Bares, ¡qué lugares! Cantaba un entregado Urrutia en aquel álbum ilustrado por El Hortelano. Tan gratos para conversar, continuaba la tonada. Y es que una de las cosas que más estamos lamentando desde la irrupción del dichoso virus es la de haber perdido la costumbre de apostarse en una barra, pedir recomendación cervecera al jefe, y entablar una buena conversación birruna con el personal.
Pese a los males pandémicos algunos de estos bares se resisten a perecer. Es el caso de El Vaso De Oro de Barcelona, que este año cumplirá 60 regando las sedientas gargantas de barceloneses, guiris y beer geeks como el que suscribe. Hoy hemos visitado el que bien podría ser el plató del videoclip de los Caligari. Hoy nos hemos reencontrado con el calor del amor en un bar.
Tras una placentera mañana cultural por la calle Montcada, decidimos poner nuestros pies rumbo a la Barceloneta para visitar El Vaso De Oro. Y es que el arte abre la mente, ensancha el espíritu y además abre el apetito. Un amable camarero, vestido de almirante, de traje blanco impoluto, custodia la puerta. Somos cinco. El hombre hace su tetris mental y tras solicitar nuestros certificados Covid nos coloca en la barra. Cuánto hemos echado esto de menos.
60 años y parece que no haya pasado el tiempo. El Vaso De Oro es uno de esos lugares de antaño. Un clásico de obligada visita donde a los señores se les sigue tratando de caballeros, y a las señoras se les sigue tratando de damas. Cuentan con algunas de las mejores tapas de la ciudad y desde siempre han cuidado la cerveza con especial mimo. El ambientazo del interior da fe de ello. Al mando el Sr. Gabriel Fort, nieto del fundador del negocio, que periódicamente sale a la palestra para escanear con su penetrante mirada todo lo que acontece en su negocio. Le bastan cinco segundos para pasar la ISO9000.
Gabriel es a la vez el fundador de Cervezas Fort, que son las que se sirven en El Vaso De Oro. Comenzó a elaborar cervezas con Steve Huxley y en 2012 decidió elaborar la suya propia en una microcervecería ubicada en Hospitalet de Llobregat. Actualmente se están mudando al
beer cluster que se está creando en Lliçà d'Amunt, y mientras tanto -de manera provisional- están haciendo su producción en Bélgica. De momento en la cervecería cuentan con ocho tiradores que trabajan a un ritmo frenético. En estos diez años Cervezas Fort ha elaborado más de 80 recetas diferentes y cuenta con numerosos galardones en varios certámenes cerveceros de gran renombre. Su cerveza estrella es la Barcelona Common -Lager de estilo California Common- aunque la parroquia local siempre la pide como "una filo".
El local es alargado y de angosto paso. Una gran colección de
steinzeugkrugs presiden sus estantes. Algunas de dimensiones extraordinarias. La barra ocupa buena parte del espacio, y los camareros desfilan con agilidad a lo largo de ella. Al Señor Paco y al Señor Javi no se les pasa una. De exquisitos modales, no van a permitir que nos quedemos con el vaso vacío o que nos falte de nada. A la plancha está el Señor Oriol, que con dotes de malabarista es capaz de cortar un solomillo y pasarlo por su impecable plancha en tiempo récord. Y en mitad de todo este fregado nos hayamos mis tres churumbeles, mi señora y yo. Un joven mozo nos atiende con gran amabilidad y nos facilita una carta mientras nos explica las cervezas que tienen hoy disponibles. Mientras pedimos, el chico canta las comandas de manera pintoresca. "-Oído" -se oye de fondo, y antes de que nos demos cuenta ya tenemos nuestras cervezas en la barra.
Para comenzar pedimos unos boquerones en vinagre, una de bravas -no pueden faltar- que el Sr. Javi con gran amabilidad pone con la salsa aparte por si a los críos les resulta muy picante. También cae su mítica ensaladilla rusa con pan frito. A tener en cuenta también sus croquetas, pimientos del padrón, gambas, navajas, cigalas, ostras, calamares, atún picante, morcillas, pinchitos, callos, mojama, hueva, salmón ahumado, jamón, queso manchego, alcachofas, anchoas y las típicas olivas y almendras.
Pasamos a palabras mayores con su mítico solomillo (lamento la fotografía, mis hijos lo aniquilaron antes de que pudiera hacer la instantánea), que sirven solo, con foie o con pimientos del padrón. La especialidad de la casa es el solomillo con foie, pero como ni a mi mujer ni a mis hijos les gusta el foie lo pedimos solo (ya vendré otro día solo a por él). Es una absoluta locura lo tierna que está la carne. De 10. Mi mujer y yo nos pedimos el pepito de ternera que estaba de lagrimita. En su carta también tienen bikinis, botifarras, hamburguesas, costillas, aunque su especialidad es el sándwich "granjero".
Y para acabar mi hija se pidió la lionesa, servidor la tarta de Santiago (por la que tengo predilección, y desde ahora mi hija también, añado) y mi mujer puso el broche de oro con el café irlandés. Según ella de los mejores que ha probado nunca. Dejamos pendiente para otra ocasión el milhojas con crema, que según el mozo que nos atendió es una auténtica locura.
Nos despedimos y el personal felicita en dos ocasiones a mis hijos por lo bien que se han portado. No me extraña en absoluto teniendo en cuenta la calidad de lo que hemos comido, han estado bien entretenidos a dos carrillos. Ha sido una gran satisfacción el haber podido conocer una de las cervecerías más míticas de la ciudad, poder haber conversado un rato con el Sr. Fort y haber podido catar de barril, fresquísimas, cuatro de las variedades de Cervezas Fort. A mi familia y a mí nos han ganado por completo. Y sobre todo, marchamos con la sensación de que aún existen esos lugares de antaño, con alma. Colocamos su merecidísimo pin en nuestro Mapa Birruno.
Balance de daños:
-Fort - Barcelona Common. Una gran Lager, de estilo California Common, sabrosísima y con el cereal como protagonista. Notas de miel y de caramelo, un puntito tostado muy suave, notas herbáceas de lúpulo muy sutiles y un amargor final marcado. Cayeron dos. 5,0%.
-Fort - IPA. Dista muchísimo de la IPA de Fort que probé hace ya varios años. La receta ha evolucionado, y este lote en concreto está hecho en Bélgica, a la espera de empezar a fabricar en el beer cluster de Lliçà d'Amunt. Ésta me ha gustado muchísimo más. Muy afrutada al comienzo, con fruta de hueso y fruta tropical. Más adelante más herbácea y de amargor marcado. Muy refrescante, muy rica y muy bebestible. 6,4%.
-Fort - Weizen. Me ha sorprendido muchísimo porque me esperaba la típica Weizen, con cuerpo y con el sabor clásico, pero en cambio me he encontrado una cerveza ultrabebestible, muy sabrosa, muy afrutada. Riquísima. Duró nanosegundos y fue la que más me gustó de las cuatro variedades que probé. 5,3%.
-Fort - Oatmeal Porter. Con bastante cuerpo debido a la avena. En inicio muy cafetosa. Más adelante mucho más chocolatera. Sabrosa, rica, de amargor final marcado. 6,5%.
El Vaso De Oro Balboa 6, Barcelona 93 319 30 98
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