Traemos de vuelta a la cervecera de Chicago Pipeworks, que espero que ni ellos ni sus levaduras hayan palmao tras el vórtice polar que azota a la ciudad.
Los de Illinois son muy dados a ilustraciones y nombres muy bizarros en sus cervezas, y en esta ocasión no se han quedado atrás: Ninja Vs. Unicorn, que más que el nombre de una cerveza parece el título de una película de Pedro Temboury. Se trata de una Imperial IPA de 8,0%, todo un referente de la casa.
De color dorado, muy clara. Uno últimamente se ha acostumbrado a tanto zumazo y tanta Hazy IPA que cuando ve una cerveza con este aspecto incluso le parece raro. La carbonatación es abundante y genera una abundante corona de espuma blanca y persistente.
Al olfato su aroma nos sugiere fruta de hueso y pomelo. En boca entra muy ligera incluso con esta graduación, el alcohol no se nota nada y está perfectísimamente bien integrado. En boca continúa la fruta de hueso, quizás algo de mango y ese amargor final con regusto de pomelo. Por lo visto tiene 150 IBUs pero a mí personalmente no me ha parecido tan salvaje ni muchísimo menos. En general me ha parecido una DIPA ultrabebible, cosa que tiene mérito, ya que no suele ser un estilo que me apasione. Quizás no sea la mejor cerveza de este estilo que me haya bebido, pero que vamos, no le vamos a quitar el mérito a los de Chicago. Eso sí, infinitamente mucho mejor que su Blood Of The Unicorn, que me dejó bastante tibio. Comprada refrigerada en La Bodega Del Sol de Barcelona por 7,00€.
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