Durante nuestra visita a la tienda especializada Il Pretesto de Bolonia, le pedí al tendero que me recomendara algunas cervezas locales. El hombre se fue directamente a por ésta. Nunca le estaré lo suficientemente agradecido.
La joyita la ha elaborado el birrificio Claterna -deconocido por mí hasta la fecha- con sede en Castel San Pietro Terme, una localidad muy cercana a Bolonia. Fundado por Pier Paolo Mirri y Alice Bucci, disponen de un amplio catálogo con varias IPAs, varias Kellerbiers, Berliner Weisse, Rauchbier, Witbier, Weizen, Gose, Mexican Lager, Barley Wine e incluso una Farmhouse de fermentación espontánea con ciruelas (ésta no se me puso a tiro).
La recomendación fue su West Coast IPA, que ya os lo avanzo ahora, es de las mejores cervezas del estilo que me he bebido nunca, que ya es decir. De la receta no trasciende demasiada información (ni en la etiqueta ni en su página web) salvo que lleva avena. Pues nada, al lío.
La sirvo en la copa del apartamento, presentando un color dorado claro, sin turbideces ni movidas raras. La carbonatación es abundante y nos da para crear una gruesa capa de espuma blanca, compacta y persistente. En nariz podemos disfrutar de aromas herbáceos y cítricos muy refrescantes. En boca es una locura. Tiene una base maltosa que se funde con un fondo suave de piña que es una auténtica locura. Aparece de forma sutil fruta tropical y fruta de hueso para subir la apuesta. Y el colofón lo pone un extraordinario sabor herbáceo y resinoso, con recuerdos de pino, nada agobiante, superfresco, muy refrescante, que consigue que levitemos. Amargor final intenso, perfecto. 6,7%. Lata de 33cl. Una joyita etrusca.
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