28 de abril de 2016

Mikkeller Bar - Barcelona


Dicen que un buen maestro es aquel que se hace progresivamente innecesario para sus alumnos a medida que éstos van progresando. Es aquel que los deja ir en el momento adecuado, cuando éstos pueden valerse por ellos mismos y ya no necesitan la tutela del magíster. La pérdida del gran maestro Steve Huxley tuvo un componente poético. Nos abandonó en el mejor momento después de habérnoslo dado todo. Dejó a Barcelona y al panorama cervecero nacional en pleno auge, en la época dorada, en pleno apogeo, en su máximo esplendor. Steve nos abandonó el pasado 29 de octubre. Al día siguiente se inauguraba el Mikkeller Bar Barcelona. Gracias por todo, maestro.

24 tiradores, un gran equipo, un excelente chef y la mejor cerveza del planeta. ¿Alguien da más?. El Señor Borg lo ha vuelto a conseguir: petarlo. Siempre nos ha dejado con la boca abierta con sus cervezas -en ocasiones más de 100 variedades diferentes al año- y esta vez ha venido para sacudir el panorama cervecero barcelonés dándole una vuelta de tuerca. Bienvenidos a Mikkeller Bar Barcelona, una cervecería versátil, moderna y con una excelente cocina a la altura de sus cervezas.

No hace falta decir que nuestra ciudad vive actualmente su mejor momento birruno. Es la niña de los ojos de las más prestigiosas breweries del planeta. Y no solo eso, las mejores marcas están colaborando con las cerveceras catalanas (Moor, Omnipollo, Brew by Numbers, To Øl, Other Hand, Rising Tide, Stillwater...). Por tanto no es casual que la cervecera nómada danesa fundada por Mikkel Borg y Kristian Keller decidiese abrir sus puertas en la ciudad condal, no como una franquicia -Mikkeller no trabaja así- sino como su embajada en la Europa Continental.

Hagamos un repaso de las embajadas birrunas que el Señor Borg tiene por todo el globo (aparte de las de Copenhague): San Francisco, Bangkok, Estocolmo (cerrada definitivamente), Seúl, Tokio, Reikiavik, Barcelona, Aarhus y finalmente San Diego y Singapur, abiertas muy recientemente.

Al frente de la embajada europea está Thomas Rodhe, danés de nacimiento y amigo personal de Mikkel Borg. Lleva viviendo en Barcelona desde 2002. Su idea es ofrecer al público europeo un exponente de la cocina y bebida danesa pero a la vez integrarla dentro de la gastronomía catalana, no quieren una isla danesa dentro de la ciudad, el concepto es que Mikkeller forme parte de Barcelona y que Barcelona forme parte de Mikkeller. Su carta da cuenta de ello: torrades, embutidos y nos consta que Thomas y su equipo trabajan muy duro para conseguir un reto dificilísimo pero no imposible: preparar las mejores patatas bravas de toda Barcelona.

Bien, ¿y qué podemos encontrar en Mikkeller Bar Barcelona que no podamos encontrar en las muchísimas cervecerías craft que hay en la ciudad?. Pues muy sencillo. Que me diga alguien donde puede encontrar una lata de Heady Topper o de PseudoSue, no ya en Barcelona, sino en toda la Península Ibérica. ¿Alguien quiere una Dark Lord de 3 Floyds?, ya no tiene que viajar a los Estados Unidos, pregúntele a Xavi, Arturo o Sara y su respuesta automática será: "-¿de qué año la quiere?". He tenido el privilegio de entrar en su nevera y en su almacén y os juro que lo que hay allí es para no dar crédito. Que alguien me pinche con un tenedor para ver si estoy despierto. El tesoro de Smaug convertido en oro líquido se almacena allí dentro. Además de las brutalidades de Mikkeller, el resto de las cerveceras con las que trabajan son de una calidad extraordinaria, tanto nacionales como a nivel internacional.

¿Quién puede permitirse organizar un Tap Takeover de Hill Farmstead?. Nadie. Tan solo Mikkel Borg puede hacerlo porque es amigo personal de los cerveceros de Greensboro. Si no pudisteis asistir al evento, oh amigos míos, no vais a poder ver eso con vuestros propios ojos en vuestra vida. Este tipo de cosas solo suceden una vez.

Más. En Mikkeller Bar se organizan Meet the brewer con los cerveceros más prestigiosos. En sus pocos meses de vida ya han traído a Warpigs y Brewski. Como cuidan mucho el producto local también han organizado lo propio con Edge Brewing y Tro Ales, ambos de Barcelona.

Mucho más. En Mikkeller Barcelona se han permitido el lujazo de organizar el Catalunya IPA Fest para premiar a la mejor India Pale Ale catalana. El primer premio se lo llevó Tro Ales por su Discipulus, el segundo fue para La Pirata por la archiconocida Viakrucis y el tercer premio se lo llevaron los Zulogaarden por la Sang de gossa, todo un clásico ipense de la terra.

"Javier, a mí no me gusta la cerveza, ¿qué puedo encontrar en Mikkeller Barcelona?". Si a usted lo que le va es la vida sana no se preocupe, no todo en la vida va a ser castigar el hígado a base de birra. La cervecera danesa también es conocida mundialmente por el Mikkeller Running Club. Cálcese unas zapatillas e intente seguirle el ritmo a Mikkel Borg por la Diagonal, eso sí que va a ser una experiencia para contarle a sus nietos. El Mikkeller Running Club Barcelona toma como punto de partida y llegada su bar. Qué mejor manera de rehidratarse tras unos kilómetros al trote. Una Drinking in the sun baja en alcohol en la terraza del Mikkeller Bar es morir de éxtasis.

Muchísimo más. En Mikkeller Bar Barcelona también se celebran acontecimientos tipo pop up, donde suelen traer al equipo de algún restaurante de renombre para organizar un evento gastronómico maridando el producto estrella del restaurante en cuestión con las brutales cervezas del MBB. Resumiendo, morir de placer. Por poner un ejemplo: este sábado 30 de abril el chef del chiringuito Mala Vida de Barcelona cocinará una paella en el Mikkeller Bar para todos los asistentes.

Increíblemente más. Mikkeller Bar Barcelona ya empieza a ser conocido en toda Barcelona, no por su cerveza, ¡atención!, la gente empieza a ir directamente allí para tomar su fantástico brunch. Como díria Josmar: "és súper fort!". Los fines de semana ofrecen un nutrido brunch muy completo y variado. Fruta fresca, pollo de corral, huevos, sandwich de jamón... exquisito. Si a esto le sumas que lo vas a maridar con la mejor cerveza del globo olvídate del resto. El brunch del Mikkeller it's a must!.

Bien, ahora que ya os hemos puesto los dientes largos nos adentraremos en el tema pitanza. Os explicaré con detalle todo lo que pudimos degustar después de hacer lo que más nos gusta: el trabajo de campo. Así que para allí nos fuimos, mi mujer y yo -churumbeles included- para poder probar el que se erige ya como uno de los mejores brunches de la ciudad.

Para empezar a abrir boca nos pedimos unos nachos con jalapeños, queso y salsa. Ya estáis viendo la fotografía, no ha hecho falta ponerle ningún filtro. Una explosión de color y sabor a base de pimientos, aguacate, cebollino, cilantro, cebolla, oliva negra triturada... una auténtica locura en el paladar. Difícil de superar. Continuamos con algo más hardcore, mi mujer y yo nos pedimos la torrada de porchetta italiana. Pork madness inside my throat. Una brutalidad fusionar algo tan catalán como la torrada de toda la vida con el panino di porchetta italiano, para quitarse el sombrero.


Y ahora vamos al maincore. Lo que estabais esperando: su celebérrimo brunch. Compuesto por: fruta fresca (melón francés, naranja dulce, aguacate y rodajas de manzana golden), sandwich de jamón (serrano) con queso (el pan era una brutalidad, nada de molde), huevo poché gratinado con queso de oveja al romero, loncha de panceta ahumada con su salsa de mostaza y cebolla caramelizada con cerveza Lambic, dos brochetas de pollo de corral marinado en cerveza Mikkeller Stout con pimientos y brotes de soja. No hace falta que os explique nada más. Mi mujer y yo estábamos con unos angelitos alrededor tarareando Nirvana de El Bosco hasta que mi hija me despertó del éxtasis regándome con mi copa de Mikkeller Ramen to Bíiru. Un placentero despertar. Estaba tan extasiado que ni me enfadé con ella.


Continuamos. Entre su nutrida carta nos encontramos con algo muy peculiar que nos llega desde la charcutería Warpigs de Copenhague (negocio que Mikkeller ha abierto junto con la cervecera 3 Floyds en la capital danesa), me refiero al Warpigs Beef Jerky. Tiras de carne seca ahumada al estilo americano que hará las delicias de los masoquistas del picante.

¡Y el colofón final! ¡los postres!. Primero el yogur con frutos del bosque que mi hija se fulminó en nanosegundos, y eso que a la chica no le gusta el yogur, así que intuimos que debía estar muy bueno. Nosotros no podíamos irnos sin probar el birramisù, elaborado con jarabe de Stout. Brutaaaaaal.

Como la carta es amplia no descartamos volver varias veces para probar todo lo que nos falta: patatas bravas, entrecot argentino, Mikkeller Burger, torrada de jabalí, jacked potatoes, tabla de quesos catalanes, embutidos, gildas, pastel de manzana... lagrimones de felicidad.

Por si esto fuera poco el Mikkeller Barcelona cuenta también con una amplia carta de refrescos, vinos y destilados para todos aquellos que no son amigos de nuestra bienamada birra. Vino blanco (Terra Alta), rosado, tinto (Penedès), e incluso Cherry Wine. También refrescos de naranja y limón sin gas y sin azúcares añadidos (con stevia), Bourbon, Oloroso y Ron a partir de destilado de cerveza Stout y por último su vodka y ginebra infusionados con lúpulo Simcoe, (ojito, el gintonic de Simcoe ¡cómo debe estar!). Y por supuestísimo agüita fresca.

El espacio es muy agradable. Decoración danesa en tonos blancos. El local es muy luminoso y los ventanales ayudan a captar toda la luz de la calle, que a la vez sirve de mirador para los clientes que se apostan en la pequeña barra para observar tranquilamente el trajín de la calle Valencia. Pero lo que me tiene totalmente flipado es su espectacular suelo azul brillante. ¡Es como caminar sobre las aguas!. El sector fumeta también está de enhorabuena. El Mikkeller Bar Barcelona cuenta con una fabulosa terraza bajo techo perfecta para disfrutar del aire libre y el buen tiempo o simplemente paliar la adicción a la nicotina. El hilo musical suele ser rock de los 90 -para disfrute de un servidor- por las noches y algo más tranquilito y relajado por las mañanas. Sin duda un gran equipo y una gran cervecería ha aterrizado en nuestra ciudad. ¡Larga vida al Mikkeller Bar Barcelona!, ya formáis parte de nuestro cada vez más grande Mapa Birruno.


Balance de daños:

En Mikkeller Barcelona tienen tres tiradores fijos elaborados especialmente para el local barcelonés. El día de su inauguración regalaron 500 de estas birras para todos los que no quisimos perdernos tan magno evento.

-Eixample Wit. Witbier espectacular, muy afrutada y muy ligera, con el puntito del trigo, muy rica y muy refrescante. Es la que más me gustó de las tres. 4,5%.
-Eixample Pils. Cerveza Pilsner muy hoppy, con un punto herbáceo fantástico. Muy rica a la par que amarga. Ligera y refrescante, para beber a litracos. 5,6%.
-Eixample Brown. Brown Ale con el punto tostado potente. Notas de regaliz y malta tostada. Con cuerpo considerable, aunque no demasiada graduación. 5,0%.


Los otros 21 tiradores son rotatorios. En su mayor parte suelen ser de Mikkeller, pero también dan cabida a cerveceras catalanas como Tro, Guineu o Zulogaarden, también a sus discípulos To Øl, y a cosas totalmente extraordinarias y casi imposibles de encontrar como el brutal Tap Takeover de Hill Farmstead que organizaron el pasado día 7 a nivel europeo. Normalmente suelen tener pinchada alguna cerveza sin gluten o alguna de muy baja graduación. Éstas son las birras que han caído (durante nuestras visitas varias):


-Mikkeller - Passion Fruit Berliner Weiße. Deliciosa Berliner Weiße elaborada con maracuyá. Muy ligera, muy ácida, cítrica, con el punto delicioso de la fruta de la pasión. Muy refrescante. 2,7%. Para beber a hectolitros.

-Mikkeller - Ramen to Bíiru. Belgian Ale que han elaborado para su local sopas de fideos ramen japonesa en Copenhague. Muy rica y ligera, con cierto toque ácido y cierto deje Lambic muy sutil. Punto dulzón y maltoso que la hace altamente disfrutable para maridarla con gran variedad de platos. 5,0%.

-Mikkeller - 12" Winale. Bière de Champagne / Bière Brut elaborada con mosto de uva blanca.  Cada vez que voy al Mikkeller Bar Thomas siempre acaba sorprendiéndome con alguna cerveza genial, y en esta ocasión nos dejó flipados a mi mujer y a mí durante varios días. Ésta es de esas cervezas que no se olvidan. Tan delicada, tan suave, deliciosa, es una genialidad. Combina perfectamente el aroma dulce, sabroso y delicado de la uva blanca con la efervescencia de la cerveza. Las proporciones perfectas de cada cosa, perfectamente equilibrada, el sabor de la uva delicioso, cierta acidez mínima, notas de fruta de hueso... increíble. Muy ligera y muy refrescante. Me ha recordado a un vino blanco de aguja. Una genialidad. 8,1% que son una trampa mortal porque entra que ni te enteras.

-Mikkeller & Three Floyds - Blå Spøgelse Blueberry Bluebic. Seguimos con las genialidades. Por si no lo habíamos flipado con la anterior va Thomas y nos saca esto. ¡Buff! Me quedo muerto, resucito y vuelvo a morir. Esto es una obra maestra. Si no estáis acostumbrados al peculiar sabor de las cervezas sour ésta es una muy buena manera de empezar por este terreno. Delicada, con todo el sabor de los arándanos y de las frutas del bosque y la esfervescencia de la burbuja fina de este tipo de cervezas. Ácida pero sin ponerte los ojos como al Fary. De 10.

-Mikkeller & Grassroots -Wheat Is The New Hops. IPA elaborada junto con Grassroots Brewing en las instalaciones de Hill Farmstead en Greensboro (Vermont, USA). 99/100 en Ratebeer. Han utilizado trigo y ha sido fermentada con brettanomyces. La suelen tener pinchada casi siempre y es una brutalidad, se ha convertido en una de mis Mikkellers favoritas y la suelo pedir cuando me paso por allí. Muy afrutada, con el puntito hoppy que la hace más refrescante y el puntazo del trigo que le da ese toque genial. El puntito del brett es muy sutil, no es especialmente ácida. Otra genialidad del señor Borg.

-To Øl - You shall nut pass. Sweet Stout elaborada con avellanas. Perfecta como postre -nosotros la maridamos con el birramisù- como colofón de un buen ágape. Dulzona con todo el sabor del cafetazo y con el puntito muy sutil de las avellanas. Tremenda. 7,2%.

16 de octubre de 2022
Me entristece comunicaros que este negocio ha cerrado sus puertas permanentemente.

Mikkeller Bar Barcelona                         València 202, Barcelona                          www.mikkeller.dk                               93   323  27  43

9 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Gran artículo, quien viviera en Barcelona jeje.

    Siempre me han parecido atractivas las copas del Mikkeller bar jeje.

    Un saludo.

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    1. Muchas gracias. Espero que se anime a visitarlo. Saludos.

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  3. Respuestas
    1. Buenas tardes. Los precios pueden ir desde los 2,50€ que le puede costar una copa de cerveza nacional a los 100€ que le puede costar una botella de Dark Lord. Depende de lo que usted pida: de la calidad, procedencia, y de lo complicado que sea encontrar ese tipo de cerveza. Un saludo.

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  4. Esto parece un spot publicitario... xD

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    1. Esa es la idea. Promocionar las cervecerías y tiendas especializadas en cerveza que voy visitando. Lo malo es que no cobro por ello. Llámeme altruista. Un saludo.

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  5. Muchas gracias. A seguir corriendo vosotros que podéis. Saludos.

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