La de hoy no es la primera cerveza que pruebo de los andaluces Malandar -su colaboración con Dougall's me gustó mucho- pero sí es la primera ficha en solitario que publico de los de Sanlúcar de Barrameda.
El pasado sábado me abrí una yonkilata de su ADN Tropical, pese a que últimamente no estoy demasiado receptivo a las cervezas Sour. Seguramente el clima tendrá algo que ver. La cerveza en cuestión lleva la adición de puré de mango y de maracuyá además de trigo y avena.
Es una cerveza de color ambarino bastante turbio con muchísima carbonatación, que genera una gruesa capa de espuma de color blanco que no tarda en desaparecer. Al olfato pura fruta de la pasión. En boca es en efecto una cerveza ácida pero en la justa medida, sin idas de madre. El maracuyá protagoniza por completo el sabor, muy rico, y la sensación en boca no es el de una cerveza ligera como podríamos imaginar en un principio. Me la esperaba algo más parecido a una Berliner Weiße, pero supongo que la avena y el alcohol (ojo, 7,0%) le acaba de proporcionar ese cuerpo, bastante más contundente que el de las Berliners. No sé hasta qué punto la podríamos etiquetar como Imperial Berliner Weiße. La fruta desde luego nos recuerda muchísimo a sus parientes berlinesas. Fruta por cierto perfectamente balanceada y que contrarresta toda esa carga ácida a la perfección. El alcohol también está muy bien integrado, no se nota nada. La verdad es que me ha encantado y la yonkilata no se me ha hecho cansina en ningún momento. La pillas en pleno agosto y te la crujes en nanosegundos. Comprada refrigerada en la General de Begudes de Valldoreix por 3,94€.
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