Comienzo el mes de mayo -no precisamente tempranero, dada la fecha en que publico- retomando un estilo que descubrí el otoño pasado gracias a Hugo del blog cervecero Hipos Urinatum. Lejos de quedar en algo anecdótico, he querido ahondar en el estilo y he conseguido hacerme con dos ejemplares más.
La cerveza de hoy, bastante curiosa ha sido elaborada por múltiples actores de la escena craft polaca. Juegan en casa Przetwórnia Chmielu (con fábrica en Książenice), en colaboración con los cerveceros nómadas Acid Joe, los hombrewers de Alderaan Brewery, la cervecería Same Krafty, la distribuidora Smaki Piva, el bloguero A Recki, la pizzería Pułapka y la cervecería Kraina Piwa.
El reto del grupo en cuestión era recrear una cerveza Grodziskie Marcowe, un subestilo de la Grodziskie polaca que llevaba décadas sin elaborarse por ninguna cervecera comercial. Ha tenido que llegar -una vez más- el craft al rescate de recetas olvidadas. La cerveza lleva malta de trigo, malta de cebada ahumada de Múnich, lúpulo Styrian Wolf, levadura y agua.
Al lío. La sirvo en vaso alto. Presenta un color dorado subido, que contrasta claramente con el de las pálidas Grodziskie que había catado previamente. Carbonatación abundante, con una gruesa corona de espuma cremosa y persistente de color blanco.
Al asomar la tocha percibo un aroma especiado. Olor a trigo y pan, también se nota el olor a cebada ahumada. En general me sigueoliendo a chorizo, qué queréis que os diga. Ya me había sucedido con alguna Grodziskie anterior y con ésta me ha pasado lo mismo. Le doy el primer tiento. El sabor a trigo es más que evidente. Para contar con tan solo un 2,7% de alcohol no me ha resultado carente de cuerpo, tiene un cuerpo ligero pero cero aguado. Puntito tostado rico, las notas ahumadas bastante presentes, aunque sin que esto parezca una barbacoa, y con un final bastante amargo. En general rica, sabrosa y una experiencia bastante edificante. Lata de 50cl.
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