Con esto de la inflación me va a tocar tirar de birra de supermercado. Descarto todo lo industrial. Descarto todo lo lupulizado sin refrigerar. Me toca tirar de cualquier brebaje belga que se pueda medio beberciar.
Hoy nos vamos a abrir la Piraat de la cervecera Van Steenberge, esa cerveza que durante años he visto en las estanterías de tiendas especializadas y supermercados y que siempre me dio pereza comprar. Pues nada, llegó ese día.
La vierto en copa TeKu, presentando un color dorado subido con pretensiones ambarinas. Cañerita de carbonatación. Espuma abundante, capa gruesa, compacta y muy persistente de color blanco.
En nariz podemos disfrutar de un aroma a cereal, se nota el alcohol (10,5%), un toque fenólico especiado y el puntito belga agradable. En boca para mí se va un poco de madre para mi gusto. Demasiado dulzona, muy acaramelada, con cuerpo, el alcohol pega un pelín demasiado para mi gusto y bueno, gana algo con el sabor peculiar de la levadura belga que le da ese rollito belga, pero la verdad es que me sobra dulzor, me sobra caramelo y me sobra alcohol. De este estilo así a bote pronto me vienen cervezas más bebestibles como por ejemplo la Chouffe o las de De Dolle. De esta cervecera me parece acojonante que hagan por encargo la Tripel De Garre -que es un cervezón- pero que por contra, su propio catálogo (Piraat, Augustijn y Gulden Draak) sea totalmente prescindible. Muy mal de pasta tendré que andar como para que vuelva a comprarme una de éstas.
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