Cambiamos de tercio, hoy nos vamos hasta Bélgica para ir ampliando horizontes birrunos. Todas aquellas cervezas que en su día me dieron pereza o me suscitaban poco interés, ahora me sugieren que tal vez deba darles una oportunidad. Bien es cierto que en mi mocedad nunca me gustaron las cervezas belgas. Pero ahora, pasado un buen tiempo, les he pillado el gustillo, oiga. Cosas de la edad.
Primera toma de contacto con la cervecera Waterloo, evidentemente con su sede en la misma localidad, donde la célebre batalla. Tienen un portfolio regular bastante limitado, y luego rarezas, variaciones y movidas raras todas las que quieras. De momento vamos a centrarnos en lo que nos llega aquí, su Triple Blond, la cerveza favorita del Puchi.
La sirvo en copa TeKu, presentando un color dorado subido, sin impurezas, sin poso, sin turbidez. La carbonatación es muy abundante, sin necesidad de escancie podemos sacarle una corono muy gruesa de espuma de color blanco, tupida y muy persistente.
En nariz predomina el perfil fenólico, de aroma especiado, que nos recuerda a la pimienta. Buena dosis de levadura belga. En boca es una cerveza intensita, bastante potente. Resulta muy maltosa, con un punto dulce más que evidente, pero sin pasarse, no acaba siendo empalagosa. Muy belgian, con un punto sequito muy rico, y con el alcohol presente, pero sin que parezca esto una fiesta del Rubiales en Salobreña. Oye, pues mucho mejor de lo que me esperaba. 8,0%. Final de 26 IBU. La compré en la bodega La Viña de Benicàssim este verano. No recuerdo el precio. Botella de 33cl.
No hay comentarios:
Publicar un comentario