Llevaba ya un tiempecito sin sacar por aquí nada de Owa, así que me ha tocado bajar al trastero y desempolvar alguna de las botellas que aún me quedaban de una compra que hice años ha. La previsión era que las botellas adquiridas me durasen un par de añitos, pero a la práctica la cosa se ha ido dilatando en el tiempo.
Ya he hablado en el blog largo y tendido acerca de las creaciones de Leo Imai, así que iremos al grano. Hoy le doy matarile a Ume Lambic, una cerveza Fruit Lambic con la adición de ciruela japonesa.
Realizo toda la ceremonia de: Primero realizar una suerte de ejercicio de origami para descubrir el cuello de la botella. Segundo proceder al descorche. Y tercero servirla en el vaso que tengo para Gueuzes.
Luce dorada, totalmente límpida y no se estresa a la hora de sacar el carbónico, de escasa espuma y de poca duración. Al asomar la napia nos viene ese peculiar aroma a "establo" que dicen los expertos, aroma de vino, de vinagrete y de madera. En boca es una cerveza notablemente ácida, pero el dulzor de la ciruela -que no el ciruelo- compensa en buena manera, sin necesidad de acudir al botiquín en busca de un Almax Forte. No llega a resultar chirriante. Aparecen las características notas de ácido acético propias del estilo, y también sabores dulces que nos recuerdan al moscatel. Notas afrutadas agradables que atribuyo a la ciruela en cuestión, aunque confieso no haber comido nunca esta variedad ciruelil. Un poquín de maderita para darle más complejidad al conjunto y otra joyita más a la saca. En general muy rica. 5,5%. Comprada en Huis Van De Geuze por 8,45€. Botella de 37,5cl.
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