16 de agosto de 2015

OWA - Sakura Lambic

¿Me habéis echado de menos? es natural. Un gran vacío birruno ha quedado en la blogosfera tras estos casi dos meses de ausencia. Cosas de las nuevas tecnologías, espero que esta vez el ordenador me dure más tiempo, que llevo un añito de catástrofes informáticas que vaya tela.

Para celebrar el regreso por todo lo alto vamos a descorchar esta Sakura Lambic, que me ha costado una pasta -afortunadamente en formato 37,5cl, el de 75 es prohibitivo- pero haré este sacrificio por vosotros, todo por los followers, como diría Jesulín: ¡va por ut·tede!.

Leo Imai, fundador de OWA Beer Company, llevaba 5 años trabajando para la cervecera japonesa de lagers industriales Kirin, de sobras conocida por todos nosotros. ¿Quién no ha caído en la tentación de pedirse una durante una cena en algún restaurante japonés? toooodos, no mintáis como bellacos que todos hemos picado por el exotismo de la situación, para finalmente darnos cuenta de que la Kirin es la puta Cruzcampo japonesa, así es.

Bien, Imai San estaba ya hasta el mismísimo wakizashi de trabajar en semejante cervecera, así que decidió mudarse a Escocia para realizar un máster en destilación y realización de cerveza, una vez finalizó sus estudios se fue a trabajar para una cervecera bávara, la Pressel Brauerei, hasta que en 2007 fundó en Bruselas la OWA Beer Company, la O es por Europa y la WA por Japón. El concepto de la brewery belgo-nipona es la de fusionar la cerveza belga tradicional con el estilo japonés, ¡y vaya si lo consigue!, para muestra un botón: la Sakura Lambic.

La Sakura Lambic es como indica su nombre una cerveza de estilo Lambic, y como ingrediente estrella lleva una infusión de flores de cerezo japonés (sakura), también lleva trigo sin maltear, típico en recetas de este estilo. Ha sido envejecida en barriles de madera (no especifica de qué tipo). El aspecto es impecable. Para abrirla, deberemos realizar un pequeño ejercicio de origami para retirar el papel que protege el cuello de la botella para posteriormente proceder a descorcharla.

La servimos en copa y nos aparece una ligera capa de espuma, poco común para el estilo, suelen ser cervezas de baja gasificación, el color es cobrizo, muy agradable a la vista. Al olfato la cerveza comienza a indicarnos lo que nos vamos a encontrar en boca. Una vez en el paladar aparece la carga ácida que nos esperábamos, tan típica de las Lambic, que empapa todo el paladar, pero a medida que vamos saboreando el asunto van aparenciendo más matices: manzana, algo de pera, también membrillo, las notas de madera son más que evidentes, algo de vino añejo y atención, un suave y delicado sabor a deliciosas cerezas que me ha vuelto loco, y creo que no era autosugestión, era bastante real, riquísimo. Yo no es que sea un gran amante ni mucho menos un experto en cervezas Lambic pero esta en general me ha agradado bastante. ¡A la salud del Señor Imai!. Comprada en BierCab Shop. 5,5% de graduación.

2 comentarios:

  1. La lambicas si son refermentadas en botellas tienen alta gasificacion un poco como cava y champagne. Lo que no mantienen es la espuma por los diversos organismo que la fermentar.

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    1. Gracias por el apunte, a la cama no te irás sin aprender algo más.

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