No, no os tenía abandonados, en absoluto. ¡Cómo sois! Paso una semana sin postear nada y ya estáis con las ansias. ¡Yonkis birrunos!
Si os esperábais una novedad fresca fresca después de "tanto tiempo" os vais a dar con un cantito en los dientes. La de hoy es un clásico de toda la vida, y además de las que podéis comprar en el supermercado de la esquina, concretamente en Mercadona, para que no os tengáis que ir muy lejos. Estamos hablando de la Salvator, cerveza de sobras conocida por los fans de la cervecera bávara Paulaner.
La sirvo en mi flamante jarra que me trajo el bueno de San Nicolás, hoy estamos de estreno. Presenta una carbonatación muy abundante, que genera una gruesa capa de espuma muy persistente de color blanco roto. También hay que matizar que el que suscribe es un experto escanciando birra.
La cerveza, de estilo Doppelbock, presenta un color entre un ámbar y un castaño con destellos rojizos. Al olfato tueste y cereal. En boca es dulzona, muy maltosa -olvidaos del lúpulo hopheads, en este caso Herkules y Hallertauer- y con sabor bastante tostado. Muy acaramelada, no me ha resultado empalagosa pero tampoco ligera de trago, es una cerveza contundente 7,9%. El alcohol quizás no cante demasiado en el sabor, pero sí en la embolia que vas a pillar si te la tomas para merendar como el que suscribe. En general me ha parecido una cerveza rica, pero eso sí, yo personalmente cuando pruebo una cerveza de este estilo, tiendo inevitablemente a compararla con la Celebrator de Ayinger, que me parece sublime. Eso sí, ésta cuesta 1,20€ y la de Ayinger 2,50€. Yo particularmente prefiero pagar la cara, pero hay que reconocer que la de Paulaner se encuentra mucho más fácilmente.
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