9 de enero de 2018

El Drapaire de la Cervesa Artesana - Barcelona



A principios de diciembre mi mujer se llevó a los niños a realizar un taller de cocina en la Calle Portaferrissa, en Ciutat Vella. Como a mí solo me llevaban en calidad de taxista, una vez llegamos al taller en cuestión me pegaron una patá en el lomo y me dejaron tirado en la rue. Como hacía frío decidí resguardarme de tanta hostlidad climática invernal en alguna cervecería cercana. No nos engañemos, yo ya iba con mis planes birrunos milimétricamente planeados antes de poner un pie fuera de casa. Soy incorregible, ¡qué le vamos a hacer! Por proximidad se me ocurrieron varias opciones de birreo cercanas, pero finalmente opté por El Drapaire de la Cervesa Artesana. Para allí me fui cagando virutas, ya que disponía tan solo de una hora. 14 tiradores me estaban esperando allí.

Para llegar al Drapaire hay que pasar por la Calle Tallers, que me trae muchos recuerdos de mis años mozos. Los propietarios de Discos Revolver se van a jubilar con la pasta que mis colegas y yo nos hemos dejado en discos allí. También muy cercana L'Ovella Negra original, donde nos hemos bebido bastantes hectolitros de birra industrial regulera (¡antes no había craft en Barna!) maridada con sus cuencos de palomitas. Un clásico. La verdad es que hacía años que no pasaba por allí y al hacerlo me ha entrado cierta nostalgia.

Bien, por fin llego allí. El Drapaire juega con la ventaja de estar en todo el centro de Barcelona, muy cerca de Plaza Catalunya, así que es muy fácil llegar hasta la cervecería en cuestión. Por lo visto acaban de abrir, ya que está prácticamente vacío, cosa que me facilita la faena de hacer las fotografías para esta entrada. Una vez acabo, dejo las cosas en la barra y me siento en uno de sus taburetes de madera mientras estudio la oferta birruna de su pizarra. Al final apuesto por el producto local y me pido media pinta de la Dark Saison de Cyclic, que son unos nuevos cerveceros de Barcelona que se dedican a hacer Farmhouse Ales.

El local es viejuno pero reformado. Vigas de madera, baldosas y paredes desconchadas. El aspecto es el de una taberna con cierto sabor añejo. Solo faltan las jarras de barro para el vino. Supongo que han querido mantener un poco el ambiente del antiguo negocio, El Drapaire a secas. Me recuerda muchísimo a la Ovella Negra antes mencionada -que está justo al lado- y a la taberna El Agüelo, donde un colega dejó enganchado un chicle detrás de una viga y allí lo volvió a encontrar más de diez años después.

La decoración es ecléctica. Combina la decoración típica de una localización para el rodaje de un episodio de Curro Jiménez con tablas de surf y cuadros grafiteros. Aún así el conjunto en sí nos transmite cierta calidez y el ambientillo de una taberna de toda la vida. Dispone de varias salas y espacios. Subiendo las escaleras también hay una pequeña plataforma con mesas y sillas con vistas a las plantas inferiores.

En sus grifos una buena apuesta por el producto local, con cervezas catalanas de Quer, Ratpenat, Cyclic y también uno de los maños Populus. Bastante cerveza inglesa, un par de grifos de Weihenstephan, alguna joyita Geuze belga y cositas interesantes como Het Uiltje. En botella lamentablemente solo tenían Lagunitas y una cervecera escocesa a la que prefiero ignorar. Uno de los socios del Drapaire me estuvo comentando que al tener la nevera  ubicada demasiado cerca de la salida habían tenido problemas con algunos amigos de lo ajeno. Les sugerí poner una llave en la nevera o poner una debajo de la barra. La verdad es que se les veía con ganas de tener más producto embotellado/enlatado, pero tendremos que esperar a que acaben de solventar este problema.

¿Si nos entra el hambre, qué opciones tenemos? Yo personalmente no pude comer nada porque mi visita fue casi cronometrada pero estuve observando su oferta y tenían: tablas de embutidos (los tienen a la vista colgados detrás de la barra), tablas de quesos, nachos, bagels, edamame y gua bao, que es un bocata típico de Taiwán.

El personal bastante amable. Del ambiente no os puedo hablar mucho porque cuando fui yo era un día laborable a primera hora de la tarde. Cuando llegué prácticamente vacío y cuando salí había un numeroso grupo de guiris italianos. Por la ubicación y las dimensiones del negocio tenía pinta de estar concurrido los fines de semana. Será cuestión de hacer futuras visitas y acabar con la intriga. De momento les colocamos su correspondiente pin en nuestro Mapa Birruno.

Balance de daños:
Cyclic - Dark Saison. Según el staff del Drapaire y Untappd es una Porter, yo no lo veo tan claro. A mí precisamente me parece lo que sugiere su nombre: una Saison oscura. Escribí un mensaje al equipo de Cyclic para dilucidar mis dudas pero aún estoy esperando respuesta. Moriremos con la intriga. De color pardusco y sin apenas gasificación, la verdad es que no tiene un aspecto excesivamente apetecible. Al olfato malta tostada. En boca de entrada destaca mucho el torrefacto, regaliz y cierto punto ácido (creo que de la levadura), aunque como ya os he comentado no he podido cerciorarme de los componentes de la receta. Escarbando entre las maltas tostadas se descubre cierto sabor afrutado, creo que de podría ser los lúpulos. Me ha sorprendido, realmente es una cerveza diferente. 6,0%. 4,50€ ¡joder cómo tarifan el producto local! ¡Si lo debe traer Shakira en Bicicleta! Me ha parecido cara al ser de una cervecera barcelonesa. Ni es de importación y dudo que haya tenido márgenes de distribuidores, luego quieren que apostemos por el producto local.

Como ya os he comentado anteriormente solo me dio tiempo a tomarme media pinta, además debía conducir, así que mejor no combinar el alcohol con la carretera, ya que nunca es una buena opción. Por su ubicación es perfecta para llegar allí en metro, ferrocarriles de la Generalitat o RENFE, así no tendremos problemas al volante.

El Drapaire de la Cervesa Artesana                 Carrer de les Sitges 11, Barcelona                  www.drapaire.com               drapaire@drapaire.com          93  302  76  28

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