Y con la cerveza de hoy acaba mi particular Tour de France 2025, que, para lo poco que duró, ha sido muy edificante y ha dado como para hacerme una buena idea de lo que se está cociendo en el país cocino: algo acojonante.
Saltan pues a la palestra Hoppy Road, que seguramente os suenen, ya que han llegado a España en numerosas ocasiones. Cabe decir que si no habían aparecido antes por aquí es porque lo que llega a nuestras tiendas únicamente son sus New England IPAs -qué cosa más rara- aunque a mí me constaba que tenían un buen arsenalete de cervezas de fermentación espontánea, que eran las que me interesaban. Sabiendo de antemano que nunca iban a llegar a mi país, me fui al suyo a buscarlas.
Hoppy Road tiene su sede en Maxéville, una pequeña villa limítrofe con Nancy, al norte del país. Empezaron a fermentar allá por 2017, y se definen como una cervecera libre, independiente y siempre en continua exploración, por lo que van a abarcar una gran diversidad de estilos. Quizás se les conozca por sus cervezas más lupuladas, pero también tocan estilos como Grape Ales, Imperial Stouts, Pastry Goses, Saisons de fermentación mixta, Fruited Sours, Pilsners y un largo etcétera. Mi objetivo era dar con alguna de sus Saisons, pero al final tuve que "conformarme" con una de las dos referencias con las que contaban en
Kaspar & Lupulin, que fue donde compré la botella.
La joyita se llama Balnibarbi. Se trata de una Wild Ale elaborada con malta de cebada, malta de centeno y copos de avena, lúpulo Hallertau Blanc y la adición de lías de uva de las variedades Gamay y Pinot Noir. Fermentada con las levaduras salvajes locales.
La sirvo en copa TeKu. Presenta un precioso color rosado límpido, con tendencias cobrizas, sin ninguna turbidez ni partícula en suspensión. Tiene una buena carbonatación, da para una gruesa corona de espuma blanca, bastante compacta, aunque de muy poca duración En nariz su aroma nos avisa de que la cosa viene acidita.
En boca es absolutamente deliciosa. De cuerpo bajo, resulta altamente bebestible, pero ojito porque cuenta con bastante complejidad. Acidez suave, muy sutil, nada incisiva, que resulta altamente refrescante. El sabor a uva es muy rico, y me recuerda a un vino rosado, aunque hay notas afrutadas increíbles, que me recuerdan a la grosella, la frambuesa, el lichi, la papaya y el higo chumbo. Final sequito, una auténtica maravilla. Esta gente la toca. 4,8%. Me costó 16,00€. Botella de 75cl.
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