Y si había una cervecera estadounidense que tenía en el punto de mira desde hace años, esa era Bottle Logic. En alguna ocasión los habían traído a la tienda online de Mikkeller. En otras tiendas online europeas habían aparecido alguna vez con cuentagotas, y finalmente, a finales del año pasado y principios de este, parece que por fin han llegado de manera masiva.
Pues nada, la Sra. Birruno apareció con esta botellita a comienzos de diciembre como regalo por mi onomástica. ¡Cómo no vamos a llevar 15 años de matrimonio! Ha estado a buen recaudo desde entonces esperando una buena ocasión para abrirla.
Bottle Logic fue fundada en 2013 por Wes Parker, Steve Napolitano y Brandon Buckner en la ciudad californiana de Anaheim. Son mundialmente conocidos por sus negruras. En 2020 Ratebeer los clasificó como la 72ª mejor cervecera del mundo. Hoy os traigo Fundamental Observation, una Imperial Pastry Stout de 100/100 en Ratebeer y que ostenta el puesto número 13 de mejor cerveza del mundo dentro de su estilo. La cerveza lleva vainas de vainilla como adjunto, y una maduración en barrica de bourbon. Se han realizado varias ediciones de esta cerveza, esta última (la de 2023) sería la que contaría con "menor" graduación, 13,0%, que ahí es nada.
Pues nada, al turrón. La sirvo en copa. La caidita de Roma es bastante oleosa, con aspecto de brea, un auténtico petrolaco. Muy negra y opaca. Tras el impacto contra el cristal no parece liberar nada de carbónico, así que me afano a escanciar. Llenados más de dos tercios de la copa se empieza a vislumbrar una cascada invertida que acaba generando una capa de espuma de color marrón, de un par de dedos de grosor, no demasiado tupida ni cremosa, y de persistencia media.
Al asomar el naso puedo disfrutar de un aroma muy a agradable a café, chocolate, dulces, y la vainilla que viene como adjunto. En boca es una cerveza muy densa, muy oleosa, aterciopelada al tacto, ni rastro del alcohol en boca. Muy intensa, con un saborazo riquísimo que nos recuerda al café, notas achocolatadas riquísimas, un punto dulce, golosona, acaramelada, pero sin resultar empalagosa, y con el sabor avainillado que es una locura. El puntito del bourbon acaba aflorando conforme se atempera, riquísimo, muy sutil -para nada resulta un cubatazo- que acaba de aportar un saborazo al conjunto que es un locurón. Tremendísima. Botella de 50cl.