Venga, una ración de canadienses para cambiar de tercio. Hacía casi un año que no traíamos por aquí a Flying Monkeys, y, a diferencia de las cervezas anteriores de los de Barrie, he de admitir que me han sorprendido muchísimo sin tener que recurrir a algunas de sus bizarradas a las que nos tienen acostumbrados.
Nada de eso, los de Ontario se han picao una Lager acojonante, sin cosas raras, y lo mejor de todo es que les ha quedado brutal.
La joyita se llama Worlds Away y está elaborada con malta Pilsen de dos y seis carreras, y los lúpulos Pahto, Saaz y Hallertau.
¡Al turrón! La sirvo en vaso shaker, y presenta un color dorado claro, muy límpido, sin turbidez alguna. Viene muy bien carbonatada y con nuestro arte escanciador podemos crear una gruesa capa de espuma compacta, cremosa y persistente de color blanco inmaculado.
En nariz básicamente podemos disfrutar del aroma del cereal, así como notas cítricas que nos recuerdan a la mandarina y la lima. En boca es una cerveza muy ligera y ultrababestible. Entra pasmosamente bien. Muy crispy, se bebe con alegría, predomina el sabor a cereal, sin movidas raras, un productazo brutal, con los lúpulos aportando matices cítricos muy agradables y refrescantes (muy lejos de una Hoppy Lager o una IPL) y el amargor final perfecto. Me ha alegrado sobremanera ver una cerveza de Flying Monkeys de corte tan clásico pero ejecutada de manera tan excelente. A mi mujer y a mí nos ha volado la cabeza. Clap, clap, clap. 4,7%. Comprada refrigerada en la General de Begudes de Valldoreix. Lata de 47,3cl.
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