Traemos de vuelta a los eslovenos Lobik, que en 2019 desembarcaron en España con fuerza, pero luego desaparecieron del mapa como por arte de birlibirloque. Tampoco es que se les echara mucho de menos dada la oferta tan abrumadora que existe actualmente en el mercado, pero joder, en el mes de enero los de Untrapper crearon la insignia de cervezas eslovenas y los cabrones me crearon una necesidad que no tenía, así que tuve que comprarme en una tienda online extranjera las 3 latas que me faltaban para llegar al objetivo.
La primera que me he abierto ha sido Zoomerish, una IPA (moderna, según sus creadores) elaborada con malta de cebada, avena sin maltear y los lúpulos Cryo Citra, Idaho y Styrian Fox, este último típico esloveno.
Pues nada, al lío. La sirvo en vaso shaker, presentando un aspecto muy límpido, sin impureza alguna, nada de poso ni partículas en suspensión, un color dorado muy claro y una carbonatación abundante. La espuma es de color blanco, y andaría a medio camino entre lo jabonoso y lo cremoso. Muy persistente, añado. Al naso destacan los aromas lupulados que tienen querencia hacia lo cítrico.
En boca es una cerveza muy bebestible, con facilidad de trago y de paso alegre. La verdad es que no encuentro la presencia de la avena en el cuerpo de la cerveza. Los sabores van desdelo cítrico a lo herbáceo. Por una banda tenemos sabores que nos recuerdan el pomelo y la naranja, y por otra banda sabores herbáceos que resultan refrescantes pero que también aportan una buena dosis de amargor. Rica, facilona, sin muchas pretensiones. No está mal, pero que bueno, no es tampoco una cerveza memorable. 7,0. Me costó 4,21€. Lata de 33cl.
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