa que le da un rollazo brutal. Muy sedosita y con cuerpo, pero no obstante ultrabebestible. 6,5%. Comprada refrigerada en la General de Begudes de Valldoreix. Lata de 44cl libre de BPA.

25 de abril de 2022

Saltus - Balaclava

Ayer publicaba la reseña de nuestra visita a la Tasca Gat de Arenys de Mar y hoy tocaba el posteo de la ficha individual de la cerveza que nos tomamos allí: la Balaclava de la cervecera navarra Saltus.

Se trata de una West Coast IPA de corte clásico, de esas que tanto hemos añorado. ¡Bufff! después de tanta New England IPA, pillar una de éstas fresquísimas es puro delirio. Una joyaza, vamos.

Los de Aizoáin han utilizado en su receta malta de cebada, malta de trigo, agua, levadura y los lúpulos Citra y Amarillo. También han utilizado un hop hash de los lúpulos Cascade y Columbus.

Como no sabía qué era el hop hash me he metido en Google para consultar. El hop hash en una forma de lúpulo, extremadamente potente, resultado del proceso de pelletización de las flores de lúpulo. Es un producto crudo y sin pulir que se recoge a mano de la pelletizadora, con grandes cantidades de lupulina. Su forma es variable, y va desde el polvo fino a grumos aceitosos y pegajosos. Los cerveceros suelen utilizarlo para el dry hopping.

Pues nada, aclarado el tema vamos a abrir la lata. La vierto en la copa que me proporcionaron en la tasca. Luce un color entre dorado y ambarino muy bonito. La carbonatación es bastante abundante y nos deja una gruesa capa de espuma blanca, compacta y persistente. En nariz es gloria bendita. Podemos disfrutar de aromas herbáceos muy agradables, acompañados de una buena dosis de cítricos y alguna nota sutil de fruta tropical y de hueso. En boca es delirio puro. Pasa galante por el paladar sembrándolo de una base dulce y maltosa que va a aguantar la potente carga de lúpulo. Aterriza la lluvia de cannabáceas aportando sabores herbáceos, muy refrescantes y balsámicos. Mucho pino, una buena dosis de amargor, que queda perfectamente balanceada con el dulzor del cereal. Muy bebestible y con el alcohol perfectamente integrado (7,1%). La lata de 33cl se queda corta.

24 de abril de 2022

Tasca Gat - Arenys De Mar

 

El primer sábado de abril fue el cumpleaños de mi viejuno. El hombre se estiró y nos invitó a comer a toda la familia aprovechando que el tema Covid está más relajado. El paterno debería echarnos mucho de menos porque no escatimó en gastos y reservó mesa en un restaurante de Arenys de Mar, justo delante de la playa (pero con la N-II de por medio, cosas del Maresme). El plan inicial era paella y paseo familiar por la playa. Lo primero, de lujo. Lo segundo se nos fue al traste porque nevó (sí, en abril) e hizo frío y mal tiempo. No obstante, ni el desapacible clima impidió que el que suscribe saliera de casa con los deberes birrunos hechos, como es habitual. Norma de la casa. Y, casualidades de la vida, al mirar mi mapa Google de las cervecerías craft que aún me quedan por visitar, me percaté que el restaurante en cuestión estaba justo al lado del único bar con craft beer de todo Arenys. ¡Mira qué casualidad! Joder, me lo pusieron a huevo, así que nos fuimos un rato antes para hacer las birras previas en Tasca Gat.

Tasca Gat (traducido literalmente al español significa "Tasca Gato", pero en catalán hay un jocoso y escatológico juego de palabras que vendría a decir "Tasca Gao". Me extraña que no haya salido aún en Masters of Naming.

Es un local pintoresco donde podemos disfrutar de una más que decente selección de cerveza artesana local, y además la podremos maridar con una extensa carta de tapas muy top. Además, es una de las pocas cervecerías artesanales en toda Catalunya que está ubicada a pie de playa, así que es un planazo ir allí para disfrutar de unos buenos birrotes, gozar del solecito y del aire libre, y por último, darse un chapuzón en el mar. A nosotros nos falló el factor meteorológico -qué le vamos a hacer- pero os aseguro de que si en un futuro volvemos a la playa de Arenys acabaremos sí o sí en la Tasca Gat.

Nos plantamos allí sobre la una del mediodía. Primero localizamos el restaurante donde nos había citado mi padre, y acto seguido nos dirigimos al Tasca Gat. Nosotros no tuvimos ninguna dificultad para encontrarlo porque estaba justo al lado del restaurante donde íbamos a comer, pero si vas un poco despistado no es difícil que te pases de largo, ya que no tiene cartel, así que andad atentos. Podéis tomar como referencia el paso subterráneo que lleva a la playa, está justo al lado.

Una de las mejores bazas del Tasca Gat es que cuenta con una amplia terraza, donde podremos disfrutar de nuestra bebida favorita al aire libre. Para ello cuentan con varias mesas y barriles de madera a modo de ídem. El interior es muy amplio y cuenta con diferentes espacios y rincones para disfrutar de nuestras cervezas a gusto. En la entrada está la barra, con tres tiradores de cerveza industrial, y la vitrina con las tapas del día. Más adelante hay una estantería con todas las referencias de cerveza artesana que tienen disponibles esa semana (para comprar o tomar allí) y al lado, un pequeño rinconcito con tres grifos de cerveza artesana. La decoración es muy ecléctica, pero con ese componente de "caliu" que llamamos aquí, que lo hace un lugar acogedor. A Marie Kondo directamente le daría un parraque. Carteles de todo tipo, relojes del año de la catapum, mobiliario de lo más variopinto, aparatos de radio y tocadiscos antiguos... Apuesto que la parroquia local tiene su rinconcito favorito donde se suele sentar de manera fija.

Nosotros vamos a acampar a la muchachada en un rincón con un barril que nos va hacer de mesa, y entre una estufa de butano de los años 70 y una guitarra española. Nos atiende Lorena, la propietaria del local, con la que tenemos el placer de charlar un rato. Le pregunto a Lorena qué cervezas de barril tiene pinchadas. Me comenta que tienen tres grifos de cerveza industrial y tres grifos rotatorios de cerveza artesanal. La noche anterior la parroquia local se fundió todos los barriles de artesanal que tenía, de Cervesa Synera, la cerveza local de Arenys. Lorena me comenta que curiosamente, la misma clientela que por el mediodía se toma una caña de Euro Pale Lager industrial se pasa toda la tarde dándole a la cerveza artesana. Pese a que tiene una clientela fiel, de momento no puede permitirse tener demasiados grifos ni referencias en botella o lata, así que por ahora prefiere tener menos variedad y poder así ofrecer a sus clientes novedades cada semana. Aún así pude contar como una treintena de cervezas nacionales diferentes, y alguna que otra de allende nuestras fronteras.

Nos hubiera encantado disfrutar de su oferta gastronómica, pero íbamos con el tiempo muy justo, así que solo dio para una birrita y el vermutito que se tomó mi mujer. Lorena me comenta sus tapas estrella: sus patatas bravas, los nachos con queso y el Camembert al horno. Pero al tanto porque la cosa no se queda aquí: tortilla de patatas, gyozas de carne o verdura, hummus, pulpo a la gallega, coquinas con ajo y perejil, mejillones al vapor, calamares a la romana, fingers de pollo o de mozzarella, croquetas, queso Provolone al horno, empanadas argentinas, steak tartar, boquerones fritos, tequeños, almejas al vino, rabas y chocos. Por si alguien prefiere beber algo que no sea cerveza, antes de pedir la eutanasia puede disfrutar de muy buenos vermús, copas de cava y una cuidada selección de vinos, también disponibles a copas. Vamos, para ponerse finos. Lorena también me comenta que organizan catas, conciertos, mercadillos de ropa de segunda mano, mercados de discos de vinilo y sesiones de polipoesía.

Estuvimos un rato corto, pero muy agradable y divertido. Lorena y su equipo muy rápidos en el servicio y muy agradables, así que salimos muy satisfechos. Yo disfruté muchísimo mi cerveza, que estaba fresquísima e impresionante, y mi esposa al salir me comentó que su vermú estaba de soltar la lagrimita. Lorena y equipo, ¡ya formáis parte de nuestro Mapa Birruno! Os coloco vuestro correspondiente pin y prometemos volver. Por cierto, si sois muy golosos, no os podéis ir de Arenys de Mar sin comprar coca de Llavaneres, que desde ahora pasa a ser uno de mis postres favoritos. Es un consejo que os doy. Hasta pronto.

Balance de daños:
-Saltus - Balaclava. La primera y única cerveza que cayó durante la jornada (debido a las circunstancias) fue esta West Coast IPA de los navarricos Saltus. Hacía tiempo que no cataba nada de los cerveceros de Aizoáin, y la verdad es que ha sido un gustazo de reencuentro, un birrote impresionante. West Coast de corte clásico, de esas que echábamos muchísimo de menos, cargadita de lúpulos Citra y Amarillo y un hop hash de Cascade y Columbus. En copa color entre dorado y ámbar y una carbonatación abundante. En nariz muy herbácea, con notas cítricas y algún puntito tropical. En boca intensísima, muy resinosa, con mucho pino, base maltosa presente, aportando consistencia y un poquito de dulzor, y perfectamente balanceada con un intenso amargor final. Lagrimita. 7,1%. Mañana publico la ficha individual.
Tasca Gat                Passeig Xifré 5, Arenys de Mar (Barcelona)         93   793   99   37

22 de abril de 2022

Schneider's - Bayrisch Hell

Y seguimos con las Helles, que con el buen tiempo que ha hecho esta Semana Santa han entrado divinas.

En esta ocasión nos vamos a chuflar la Bayrisch Hell de la cervecera bávara Schneider's. Si os ha asaltado la duda como a mí de si son los mismos que los de Schneider Weisse os diré que sí, aunque untrapper marque lo contrario. La cervecera se llama Schneider G. & Sohn, con sede en Kelheim. Schneider Weisse se dedicaría a la elaboración de cervezas de trigo de estilo alemán y Schneider's intuyo que a Lagers alemanas (solo tengo esta referencia). Resumiéndolo vagamente, sería algo así como The Bruery y Bruery Terreux.

Bueno, dejémonos de suspense y vayamos al trabajo de campo, que es lo que más nos gusta. La sirvo en una dimpled mug (no sé si la traducción "jarra con hoyuelos" es correcta) y presenta un color dorado muy suculento, que incita a la deglución sin piedad. Muy límpida, sin impurezas, bien carbonatada, con una considerable capa de espuma blanca, no especialmente persistente.

En nariz claro predominio del cereal. En boca es muy crispy, esto entra con una alegríaaaaa.... Muy bebestible, con el sabor claramente marcado por el cereal, con un puntito dulce agradable que nos recuerda un poco a la miel, notas florales muy sutiles que nos aportan los lúpulos y un final nada amargo. Muy rica. 4,9%. Comprada en Bendita Birra de Valencia por 2,50€. Botella de 50cl.

21 de abril de 2022

Ayinger - Lager Hell

Volvemos a la cruda realidad tras las vacaciones de Semana Santa. En la que hemos tenido el untrapper echando humo disfrutando de grandes birrotes y visitando lugares nuevos.

Bueno, vamos a retomar la actividad bloguil reclamando una de las grandes ausentes en este blog: la Lager Hell de la cervecera teutona Ayinger. Joder, me ha costado la vida dar con ella.

Finalmente en una paradita del mercado de Russafa de Valencia, pude hacerme con un surtidito bien nutrido de la brauerei alemana. Desde aquí mando un saludo al propietario de Bendita Birra, que me atendió de maravilla. Prometo volver. Por cierto, realizan envíos a toda España.

De Ayinger he probado en numerosas ocasiones (ademásde grifo y de botella) su celebérrima Celebrator -aún no he probado Doppelbock mejor que ésta- pero el resto de su catálogo se me resistía. Como no hay mal que cien años dure durante las próximas semanas haremos un repasito a fondo del catálogo de los bávaros.

La sirvo en vaso alto para Lagers, y presenta un color dorado bastante límpido, sin impurezas. La carbonatación es muy abundante y nos deja una gruesa capa de espuma blanca, compacta y duradera. En nariz podemos disfrutar de un aroma muy agradable a cereal, con un puntito de flores que aportan los lúpulos. En boca es una cerveza de trago ligerísimo, ultrabebestible y ultracrispy. Predomina el sabor a cereal -riquísimo- con notas dulces que nos recuerdan a la miel, y notas muy sutiles de flores también en boca. Suavísima de amargor, entró sola. 4,9%. Me costó 2,75€. Botella de 50cl.

17 de abril de 2022

Oud Beersel - Bzart Kriekenlambiek

Y nos quedamos en la ciudad belga de Beersel para celebrar el Domingo de Resurrección con un auténtico birrote: la Bzart Kriekenlambiek de Oud Beersel. Creo que es la mejor Kriek que me he bebido hasta la fecha.

La cerveza es fruto de la colaboración entre la cervecera belga y los viñedos más antiguos de toda Bélgica: Ad Fontes, especializados en vinos brut espumosos. Para su elaboración se han utilizado unos 400 graos de cerezas por litro de cerveza, maceradas en barrica de madera. Posteriormente se le aplica el "Méthode Classique" durante varios meses. Esto significa que después de añadir el azúcar y la levadura de vino, se embotella para una segunda fermentación dentro de ésta, que le va a proporcionar una gasificación muy efervescente.

La descorcho y sirvo en vaso de Gueuzes. Presenta un bonito color rojizo de guindas, que nos recuerda al vino tinto. La carbonatación es muy abundante, lográndonos dejar una gruesa capa de espuma muy compacta, de color rosáceo, no demasiado duradera. El retención es muy buena y siempre vamos a poder disfrutar de una chispeante burbuja fina que nos va a dejar una agradable sensación picante en la lengua.

En nariz la primera bocanada es de cereza. Bestial. Mucha madera también y un puntito de ácido acético muy suave. En boca es absolutamente deliciosa, con el sabor de la cerezas bien presente, riquísimo, muy natural y nítido, y con un sabor avinagrado muy suave. Muy fina, con las notas de madera que aportan mucha riqueza al conjunto, muy compleja, con un sabor a cuerazo muy agradable, notas añejas, notas de frutos rojos e incluso fresa, sin resultar especialmente ácida. Perfectamente balanceada la acidez de la cerveza con el dulzor de la fruta. Una puta maravilla. 7,5% que ahí es nada. Comprada en Huis Van De Geuze por 14,35€. Botella de 75cl.

16 de abril de 2022

3 Fonteinen - Hommage

Sábado Santo y hoy toca birrote para dedicar a los difuntos. Hace unos días nos enterábamos de la triste noticia del fallecimiento de Armand Debelder, maestro mezclador de 3 Fonteinen.

Sin duda una grand pérdida, ya que lo que hacía este hombre con su sabiduría y buen hacer está al alcance de muy pocos. Rezamos para que sus conocimientos hayan perdurado a través de sus discípulos y así poder seguir disfrutando de auténticas obras de arte en estado líquido.

Vamos a brindar hacia el cielo dedicándole la reseña de hoy al bueno de Armand, que en paz descanse. Lo vamos a hacer con una de sus joyazas, Hommage, elaborada con un 26% de Kriekenlambik y un 74% de Frambozenlambik, ambas maceradas en acero inoxidable durante seis meses. Para la mezcla se utilizan 5 barricas diferentes y 9 variedades de cerveza diferentes. La proporción de fruta es de 376 gramos de fruta por litro de cerveza. La edición que vamos a disfrutar hoy es la nº71 29/20.

La sirvo en vaso para Gueuze presentando un color cobrizo precioso. La carbonatación, es muy viva y efervescente. Se genera una tímida capa de espuma que no tarda en desaparecer. El carbónico perdura dejando siempre una sensación picante en boca. En nariz podemos apreciar el aroma del ácido acético suave. En boca la acidez está bastante marcada, mientras que el sabor a vinagre es agradable, no demasiado chirriante. Personalmente he encontrado más sabor a cereza que frambuesa pese a que la proporción de fruta es a la inversa, aportando un rico sabor a la cerveza, pero sin arrebatar protagonismo al resto de matices. Mucho cuerazo, mucha madera, notas de vino añejo, muy compleja y con la fruta en segundo plano. Me ha parecido una cerveza muy rica pero para el precio que tiene considero que hay cervezas de 3 Fonteinen que me han agradado más. 5,5%. Comprada en Huis Van De Geuze por 13,89€. Botella de 37,5cl.

15 de abril de 2022

Tre Fontane - Scala Coeli

Llegamos al Viernes Santo haciendo una visitilla birruna a la ciudad eterna para realizar nuestra segunda toma de contacto con la abadía trapense de Tre Fontane.

En esta ocasión vamos a degustar su Scala Coeli, una Belgian Blond bastante cañerita a la que se le ha añadido corteza de naranja amarga.

La sirvo en copa TeKu y viene bastante velada, turbieta, la cosa pinta bastante densa, y la cerveza presenta color caramelo. Viene muy carbonatada, dejándonos una capa muy gruesa de espuma muy compacta y persistente de color blanco. Hay que ir con cuidadín al servirla por el poso.

En nariz podemos disfrutar del aroma a cereal, notas afrutadas y del toque característico de la levadura belga. En boca resulta durita, no precisamente bebestible. Azucarada a más no poder, empalagosa y muy porrona. En sabor predomina el cereal y las toneladas de azúcar. El toque belgian muy marcado, cosa que me agrada, pero por lo general para tomársela con muchísima calma. En boca se puede apreciar también el sabor del alcohol (6,8%) aunque no es una cerveza especialmente alcohólica. Al apurar el culín tenemos allí unos buenos kilazos de levadura en el poso que caen a chorretacos. Muy basta, muy porrona y azucarada en exceso. La verdad es que me esperaba un trabajo mucho más fino. Me costó 5,90€. Botella de 33cl.

14 de abril de 2022

Weihenstephaner - 1516

Llegamos al Jueves Santo con una Kellerbier de la fábrica de cerveza en activo más antigua del mundo: Weihenstephaner.

La de hoy, la 1516, se elaboró por primera vez en 2016 para conmemorar el quinto centenario de la implantación de la Reiheitsgebot, la famosa ley de la pureza alemana. Parece que la cerveza tuvo éxito y ha venido para quedarse, cosa que celebramos.

Se trata de una cerveza Kellerbier (sin filtrar), pero no indica qué estilo toma como base (intuyo que una German Pils o una Helles) elaborada con los lúpulos Hallertauer Perle, Hallertauer Record y Hallertauer Mittelfrüh.

La sirvo en vaso para Lagers, presentando un aspecto límpido, muy lejano a la turbidez esperada. Color dorado (13 EBC) y una carbonatación abundante que nos deja una bonita crema tupida mas no especialmente persistente de color blanco.

En nariz destaca el aroma a cereal. Tiene ese olor característico a grano de cuando uno entra en una fábrica de cerveza y están cociendo el mosto. Mucho pan blanco también. En boca es una cerveza muy bebestible, muy crispy, de trago fácil y con un rico sabor a cereal predominante, aunque también podemos apreciar un puntito sutil de lúpulo que le da un toque floral muy suave. Un puntito dulce que nos recuerda a la miel acaba de redondear el sabor, y por último ese amargor final (25 IBU) suavecito pero rico. 5,6%. Entró sola. Me costó 1,65€. Botella de 50cl. Para comprarse las botellas que hagan falta.

13 de abril de 2022

Les Têtes Plates - La Secade

Y con ésta le damos matarile al cargamento birruno que me traje del país vecino. En general, me ha sorprendido en positivo, con un producto muchísimo mejor de loque me esperaba -máxime siendo la mayoría IPAs sin refrigerar- pero precisamente ésta, la última, ha sido la que ha puesto la nota discordante. Al turrón.

Se trata de La Secade, una Witbier elaborada con corteza de limón, semillas de cilantro y tomillo limonero. Toda ella con ingredientes ecológicos y su sello correspondiente. La firma la cervecera gala Les Têtes Plates, con sede en Narbona.

La abro y comienza la fiesta de la espuma. La instantánea ilustra perfectamente el momento, aunque he sido condescendiente y he elegido un donde al menos puede vislumbrarse algo de líquido en la copa. De carbonatación ya lo estáis viendo La cerveza era de color pálido, muy velada, de aspecto muy turbio. Tal y como rige el estilo. En nariz destacan los cítricos y la característica levadura belga. En boca es una cerveza rica (mala no estaba), con el predominio de los cítricos en boca, un puntito de trigo, esas notas características de levadura, más el toque especiado. Insisto en que no era una cerveza mala, pero ya estaba considerablemente influenciado por el cabreo tras el géiser, factor que condicionó la cata. Lo que más me cabreó no fue el hecho de la carbonatación en sí, ya que cuando las compré en este establecimiento (sin refrigerar), ya contaba con algún fail. Lo que más me cabreó fue que el obrador de Les Têtes Plates está a diez metros, en la misma acera del V and B donde la compré. Que no sepas siquiera cómo está tu trabajo a escasos metros de tu fábrica, pues me toca considerablemente los cojones. 4,2%. Me costó 4,00€. Botella de 33cl.

12 de abril de 2022

Rothaus - Eiszäpfle

Aún me quedaba alguna birrita por reseñar de la compra que hice en febrero en el V and B. de Narbona aposté básicamente por el producto galo, pero... ¡Oh my God! ¡también tenían mandanga teutona! Un espécimen de Rothaus que no tenía catalogado brillaba entre una triste caja de cervezas industriales. ¡Ven con papi, nena!

Después, al llegar a casa, me di cuenta que se trataba de la Märzen que ya había catado este otoño, pero que etiquetan con nombre e ilustración diferente. No sé por qué cojones hacen estas cosas. El caso es que me la comí doblada. Aunque, reconozco, no ha sido ningún martirio repetir.
 
La ésta la han bautizado como Eiszäpfle, por si os sirve de algo la información. La sirvo en vaso para Lagers y presenta un color dorado muy apetecible, totalmente límpido y libre de impurezas.

En tocha nos viene una olorcico bueno de cereal, e incluso un puntito floral que en su día no detecté. En boca entra ligerísima, muy crispy, con predominio del cereal en el sabor, pero con ese punto floral muy rico, también en boca. Tiene un puntito dulce muy rico, e incluso notas que me han llegado a recordar al mazapán (juro que aún no iba taja). Amargor final marcado. Pues oiga, ni tan mal esta revisión tempranera. 5,6%. Me costó 1,90€. Botella de 33cl.

11 de abril de 2022

Foam - Pavement

Bien es cierto que actualmente en nuestro país tenemos un panorama cervecero espectacular, sin tener que envidiarle nada a nadie. Desde este blog siempre intento hacer aprecio de las cerveceras locales y darles difusión y publicidad, pero, ¡ay, hijos míos!, no puedo remediar tener siempre un ojico puesto en lo que se hace en Bélgica y en los Estados Unidos.

Y sí, quizás haya cervezas patrias mejores y muchísimo más baratas que la que vamos a reseñar hoy, pero para freaks como el que suscribe, que tiene una lista de las cerveceras americanas que hay que catar antes de morir... pues sí, era imperativo hacerse con unas latitas de la cervecera que nos ocupa hoy: Foam.

Foam es una cervecera ubicada en Burlington, en el estado de Vermont (¡ojo!, no confundir con Burlington, Ontario, Canadá). Y como os habréis podido imaginar se especializan en New England IPAs bien jugositas. En 2016 se erigieron como una de las mejores cerveceras noveles a nivel mundial, y ahí es cuando empezó a picarme el gusanillo. El año pasado, justo por estas fechas, se me pusieron a tiro un par de variedades a través del Mikkeller Webshop, pero coincidió que acababa de hacer una cuantiosa compra y la nómina no daba para más. Este año parece que han aterrizado tanto en BierCaB ShoP de Barcelona (que es donde las compré yo) y en el Be Hoppy de Madrid, con bastante variedad, y además con numerosos barriles. Hace unos días coincidió que estaba por el BierCaB y pude hacerme con varias latas y además pude catar otra de sus variedades en formato grifo, lo que me ha permitido hacerme con una idea bastante buena del trabajo de la cervecera.

La primera toma de contacto fue con la de grifo -espectacular- y la segunda, con la Pavement, que fue la primera lata que abrí. Se trata de una New England Double IPA que viene hasta arriba de lúpulos Citra y Mosaic. La etiqueta es muy chula, pero la información brilla por su ausencia, de hecho no indica ni los ingredientes. A falta de vaso para IPAs la sirvo en esta copa que se parece a la del logo de la cervecera. Elevo la lata como si el líquido fuera a realizar el salto del ángel, y tras una grácil caída no logro sacarle demasiada espuma, un dedito de blanca crema no especialmente compacta, y tampoco especialmente duradera.

En nariz es una locura de fruta de la pasión y mango. En boca es muy sedosa, con poca retención del carbónico, quedando un tanto desbravada. Con mucho cuerpo, mas no por ello porrona ni cansina. Destacan los sabores cítricos -con buenas dosis de pomelo, mandarina y corteza de naranja- y un buen pelotazo de mango. Al final nos deja un amargor muy suave muy rico. Quizás no es la mejor NEDIPA de Citra y Mosaic que me haya bebido, pero no les vamos a quitar el mérito. Realmente es un trabajo muy fino. Lástima de la retención. Costó 13,50€. Si tenéis la suerte de comprarla en la fábrica os sale por 4,50$. Lata de 47,3cl.

9 de abril de 2022

Nu - Vila-Real


Este invierno se resistía a sucumbir, pero finalmente no ha tenido más remedio que largarse ante el inexorable avance de la primavera. Y con la llegada de ésta han comenzado nuestras fugaces incursiones por la costa de Levante. Hoy nos vamos a acercar a Vila-Real (ciudad famosa por su industria azulejera y por su equipo matagigantes en Champions) para visitar el restaurante Nu, que teníamos en nuestro punto de mira desde hace años, pero que no sé por qué motivo se nos resistía. Siempre había algún impedimento que nos dinamitaba el plan. Finalmente, ni siquiera una pandemia mundial ha logrado detenernos, así que allí nos hemos plantado, mi señora esposa, mis churumbeles y el que suscribe, para ponernos finos filipinos. Y es que el Nu, es de ese tipo de restaurantes que yo suelo recomendar a los amantes cerveceros, ya que vamos a poder disfrutar de una experiencia gastronómica completa: por un lado vamos a comer de lujo con una carta espectacular, y por otro lado vamos a tener una oferta cervecera brutal, con ni más ni menos que once grifazos de nuestro bienamado líquido. Una apañadísima neveraza acaba de rematar la faena por si echábamos de menos alguna referencia.

Antes de comenzar remontémonos a 2013. Por aquel entonces, Llorenç (propietario del Nu) regentaba la cervecería/tienda Beer Attack en la misma localidad. Para una ciudad de 50.000 habitantes de escasa cultura cervecera (no solo a nivel local, sino también extensible al resto de la provincia de Castellón), ya os podéis imaginar lo duro que tuvo que trabajar Llorenç: birrangelizando y remando contracorriente durante varios años para hacerse con una parroquia reducida pero fiel. Llegó un punto en el que Llorenç llegó a la conclusión de que no podía continuar con el Beer Attack: o echaba la persiana y se dedicaba otra cosa o le daba una vuelta de tuerca al negocio. Finalmente su filia cervecera lo decantó por lo segundo, abriendo el restaurante Nu -en otra ubicación- ofreciendo una muy buena carta, pero sin renunciar a una amplia oferta cervecera. De entrada dobló los tiradores que tenía en Beer Attack, y recientemente ha añadido un undécimo fijo de la Torpedo de Sierra Nevada. Allí siempre vamos a encontrar varias IPAs (New Englands y West Coasts), una buena Pilsner, una Weizen, alguna Amber o una Irish Red Ale, varias referencias belgas y un par de negruras. Como restaurante, han decidido mantener una referencia de Euro Pale Lager industrial, ya que su target no es captar únicamente a un público cervecero freak como el que suscribe. El objetivo es seducir a la clientela con una buena carta, y poco a poco, dar ese extra de maridaje cervecero para todos aquellos con un mínimo de curiosidad birruna. De otra manera difícilmente podrían sobrevivir como negocio.

Aparecemos toda la familia en tropel para comer en horario europeo, bien tempranico, que si no la muchachada se pone muy pesada. Nos recibe la amable Elsa -esposa de Llorenç- que nos acoge con mucho cariño y nos enseña todo el espacio. El restaurante está ubicado en una amplia avenida, justo en el cruce con la acequia mayor, que nos evoca cierto aire amsterdamés.  A lo largo de ésta transcurre una calle peatonal, perfecta ubicación para colocar la terraza del restaurante, que nos va a permitir disfrutar tranquilamente de unas buenas cervezas al aire libre. El interior, muy luminoso, resulta muy agradable. El hormigón de las paredes y el hormigón pulido del suelo nos ofrecen tonos neutros, mientras que el mobiliario da ese toque de color que le da mucha chispa al ambiente, y la abundante vegetación nos acaba de dar la nota exótica y nos aporta mucha calidez. El local es muy alargado, con un ventanal de punta a punta, que nos va a brindar luz natural muy agradable a todo el espacio. Cuenta con dos entradas (una en cada extremo) que nos va a facilitar las entradas y salidas a la calle o la terraza. En mitad del espacio se sitúa la imponente barra, que preside el espacio y donde se realiza el ágil pase de cocina. Allí podemos disfrutar de auténticos birrotes, pero, insisto, es imperativo quedarse a comer.

Elsa nos acomoda en una bonita mesa redonda de color ocre, perfecta para comer en familia. Mientras Elsa me enseña el resto del espacio mi mujer va por faena y se pide su primer pinta de Torpedo. Al cabo de un rato, Elsa -muy atenta- entra en la cocina para buscar a Llorenç, al que no veía desde hace seis años, pero al que siempre estaré agradecido por haberme recomendado insistentemente que me llevara la Porter Baltique de Les Trois Mousquetaires, cerveza que recuerdo aún con lagrimones en los ojos. Estuvimos un buen rato charlando, durante el que Llorenç me estuvo explicando su nuevo proyecto, donde cuenta con varias referencias craft y mucho clásico belga, pero con los pies muy en el suelo, consciente del público y la cultura cervecera local. De momento no puede comprarse un barril de la ultimísma NEIPA americana que lo peta de hype, porque seguramente se le echará a perder en pocos meses, pero con todo y con eso, apuesta por cerveceros locales como Cosa Nostra, Castelló Beer Factory, y otras negruras y pepinazos belgas que son más resistentes al paso del tiempo. Todo muy bien seleccionado y con mucha cabeza.

Llorenç tiene que volver a la cocina para cumplir con sus obligaciones y yo ya me siento para echar un ojo a su carta. Tiene todo un aspecto sensacional. Para picar cuentan con anchoas del Cantábrico, ensaladilla rusa, patatas bravas, alitas de pollo marinadas en cerveza Kwak con picante de ají rocoto, nachos con chili con carne y pico de gallo, croquetas de pollo, de chistorra, de bacalao o de setas con trufa. También tienen unas tablas de quesos de la provincia, otra de quesos internacionales y una última de jamón ibérico de Guijuelo como para soltar el lagrimón. Variedad de ensaladas con un aspecto riquísimo para aligerar el tema.

Entrando en faena: Si eres de pescado puedes pedir los sepionets a la plancha con salsa garrapiñada; la pata de pulpo con all i oli y cremoso de creïlla (patata local) o el carpaccio de gamba con encurtidos, aceite de cítricos, physallis y perlas de yuzu y wasabi. En cambio, si eres más de carne te puedes pedir un entrecot de ternera rubia gallega o el secreto ibérico a la Irish Stout. Y por si alguien quiere una comida más informal, cuentan con gran cantidad de hamburguesas y bocatas: hamburguesa de Black Angus, vegetariana, la de queso cabrales, la ibérica o la especial Nu de la casa. Sandwich de pastrami; el pepito de ternera con rúcula, cebolla caramelizada y pimienta; el pulled chicken, el bocata clásico de calamares con mayonesa o el de sardina ahumada con esgarraet. Pintón.


Mientras echamos las primeras birras pedimos para nuestros hijos. Mi hija se pide unos tagliatelle Alfredo riquísimos. El mediano un variadito de croquetas, y el enano unos nuggets de pollo con patatas muy buenos. Mi mujer y yo finalmente decidimos tirar de menú de fin de semana, que tiene un pintón muy guapo, no sin antes dar el visto bueno a las bravas locales.


Por 14,50€ nos entra un primero, un segundo, postre o café y la primera bebida. Yo me pido el humus combinado de garbanzo y berenjena con piparras y chips de boniato. Mi mujer opta por los calçots en tempura  con salsa romesco. Aquel día también tenían en el menú crema de calabaza y zanahoria, ensalada japo y un revuelto de ajitos tiernos con gambitas.

De segundo opté por el wok de pollo -que estaba espectacular- y mi mujer por el fricandó de ternera. Riquísimo. El resto del menú contaba con una merluza con salsa de almendras y cítricos, hojaldre con verduritas o los tagliatelle Alfredo que se pidió mi hija (también había opción de pedirlos a la napolitana).

Y como no somos de perdonar los postres, pedimos cuatro y los fuimos compartiendo entre todos: pastel de queso, tatin de manzana, brownie de chocolate y coulant de chocolate. Se nos quedó en el tintero el pastel de calabaza y chocolate, que caerá en un futuro no muy lejano. ¡Ah! y nadie puede marcharse de allí sin probar el celebérrimo café cremaet, orgullo y gloria de la provincia castellonense.

Para volver las veces que haga falta. Estuvimos a gustísimo. Elsa y Llorenç muy cariñosos, el servicio inmejorable, el local muy agradable, un ambiente muy majo y tranquilo, y siempre flanqueados por esos once grifazos que van a hacer las delicias del beer geek de turno. Desde aquí les mandamos un abrazo enorme a Elsa y Llorenç, estamos seguros que lo van a petar con su nuevo proyecto gastronómico-birruno. Ahí va su merecidísimo pin en nuestro Mapa Birruno.

Balance de daños:


-Sierra Nevada - Torpedo. Mi mujer se pidió la conocidísima IPA de los californianos, que hemos bebido hasta la saciedad. La chica no se acordaba de que venía cargada de lúpulo hasta las cejas y le resultó muy amarga. Excusa perfecta que me vino de perlas para revisionar este clásico moderno. Tan rica como siempre. La recordaba mucho más cañera, pero es que creo que me he acostumbrado a cosas muy extremas. 7,2%. Podéis releer la reseña que escribí en su día pinchando aquí.

-Cosa Nostra - Capsot. New England Rye India Pale Ale de Sagunto. Cargadita de lúpulos Galaxy, Enigma, Cryo Ekuanot y el blend Cryo Pop. Muy sedosita por la avena, muy sabrosona, con sabor de fruta tropical y de hueso y una buena dosis de cítricos. Eso sí, no encontré el centeno bajo tanta tonelada de lúpulo. 6,6%.

-Bosteels -Kwak. ¿Os podéis creer que nunca había probado una Kwak? Incluso había especulado con la idea de hacerme con el peculiar vaso con el que se sirve. No hay mal que cien años dure, así que fui a machete. Me resultó demasiado acaramelada, dulzona a morir y con el azúcar saliéndome por las orejas. Reconozco que me costó acabármela. Esa pasta que me ahorré con el vaso porque a día de hoy estaría criando telarañas. 8,4%. Acabé doblao.

-Castelló Beer Factory - Let's Go. Cuando pedí la cuenta Llorenç tuvo un gesto muy amable y me invitó a esta copita de Imperial Chocolate Milk Stout. Corpulenta y rotunda, a la vez que sabrosa. Para disfrutarla con muchísima calma. Podéis releer la reseña que escribí este verano pinchando aquí. 13,7%. Me tuve dar una vuelta muuuyyyyy larga por Villarreal para que se me bajase la toña.

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