31 de marzo de 2020

Rogue - Yellow Snow

Traigo de vuelta a mis bienamados Rogue, de los que van llegando sus creaciones a trompicones a este lado del charco. Durante meses no recibimos nada y luego de golpe nos llegan 4 o 5 variedades, como ha sido el caso. De mis ídolos de Newport suelo comprarlo prácticamente todo (la de kombucha me la ahorré, lo reconozco) y esta Yellow Snow no ha sido una excepción. Se vino pa la saca immediately.

No la confundáis con la Yellow Snow IPA (que hace años dejó de fabricarse, toda una lástima) porque son cervezas totalmente diferentes y que lo único que tienen en común es el nombre. Ésta es una cerveza Pilsner (por tanto Lager) que ha sido elaborada con puntas de abeto.

Está elaborada con las maltas Weyerman Pilsner y Cara-Belge; los lúpulos Perle y Sterling; levadura Pils checa; y finalmente las puntas de abeto anteriormente mencionadas. La sirvo en copa TeKu a falta de vaso Pilsner (ya le tengo echado el ojo a uno), presenta un color entre dorado y ámbar (7 SRM, que vendrían a ser unos 13,79 EBC) y una carbonatación abundante sin llegar a irse de madre, suficiente para crear una buena capa de espuma blanca, tupida y persistente. Al olfato nos llega el aroma a cereal, muy agradable, y un funto floral. En boca es una cerveza rica, con el cereal muy rico, se bebe muy bien y con el peculiar sabor de las puntas de abeto, sabor que me ha dejado algo descolocado. Me esperaba que las puntas de abeto le darían un sabor pináceo, herbáceo o resinoso, pero no ha sido así, más bien el sabor era entre floral, dulce y como de gominola. No era un sabor desagradable pero sí puede llegar a resultar cansino. Salvando las distancias me ha recordado un poco a la Norsk Høst de Nøgne Ø y a la Sauna Session de Tanker. Es una Pilsner muy rica pero con ese puntito de bosque/sauna que acaba de darle un rollo diferente a la Pils tradicional de toda la vida. Para gente que quiera arriesgar puede ser muy interesante. 5,0%. 19 IBUs. Comprada refrigerada en la General de Begudes de Valldoreix por 3,95€. Considero que Rogue tiene cervezas mejores por un precio menor.

30 de marzo de 2020

À La Bécasse - Bruselas


Paseando por el centro de Bruselas no nos resultó difícil toparnos con otra tienda de cervezas, en esta ocasión À La Bécasse, que es la tienda contigua a una histórica taberna cervecera fundada en 1877. Quizás la tienda en sí no sea nada del otro mundo. A la taberna no entramos pero posteriormente, mirando las fotos del local me he dado cuenta de que tal vez sí hubiera valido la pena -por el valor histórico del local- así que quizás lo debimos hacer al revés, ir a la taverna y no a la tienda. Nofue así, qué le vamos a hacer, y eso que por horario (eran las 13:30) ya empezaba a ser la hora de entonar las primeras espumosas de la jornada, pero finalmente declinamos la opción de tomarnos algo allí porque teníamos cierta mucha ansiedad por llegar a nuestro objetivo cervecero de aquella jornada -pronto desvelaré cual era- dada la dificultad de llegar hasta allí en transporte público. El caso es que entramos con la idea de echar un ojo por si encontrábamos alguna sorpresa, y la verdad es que alguna cosilla sí había.

El negocio está asociado a la cervecera Timmermans, que lo cierto es que las que hemos probado aquí en el blog de esta brasserie me han parecido malísimas, pero eso no quiere decir que no tengan alguna Gueuze decente. El local es alargado, en la pared izquierda se hayan las estanterías repletas de cervezas de punta a punta. A la derecha, nada más entrar, hay una pequeña T con tres grifos (obviamente de Timmermans, of course, tenían pinchadas la Wit, la Kriek y la Lambic que hacen especialmente para el local) y más adelante toda una selección de jarras para Gueuzes de cerámica muy bonitas, perfectas para satisfacer las necesidades del guiri cervecero. A mí porque ya no me cabía un alfiler en mi maleta de cabina, pero con mis ganas me quedé de llevarme una, no os creáis. En cuanto a la selección cervecera, afortunadamente había muchas otras marcas más además de la de sus socios Timmermans.

Para que os hagáis una idea de lo que tenían allí: Un abundante surtidito con todos los siropazos de todas las frutas habidas y por haber de Lindemans. Para los que os gusten los chutes de azúcar perfecto, pero no es mi caso. También muchos ejemplares de Cuvée René de la misma marca en tamaño grande. Afortunadamente tenían un surtido bastante majo de diferentes variedades de Oud Beersel, Tilquin y Cantillon. Si vais a comprar Cantillon en Bruselas lo mejor es que vayáis directamente a su fábrica. Si no os resulta posible, en esta tienda la tienen a precios razonables respecto a cómo las clavan en España. Eso sí, tan solo tenían la Gueuze, la Kriek y la Rosé de Gambrinus, que son las que encontramos con más facilidad. Quizás no sea la mejor tienda de cervezas de la ciudad pero sí puede ser un recurso si no disponemos de mucho tiempo para visitar otros negocios más alejados del centro. Que tengan tres grifos para pimplar mientras realizas tus compras para mí es un plus, también me gustó su colección de jarras, e insisto en que me gustaría visitar la taberna contigua. Hasta aquí todo y aquí va su correspondiente pin en nuestro Mapa Birruno.

A La Bécasse              Rue de Tabora 11, Bruselas (Bélgica)            www.alabecase.be            +32  2  511  00  66

29 de marzo de 2020

La Grúa - Royal Flush

El jueves pasado, pese a que me quedaban suficientes cervezas en la nevera, decidimos hacer una compra online por si las moscas, que luego ya se sabe, todo son prisas. Lo puedo considerar como un regalo con retraso por el día del padre. El pedido lo hicimos a través de la web de Cervezas La Grúa (Pontejos, Cantabria), que tenían unas cervezas brutales,  muy buenos precios y con los gastos de envío gratis a partir de 29,90€. El viernes por la mañana ya estaban las cervezas en casa.

Las puse a enfriar y ayer sábado ya me pimplé la primera, la Royal Flush, que es una New England IPA con double dry hopping de los lúpulos Mosaic, Nelson Sauvin, Azzaca y Amarillo. También lleva la avena y el trigo característicos del estilo.

La sirvo en vaso para IPAs, presenta un color albaricoque, entre amarillento y anaranjado. Muy turbia como manda el estilo. La carbonatación es bastante abundante, que genera una copiosa capa de espuma blanca, compacta y cremosa. Al olfato un aromazo a mango espectacular. En boca no es excesivamente sedosa, sí con cuerpo, pero se bebe muy bien y el sabor es intenso a frutas. Predomina el Mosaic, aportando todos esos sabores cítricos tan ricos y refrescantes, se percibe también el toque de uva que le pueda aportar el Nelson Sauvin, y también fruta de hueso, fruta tropical y algo de melón. El final nada amargo. 6,0%. Entró divina. Costó 1,85€. Pepinaco a precio insuperable.

26 de marzo de 2020

La Source - Mauvaise Herbe - Marigold

Y la cerveza que acabó de dinamitar nuestra pequeña prospección en el panorama cervecero emergente belga fue esta Mauvaise Herbe de la cervecera bruselense La Source. La cervecera en cuestión se había colado en el top 10 de mejores cerveceras noveles a nivel mundial y despertó nuestra curiosidad. Nuestro entusiasmo desapareció tan pronto como abrimos la lata de esta Sour Gruit, de la que existen tres versiones, la que compramos nosotros es la Marigold, que lleva dicha flor en sustitución del lúpulo.

La servimos en vaso de gueuze a falta de una cristalería adecuada. Presenta un color anaranjado un tanto pálido y cierta turbidez. La gasificación es vivaz y efervescente. La espuma es blanca y no demasiado duradera. En boca es una cerveza que resulta fortísima. Por un lado tenemos la acidez propia del estilo, bastante ida de madre, y por el otro el sabor de las flores en mi opinión excesivo, fortísimo y que satura la cerveza. Si le hubiesen dado un toquecito suave y delicado para aportar más riqueza al conjunto te lo compro. Pero es que esto ha sido muy durito de beber. Ninguno de los dos nos la pudimos acabar, y eso que la estábamos compartiendo. 6,0%. No creo que me pique la curiosidad para probar las otras dos. Comprada en Malt Attacks por 3€.

25 de marzo de 2020

Atrium - Clementine

Traemos de vuelta a la cervecera belga Atrium, que ha logrado colarse en el Top 10 de de Ratebeer  de las mejores cerveceras noveles del pasado año. Ésta es la segunda que probamos de ellos y la verdad es que nos hemos quedado un poco con la cara a cuadros. Quizás hemos tenido mala suerte con nuestra selección, pero la realidad es que tanto ésta como la The One que reseñamos el otro día no nos han sugerido nada destacable.

La cerveza se llama Clementine, se trata de una Witbier a la que han sustituido la corteza de naranja por corteza de lima y de clementina (que es un híbrido entre mandarina y naranja amarga). La servimos en un vaso para gueuze (en el hotel no teníamos el glassware necesario) que compramos en In De Verzekering Tegen De Grote Dorst -pronto leeréis la reseña correspondiente- y presenta un color pálido (6 EBC) y la turbidez propia del estilo. La carbonatación es abundante, que genera una gruesa capa de espuma cremosa y duradera. Al olfato nos llega el aroma del trigo y también de la clementina. Muy marcada.

En boca el sabor del trigo es muy rico, tiene cierto cuerpo, el sabor de la clementina en un principio nos resulta curioso, le da ese toque novedoso, y bastante refrescante. Conforme avanza la degustación la clementina acaba apoderándose de la cerveza, resultando muy cansina y dejando un regustillo demasiado amargo en el paladar (14 IBUs). No acabó siendo la experiencia placentera que me hubiese imaginado en un inicio. 5,3%. Comprada en Malt Attacks por 2,80€.

24 de marzo de 2020

Omnipollo - Kokopelli

Día 12 de confinamiento. Suerte que tenía en la nevera un número decente de birras craft para hacer la reclusión más llevadera. Si os habéis quedado sin birra craft os recuerdo que hay gran número de cerveceras y tiendas online que os traen la compra a casa. Que no sea por falta de birra.

Antes de que toda esta mierda empezase, me compré una buena remesita de Omnipollo en la General de Begudes de Valldoreix. No me compré todo el surtido que tenían, pero la selección fue bastante amplia. Entre las seleccionadas de la cervecera sueca una fue su Kokopelli, que cayó en la cesta tal y como leí en el reverso de la lata American Pale Ale elaborada con los lúpulos Citra y Mosaic. Pa la saca. Qué recuerdos me trae de esas tardes paseando por Södermalm hace dos veranos. Sobre todo cuando uno está encerrado en casa esos recuerdos se vuelven mucho más intensos. Lagrimita.

La sirvo en vaso shaker, genera un color entre dorado y amarillento un tanto velado. La carbonatación es abundante y genera una gruesa capa de espuma blanca que desaparece rápidamente. Al olfato todo cítricos. En boca es una cerveza muy ligera, con copo cuerpo y que entra con facilidad. Un tanto ácida -en un principio me ha tirado un poco para atrás- con los cítricos predominando por encima de todo. Sabores que nos recuerdan a la lima, el limón, la mandarina y sobre todo a la corteza de cítricos. Mejora conforme se calienta. Bastante refrescante y muy crushable. 5,5%. Comprada refrigerada. Me costó 3,30€.

23 de marzo de 2020

Beer Planet - Bruselas


Otra de las tiendas cerveceras con las que sin duda nos vamos a topar si paseamos por el centro de Bruselas es el Beer Planet, muy cerca de la cervecería Delirium Café (y todos los aledaños que ha fagocitado). Como os podéis imaginar, por el hecho de estar situada en pleno centro de la ciudad, es otra tienda para captar guiris. Sí, es cierto, pero si os tengo que recomendar una de todas las que hay sin duda os aconsejo qe visitéis esta. Con la carterita llena, eso sí, pero al menos la selección cervecera que tienen aquí es excelente. 

Si estáis de paso por la ciudad y no tenéis tiempo para visitar otras tiendas cerveceras es una muy buena opción. Aquí podréis llenar la nevera del hotel, y si tenéis la suerte de que facturáis vuestra maleta, podréis cargarla hasta arriba, ya que en Bélgica no hay restricciones de alcohol en los aeropuertos como sucede en otros países (pero sí de peso, así que consultad las normas de vuestra compañía aérea). Si por contra habéis venido en coche -o furgoneta- pues venga, festival, hasta que os fundáis la nómina. Aquí vamos a encontrar de todo. Producto local de todos los estilos, clásicos y modernos.

Pasamos por la puerta y vemos el cartel luminoso y la llamativa botella que cuelga de la fachada ¡para adentro! La puerta es estrechita, y al ir con mochila hay que ir con cuidado para no tirar cualquier botella sin querer. Saludamos al personal en un francés de Cuenca. El chico nos contesta "-no, si podéis hablarme en castellano, que soy gallego". Pues menos mal porque el tema françois y el neerlandés lo llevamos fatal. La verdad es que tiene la tienda abarrotada de género, realmente aquí hay mandanguita de la buena, de todos los estilos, eso sí, barriendo para casa, todo belga. La tienda en sí no es muy grande, y el hecho de que tenga varios barriles de Straffe Hendrik en medio con aún más botellas y packs de cervezas dificulta que nos podamos desplazar con agilidad, máxime con el macuto a la espalda. Con tres o cuatro guiris más la cosa se pone más tensa que pasando una aduana con Doraemon. En un recodo está el minimostrador con la caja registrador y al fondo del todo hay una pequeña salita con más estanterías donde están las cerveceras más noveles y las cervezas de corte más moderno. No tienen ninguna nevera para ellas.

Como visualmente la aglomeración de material puede dejarnos notablemente aturullados, tienen las estanterías organizadas por estilos, para facilitarnos nuestra búsqueda. El apartado Lambic estaba bien nutrido (sus precios también) con buenos botellotes de Cantillon (las típicas Gueuze, Kriek y Rosé de Gambrinus más alguna cosa destacable como la Grand Cru Bruocsella) y bastante material de 3 Fonteinen, con varias botellas de su Gueuze, Framboos, Hommage, Armand & Gaston. Muy amplia también la variedad de De Cam, muy buena la selección de Oud Beersel (incluyendo varias Bzart) una decente selección de Tilquin y el resto de Lambics que ya conocemos: Hanssens, Moriau, Lambiek Fabriek, Timmermans y las buenas de Lindemans, que también tienen alguna. Cómo no no podían faltar los grandes clásicos que encontramos en cualquier parte: Orval, Chimay, Kwak, Tripel Karmeliet, Dupont, Achel, Rochefort, De Ranke, Lupulus, Rodenbach, La Trappe y todo lo que queráis.

Si os ponéis muy finos vais a poder encontrar una gran variedad de De Struise (Dark Horse Reserva, Quadrupel XXXX Reserva, Pannepot...), Fantôme, Brasserie de la Senne, De Glazen Toren, Du Clocher, De Dochte Van Der KorenaarAlvinne. Y si andáis buscando algo más moderno o de alguna cervecera emergente podéis encontrar numerosas variedades de Atrium, En Stoemelings, , DOK Brewing, Verzet, Brussels Beer Project, CyDraLe, Hugel, Brixius, De Keukenbrouwers, Kerel, Eentjevanthuis, Millevertus, NovaBirra, Broers, Brasserie des Légendes, Brasserie à Vapeur y muchísimas más. En definitiva una visita muy recomendable, con grandes cervezas y muchísima variedad, pero eso sí, insisto, con precios para guiris. De hecho vimos algunas cervezas que estaban en Malt Attacks por bastante menos. El personal, eso sí muy amable. El chico gallego nos asesoró en todo momento y nos dio agradable conversación, desde aquí le mandamos un saludo. Pues hasta aquí la visita de hoy, sin más procedemos a colocarles su correspondiente pin en nuestro Mapa Birruno, que está que da gloria.

Beer Planet              Greepstraat 45, Bruselas (Bélgica)          www.beerplanet.eu            info@beerplanet.eu           +32  0  484  95  53  50

22 de marzo de 2020

Stu Mostów - New England IPA Citra Mosaic Simcoe

Hará unas semanas compré esta botellaca de medio litraco de Stu Mostów, la cervecera polaca que está llegando aquí con más fuerza. Se trata de una New England IPA elaborada con los lúpulos Citra, Mosaic y Simcoe, ¡mira qué bien! ¡mis lúpulos favoritos! Pues venga, a darle al tema que luego todo son prisas.

La sirvo en su correspondiente vaso y presenta  un color anaranjado un tanto apagado y la turbidez característica del estilo. La carbonatación es abundante y genera una gruesa corona de espuma de color blanco. Al olfato nos llega el aroma cítrico de los lúpulos.

En boca la cosa está bastante mustia. Yo la compré refrigerada -y así se mantuvo en casa- lo que no sé es cómo estuvo en Super Sol antes de que la metieran en la nevera. Seguramente pasó meses sin refrigerar, ya que las neveras las han puesto recientemente. Pues nada, te la has comido con patatitas chico. Lúpulo pasado, sabores mustios que nos recuerdan a los cítricos y en general todo bastante apagado y cuesta abajo. Un bajonazo total en toda regla y mis 4,15€ al peo. 6,2%.

21 de marzo de 2020

Super Sol - Sol de Gracia

Pues llevamos ya una semana de confinamiento, la cosa se está haciendo larga, sobre todo por la incertidumbre de no saber cuando va acabar esto. De momento las cervezas artesanales que tengo en la nevera lo están haciendo todo bastante más llevadero.

Hoy comparto con vosotros la Sol de Gracia, que es una India Pale Ale que ha elaborado el equipo del establecimiento Super Sol en las instalaciones de la cervecera barcelonesa Monsieur Vélo, con los que mantienen una estrecha relación.

La sirvo en su vaso correspondiente y presenta un bonito color dorado, sin turbidez ni poso, y una espuma abundante de color blanco. Al olfato nos llega el aroma del lúpulo, que nos da agradables notas herbáceas. En boca es una cerveza que entra con ligereza, pese a la graduación (6,0%) me ha parecido que no tenía un cuerpo excesivo, entra bien. Los sabores son herbáceos, de una IPA clásica, con un amargor muy fuerte y marcado. A mí personalmente me ha parecido demasiado amarga para mi gusto. Para los que sean muy amigos de las amarguras les va encantar, pero para un público neófito y menos experimentado les recomiendo que se busquen algo más suavecito.

20 de marzo de 2020

Catalan Brewery - My Name Is Peligro

En mi última visita al Super Sol de Barcelona me topé en las neveras con una vieja conocida: My Name Is Peligro, una Imperial IPA de mis amigos de Catalan Brewery. Como siempre la he probado de tirador en su taproom (que por cierto, ya no se llama Bones, ahora simplemente Catalan Brewery Taproom) y no tenía ficha individual en el blog, así que decidí comprarla de nuevo para hacer un revival en casa.

La receta lleva las maltas Maris Otter, Munich y Crystal y los lúpulos Simcoe y Amarillo.

La sirvo en su correspondiente vaso, presenta un color ambarino muy bonito y una carbonatación abundante que genera una gruesa capa de espuma de aspecto jabonoso. Al olfato no llega el aroma herbáceo de los lúpulos. En boca se percibe toda la carga maltosa que va a aguantar la graduación (8,5%), pero sin resultar dulzona en ningún momento. Los sabores son herbáceos, bastante intensos, y con el sabor de la fruta de hueso de fondo muy agradable. Final muy amargo, pero soportable, como cabía esperar (70 IBUs). Comprada refrigerada en Super Sol de Barcelona por 3,80€.

19 de marzo de 2020

Rogue - Rouge

Seguimos con el confinamiento, no nos queda más remedio, así que al menos intentaremos que nos sea más llevadero con buenos birrotes. Aprovecho también para felicitar a todos los Josés y a todos los papás que me estén leyendo. Hoy va a ser un día del padre atípico pero no por ello menos emotivo.

Hoy nos vamos a abrir una yonkilata de mis bienamados Rogue, de los que he podido comprar varias cervezas que aún no habían pasado por el blog y desconocidas por el que suscribe.

Comenzamos con la Rouge, una cerveza de estilo Brut IPA mezclada con mosto de uva Pinot Noir. Me apetecía mucho abrírmela por tres motivos: 1) Rogue es sinónimo de calidad. 2) Hacía tiempo que no me chuflaba una Brut IPA. 3) El rollo del Pinot Noir le da un rollo muy guapo a la par que cierto factor de riesgo, ya que no he tenido muy buenas experiencias con la mayoría de cervezas elaboradas con uva.

La receta lleva malta de cebada de dos carreras, copos de maíz, copos de avena. Lúpulos Mosaic, Chinook, El Dorado, Strata y Alluvial, su celebérrima levadura Pacman y la mencionada uva, cultivada en el estado de Oregon.

La sirvo en su vaso correspondiente. Presenta un color cobrizo precioso con destellos rojizos y sin turbidez alguna (7,1 SRM, que vendrían a ser unos 14 EBC). La cosa empieza muy bien. La carbonatación es abundante pero no excesiva, y crea una copiosa capa de espuma de color blanco roto. El aspecto es tremendo. Al olfato nos viene el aromilla de fruta de hueso y cítricos espectacular. El primer sorbo es de pomelo, más adelante, en el retrogusto, aparece el sabor característico de la uva Pinot Noir. Un poco más adelante también podemos disfrutar de la uva Pinot Noir también en aroma. En boca es muy ligera de trago, con muy poco cuerpo -recordemos que la amilasa ayuda a eliminar todos esos azúcares residuales- bastante amarga(aunque solo tiene 25 IBUs), pero no demasiado seca para lo que es el estilo. Conforme se va calentando la cerveza aparecen sabores herbáceos y florales muy agradables. Me ha parecido una cerveza espectacular. 7,5%. Comprada refrigerada en La Bodega del Sol por 5,55€ (50cl). Vale muchísimo la pena.

18 de marzo de 2020

Belgian Beer Tradition - Bruselas


Una de las tiendas cerveceras con las que nos vamos a topar sí o sí mientras paseamos por Bruselas es con Belgian Beer Tradition, ya que está ubicada justo al lado de la Grand Place. Como bien podéis imaginar es una tienda para guiris con precios para guiris, así que preparad la cartera. No obstante, puede ser un buen recurso si no se dispone de mucho tiempo para visitar otras tiendas cerveceras más alejadas del centro, por eso he creído conventiente crear un post al respecto. Quizás no haya mucha cosa que no podamos encontrar a estas alturas en tiendas de Barcelona o Madrid, pero que vamos, algo interesante siempre puede haber, así que vamos para allá. Además, por su naturaleza de tienda para guiris tiene la ventaja de que abren todos los días de la semana, cosa que no ocurre con la mayoría de tiendas craft (no orientadas únicamente al público guiri) de la ciudad. Como diría Fabio McNamara: "Mucho guiri, mucho gay, mucho guirigay". Allí que nos metimos.

El Belgian Beer Tradition cuenta con un único pasillo, donde a banda y banda se disponen sendas estanterías colmadas de cervezas, belgas todas ellas. No esperéis encontrar Alesmith aquí, es lo que hay, y si no te gusta pues haberte ido de viaje a San Diego en vez de a Bruselas., quèvolsquitidigui. Al final de la tienda se encuentra el mostrador donde te espera la dependienta para crujirte bien. Además de las cervezas en cuestión, tienen también una gran selección de glassware, esto sí puede ser bastante interesante, primero porque seguramente en España no vamos a poder encontrar tanta variedad, y segundo porque este tipo de artículos sí los vas a poder meter en tu equipaje de mano al subir al avión. Copas de Chimay, Triple Karmeliet y Orval, así como los peculiares vasos de Kwak, más un largo etcétera. También tienen todo tipo de artículos para guiris: imanes, abridores, pósters, etc.

Tienen unos packs muy majos, de distintas marcas, algunos de ellos incluyen algún vaso u otro obsequio, para quedar como un señor con tu suegro. Si vives en Barcelona o Madrid quizás no tengas dificultad para encontrar las Westvleteren, pero si no es así aquí tienes la oportunidad hacerte con la que muchos consideran la mejor cerveza del mundo, así como sus hermanas 8 y 6. Aquí las cobran a 18€, mientras que en Madrid o Barcelona las podéis encontrar por 13. El negocio es el negocio. La mayoría de las cervezas que tienen se encuentran en España -seguramente más baratas- pero aún así cabe destacar: Cantillon, Brasserie de la Senne, De Dochter Van der Korenaar, Brussels Beer Project, Lupulus, Corsendonk, Chimay, Orval, La Chouffe, Enstoemelings, Kerel, Bertinchamps y como os podéis imaginar muchas más. En el apartado Lambic cabe destacar Cantillon, 3 Fonteinen, Tilquin, Boon, Lindemans, Timmermans y algún megablend de la HORAL. Hasta aquí todo. Procedemos a colocarles su correspondiente pin en nuestro Mapa Birruno.

Belgian Beer Tradition              Rue au Beurre 32, Bruselas (Bélgica)          julie.vandekerkhove@districhoc.com           +32  2  511  63  43

14 de marzo de 2020

Belle-Vue - Kriek

Para rematar la faena aún no quedaba lo que sin duda fue la peor de todas las cervezas que probamos durante nuestra estancia en Bélgica. El descalabro total se cernía sobre nosotros tan pronto como la camarera retiró la chapa de la Kriek de la cervecera Belle-Vue. Miedito.

Olvidaos de la Kriek. Esto es pura sobredosis de siropazo de cereza, perfecto para palmar de hiperglucemia. Nada de acidez, nada de sabor a levadura salvaje, tan solo un sabor a piruleta que tira para atrás. No hace falta que me explaye mucho más con la reseña. Una mierda a evitar a toda costa gentileza del gigante AB InBev. 5,1%.

13 de marzo de 2020

Belle-Vue - Gueuze

La noche del domingo decidimos quedarnos a cenar en el mismo hotel debido a nuestro acusado cansancio (y ya de paso veíamos el clásico en pantalla gigante, todo hay que decirlo). En la carta de cervezas de un hotel de cuatro estrellas nos encontramos con basura básicamente, así que decidimos jugárnoslo todo a una sola carta y apostar por las únicas dos cervezas que no conocíamos, una Gueuze y una Kriek, ambas de la cervecera Belle-Vue. Comencemos por la Gueuze.

La etiqueta reza Bruxelles 1913. Hombre, qué bien, una cervecera con solera. El bajonazo me ha venido cuando he visto que no es bruselense, sino de Mol, y que además son propiedad del gigante AB InBev. ¡A la mieeeerdaaaaaa tooooodoooooooooo!

Ya con el primer trago se confirman mis temores. Esto ni es una Gueuze ni es nada, esto es azúcar puro, un caramelazo, y ni sombra de una cerveza Lambic, ni restos de fermentación espontánea, ni acidez, ni nada. Es una estafa en toda regla y la HORAL debería velar para que se prohíba etiquetar como Gueuze mierdas como ésta. 5,5%. Encima nos costó más de 4 ñapas la botella de 25cl. Un descalabro total.

12 de marzo de 2020

La Source - Couleuvre

Otra de las cerveceras que teníamos en nuestro punto de mira tras aterrizar en Bruselas era La Source, que ocupa el puesto número 7 del ranking de New Brewer Awards de la web de rating cuñao RateBeer. También consultamos en la app de rating cuñao Untrapper. Aparece como una de las mejores cerveceras belgas. A por ellos oé.

Pues segunda en toda la frente. Pa que te fíes. De las tres variedades que le quedaban en el Malt Attacks elegimos dos latas: Coulevre, de la que os hablaremos hoy, y la otra la dejamos para más adelante, para dosificar el disgusto. Se trata de una Sour Imperial India Pale Ale, Sour DIPA, Imperial Farmhouse IPA o como cojones lo quieran llamar. La receta está hecha con las maltas Pils, espelta, centeno, Vienna y Cara (Cara ¿qué?) y los lúpulos Sabro, Citra y Mosaic. 

La servimos en el cutre vaso de la habitación del hotel. Presenta un color pálido (11 EBC), un tanto pajizo y bastante turbidez. La carbonatación no es demasiado abundante, suficiente para crear una capa de espuma blanca de aspecto jabonoso no especialmente persistente. Al olfato es muy agradable. Los lúpulos nos saludan con una sinfonía de aromas de frutas tropicales. En boca en mi opinión la cosa patina bastante. Muy ácida, rozando lo chirriante, muy hoppy, eso sí, por falta de lúpulo que no sea, que nos aporta mucha fruta tropical, muy rica, pero que la carga Sour se encarga de arruinar. En mi opinión se queda en un ni pa tí ni pa mí. Podría haber sido una gran Imperial IPA. Podría haber sido una Sour bastante digna. Pero todo junto en mi opinión no pega ni con cola. Efectivamente se adecúa a lo que reza la etiqueta, es una Sour DIPA, sí. Ahora bien, que nos guste o no eso ya es otro cantar. A mí personalmente no. Me ha sobrado acidez y no me ha resultado una cerveza que se pueda beber con facilidad. Es bastante frustrante intentar disfrutar de todos los sabores que nos aportan los lúpulos con esa acidez chirriando de fondo. Final nada amargo (19 IBUs). 8,0%. Alcohol muy bien integrado. Comprada refrigerada en Malt Attacks por 3,50€.

11 de marzo de 2020

Atrium - The One

Durante nuestra visita a Bruselas, quisimos hacer una prospección birruna de las cerveceras emergentes en el panorama craft belga. Los grandes clásicos ya los conocemos, la mayoría de ellos se pueden encontrar en España, así que fuimos a lo nuevo, a lo desconocido y a lo que aquí no podemos encontrar. Bajo estas premisas recurrimos a RateBeer, un nido de cuñaos cerveceros -qué os vamos a contar- donde tanto opiniones como rankings hay que cogerlos con pinzas. A veces las recomendaciones salen bien. En otras no. En nuestro caso lamentablemente ha resultado lo segundo.

Echamos mano del RateBeer Best 2019. En el ranking de Best New Brewers (ojo, a nivel mundial) nos aparece en el quinto puesto la brasserie Atrium. Para cerciorarnos de que no es una cervecera gualdraper echamos un ojo a Untappd -otro nido de cuñaos cerveceros igual o peor que el anterior- y aparece como una de las mejores cerveceras de toda Bélgica. Ojo, ¡de toda Bélgica! ¡que deben haber miles! Pues nada, lo primero que hacemos al llegar a una tienda craft en Bruselas -en este caso Malt Attacks- es preguntar por Atrium. El chico muy amable nos enseña las que les quedan en la estantería y nos decidimos por The One y Clementine. Como la previsión era de darle al alpiste cosa fina nos decantamos por cosas más suavecitas.

La primera en caer tras pasar un día enfriándose en la nevera del hotel fue la The One, una Saison elaborada con malta de cebada, trigo, la levadura característica y cilantro. La servimos en los vasos el hotel. Que un puto cuatro estrellas no tenga una miserable copa me pareció lamentable, pero esto es lo que hay. Apariencia turbia, color pajizo (7 EBC) y carbonatación viva. Al olfato nos viene el aroma del trigo. En boca es una cerveza de carácter maltoso como podíamos esperar y con el saborcillo especial que le otorga la levadura. 6,5%. El final es un tanto seco, en mi opinión nada amarga al fnal (28 IBUs) y en general una Saison correcta y nada más. Honestamente prefiero la Dupont. Además, hace unos día publiqué la reseña de la Ambrée de Cyclic que le da cien mil vueltas a ésta. Joder, que unos barceloneses le den una lección a unos belgas de cómo se hace una buena Saison es para hacérselo mirar. y mucho. Me quedé muy decepcionado porque podía haberme comprado otras cervezas infinitamente mejores. Qué le vamos a hacer. Nos costó 2,80€.

10 de marzo de 2020

Omnipollo - Marbles

Tengo una remesita guapa de Omnipollo en la nevera y hay que darles salida a golpe de post, así que hoy vamos a comenzar por la Marbles, de psicotrópica etiqueta, que es una American Pale Ale cargadica delos lúpulos Galaxy, Nelson Sauvin y Citra. A priori todo pinta muy bien.

La sirvo en vaso shaker, presenta un color amarillo pajizo y bastante turbidez. Muy carbonatada, con espuma blanca abundante que forma una gruesa corona, y es que uno tiene mucho arte escanciando birra. Así por el aspecto tiene toda la pinta de ser una New England Pale Ale, pero vamos a dejarla en Hazy American Pale Ale y andando, ya que en los ingredientes no indica si lleva trigo o avena y mucho menos el tipo de levadura.

Al olfato cítricos básicamente. En boca los cítricos ganan por goleada. Mucho pomelo, mucha corteza de cítricos, quizás algo de mandarina e incluso limón, vamos, el festival de Naranjito del 82 celebrando un revival con sus colegas 38 años después. Sutilmente sedosa, sin llegar a biofrutas algo de sedosidad en boca se nota, pero que es altamente bebestible. Muy rica, muy refrescante y con una ligereza de trago pasmosa. Me ha gustado mucho pero me esperaba muchos más matices, en ese aspecto ha sido un poco bajón. Pero en resumen general una birra muy rica, insisto. 5,3%. Comprada refrigerada en la General de Begudes de Valldoreix por 3,80€. Para cómo están chuflando las latas de birra artesana hoy día es muy buen precio.

8 de marzo de 2020

Malt Attacks - Bruselas


Desde el pasado sábado he podido disfrutar de unos días cerveceros en Bruselas gracias a la generosidad de San Nicolás, que estas Navidades patrocinó el viaje. Como podéis comprender, estuve muy ilusionado con el presente. Además, la escapada turística era sin mujer e hijos -que los quiero mucho, pero no tienen tanta afición por nuestra bienamada birra- cosa que me iba a agilizar bastante los desplazamientos y demás tropelías birrunas. Para ello me acompañó Maese Yosemait, que siempre está ahí al pie del cañón cuando los acontecimientos birrunos lo requieren. Partimos de la ciudad condal al mediodía y sobre las 4 en punto de la tarde estábamos haciendo el check in en el hotel. Subimos las maletas a nuestra habitación, y tras comprobar que efectivamente había nevera, partimos raudos y veloces a llenarla. Veníamos muy bien preparados de casa con una buena tabla de Word con los horarios de tiendas, cervecerías y restaurantes a visitar, así como el correspondiente mapa de Google con todo localizado. De manera que nos fuimos de cabeza hacia el Malt Attacks, que a través de Instagram me lo había recomendado un aficionado local. Tras varias horas metidos en el aeropuerto, el avión, el tren y el metro nos apetecía aire fresco, así que fuimos dando un agradable paseo. Desde el hotel el trayecto era aproximadamente de un cuarto de hora, pero se puede ir perfectamente con el metro de las líneas 2 y 6, y también con el tranvía 51. Está todo el la misma parada (Porte de Hal) y realmente muy cerca de la tienda en cuestión.

Los motivos de visitar el Malt Attacks para llenar la nevera del hotel y no cualquier otra tienda de cervezas de la ciudad  eran básicamente dos: La gran oferta de cervezas locales, tanto grandes clásicos como modernas, y los precios. En numerosas ocasiones nos habían advertido de los precios astronómicos de las tiendas de cervezas para guiris que hay en el centro. Prueba de ello fue la Westvleteren 12 que nos trajo nuestro amigo Mac hace unos años, que se la chuflaron a 18€, cuando la puedes encontrar incluso más barata aquí en el A-Go-Go de Terrassa. Nuestros objetivos cerveceros eran cosas que no pudiésemos comprar en Barcelona, como por ejemplo Bokke, Antidoot y algunas cerveceras noveles premiadas recientemente, como La Source, L'Ermitage, Atrium o Dok. Descartamos comprar nada de Brussels Beer Project porque en cuanto saliésemos de la tienda nos íbamos para allá a darle al alpiste cosa fina.

El encargado que nos atendió fue muy amable con nosotros. Se preocupó de que pudiésemos encontrar las cervezas que andábamos buscando, incluso las que no tenía en su tienda. Nos buscó los lugares donde podíamos degustar -que no comprar- Bokke y Antidoot así como sus horarios y nos estuvo recomendando varias cervezas locales de corte más moderno. Finalmente nos llevamos al hotel un par de botellas de Atrium y un par de latas de La Source. Tanto las botellas como las latas rondaban los 3 euros, algunas incluso menos, mientras que en el centro las vimos a más de 5, así que valió la pena la visita. Primero porque aquí había cosas que se salían de las típicas Westmalle, Orval, La Chouffe que podemos encontrar sin problemas en Barcelona y que aquí incluso las tienen en el súper de la esquina, y segundo por los precios, porque sabíamos que aquí no nos iban a tangar con precios para guiris.

La verdad es que el encargado fue muy atento desde que entramos en la tienda hasta que salimos por la puerta, y eso que tenía bastante clientela, aún así supo encontrar el momento para charlar un rato con nosotros sobre la escena cervecera de la ciudad. La tienda en sí no es muy grande, el espacio se limita a una sala donde se encuentra en mostrador y a derecha e izquierda se encuentran las estanterías repletas de cervezas que ocupan la pared entera. En la derecha tienen una nevera repletita de lupulo susceptible de estropearse a temperatura ambiente. A la izquierda del mostrador hay un pequeño pasillito que da paso al almacén, donde hay una estantería con una selección Lambic y otra nevera -ésta más pequeña- con lupulazos variados. Como cervezas locales destacamos Cantillon, 3 Fonteinen, Tilquin, Oude Cam, Oude Beersel, Boon y varios blends de la HORAL. También Nectar Bohème, Tartaruga, Minne, L'Ermitage, Atrium, La Source, Brussels Beer Project, Brasserie De La Senne, No Science, L'Annexe, En Stoemelings, de Dochte Van Der Korenaar, L'Échasse, De Ranke, Alvinne, H2O, De Dolle, NovaBirra, Verzet, Fantôme y otras muchas. Del resto del globo tenían Cyclic, Põhjala, Brekeriet, Ekid, Ca' Del Brado, Perennial, Central Waters, AF, Brewski, Lervig, Schneider Weisse, Ayinger, Schlenkerla, Mikkeller, Trois Dammes, Anchorage, Stillwell, White Hag, The Piggy, Hoppy Road, Het Uiltje, Demoersleutel, Nøgne Ø, Gamma, Dry & Bitter y Kees entre muchísimos otros. También me consta que puntualmente han tenido latas de la Focal Banger y la Heady Topper de The Alchemist. Como podéis apreciar es un arsenalaco en toda regla.

En Malt Attacks también tienen tres grifos para rellenar tus growlers. Me dio la impresión de que no se puede degustar nada allí. También tienen gran variedad de glasware para que puedas utilizar la copa correcta para cada estilo de cerveza y además varios insumos para homebrewers. La verdad es que en todo momento nos sentimos muy bien atendidos y si volvemos a poner un pie en Bruselas seguro que nos volvemos a pasar otra vez por allí. De momento les ponemos su merecido pin en nuestro ilustre Mapa Birruno. ¡Hasta la próxima!

Malt Attacks              Avenue Jean Volders 18, Bruselas (Bélgica)              www.maltattacks.com             +32  2  534  96  88