Volvemos a Alemania para rescatar a una cervecera que hemos tenido olvidada durante casi cuatro años. Hablamos de König Ludwig, que ya pasó por el blog con su Weizen, que en su día me agradó mucho.
En esta ocasión la que vamos a catar es su Dunkel, que ya sabéis que últimamente estoy muy lageriano.
La sirvo en jarra, y presenta un color pardo bastante oscuro, con algún que otro reflejo rojizo al trasluz. La carbonatación es muy abundante y nos deja una copiosa corona de espuma tupida, compacta y cremosa de color beis.
En nariz podemos disfrutar del olor de la malta tostadita. En boca es una cerveza de cuerpo ligero, pasa bien, sin dificultad. Predominan los sabores maltosos, tostados, con un puntito acaramelado suave, nada empalagoso. Destaca el torrefacto -que no el chamuscado- y un puntito achocolatado muy sutil. 5,1%. comprada en El Corte Inglés por 2,16€.
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