Durante nuestras vacaciones por la Emilia Romagna visitamos varias ciudades. Es muy fácil desplazarse en el tren regional, que funciona como un reloj suizo y además es bastante económico. El terreno es totalmente plano y discurre prácticamente en línea recta, por lo que se pueden alcanzar los 160 km/h. Desde Bolonia te puedes plantar en Módena en media hora.
Pues hasta allí nos fuimos toda la familia de turisteo (ya os avanzo que no compramos vinagre balsámico), y llegada la hora del almuerzo nos plantamos en una terraza cercana al Duomo y... ¡Pam! Cuatro cervezas artesanas italianas en la carta y otras tantas variedades teutonas en un local bastante normalito.
Una de las cosas que más me sorprendió fue que absolutamente todas las cervezas artesanales italianas que nos bebimos durante el viaje llevaban el sello de la Union Birrai. Igualito que aquí, que tenemos a la AECAI que representa a una pequeñísima parte de los cerveceros artesanos españoles. No sé por qué en la AECAI no están las cerveceras artesanas más punteras de España, ni tampoco por qué forman parte de Cerveceros de España, junto con la Heineken, la Mahou y la banda de Demetrio. Es como si Birrificio Italiano se asociase con Birra o Moretti o Russian River hiciera lo propio con Budweisser. Para más perplejidad, tenemos a la Gecan y a la asociación Basque Beer con sus cerveceras propias que van a su aire.
En fin, a lo que vamos. La primera en caer fue Lacuna Beach, la American IPA de la cervecera Salento (con sede en Leverano) que toma el nombre de la región que está en el tacón de la bota, al sur de Italia. En 2017 nace la cervecera, fundada por Maurizio Zecca, que venía de una tradición cervecera familiar, ya que su padre ya trabajaba en la industria cervecera de la Suiza de los años 60.
La sirvo en la copa que me proporciona el local, presentando un color que está entre el dorado subido y el ámbar, totalmente límpido, sin impurezas. Bastante carbonatada, podemos sacarle una buena capa de espuma compacta y persistente de color blanco. en nariz resulta bastante herbácea. En boca cuenta con una base maltosa bastante notable, que proporciona notas acarameladas muy agradables. La carga lupulada aporta sabores herbáceos y de fruta de hueso, y finalmente nos deja un amargor bastante subidito. Una IPA bastante correctita, pero que te alegra la tarde divinamente. 6,5%.
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