Continuamos en Bélgica, hoy con la archiconocida cervecera Huyghe. La cerveza que tenemos aquí quizás no sea la más conocida precisamente. Quizás la serie Floris o La Guillotine os suenen un poco más. Pero si menciono Delirium Tremens seguro que sabréis perfectamente a quien me estoy refiriendo.
Ahora que lo pienso, creo que nunca me he bebido una Delirium Tremens. Lo cierto es que me da muchísima pereza, pero con el presupuesto con el que cuento actualmente para cervezas, no creo que tarde en aparecer por aquí en breve.
Bueno, hoy tenemos por aquí su Bière du Corsaire, con una ilustración que da más miedito que asistir al bautizo de un Gremlin. Hemos rajado con dureza de los cambios de imagen de Anchor o de Dieu Du Ciel!, pero joder, a esta peña no les vendría nada mal una renovación de imagen. Pillas a un chaval recién salidito de la FP y te hace maravillas con el Paintbrush de Windows 95.
A lo que vamos. La sirvo en la versátil copa TeKu. Presenta un color doradito muy llamativo, un poquitito velado. Muy carbonatada. Espuma muy tupida, muy persistente y de color blanco inmaculado. En nariz se nota ya el alcoholete, como si Milindi te echara el aliento. Un pelín afrutada en aroma. En boca es una cerveza fuertecica, muy dulzona, para mi gusto demasiado, resultando porrona. Afortunadamente tiene el toque belgian muy marcado, que es lo que salva el asunto y el puntito afrutado que también sigue en sabor. Lo cierto es que no repetiría. 9,4%. Un pelotazo guapo. La compré en la bodega La Viña de Benicàssim. No conservo el ticket. Botella de 33cl.
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