12 de enero de 2019

Il Birrino - Barcelona


En la mayoría de nuestras salidas familiares por Barcelona para realizar alguna actividad, mi mente suele actuar con diurnidad, premeditación y alevosía para buscar algún bar, cervecería o restaurante -esta última es la mejor opción por nuestras circunstancias- con cervezas craft para nuestras pitanzas en familia. Porque oigan, uno ya va teniendo una edad y cuando sale, pues quiere hacerlo en condiciones.

En esta ocasión fuimos una bonita mañana de diciembre al CaixaForum -además por la patilla- para ver una exposición de Toulouse-Latrec y el espíritu de Montmarte. No sé a vosotros, pero yo me empapo de tanto artisteo y tanto ambiente bohemio y, joder, me entran unas ganas de birra que lo flipas, así que había que buscar un lugar adecuado para la ocasión. Al ser domingo y por el mediodía no os creáis que había mucha cosa para elegir -este factor ya me limitó bastante el asunto- así que me fijé en un pequeño restaurante italiano ubicado en el barrio de El Fort Pienc, que hacía meses que iba siguiendo por Instagram y que tenía muy buena pinta. 6 tiradores craft y una nevera más que decente. ¡Adjudicado! Los Castle ponen rumbo a Il Birrino.


No se os ocurra hacer como nosotros e ir con el coche. Coged el metro, os lo digo yo que me tiré media hora buscando aparcamiento para al final acabar pagando parking. Tenéis la parada de Marina al lado, o la de Monumental, que se hace tras un agradable paseo. Por si alguien viene a Barcelona en autocar está justo al lado de la Estación del Norte. Bajarse del autocar y meterse unas birras craft de tirador es lo máximo a lo que un beergeek puede aspirar tras un viaje. A eso aquí lo llamamos "arribar i moldre".

Bien, ¿y además de las cervezas artesanas cuál es el aliciente de Il Birrino? Pues su cocina italiana de mercado. El chef, Emanuele de Angelis, te hará sentir como en casa de la nonna. Emanuele trabajaba antes en los fogones del Mikkeller Bar de Barcelona, pero finalmente decidió abrir su propio negocio, ofreciendo comida de su país -toda la pasta la hace él de manera totalmente artesanal- sin renunciar a la opción de tomarse unas buenas birras craft. Todo hecho en plan casero, y con la carta que va cambiando constantemente, siempre utilizando productos de temporada. Vamos, que nos podemos pegar unos cuantos homenajes en Il Birrino que no nos vamos a aburrir, siempre nos van a acabar enganchando con alguno de sus platos del día. ¿Y qué tal la selección de cervezas? Pues solo os diré que cuando fuimos nosotros tenían pinchada la Combo de Soma en uno de sus tiradores, así que con esto ya creo que aclaro todas vuestras dudas.

El local es muy chiquitico y conviene reservar con antelación, porque por poca gente que venga ya se llena. En la calle tiene una pequeña mesa y un barril para beberse unas birras tomando el fresco. El interior es un tanto ecléctico, con una pared en rojo, otra de pizarra, el resto en blanco... el mobiliario también es de lo más variopinto. La decoración también tiene su rollo. Cuadros viejunos que te hacen sentir efectivamente en casa de la abuela, ¡incluso tienen esos cuadros de cazadores! Todo muy loquer. El espacio es estrecho. A mano derecha queda la barra con sus taburetes, para tomarse unas birritas o unas tapas y a mano izquierda quedan las mesas para grupos de cuatro personas. Al fondo se ensancha la cosa y hay una pequeña sala donde hay una mesa más grande, que es donde nos pusimos nosotros con toda la muchachada. La verdad es que nos sentimos muy cómodos. Siamo arrivati a casa della nonna. Empezamos a estudiar la oferta del día no sin antes pedirnos la primera birra.

De entrantes hay carpaccio de ternera, alcachofas con almejas y tomates secos, caponata con verduras, salteado de chipirones con habitas y verduras salteadas, burrata y provolone gratinado. No está mal. La oferta de pasta fresca cuenta con: Lasagna casera, parmigiana al horno, tagliatelle nero di sepia, spaghetti con almejas y tomate o botarga, risotto con scamorza ahumada y limón, spaghetti putanesca, ravioli rellenos de alcachofas y mascarpone y por último spaghetti con parmesano y vodka. El plato estrella de la semana eran los gnochhi con ragù de liebre.


Nos decidimos claramente por los chipirones, que estaban de soltar los lagrimones. Una locura. Para continuar la pitanza mi mujer optó por los ravioli rellenos de alcachofas y mascarpone, que estaban muy ricos (le gorreé un poquito) y yo me pedí los tagliatelle, que estaban muy sabrosos y con la pasta al dente. Para los enanos pedimos un plato de espaguetis con tomate para compartir. Al final nos trajeron 2 y nos crujieron 21€, eso nos hizo pupita. La próxima vez los traemos comiditos de casa. Menos mal que el bebé ayudó a sus hermanos a finiquitar el tema. El resto de platos me parecieron tener un precio bastante acorde.

El broche de oro lo pusimos con los postres. Tiramisù casero para papá y mamá, que estaba tremendo, pero para ser honesto me gustaba más el birramisù que preparaba en Mikkeller con cerveza Stout. Los peques triunfaron a lo grande con el bizcocho con trocitos de chocolate y helado de ídem, que estaba impresonante. Mención aparte merecen sus birras, que detallaremos a continuación. La verdad es que estuvimos muy a gusto -¡como en casa!- con un ambiente muy tranquilo y casero, y la comida estaba muy rica. Les colocamos ya su merecido pin en nuestro Mapa Birruno -¡ya nos queda menos para completarlo!- y esperamos volver muy pronto. ¡Hasta la próxima!

Balance de daños:
Quer & Il Birrino - Bacio Selvagio. La primera en caer fue esta Saison  de la casa elaborada conjuntamente con la cervecera del Berguedà. El beso salvaje. Cuando yo llegué mi mujer ya se la había pedido y estaba ahí dándole a cara de perro. Yo finiquité la faena porque la muy traidora acabó pidiendo vino. Estaba muy rica y con un punto seco muy marcado. Entraba muy fina, la verdad es que me la fundí en un tris. También la tenían disponible en botella, pero quevolsquithidigui, teniéndola de tirador era un pecado no pedírsela de barril.

Soma - Combo. La nota de calidad la puso este tremenda New England IPA de la cervecera gironina. Para mí es la mejor de su catálogo. Si pensabais que de lata era perfecta la de tirador es otra dimensión. Estuve toda la tarde flotando en una nube. Insuperable. 6,0%.


Il Birrino        Alí Bei 123, Barcelona         686   690   988

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