Resulta que tras casi diez años de blog y más de 2300 entradas publicadas, de leerme varios libros de cerveza, de participar en varias catas y eventos cerveceros, de visitar numerosas cervecerías, tiendas y restaurantes y de tener el untrapper echando humo con 3147 cervezas diferentes (desde que me hice la cuenta)... y llega un día en el que te enteras de que hay un estilo que se llama Lichtenhainer.
Pues nada, vamos a investigar qué es eso. El primer resultado que me ofrece Google es bastante ilustrativo al respecto,así que os dejo el enlace aquí, que está muy bien explicado. Clarito y resumido, así que me ahorro haceros un refrito del tema. Resumiendo: cervezas ácidas y ahumadas originarias de Turingia (Alemania). Al ser un estilo extinto, las que han rescatado los cerveceros artesanales actuales no podemos compararlas con las originales, así que tendremos que hacer un acto de fe.
El ejemplar de hoy es fruto de la colaboración entre las dos cerveceras galas La Malpolon y Aerofab. Los primeros ya han pasado en varias ocasiones por el blog con bastante éxito, y los segundos me deslumbraron el año pasado con una sensacional NEIPA monovarietal de lúpulo Talus. A la resurreción birruna la han llamado Maître Iodé, y está elaborada con malta de cebada, malta de trigo, malta acidificada, malta ahumada y la adición de algas Kombu bretonas. Es una cerveza de fermentación mixta.
Al turrón. La sirvo en copa TeKu y presenta un color pálido, un pelín velado, que podría asemejarse al aspecto de una Berliner Weisse sin fruta. La carbonatación es muy abundante. Corona de espuma muy gruesa, tupida, muy persistente y de color blanco. Muy buena persistencia del carbónico. Burbuja fina y sensación picante en la lengua durante toda la degustación.
En nariz la primera impresión ha sido de oler a chorizo. En boca se nota una acidez láctica agradable, que junto con el puntito ahumado de la malta la hacen muy peculiar -pero ojo, muy adictiva- e interesante. Cuerpo ligero, se bebe bien. Sabor especiado y un tanto herbáceo. No estoy muy familiarizado con el sabor del alga Kombu, pero sí es cierto que se nota un puntito salino muy sutil muy agradable, nada ido de madre, que hace que en conjunto nos recuerde a una cerveza Gose ahumada. Notas cítricas, en general muy refrescante. En una segunda fase olfativa me sigue oliendo a chorizo. A modo de conclusión podría afirmar que es una de esas cervezas que cuando pruebas por primera vez te explota la olla. La experiencia ha sido muy edificante, y la cerveza -dentro de su estilo- me ha parecido muy compleja y rica. Para toda la amalgama de sabores y de sensaciones, me ha parecido que estaba todo colocado de manera sutil y muy en su sitio, todo en su justa medida. La verdad es que tanto de La Malpolon como de Aerofab, todo lo que he probado de ellos me ha encantado. Marcas que no fallan. 4,4%. Comprada online en Beerbao por 3,50€. Botella de 33cl.
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