El otro día tuvimos invitados en casa y trajeron un buen repertorio birruno. Entre ellas esta lata de los maños Cierzo, que personalmente fue la que me agradó de las 3 que trajeron.
La joyita se llama Dracarys. Se trata de una Fruited Sour elaborada con malta de cebada, trigo, lactosa y la adición de fresa y pitaya (más conocida como fruta del dragón).
La sirvo en copa TeKu. Presenta un color entre anaranjado y rosado, que nos recuerda al aspecto de un vino rosado. Viene muy carbonatada, de manera que podemos generar sin esfuerzo una copiosa corona de espuma muy tupida y muy persistente de color blanco. Burbujita fina y chispeante durante toda la cata.
En nariz es un delirio de fresa. También asoma por ahí la fruta del dragón. En boca es una cerveza muy refrescante, con la fruta como protagonista. No es una cerveza especialmente ácida, de manera que la balanza se decanta claramente hacia el lado dulce de la fruta (y la lactosa). El sabor de la fresa es delicioso, con el puntito ácido me recuerda a las fresas maceradas en zumo de limón y azúcar que prepara mi madre. La pitaya, aunque es una fruta no especialmente sabrosa, se deja ver y va apareciendo por momentos. Tiene un final un pelín terroso y seco. Me ha parecido riquísima. 5,0%. 15 IBU. Lata de 44cl.
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