Crooked Moon es el estudio de tatuadores de los hermanos Pedersen a los que Mikkel Borg ha dedicado esta cerveza, y es que si Mikkeller ya le ha dedicado birras hasta a los Blas y Las Astrales daneses cómo no les va a dedicar una birraca a estos artistazos que deben haber tatuado a a media Escandinavia, una Double IPA de 9,0% nada menos.
Bueno aquí yo ya me pierdo, a ver si alguien me resuelve esta duda: ¿a partir de qué graduación se considera Double o Imperial IPA? porque yo he visto IIPAs de 7,0% y ésta es Double y tiene un 9,0%. Ahí lo dejo.
Bueno aquí yo ya me pierdo, a ver si alguien me resuelve esta duda: ¿a partir de qué graduación se considera Double o Imperial IPA? porque yo he visto IIPAs de 7,0% y ésta es Double y tiene un 9,0%. Ahí lo dejo.
Otro aspecto a tener en cuenta es que ya a nadie le soprende que el señor Borg saque varias decenas de cervezas diferentes en un solo mes, y más de un centenar al año. Lo más acojonante es que no hay ni una mala. Todas y cada una de ellas son de una excelentísima calidad, y ahí os suelto una perla para los brewers locales: Entre 3,50 y 4€ suele salir una Mikkeller y vas a tiro hecho. Ojito.
La ilustración de la etiqueta de la botella está dibujada por Jonas Pedersen, del estudio Crooked Moon como era de esperar, no van a poner al Mariscal pa que les dibuje un perra manca.
La cerveza en sí es muy interesante. Intensa sí, fuertecica también (9,0%) pero muy bien hecha, muy lupulizada pero sin estridencias. En esta ocasión han utilizado lúpulos Simcoe, Nelson Sauvin, Amarillo, Citra y Soriachi Ace, de manera que en boca es bastante compleja y aporta gran variedad de matices, el lúpulo aporta frescor -que se agradece debido a la intensidad de la cerveza- notas resinosas y de pino y a la vez toques de fruta madura. No deja un final excesivamente amargo pero sí seco. Una vez más, la gente de Mikkeller lo han bordado.
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