La vez anterior tuvimos por aquí su Gouden Carolus Classic, que a decir verdad no me gustó nada, y honestamente, la de hoy tampoco me ha entusiasmado en demasía.
Vamos allá. La sirvo en copa TeKu. Presenta un color claro, parecido al de la miel, un tanto velado. La carbonatación es muyyy abundante (ya lo estáis viendo) y nos permite sacarle sin esfuerzo una gruesa capa de espuma compacta y muy persistente de color blanco.
En nariz tiene un carácter fenólico muy marcado, resultando muy especiada. También podemos disfrutar de ese toque belgian tan característico, e incluso un poquito de alcohol, sin que resulte desagradable. En boca en cambio cambia la cosa, y tiene un perfil muchísimo más afrutado. Es una cerveza potente. A mi parecer me ha resultado demasiado dulzona, resultándome pesada y cansina. Muy maltosa, con el cereal bien rico, y el toque de levadura belga bien marcado, que es lo que hace que esta cerveza sea mínimamente soportable. Se bebe razonablemente bien para la graduación que tiene (9,0%). Y sí, se sube cosa fina. Acabas bastante toñaete. Sin resultar desagradable del todo, lo cierto es que no repetiría la experiencia, máxime habiendo Tripels magníficas más baratas. Comprada en Wine Palace por 2,89€. Ahórrate la pasta y cómprate una Westmalle o una Chimay Blanca. Botella de 33cl.
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