26 de julio de 2023

Haacht - Tongerlo Blond

Llegó esa triste hora de acabamiento personal en la que me vi obligado a comprar la belga que venden en Mercadona. Como diría Dave Mustaine: In my darkest hour.

La elabora la cervecera belga Haacht, que no tiene la fábrica en Haacht, sino en Boortmeerbeek, la localidad de al lado. La cerveza se llama Tongerlo, y de todas las variedades que tienen esta sería la Blond. Yo personalmente la habría llamado Starsky, que hubiera quedado más molón.

La sirvo en copa TeKu, presentando un color dorado subidito. Viene muy carbonatada. Sin esfuerzo logramos una copiosa capa de espuma, muy compacta y persistente de color blanco inmaculado.

En nariz es muy especiada, con aromas fenólicos que nos recuerdan a la pimienta y al clavo de olor. En boca es una cerveza bastante dulce, para mi gusto demasiado, pero sin llegar a caer en lo empachoso. Predomina el sabor maltoso, rico, y con el punto de la levadura belga que aporta algo de alegría al asunto. Oye, pues para las expectativas que tenía ni tan mal, oiga. 6,0%.

25 de julio de 2023

Funky Fluid - Frosty

¿A quién no le va a apetecer una Eisbock en plena ola de calor?  Hasta hace poco era un estilo que se me atragantaba, pero le estoy empezando a pillar el tranquillo a base de probar nuevas referencias. De momento llevo 4 diferentes (no es un estilo que se vea mucho en las tiendas precisamente) y me faltaría una más para conseguir la puta insignia del untrapper.

Neuras y movidas personales aparte procedamos a la cata. El ejemplar de hoy nos viene de la mano de la cervecera polaca Funky Fluid, y está bautizado como Frosty. La sirvo en copa TeKu presentando un color marrón oscuro con tendencias hacia lo rojizo. Escanciando a tope consigo sacarle dedo y medio de espuma de color blanco roto, que desaparece rápidamente.

Al naso viene maltoso el asunto, con aromas más que evidentes de cereal, pan integral y pan de centeno. Caramelo también. En boca es dulce y acaramelada, mas no temáis, todo dentro de los límites de lo soportable. El sabor nos recuerda al toffee, con notas de malta tostada (no quemada) muy ricas, e incluso con sabores que nos recuerdan al pan. Me ha gustado más que la Aventinus de Schneider, pero menos que la Cherry Eisbock de Stu Mostów o la Atorgelada de La Montnegre. Pues eso, que le estamos pillando el tranquillo al asunto y que ya no me tajo tanto cuando me bebo una de éstas. 12,0%. La compré online por 6,87€. Botella de 33cl

24 de julio de 2023

Tilquin - Sureau

Tengo a muy buen recaudo parte de la compra que hice hará más de año y medio en Huis Van De Geuze, que en su día me costó un pastizal, pero joder si la tengo amortizada. Amortizadísima. Fue lo que se llama una buena inversión.

Más o menos cada mes suelo abrirme una de ellas, y en esta ocasión le ha tocado el turno a la Sureau de la brasserie especializada en cervezas Lambic Tilquin.

Se trata de una cerveza Fruit Lambic con la adición de bayas de saúco, a razón de 125g de fruta por litro. La que tenemos aquí es la edición 20|21.

La sirvo en el vaso para Gueuzes que me compré en In De Verzekering Tegen De Grote Dorst, presentando un color cobrizo precioso, bastante límpido. La carbonatación resulta efervescente. La espuma crece con la misma rapidez que desaparece. La retención, no obstante es bastante buena, con burbujita fina constante que resulta un tanto picante en la lengua.

Al naso nos viene todo el olorazo a vinagre procedente del ácido acético. Acetobacter a tope. También se nota bastante Brettanomyces. Le doy el primer tiento, resultándome bastante ácida. Bastante Brett, muy notable la madera, ese punto de cuerazo que aporta complejidad y luego va apareciendo la fruta, que aunque está bastante flojita, es al menos perceptible. Efectivamente cuenta con ese saborcillo característico del saúco, pero también encuentro otros sabores que me recuerdan a la frambuesa o incluso la uva. Claramente desequilibrada hacia lo ácido, me hubiera gustado un pelín más de fruta. 6,6%. Me costó 7,44€. Botella de 37,5cl.

23 de julio de 2023

De Struise - Cuvée Delphine

Hace unas semanas regresamos de nuevo al restaurante Nu de Villarreal y ¡menudas joyazas albergaban sus neveras!

Puestos en faena, me pedí la Cuvée Delphine de una de mis cerveceras belgas predilectas: De Struise Browars. 100/100 en Ratebeer, ocupando el puesto nº27 de mejor Imperial Stout del mundo. Vamos, que me sudó bastante el pollón si maridaba bien o no.

Se trata de una Imperial Stout elaborada a partir de su Black Albert, pero envejecida en barrica de 4 Roses. La edición que catamos fue la Vintage 2019.

La sirvo en la copa que me proporciona Llorenç, presentando un color negro más oscuro que el ojete de Batman tras una ingesta de fideuà con tinta de calamar (134 EBC). Aunque me espero escanciando no hay manera posible de crear ninguna corona de espuma. El aspecto es muy oleoso, vamos, lo que venimos llamando un petrolaco.

En nariz nos vienen notas tostadas, de caramelo, de ciruelas y uvas pasas y obviamente también de bourbon. En boca es ultrasedosa, con muchísimo cuerpo. Resulta dulce, con notas intensas de caramelo, sirope de arce y melaza, pero sin llegar a resultar empalagosa. Aparecen notas de chocolate y café, y el conjunto, en ocasiones, también me recuerda en cierta medida al dulce de leche, pero dice mi mujer que desvarío. También notables las notas de ciruelas y uvas pasas e higos secos, que hacen que la cosa vaya deambulando entre la Imperial Stout y la Quadrupel. El sabor a bourbon es también muy intenso, aunque sin que resulte en cubatazo en ningún momento y sin que éste llegue a eclipsar en ningún momento al resto de matices. Todo muy rico e intenso pero a la vez muy armonioso. Es como ese caramelito que querrías que no se acabase nunca. Una puta locura. Final bastante amargo (75 IBU), aunque atenuado por el dulzor. 13,0%. Me costó 9,20€. Botella de 33cl.

22 de julio de 2023

Sacrilège - Pêche

Y también de las Galias nos viene la cerveza de hoy, de mis también venerados Sacrilège, con el plus de que se la compré a ellos directamente durante el Rustic & Wild de este año tras una agradable conversación con ellos, que son muy majos.

La cerveza de hoy se llama Pêche. Se trata de una cerveza de fermentación mixta envejecida en barrica y macerada con melocotones del Rosellón de la variedad Monsolle.

La sirvo en copa TeKu, presentando un color pajizo, muy claro, un tanto velada, y con una carbonatación muy viva y efervescente, de burbuja muy fina, que nos deja una gruesa corona de espuma tupida de color blanco no demasiado persistente.

Al naso nos saluda el amigo Brett. Nos vienen esas notas a establo viejuno. De momento ni rastro de la fruta. En boca es una cerveza muy ácida, de esas que te ponen los ojos como los del Fary. El sabor es rico, complejo, con notas de madera agradables, pero con la fruta demasiado flojita. Se echa en falta mucha más fruta, tanto en sabor como para equilibrar el exceso de acidez. El resto de cervezas de esta gente están mucho más afinadas. De hecho, ésta es quizás es la que menos me ha gustado de todas las que he probado. Pero que vamos, tienen un catálogo imponente, de eso no cabe la menor duda. Nos costó 12,00€. Botella de 75cl.

21 de julio de 2023

La Malpolon - Vieille Cerise

Siempre son bien recibidas en esta casa las cervezas de La Malpolon, máxime si me vienen con un birrote como el de hoy: Vieille Cerise.

Se trata de una Old Ale elaborada con levadura inglesa, la adición de cerezas y con una maduración en barrica de roble.

Sin más preámbulos la sirvo en copa TeKu, presentando un color marrón muy oscuro. Viene bien de carbonación, dejando una gruesa capa de espuma compacta y de color beis de persistencia media.

En tocha podemos percibir un aroma maltoso, que viene acompañado de notas avinagradas e indicios de que nos vamos a encontrar una cerveza ácida. En boca es una delicia. Entra primero el sabor maltoso, aportando notas dulces. Nos llegan sabores que nos recuerdan al vino de Jerez o el vino de Oporto, aparecen también las cerezas, de manera sutil, pero que son una locura. El puntito acidito que acompaña de fondo es suave, sin que chirríe en ningún momento, que viene acompañado de una pequeña dosis de ácido acético, que a mí particularmente me encanta. Toquecito de madera que aporta más complejidad si cabe... una jodida maravilla. Imprescindible. 11,7% que ni te enteras. Comprada online en Beerbao por 9,50€. Botella de 37,5cl.

20 de julio de 2023

Dieu Du Ciel! - Immoralité

Me sangran los ojos cada vez que veo las nuevas ilustraciones en las latas de Dieu Du Ciel! No sé a qué lumbreras se le ocurrió tal innovación. 

En su día reseñamos Moralité, una IPA que en su día elaboraron junto a The Alchemist, y ahora vamos a hacer lo propio con Immoralité, doblando la apuesta a Double India Pale Ale. La receta lleva malta de cebada, azúcar, y un double dry hop de lupulina en polvo de Cryo Citra, Cryo Mosaic y Cryo Simcoe.

La sirvo en vaso shaker, presentando un color entre dorado y anaranjado. Sí velada, pero no con aspecto de zumazo. La carbonatación es muy abundante y nos deja una copiosa capa de espuma compacta, cremosa y persistente de color blanco.

En nariz destacan las notas herbáceas. En boca cuenta con un cuerpo bastante notable. Tiene una base sólida maltosa que aporta cierto dulzor y notas acarameladas al conjunto, además del característico sabor a cebada, claro. Los lúpulos acaparan prácticamente todo el protagonismo, aportando notas intensas resinosas, registros que no salen de lo herbáceo. Resumiendo: una sopa de pino. Si a tenor de los lúpulos empleados te esperabas algo cítrico, tropical o de fruta de hueso te vas a llevar un chasco como el que se llevó servidor. Viene cargadica como el Winchester de John Wayne. 9,2%. Comprada refrigerada en la General de Begudes de Valldoreix por 6,20€. Lata de 47,3cl.

19 de julio de 2023

Central Waters - Dark and Stormy Ale

Tenía ganas de catar alguna de las cervezas de los estadounidenses Central Waters, con sede en Amherst (estado de Wisconsin), pero a más de 40 pavazos la botella como que la cosa me tiraba bastante para atrás. En una de estás encontré un ejemplar por menos de 10 tronchos y rápidamente me dije: "-Pa la saca". Demasiado rápido, añado.

Realizamos pues, la primera toma de contacto con su Dark and Stormy Ale, una Imperial Scotch Ale de su serie Brewer's Reserve, con la adición de jengibre y piel de lima y envejecida en barrica de ron. A priori la cosa pintaba bien.

La sirvo en copa para cervezas barrel aged. Presenta un color pardusco, oscuro, aunque con algunos destellos rojizos. La carbonatación es abundante y nos deja una gruesa capa de espuma cremosa, tupida y persistente de color beis.

Asomo la napia y el olor me recuerda tremendamente al de mi desayuno matutino: té verde con jengibre. El olor es tan intenso que no nos deja disfrutar de los aromas maltosos ni de las notas de ron, así que procedemos a darle el primer tiento. En boca primordialmente destaca el jengibre, que arrasa con el resto de sabores. Acostumbrándonos -en cierta medida- a éste, y con la cerveza atemperándose, empezamos a poder encontrar otras notas: dulzor maltoso, puntito acaramelado, un puntito de café muy sutil, la lima también se deja ver por ahí y ahí algo pululando que a mí personalmente me recuerda al coco. Lamentablemente no acabo de encontrar las notas de barrica ni de ron. Queda todo sepultado bajo toneladas y toneladas de jengibre, que además resulta picante en exceso y arruina toda la experiencia. Personalmente me sobra todo el jengibre, que nos dejaría una Scotch Ale rum barrel aged que seguramente estaría de putísima madre. Bajo mi punto de vista creo que es una gran cagada, y, yendo más allá, creo que esta cerveza no debería nunca haberse comercializado, máxime viniendo de una cervecera de prestigio como Central Waters. 11,0%. Me costó 7,65€. Botella de 35,5cl.

18 de julio de 2023

Drowned Lands - Deep Terra

Y con mucha penita y mucho dolor vamos a despedirnos del lotecito que me compré de la cervecera estadounidense Drowned Lands. Tengo localizadas en una tienda online neerlandesa varias referencias más, pero van a tener que esperar bastante, que no está uno muy boyante precisamente.

Le damos el adéu siau con Deep Terra, una New England Double India Pale Ale elaborada con malta de cebada Pilsner, Maris Otter, trigo en crudo y avena malteada y los lúpulos Citra, Mosaic y Cashmere.

La sirvo en vaso shaker, presentando un aspecto de zumazo propio del estilo. Color anaranjado, un tanto apagado y bastante turbio. Bastante carbonatada. Con facilidad le sacamos una gruesa corona de espuma con sombrerito, muy compacta, persistente y de color blanco. Sorbito a sorbito nos irá dejando un bonito encaje de Bruselas en las paredes del vaso.

En nariz viene bastante herbácea la cosa, pero también con una buena dosis de cítricos. En boca resulta muy sedosa, con mucho cuerpo. Rica, entra muy suave, resulta bastante sabrosa. Los sabores van desde lo herbáceo a lo cítrico, dejándonos un final bastante amargo. De las tres que hemos catado es la que me ha gustado menos, llegando incluso a resultarme aburrida. Nada nuevo amigos. 8,2%. Me costó 7,65€. Lata de 47,3cl.

17 de julio de 2023

Haití - Barcelona


"Si la bolsa sona, si la bolsa sona, te pones los zapatos y te vas por Barcelona", cantaba un joven Auserón en aquel álbum que le valdría su alias perruno para acompañarlo durante el resto de su larga -y excepcional- carrera en solitario. Mi bolsa no sona mucho precisamente, ni me encamino al final de la rambla en busca de una negra flor. Más bien, a la altura del Liceo, doblo a la izquierda para dirigirme al lugar donde pretendo realizar mi ágape de hoy.

Voy sorteando hordas de hooligans bolingas y de señoras que esgrimen paraguas a modo de parasol. En el estrecho callejón se hacinan los repartidores de Glovo refugiándose de un sol que aprieta sin clemencia. Aquel guiri-gamba con camiseta de los Lakers parece bastante desorientado, se olvidó la gorra en el AirBnB. Ojito que ahora cruzan los del casal. Señora no me grite. El de la camisa hawaiana y las sandalias lleva los calcetines hasta las rodillas. Ahí había un negocio centenario y ahora hay una tienda de souvenirs y sombreros mejicanos. En la de al lado todo un arsenal de artículos para cultivar y consumir cáñamo. Joder con la gentrificación. Y precisamente luchando contra la gentrificación se encuentra luchando nuestro héroe local: el señor Txiviri.

Josep Servitjà (o Txiviri, como lo conocemos todos) acaba de perder a su padre hace dos escasos meses, y con su predecesor, el entrañable señor Joan Servitjà, también se ha ido el contrato de renda antigua del Haití, una de las perlas del barri gòtic de Barcelona, con más de medio siglo de historia. El problema ahora es hacer frente a un alquiler a precio de mercado. A Josep seguramente lo habréis visto detrás de la barra de varios negocios craft de la ciudad, y echando una mano en todos los festivales a los que hayáis asistido. El señor Txiviri siempre está ahí el primero cuando hay que echar una mano. Sale a la calle mientras fotografío la fachada de su negocio. Se calza un gorro de pesca en la closca porque lo que está cayendo es inhumano. Sale con premura, el deber le llama.

Me atiende el señor Pablo, al que le claudico una cerveza. "-Se me acaba de terminar el barril", contesta. No se preocupe. Hago ademán de ir a visitar la nevera. Pablo me hace varias recomendaciones y me ofrece la especialidad de la casa: el pincho de tortilla de patatas. Sigo al pie de la letra todas sus indicaciones. Me acomodo en la mesa de mármol de la esquina. La señora de la visera que parece un portaaviones se despide del personal. El rubor de sus mejillas y su coordinación -poco felina- a la hora de sortear el tranco que separa el Haití de la jungla urbana delatan que se ha pasado con el xampanyet. "-Pablo, ponme también unos torreznos de Soria, por favor". Un currela me pregunta si puede sentarse a mi lado. Cap problema. El hombre pide unas albóndigas con sepia y se entretiene viendo vídeos de coches mientras espera. Se van alternando las entradas y salidas de guiris y parroquia local. Acaban de llegar un danés, un japo y una chica catalana que les recomienda el xampanyet de la casa. Regresa un sofocado Txiviri, que se apresura a cambiar el barril de cerveza. La mía ya está a punto de acabarse, así que no voy a tardar mucho en pedir la que están pinchando.

Habrá que ir pensando en comer algo si no quiero acabar como la señora de la visera. Llegan las albóndigas con sepia del currela de al lado. Le dan para comer hoy y para llevarse un tupper. Me acerco a la barra para mirar la pizarra de hoy. Las croquetas tienen buena pinta. La costilla de cerdo la vamos a dejar para otro día. Ese pollo a la cazuela tiene que ser muy top, pero de primero va a caer el gazpacho de sandía, y luego le vamos a dar a lo duro:"-Txivi, ponme unos callos, por favor".


Txiviri me pregunta si me gustan con unos poquitos garbanzos. Por favor. También me añade un platito de pan. Buena falta me va a hacer para el mojeteo, aquí se nota que hay chup-chup. Están los callos de un picantito que es gloria. Al wine lover de turno se le va a joder el maridaje, pero yo me voy a chuflar medio litro de Agullons para coronar la tarde. Me hubiera encantado poner el broche de oro con la mel i mató o los carquinyolis con chupito de ratafia, pero ya no puedo más. Cóbrame, por favor.

En cuantas cervecerías habré estado, de esas que abren a partir de las seis de la tarde, con decenas de grifos con cervezas de lo mejorcito del globo, donde no he disfrutado ni la mitad que aquí. Nos basta con un único grifo rotatorio y una pequeña nevera. Me encantan las hamburguesas, las pizzas y los baos de pulled pork. Pero, a modo de reflexión: ¿hace falta que la mayoría de cartas de cervecerías craft parezcan fotocopiadas? ya va siendo hora de reivindicar la cocina de chup-chup de toda la vida, que para nada está reñida con el craft. Viva la tortilla de patatas, el gazpacho, los callos, el pollo a la cazuela y las albóndigas con sepia. Qué labor tan grande y tan necesaria lleva haciendo la familia Servitjà. No mueras nunca Haití.

Balance de daños:

-Mastino - 1291. Con la que está cayendo le vamos a hacer caso a Pablo y me voy a pedir esta fantástica Bohemian Pilsner, que ya había catado en varias ocasiones (siempre de grifo), esta vez en formato lata para que pase a la eternidad en una ficha individual en el blog. Muy ligera, muy crispy y con ese puntito de lúpulo que aporta amargor y notas florales que son gloria. 4,9%.

-Bastian Contrario & La Font del diable. Acaban de pinchar la Rauchbier que ha elaborado Pepe del Singlot en las instalaciones de los italianos Bastian Contrario. Lager ligera y muy maltosa, con notas agradables de miel, muy crispy, ultrabebestible y con el puntito ahumado muuuyyyy sutil.

-Agullons - St. Joan. Como colofón decido revisar esta American Pale Ale de Carlos y Montse, que ya caté en el Zwanze Day de 2021 en formato cask. De aroma floral y de sabor muy herbáceo, con notas de pinito muy agradables. Muy rica, muy refrescante y con un final muy amargo. 5,0%. Podéis volver a leer la ficha individual que publiqué hace unos días pinchando aquí.

Haití                Jaume I 3, Barcelona              joanhaiti@gmail.com         93   315   06   57

16 de julio de 2023

Einsiedler - Hell

Recorriendo con amargura los pasillos del supermercado, sin demasiada esperanza en el ánimo, agudizo los sentidos por si sonara la flauta y encontráramos algo medio decente.

Bueno, parece que hoy hay novedades, una Helles que no había visto antes, le vamos a dar una oportunidad, que con tanta Farmhouse no estamos olvidando de los clásicos alemanes. Esto no puede ser.

Pues ale, se viene la botellita de Einsiedler pa la saca. La sirvo en vaso alto para Lagers y presenta un color dorado claro, totalmente límpido, sin ningún tipo de impureza. Bastante carbonatada, me modero en las formas a la hora de servirla para que la cosa no se vaya mucho de madre y dejar una bonita corona de espuma de color blanco, compacta y persistente.

En nariz básicamente cereal. En boca es una cerveza muy ligera, de sabor muy suave -tirando a lo insulso- y con el predominio del cereal en todo momento. Cuenta con un puntito dulce que nos recuerda a la miel, que le da algo de vidilla al asunto. Final poco amargo. Justita, la verdad es que no le he encontrado la gracia. 5,2%.

15 de julio de 2023

Meta - Kentish Longtail

Y con mucho dolor se acabó el pack de Meta que me compré en Beerbao a finales de enero. La última en caer fue la Kentish Longtail, una Grisette monovarietal de lúpulo East Kent Golding. La receta además lleva malta de cebada Pilsner, trigo en crudo y la levadura de la casa.

La sirvo en copa TeKu, presentando un color pálido, un dorado pajizo un tanto velado. La carbonatación es muy abundante, llegando a crear una gruesa capa de espuma muy compacta y de color blanco de persistencia media.

En nariz tiene tendencias hacia lo fenólico, con un aroma muy especiado, que nos recuerda a la pimienta y al clavo de olor. También podemos encontrar alguna nota floral. En boca es una cerveza ligera y agradable, pero a la vez sabrosa. Muy rico el sabor de la levadura, muy Saison, muy de cerveza de granja. Sabor afrutado, de manzana y pera, muy ricos, y el puntito floral también lo encontramos en sabor. Final sequito, amarguito y rico. Una joyaza. Cada vez me gustan más este tipo de elaboraciones. 4,0%. Me costó 8,00€. Botella de 75cl.

14 de julio de 2023

Agullons - St. Joan

Hace unos días estuve comiendo en el bar Haití de la calle Jaume I de Barcelona. Siempre es grato encontrarse con referencias artesanales locales en la nevera.

Una de las elegidas para maridar el ágape fue St. Joan de Ales Agullons, que había probado ya durante el Zwanze Day de 2021 servida de cask. Se trata de una American Pale Ale monovarietal de lúpulo Cascade.

La sirvo en vaso nonic, presentando un  color dorado subido, con tendencias a lo ambarino. Aspecto totalmente límpido, sin impurezas ni turbideces. Muy bien carbonatada, con una gruesa capa de espuma compacta y persistente de color blanco roto.

En nariz nos alegra con un agradable aroma floral que nos da la bienvenida. Entra bien, con una base maltosa rica y agradable, y con el lúpulo bien presente, que aporta sabores herbáceos refrescantes y una buena dosis de pino. Final bastante amargo. 5,0%. Botella de 50cl.

13 de julio de 2023

Màger - Dolça Sour

El lunes escribía acerca de estilos nuevos (Grape Lager) y hoy jueves voy a escribir sobre otro: Sweet Ale. Por si os suenan de algo las Sweet Stouts, ya os avanzo que nada tienen que ver, aunque lo de sweet de pie a confusiones.

Me alegra traer de nuevo a la cervecera catalana Màger, muy venerada desde este lado de la pantalla. Mas de dos años sin aparecer por el blog se me han hecho muy largos. La verdad es que me cuesta muchísimo dar con su producto, pese a tenerlos "cerca de casa" como aquel que dice. No encuentro nada de Màger en las tiendas físicas que frecuento ni las online donde suelo comprar, hasta el punto que la cerveza de hoy se la tuve que comprar directamente a Mireia en el stand que pusieron en el Rustic & Wild de este año.

Con Dolça Sour, Màger pretende rendir homenaje a las tradiciones familiares pasadas y a sus antepasados, que elaboraban en las masías un vino dulce en calderas, a base de una reducción del mosto y concentración de azúcares. El "vi bullit" o "vimblanc" es una elaboración muy antigua y casi perdida, la cual está actualmente en proceso de recuperación. Màger ha querido realizar su propia versión aplicándo esta práctica a los ingredientes de la cerveza.

Procedo a servirla. Con la ayuda de un cuchillo retiro el lacre y acto seguido la descorcho. Al verterla en copa TeKu presenta un bonito color entre ámbar y cobrizo similar al del vino moscatel. Nada de carbónico. Le doy un primer tiento, de traguico corto. Resulta dulce y agradable, nos recuerda al vino de moscatel. Sí tiene un puntito ácido bastante apañado, que queda totalmente compensado por todo el dulzor, resultando lo ácido refrescante y agradable. El sabor cuenta con notas de caramelo, y notas afrutadas que nos recuerdan a la uva, e incluso a la fresa ácida. Se la toma uno sorbito a sorbito, parsimoniosamente, disfrutando de cada gota. Puro néctar. Qué gran trabajo. Esperamos que la iniciativa acabe calando y que podamos en un futuro hablar de un estilo autóctono propio. 11,0%. Nos costó 23,00€. Botella nº109 de 336. 25cl.

12 de julio de 2023

Cervesa del Montseny - Lager

Hacía unos cuatro años que no catábamos nada de Cervesa del Montseny, así que vamos a desquitarnos disfrutando de su German Pilsner

La cerveza de hoy me la he topado en numerosas ocasiones en varios supermercados, y siempre he descartado comprarla por el hecho de no estar refrigerada. Ya sabéis que siempre he sido un gran defensor de las Lagers artesanales. Así que por fin me la encontré en un bar de Girona donde sí estaba almacenada correctamente y procedí a la cata, y animé al resto de mi familia a probarla. Propuesta que tuvo gran seguimiento a la par que éxito.

Los de Sant Miquel de Balenyà no se han quebrado mucho los cuernos a la hora de bautizar a su criatura, a la que le han puesto simplemente Lager. Está elaborada con maltas Pilsen y Vienna, y el lúpulo Saaz.

La sirvo en el vaso alto que me proporciona el establecimiento de una marca industrial que no me apetece publicitar. Luce color dorado pálido (12,5 EBC), bastante velado. La carbonatación es muy abundante, y nos deja una copiosa corona de espuma muy compacta, tupida y persistente de un color blanco inmaculado.

En nariz podemos disfrutar del aroma a cereal, muy rico y agradable. En boca es una cerveza de trago ligero, mas no por ello insulsa, más bien todo lo contrario. Muy sabrosa, muy rica, con el sabor de la cebada como protagonista, pero muy resultante y con esa sensación crispy tan agradable. Final notablemente amargo (28 IBU), en su justa medida. Siempre he preferido las German Pils a las Bohemian, y esta una buena muestra que reafirma mis convicciones. 5,4%.

11 de julio de 2023

Art - Mataró Grape Ale

Y si ayer publicábamos la reseña de la Mataró Grape Lager, fruto de la colaboración entre Art Cervesers y Alta Alella, hoy le toca el turno a su hermana Mataró Grape Ale, con ciertas diferencias respecto a la primera.

Al igual que con la Lager, se le añade mosto de uva Mataró (Monastrell) ecológico antes de la primera fermentación. En esta ocasión también se utilizan las pieles de las uvas, que son las que le confieren este color. La primera fermentación se realiza con Lactobacillus, y la segunda con levadura Ale. También es una cerveza sin gluten. 

La sirvo en copa TeKu. Presenta un color rojizo, similar al del vino tinto, un tanto velado. La carbonatación es escasa. En un principio, y escanciando bastante, logro sacar una gruesa capa de espuma, sin que llegue a rebasar el borde en ningún momento, y tal y como la voy sirviendo va bajando. Me apresuro a capturar una imagen con el máximo de espuma posible, pero finalmente acaba desapareciendo por completo.

En nariz destaca el aroma a uva, con un perfil aromático similar al de la Grape Lager. En boca es una cerveza claramente afrutada, con el sabor de la uva muy rico, y quizás el color haya condicionado a que los sabores me recuerden más a la fresa o la frambuesa. El Lactobacillus aporta un puntito ácido muy agradable, sin que llegue a resultar una cerveza Sour. Rica, sin estridencias, con la fruta bien sabrosa y sin nada de amargor. Sí es cierto que se echa de menos la sensación burbujeante del carbónico en boca. En general me ha gustado bastante, ahora bien, si tuviera que decantarme entre la Mataró Grape Lager o la Mataró Grape Ale seguramente elegiría la primera, que fue la que me sorprendió más. De todos modos os sugiero que compréis las dos y hagáis la prueba. Siempre es interesante ver el papel que juega la levadura en dos cervezas con los mismos ingredientes. Comprada en la General de Begudes de Valldoreix por 6,00€. Lata de 25cl.

10 de julio de 2023

Art - Mataró Grape Lager

Seguramente estaréis familiarizados con las Italian Grape Ales, y poco o nada con las Grape Lagers. Pues sí, este estilo existe y hoy vamos a escribir aquí acerca de ello.

La cerveza de hoy es fruto de la colaboración entre el proyecto Celler de les Aus de las bodegas Alta Alella (D.O. Alella) con los cerveceros vallesanos Art. Recogen los segundos el testigo de un trabajo que se inció con Dehum en 2020.

La receta lleva malta de cebada Best Pale y pàmula local en crudo. El mosto de la cerveza se mezcla con mosto ecológico de uva Mataró (Monastrell) y se cuece a 40ºC. Posteriormente se inocula con lactobacillus y por último se realiza una segunda fermentación con levadura Lager. La cerveza lleva el sello Gluten Free y por lo tanto es apta para que la puedan consumir personas celíacas.

La sirvo en copa TeKu, presentando un color dorado totalmente límpido, sin impurezas. La carbonatación es abundante. Corona de espuma gruesa, compacta y de color blanco, con persistencia media. En nariz destaca el aroma de la uva, que nos recuerda al vino blanco. También podemos encontrar aromas cítricos y que nos recuerdan a la fruta de hueso. En boca es una cerveza muy refrescante y agradable. Muy crispy, muy bebestible y con la fruta y la cerveza conviviendo en armonía. Por un lado tenemos una Lager muy suave, de un perfil muy neutro, con el cereal como protagonista. Nada amarga, con una lupulización suave, únicamente con fines antisépticos, para que los aromas, sabores y amargor del lúpulo no interfieran con el mosto de la uva, ya que lo que se busca es precisamente realzar el sabor de ésta. Por otro lado tenemos el sabor de la fruta, muy rico y sabroso, que aporta matices de vino blanco, y dulzor al conjunto. Realmente la uva tiene una buena cuota de protagonismo, aportando un punch muy guapo y un toque de elegancia a la Lager, pero sin eclipsar por completo el resto de ingredientes, siempre teniendo muy claro que lo que nos estamos bebiendo es una cerveza. 

En general la receta funciona realmente bien. Tenemos una cerveza muy bien equilibrada, muy rica y refrescante, que bien podría hacer las funciones de una Lager al uso o de un vino blanco de aguja. Si estamos en la duda de si pedirnos una cerveza refrescante o un vino blanco para maridar con una paella o una fideuá, no tenemos que renunciar a ninguna de las dos cosas. Creo que con este tipo de elaboración podemos enganchar tanto al consumidor de Lager tradicional -y llevarlo un paso más allá- tanto como al bebedor de vino. En mi opinión es una receta muy acertada, y espero que la receta acabe fraguando. Quién sabe, quizás estemos hablando de lo que en un futuro acabe siendo un estilo autóctono. 5,0%. Comprada refrigerada en la General de Begudes de Valldoreix por 6,00€. Lata de 25cl.

7 de julio de 2023

Bierboi - Néctar

Motivado por mi filia por las elaboraciones belgas, dejé a un lado la multitud de latas de IPA -con toda su infinidad de subestilos y variedades- de mi tienda especializada de confianza y me centré en estilos que me apetecen más, como los glandes clásicos flamencos (no me refiero a camarón de la Isla). Muy a mi pesar no di con ninguna referencia Farmhouse, así que tuve que conformarme con la Tripel que tenemos hoy por aquí, y alguna que otra extravagancia malteada.

Vuelven al redil birruno Bierboi, con fábrica en Sant Boi de Llobregat. Localidad que suelo frecuentar para que mi muchachada disfrute del circuito para skates que hay allí, y, dicho sea de paso, cada vez que voy, lamento profundamente que Bierboi no haya abierto todavía un taproom en su fábrica para todo el respetable. Se hace durito.

El ejemplar escogido ha sido Néctar, una Belgian Tripel elaborada con malta de cebada, avena y trigo, y la presencia de miel como ingrediente adjunto. La sirvo en copa TeKu y presenta un bonito color dorado, un pelín velado, y una carbonatación abundante que produce una copiosa corona de espuma, muy tupida y muy persistente de color blanco.

En nariz podemos disfrutar de un aroma especiado que nos recuerda a la pimienta, y quizás también al clavo de olor. La miel se hace presente también en aroma. En boca el sabor tiende más hacia la fruta, destacando la naranja. La miel está muy presente, resultando dulzona en exceso. El sabor belga característico muy rico y agradable, y el alcohol un tanto ido de madre. No es precisamente una receta demasiado equilibrada. En mi opinión podríamos prescindir de la miel perfectamente y quedarnos solamente con la Tripel. 8,5%. Comprada refrigerada en la General de Begudes de Valldoreix por 2,08€. Botella de 33cl.

6 de julio de 2023

Kom Beer - Lamu

Traemos de vuelta a los amigos de Kom Beer, unos auténticos cracks de los zumos de lúpulo. Como no podía ser de otra manera, aquí traemos otra de sus New England India Pale Ales.

La joyita -de nombre Lamu- viene hasta arriba de lúpulos Citra e Idaho 7. La malta de cebada, avena y trigo son las aportaciones del mundo del cereal a la receta.

Tras la muerte y exterminio de todos y cada uno de mis vasos para IPA de estrecho y frágil vidrio de Spiegelau (todos ellos perpetrados por manos ajenas a las del que suscribe), procedo a servirlo en un vaso shaker ramplón.

Apariencia de zumazo. Color naranja bastante vistoso. La carbonatación es abundante pero sin idas de madre. Escancio un poquito, veo cómo sube el tema, espero a que se asiente un poco la movida y sirvo con parsimonia mientras me deleito esnifando a pleno pulmón como Julio Alberto en la época de Maradona. Disfruto de aromas tropicales, donde predomina el maracuyá, y me va quedando una capa compacta de espuma blanca, muy tupida y persistente de color blanco. Más adelante, en nariz, aparece la naranja.

En boca es una cerveza con bastante cuerpo y sedosidad. Nada nuevo bajo el sol. El sabor tiende más bien hacia lo cítrico, donde aparece notablemente la naranja antes mencionada. También tiene una pequeña dosis de sabores herbáceos, que aportan más riqueza al conjunto, y un amargor suavecito al final de 16 IBU. Buenísima, como todo lo que hace esta gente. 6,5%. Comprada refrigerada en la General de Begudes de Valldoreix por 4,64€. Lata de 44cl.

5 de julio de 2023

On Tap - Cambrils



Y para expandir nuestros horizontes birrunos nos fuimos hasta tierras tarraconenses, concretamente a la localidad de Cambrils, donde teníamos varios locales cerveceros localizados. Nuestra primera visita la realizamos a La Surfera On Tap, cervecería que reseñamos hace unas semanas, y el leitmotiv de nuestro periplo cambrilense era una segunda visita, para comer en On Tap (a secas), negocio que no guarda ninguna relación con el de La Surfera salvo el nombre y la localidad donde se ubican.

Aparecemos por allí sobre las dos de la tarde, después de haber tomado el aperitivillo previo en el local antes mencionado. Para ser un domingo de mayo al mediodía de una localidad costera, el local luce considerablemente vacío.

El negocio es considerablemente grande, y tiene la ventaja de contar con dos accesos y su consecuente doble terraza. Por una banda cuenta con una acceso por una calle donde circula el tráfico rodado, con una pequeña y estrecha terraza bajo toldo en una extensión de la acera que ocupa parte de la calzada. Ideal para parejas, personas con la idea de tomar algo rápido y algún que otro fumeta. Por otra banda cuenta con un segundo acceso desde una calle peatonal, mucho más tranquila y con la suficiente anchura para tener mesas más grandes y en consecuencia, con capacidad con más comensales. Unos tolditos bien majos también nos van a proteger de una buena insolación. Al ir con nuestra prole al completo, no nos planteamos otra opción que no fuera la segunda terraza.

El interior del local es muy amplio, con un gran número de mesas, y se dispone de manera alargada. Cuenta con iluminación natural en ambos extremos, con la barra ubicada en la entrada de la calle peatonal. El interior resulta un tanto frío,  con las paredes en blanco. Las dimensiones del local acentúan esta sensación. Tan solo algún rincón con una pared de obra vista y un neón, y otra en pizarra con unos dibujos esquemáticos acerca del proceso de elaboración de cerveza rompen con la monotonía imperante. Se echan de menos algunos elementos decorativos y vegetación que aporten más calidez y ambiente al espacio. Pero que vamos, es una valoración meramente personal. El acceso desde la calle transitada por vehículos de motor deja a ambos lados dos espacios estrechos, muy pegados a sendas vitrinas, que a modo de distribución del espacio resultan un poco raros.

Al lío. Las cervezas. Cuentan con diez grifos rotatorios de cerveza artesanal, y con otros tres fijos de cerveza industrial. De los diez artesanales, en el momento de nuestra visita solo ocho estaban operativos, de los cuales 5 eran de IPAs, lo cual ya te limita bastante a la hora de elegir. Uno de ellos de cierta cervecera escocesa cuyo CEO admitió sin sonrojo haber invertido 500.000 Libras Esterlinas en Heineken. A estos ya les puse la cruz hace muchos años antes de este hecho. Descartados. En cuanto a marcas la cosa anda bastante floja: Cuatro grifos de Ponent, dos de Bierboi y uno de Jovo Brew. En nevera la cosa no anda mucho mejor. El refrigerador, de reducidas dimensiones, tan solo alberga cinco referencias craft, dos industriales y otra del perrito escocés. En mi opinión, la selección cervecera me resultó muy decepcionante, y finalmente acabé eligiendo por descarte. Mi mujer directamente pidió vino.

Corramos un tupido velo con el tema cervecero y centrémonos en la pitanza. En On Tap cuenta con una extensa carta, conde podemos elegir entre ensaladas, empanadas argentinas, tapas y bocadillos. Entre las tapas podemos destacar las patatas bravas, los fingers de pollo, las croquetas, diferentes tipos de nachos, alitas de pollo, chipirones, calamares a la andaluza, dados de queso, tempura de verduras y aritos de cebolla.


Para mis hijos pedimos las croquetas y un variadito de empanadas argentinas. Las croquetas se quedaron prácticamente enteras. Yo probé una para ver qué tal y ciertamente no estaban muy allá. No mejor suerte corrieron las empanadas argentinas. Al ver el poco ánimo entre mi prole me decidí a probar la de jamón y queso e inmediatamente comprendí el poco ánimo entre las criaturicas.


Mi mujer y yo optamos por el tema hamburguesil. Yo pedí la hamburguesa Gaucha, con lechuga, tomate, queso provolone y salsa chimichurri. Al no encontrar la salsa chimichurri, la experiencia fue prácticamente como la de hacerme una hamburguesa en casa, salvo por los 13,50€ que me costó la broma. Mejor suerte corrió mi mujer con su Criolla, de ternera desmechada, queso de cabra cebolla caramelizada y la mayonesa de la casa.

Tras habernos desplazado expresamente desde Barcelona para visitar el On Tap, la verdad es que, hablando desde la honestidad, la experiencia fue sumamente decepcionante, tanto por la oferta cervecera como gastronómica. El servicio, eso sí, fue rápido y amable. 

Por norma general, los sitios que solemos visitar, suelen tener una buena oferta cervecera (algunos mejor, otros peor, pero por lo general, bien) que en la mayoría de los casos viene acompañada de una oferta gastronómica muy buena, o incluso excelente. Este no ha sido el caso. Lamentamos no poder escribir otra cosa. Procedemos a colocar el correspondiente pin en nuestro Mapa Birruno, aunque somos conscientes que mucho debe mejorar su oferta cervecera y el acompañamiento sólido como para plantearnos realizar una segunda visita.

Balance de daños:


-Ponent & On Tap - Tango. Por descarte elegí la Session IPA de la casa que elabora expresamente Cerveses Ponent para On Tap. Una cerveza de bajo cuerpo muy bebestible, refrescante, donde predominan las notas cítricas y herbáceas. Entró bastante bien. 4,6%

-Nortada - Maria Joana. La segunda y última elección fue esta American Pale Ale de los portugueses Nortada, elaborada con terpenos de marihuana. Un Ambipur en toda regla. Podéis volver a leer la reseña al respecto que ya publiqué en su día pinchando aquí. 5,0%.

On Tap                Pau Casals 26, Cambrils (Tarragona)              877   073   004