Retomamos nuestra actividad con el mundo teutón, en esta ocasión para tirar de clasicazo.
Actualmente la mayoría de cerveceras craft tienen al menos una Gose en su catálogo, y quien más y quien menos ha probado alguna de ellas. Te pueden gustar más o menos, pero las podemos encontrar en nuestras tiendas con facilidad. Lo que pocos saben es que este estilo milenario, originario de la ciudad de Goslar, estuvo a punto de desaparecer. Fue en la década de los 60, cuando dos cerveceras de Leipzig decidieron volver a fabricar el estilo (seguramente poco se parecerá al original): Bayerischer Bahnhof y Ritterhaus.
Hoy le vamos a dar caña a la primera (y mañana a la segunda). Tuve la suerte de encontrarme a ambas en las estanterías del BeerStore de Barcelona y no me lo pensé dos veces, se vinieron a casa junto con alguna otra más para hacer una cata de Goses, pa que tú lo goses.
Pues venga, a darle al tema. La sirvo en copa TeKu, y presenta un color entre dorado y cobrizo, bastante límpido. La carbonatación es muy abundante, y la espuma gruesa, tupida y persistente, de color blanco. Al asomar la nariz lo que más me ha sorprendido es la alta carga de trigo, hasta el punto de parecerme una Weizen. Mucho pan también, una locura nasal. En boca el sabor del trigo es muy intenso -no me esperaba tanto trigo- ya acidez es suave y refrescante, recordándonos quizás más al limón que al ácido láctico. Cítrica, y salvando las distancias, me recuerda un poco a alguna Radler, y finalmente el puntito salino muy sutil. Nada de ahogadillas en el Mar Menor. Me ha parecido riquísima. 4,5%. Me costó 2,70€. Botella de 33cl.
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