22 de mayo de 2022

Riegele - Ator 20

El pasado sábado estuve con mi colega Charlie haciendo una ruta de senderismo por el lago de Banyoles. Evidentemente la salida tenía su letra pequeña, y es que la ruta en cuestión no había sido elegida para disfrutar únicamente de la belleza del lago y de sus alrededores. Tocaba visita birruna premeditada. Charlie es un gran adepto a las salidas cerveciles y estuvo encantado con el plan, así que las previsiones eran que nos íbamos a poner finos. Y así fue.

Como tengo pendientes de publicación varias visitas anteriores tendréis que esperar algunas semanas hasta la publicación de la entrada de La Microcervesera, que fue la tienda-cervecería que fuimos a visitar tras una larga peregrinación, pero mientras tanto os publicaré las cervezas que cayeron aquella gloriosa jornada.

Tenía muy claro que la primera sería una Lager de Riegele, que sabía de sobra que me estaban esperando en sus neveras. La sorpresa fue que acabase pidiendo una Doppelbock, ya que Ivan (el dueño del negocio) me puso los dientes largos con la descripción de la misma. La frase detonante fue "-A mí me gusta más que la Celebrator de Ayinger". No se hable más, ponnos dos. Pues nada Ator 20, bienvenida a Mundo Birruno. Qué lástima que no hayas pasado antes por el blog.

La receta lleva malta Pilsner, malta Munich, malta tostada, levadura Saccharomyces Cerevisiae y los lúpulos Hallertauer, Hersbrucker y Opal. La sirvo en la jarra de Schlenkerla que me proporcionó Ivan, y presenta el color marrón oscuro característico del estilo, con reflejos cobrizos y de color rubí. La carbonatación es muy abundante. Logro sacarle una capa muy gruesa de espuma cremosa, tupida, compacta y persistente de color beis. Mientras baja el asunto acerco la napia para disfrutar del espectáculo. En nariz predomina la malta tostada, espectacular, con notas achocolatadas, galleta (me ha recordado a las Campurrianas), galleta de jengibre y bizcocho. En boca es un trabajo finísimo, de una orfebrería birruna exquisita. Muy sabrosa, pero muy fina, todo muy suave y en su sitio, sin aristas, sin estridencias. Pese a contar con un 7,5% de alcohol entra con una alegría inusual. La verdad es que la cogimos con muchísimas ganas y el calor incitó a darle matarile con celeridad. Predomina la malta tostada, cero chamuscada, con notas centelleantes de caramelo, bizcocho, mucho chocolate, es un puro delirio. Entró como la seda, y el único inconveniente fue que se acabó demasiado rápido. Fue como despertar de un bonito sueño.

21 de mayo de 2022

Fira De La Cervesa i El Formatge 2022 - Rubí



Había muchísimas ganas de volver a la normalidad y, visto la visto, parece que empezamos a vivir eventos y festivales cerveceros a niveles prepandémicos. No soy una persona a la que le provoquen demasiado entusiasmo los festivales cerveceros, pero sí suelo acudir a los que a mí personalmente me merecen la pena. Este ha sido uno de ellos. Precisamente uno de los que se me resistía terriblemente: la Fira de la cervesa i el formatge de la localidad vallesana de Rubí. El pasado fin de semana se celebró su séptima edición (las seis anteriores me las perdí por compromisos ineludibles) y la verdad es que la hemos cogido con muchísimas ganas.

El evento comenzó el viernes 13 de mayo a las 18:00 y acabó el domingo 15 a las 21:00. Desde aquí quiero felicitar a la organización por el excelente funcionamiento de la feria. Entre el elenco cervecero que se dio cita estaban: Bertus, 27 Club, L'Estupenda, Engorile, La Canetenca, Florestina, Senglaris, Synera, La Cervesera del Poblenou, Mas Malta, Barret, La Masovera, Quer, Ebrewine y Comic Beer. La nota internacional la puso la argentina Juguetes Perdidos. Todo bastante local y de cercanía. La ubicación fue perfecta: Justo delante de la estación de los ferrocarriles. Un lugar muy céntrico y de fácil acceso a pie para todos los vecinos de la localidad, y también muy fácil para llegar en transporte público desde Barcelona, Terrassa u otras localidades. Los que vinimos en coche tampoco tuvimos demasiado problema para aparcar. Lo mejor de todo fue la enorme pérgola que cubría todos los stands, que nos dio buena sombra durante un soleado fin de semana donde el sol apretó de lo lindo. Bravo por el Ayuntamiento de Rubí.

El espacio también estuvo muy bien distribuido. En una banda los productores queseros y cerveceros artesanos. En la otra banda los food trucks. Justo en medio una gran cantidad de mesas y asientos para poder disfrutar de las cervezas y la viandas cómodamente (tomen nota resto de eventos nacionales) y el mostrador para comprar el vaso. En un extremo estaba ubicado el escenario, y en el otro extremo una zona donde se realizaron diversas actividades, con atracciones y juegos infantiles. El evento era de acceso libre, pero evidentemente el vaso había que comprarlo. Por 5€ nos entraba: el vaso del evento, una bolsa de patatas fritas y un token para una degustación (medio vaso) de cualquiera de las cervezas pinchadas en el evento. Fue de agradecer que en todos y cada uno de los negocios se pudiera pagar en efectivo o con tarjeta de crédito, evitando así las largas colas para comprar tokens (que luego muchos te los acabas comiendo con patatas) y la comodidad de pagar con dinero real (tomen nota resto de eventos cerveceros).

Que se agotaran los vasos del evento y tuvieran que poner los de Cervesa Del Montseny es un dato significativo de la buena marcha de la Fira. Una cosa que me gustó muchísimo (y que ya podrían tomar nota una vez más muchos otros eventos cerveceros) es que el negocio local se volcó de lleno con la Fira.

La bodega Rosàs y Vinalium regalaban el ticket para cambiar por el vaso de la Fira por cada compra superior a 10€. El 90% de las charcuterías y tocinerías de la ciudad hizo lo propio. Una muy buena manera de publicitar el evento, dar apoyo a los negocios participantes e incitar a los consumidores a darse una vueltecita por la Fira.

El transcurso de la actividad estuvo muy animado gracias a la música y el buen ambiente que se respiraba. Durante todo el evento hubo música, con varios DJs pinchando y las actuaciones de varios grupos locales: Soul Garden, Blue Funky Mamma y Soak In Bleach amenizaron el acto. También tuvo mmucha acogida y un público entregado la actuación de QGat Country, con muchísimos participantes con sombrero vaquero siguiendo los pases de baile que hubieran hecho que el mismísimo Billy Ray Cyrus estuviera orgulloso. Uno de los puntos fuertes de la Fira fue la gran variedad y cantidad de oferta gastronómica. Además de las paradas queseras, donde se podía comprar y pedir surtidos de degustación hubo varios food trucks de comida variada: asados argentinos, hamburguesas, comida tailandesa, bocadillos, croquetas caseras e incluso una caravana de cocktails variados.

Varios amigos me acompañaron durante el domingo al mediodía, donde hubo un ambiente muy agradable, y cuando apretó la gazuza opté por visitar la paradita del señor tailandés para tomarme un pad thai de langostinos y unas gyozas. Riquísimo todo. El resto de las caravanas también tenían una pintaza brutal.

Tras pasar varias horas en el evento la verdad es que tuve la sensación de que en ningún momento se me hizo pesado, el ambiente fue muy agradable, familiar y distendido. Como puntos fuertes me gustó mucho la organización y ubicación (esa pérgola fue vital), así como el elenco de participantes y la eliminación de los dichosos tokens. Como punto negativo eché de menos algún lavavasos. Algunos cerveceros en su barra tenían uno instalado y te lo podían limpiar antes de servirte la siguiente cerveza, pero hubo algunos que no, con el consiguiente blending indeseado y el vaso evidentemente churretoso. Que ese sea mi único dato a mejorar para futuras ediciones ya dice mucho del buen funcionamiento de la de este año. Otra vez mis felicitaciones a la organización y participantes, espero de corazón seguir poder disfrutando de las ediciones que quedan por venir. ¡Hasta el año que viene!

Balance de daños:


-Comic Beer - Ambar Ale Nous. Invertí mi token de bienvenida para conocer a esta cervecera de Cardedeu. De sus vecinos Sant Jordi sí que he probado la mayor parte de su catálogo, pero de Comic Beer todavía no había catado nada, así que fuimos al grano. Soy muy fan de las Amber Ales y siempre lamento que los cerveceros artesanos no saquen al mercado más ejemplares, así que tenía que cumplir. Me pareció muy maltosa, con el cereal como protagonista, con un punto dulce agradable, acaramelada, aunque no supe encontrar las nueces. 5,5%.

-Engorile - Just A Pils. Tenía ganas de conocer a Xavi en persona, así que era imperativo pasarme por su caseta a saludarlo y felicitarlo por sus últimos birrotes. Con la Deep Beats que probé hace unas semanas aún tengo los lagrimones. Tenía algunos grifos con algunas de las cervezas que había sacado en lata pero yo opté por esta Lager, que solo tiene disponible en barril, y además me doy el gustazo, ya que cada vez disfruto más de las cervezas de baja fermentación. New Zealand Pilsner, si no me equivoco con lúpulos Motueka y... (el resto no lo recuerdo, creo que Nelson Sauvin). Muy bebestible, muy crispy, con mucha presencia del lúpulo que la hace muy refrescante y que te invita a seguir bebiendo. Todo esto con la base maltosa rica de fondo. 5,0%. Final muy suave (18 IBU)

-Ebrewine - Homo IPArus. Tenía muchísimas ganas de conocer este proyecto cervecero ubicado en Horta de Sant Joan, y sobre todo de pasarme por su fábrica y disfrutar de sus cervezas bajo la hermosa pineda que tienen. De momento nos hemos conformado con esta White IPA, muy cítrica y refrescante. 5,0%.

20 de mayo de 2022

DosKiwis - Mini Truck

Es un gustazo siempre tener en el blog alguna cerveza de DosKiwis, y más aún ir a su taproom y disfrutarla en su increíble patio.

El sábado pasado me acerqué con mi colega Charlie a comer en el The Container DKB, y estuvimos disfrutando de varias cervezas en primicia. Tan en primicia que ni aparecen en la web de la cervecera y ni siquiera estaban en Untrapper (al final me pudo el ansia y creé yo mismo la entrada).

Debido a la ola de calor sahariano que estamos sufriendo en la península una de las que cayó fue esta Mini Truck, una Micro IPA de 3,0% (o New England Session IPA, como queráis llamarla), elaborada con malta de cebada, trigo, avena y los lúpulos Mosaic y el blend Cryo Pop (Citra, Simcoe y TRI 2304CR). Decidí comprar también una lata para repetir la experiencia en casa y ya de paso subir la ficha al blog.

La abro y sirvo en la copa de la marca, presentando un color amarillo claro bonito, muy velado, muy hazy. La carbonatación no es demasiado abundante (para lo que me suele salir a mí personalmente cuando escancio) pero aún así nos da para una capa de espuma blanca más que suficiente. En nariz todo cítricos, con el limón y la lima como protagonistas. En boca pasa muy ligera. Con poco cuerpo, aunque la avena ayuda a equilibrar este punto. Muy sabrosa, de entrada muy cítrica, con el limón y la lima como protagonistas, pero conforme avanza la degustación va apareciendo la mandarina, el albaricoque e incluso un punto sutil de fruta tropical. Nada amarga. Perfecta para este sofocante calor y para beber en cantidades industriales.

19 de mayo de 2022

St. Bernardus - Prior 8

De las pocas St. Bernardus que me quedaban por catar, la Prior 8 era una de ellas (las otras son la Tokyo y su celebérrima Christmas Ale). Que no cunda el pánico. Hemos puesto remedio al asunto.

La cerveza en cuestión es una maravillosa Belgian Dubbel que me ha dejado muy flipado. Canelita en rama. ¿Pero la Dubbel no era la Pater 6? Os estaréis preguntando. Sí, son del mismo estilo, pero ésta con una vuelta de tuerca: 8,0%.

Pues venga, al lío que pa luego es tarde. La sirvo en copa TeKu (acepto cálices de la marca de regalo) y presenta un color marrón oscuro. La carbonatación es muy abundante y genera una gruesa capa de espuma muy cremosa, compacta y persistente de color beis. Aquí quizás veréis menos cantidad de la que suelo poner, ya que me demoré más de la cuenta en tomar las instantáneas de rigor.

En nariz nos llega ya un olorcico güeno. Cereal tostado, levadura belga muy rica, ciruelas y uvas pasas. Cosa fina. En boca es corpulenta pero entra con alegría y entusiasmo. Muy tostada en boca, sabrosísima, con la levadura belga bien presente, acaramelada, riquísima, se deja querer, con mucha fruta seca: higos, ciruelas y uvas pasas. Final de amargor suave (23 IBU). Muy compleja, llega de matices, nada cansina y riquísima. Para disfrutar como un gorrinaco. En comparación con su hermana pequeña, ésta me ha gustado muchísimo más. 8,0%. Ojito que se sube. Me costó 2,86€. Botella de 33cl.

18 de mayo de 2022

Hofbräu - Oktoberfestbier

Pues no estamos en octubre, pero eso no es ningún impedimento para que nos chuflemos nuestro medio litraco de Festbier. En esta ocasión nos vamos a abrir el que fabrica Hofbräu.

La célebre cervecera de Munich no se ha quebrado demasiado los cuernos a la hora de bautizar a la criaturica, a la que le han puesto el nombre de Oktoberfestbier, que bueno, arroja bastante información acerca del estilo y del propósito de su elaboración.

Al turrón. La sirvo en vaso alto para Lagers y presenta un color dorado absolutamente límpido, sin turbidez ni impureza alguna. La carbonatación es muy abundante, nos deja una buena corona de espuma de color blanco, cremosa pero no especialmente persistente.

En nariz nos llegan aromas de pan blanco y un poquito de miel. En boca es cereal puro. Cebada por un tubo. Muy crispy, y con un puntito dulce muy ligero. El lúpulo aporta un toque floral muy sutil y un final no demasiado amargo. Ultrabebestible, para ponerse finito de Córdoba en el Oktoberfest. 6,3%. Me costó 2,59€. Botella de 50cl.

17 de mayo de 2022

Great Notion - We're Out Of Dynamite

Hacía tiempo que iba detrás de las cervezas de Great Notion. Me consta que a España han llegado en alguna ocasión muy puntual (que obviamente se me escapó), así que he tenido que tirar de Mikkeller Webshop para hacerme con las mías.

La primera que me he abierto ha sido We're Out Of Dynamite, una Imperial Pastry Stout elaborada con piña, coco y fruta de la pasión. En la ilustración de la etiqueta aparece el sashquach mascota de la cervecera como si fuera la sirenita de Copenhague, y al lado, en una barca, Henry y Sally de Mikkeller. En ningún lado pone que sea una colaboración, quizás era un guiño por el Copenhagen Beer Celebration. Tenía muchísimas expectativas con esta cervecera pero la verdad es que la primera toma de contacto no ha sido como yo me esperaba. Un verdadero desastre.

La sirvo en vaso para Stouts y presenta un color oscuro (tendiendo al negro) y con apariencia oleosa. La carbonatación no es demasiado abundante. Me esmero escanciando con la gracia y salero que me caracterizan, pero tan solo logro sacarle el grosor que aparece en la foto, que desaparece en cuestión de segundos. Flotando se pueden observar grumitos, en las paredes del vaso quedan churretes y la verdad es que la apariencia es bastante asquerosa, con aspecto de lavativa. Durante la larga degustación gran parte del poso se ha ido precipitando en el fondo del vaso.

En nariz nos llega toda la fruta: el coco, la piña y el maracuyá. El aroma a Stout queda más bien lejano. En boca al principio es bastante desagradable. Acabar escupiendo grumos no era la idea que tenía yo para el birrote del viernes noche. El sabor está bastante protagonizado por la fruta. El coco muy rico (le va muy bien a la Imperial Stout), la piña muy rica (le da un twist tropical muy gracioso), pero el maracuyá chirría cosa mala, no pega nada y la verdad es que dinamita toda la degustación. En ocasiones me viene un regusto sulfuroso que no sé si es de la fruta de la pasión o que la cerveza estaba estropeada. Cuerpo muy heavy (11,2%), sorbitos muy cortos, y con la Imperial Stout totalmente sepultada por la fruta. De fondo se puede disfrutar de un sabor achocolatado agradable que es lo único que nos recuerda que nos estamos tomando una Imperial Stout. Muy durita. No me la pude acabar. Me costó 11,97€. Lata de 47,3cl. Con una de 20cl ya cumplíamos. Dolor. Mucho dolor

16 de mayo de 2022

De Ranke - Noir De Dottignies

Tenía todavía pululando por aquí alguna cerveza de De Ranke y decidí darle matarile hace unos días, un viernes tonto después de trabajar. Joder, ¡menuda manera de empezar el fin de semana! Esta gente no falla.

La elegida para recompensar una dura semana de trabajo fue la Noir De Dottignies, una Belgian Strong (Dark) Ale fuertecica, sabrosísima y repleta de matices. Vayamos con el tema, Josema.

La abro y sirvo en copa TeKu, presentando un color marrón oscuro, tendiendo hacia lo negro, aunque con algún reflejo caoba. La carbonatación es muy abundante y nos deja una gruesa capa de  espuma cremosa y compacta de color beis, que además es bastante duradera.

En nariz es una orgía de aromas. Podemos encontrar de todo: desde malta tostada hasta regaliz, pasando por ciruelas pasas, vino de Jerez, dátiles. En boca es una cerveza muy corpulenta, para disfrutar con calma, pero muy rica a la par que sabrosa. Entre los sabores destacan el chocolate, el café, la uva pasa, y algo de regaliz. El toque belgian que no falte. Muy tostada, nada quemada, se me quedaría a medio camino entre una Quadrupel y una Imperial Stout. Resumiendo: joyaza donde las haya. 8,5%. Me costó 3,35€. Botella de 33cl.

15 de mayo de 2022

FdL - Pirouette

Y la tercera primera toma de contacto que tuve en el Bar Bocamoll con cerveceras novedosas para mí fue esta Pirouette de la cervecera catalana FdL Beer Project, capitaneada por Lorena Bazán.

Flor de Llúpol era una tienda de cervezas ubicada en el barrio de Sant Andreu, en Barcelona. Durante muchos años hicieron una encomiable labor de divulgación de la cerveza artesanal en la ciudad. Hablo en pasado porque el establecimiento ya cerró hace tiempo, y aunque nunca encontré el momento para visitarlos, por lo menos me queda el consuelo de poder disfrutar de sus cervezas.

La de hoy es una Belgian Tripel elaborada en Sarrià de Ter, en las instalaciones de Moska de Girona.

La sirvo en la copa que me proporcionó el establecimiento, presentando un bonito y vistoso color ambarino (11 EBC). La carbonatación es abundante y nos deja una corona de espuma muy compacta y cremosa de color blanco. En boca es una cerveza dulce, golosona, nada empalagosa, muy sabrosa, de esas que se te empapa la boca de sabor, y con un cuerpo bastante robusto. Notas afrutadas -podemos disfrutar de mucha naranja- y acarameladas. El cereal juega un papel bastante notable, pero también con una buena dosis de levadura que le da un rollazo belgian brutal. El alcohol perfectamente integrado (8,0% muy peligroso). Final de amargor suave (24 IBU). Un caramelito. Vamos, que me ha encantado. La verdad es que cuanto a Belgian Ales se refiere, siempre suelo tirar de clásicos belgas (que son insuperables y frecuentemente mucho más baratos) pero he de reconocer que ésta en concreto es de las mejores que he probado a nivel nacional. Felicidades al equipo.

14 de mayo de 2022

Dúa - Grisette

De mi última visita al Bar Bocamoll me llevé tres primeras tomas de contacto con cerveceras nacionales hasta ahora desconocidas para mí. La primera, de grifo, de Public Brewing, con sede en Cabrera de Mar. La segunda de los asturianos Dúa. La tercera la desvelaré mañana, así que centrémonos en la segunda.

Dúa es un nuevo proyecto cervecero asturiano integrado por Blanca Fresno y Ricardo Afytka. Blanca lleva trabajando en el sector cervecero desde 2008, comenzó instalando el primer brewpub de Asturias y posteriormente ha trabajado en la instalación de una fábrica cervecera más grande. Ricardo comenzó como homebrewer en 1999 y en 2015 empezó su proyecto con la cervecera argentina Juguetes Perdidos.

En Dúa han apostado por la elaboración de cervezas Farmhouse elaboradas con trigo escanda asturiano ecológico y fermentación mixta (la segunda con levadura de llagar). Hemos comenzado con su Grisette, que lleva un cultivo mixto de levaduras a base de French Saison e inoculación de levadura de ambiente llagar mediante coolship.

La sirvo en el vaso shaker que me proporcionó el bar. Presenta un color pálido, muy claro, tendiendo hacia el dorado, un poquito velado. La carbonatación es abundante y nos deja una gruesa corona de espuma blanca de aspecto jabonoso, bastante persistente. En nariz desprende un aroma agradable a cereal, algo de trigo, levadura y notas florales. En boca es muy Farmhouse, con la levadura Saison muy presente, agradable. El trigo también protagoniza buena parte del sabor, y también podemos encontrar alguna nota floral. Al final resulta amarguita y un pelín seca. Supongo que aún estaba bastante joven porque no encontré el Brettanomyces. Me gustó bastante. 4,2%. Lata de 44cl.

13 de mayo de 2022

Birrificio Italiano - Delia

El pasado sábado estuvimos disfrutando de una celebración familiar en la magnífica terraza del Bar Bocamoll de Sant Cugat del Vallès, y ¡madre mía cómo estaba aquello! 11 tiradores de lo más selectito y unas neverazas de esas para dudar y dudar y acabar eligiendo a "pito pito gorgorito".

Finalmente aposté por el producto local. 3 cervezas nacionales de las que aún no había catado nada. Pero... ojito que repasando la nevera advertí de algo muy fuera de lo común por estos lares: Birrificio Italiano.

Me cuesta la vida dar con cervezas del birrificio de Lurago Marinone, así que cuando las vi no me lo pensé dos veces: se vinieron para casa. La primera en caer, justo al día siguiente, fue Delia, que según sus creadores es una Summer Pils, aunque los más ultraortodoxos quizás la calificarían como Italian Pilsner. Pues molt bé, maco.

La sirvo en copa TeKu, y presenta un color pálido, claro. Viene bastante límpida, sin turbidez. La carbonatación es muy abundante y nos deja una generosa corona de espuma muy compacta, muy cremosa y muy persistente de color blanco inmaculado. Muy buena retención del carbónico, con una burbuja muy finita que nos va a dejar una sensación chispeante en la lengua durante toda la degustación.

En nariz es fresca y floral como una mañana de primavera. En boca es una cerveza muy bebestible, muy crispy, con esa sensación de verano, pero no por ello insulsa ni aguada. La graduación alcohólica dentro de lo normal en una Bohemian Pilsner, pero rozando el límite de lo Session (4,3%). En boca predomina el sabor a cereal, aunque los matices florales y cítricos van y vuelven. Bastante sequita al final, y -salvando las distancias- en ciertos aspectos me ha recordado a una Saison. Amargor bastante notable. Para beber en grandes cantidades, con la cantidad de lúpulo justo, pudiendo disfrutar de la Pilsner en todo momento, aportando matices agradables, y sin llegar, ni de lejos, a una India Pale Lager. Un trabajo finísimo. Me costó 4,00€. Botella de 33cl.

12 de mayo de 2022

Foam - ...Like Clockwork

Volvemos a traer a Foam por aquí (...y lo que nos queda). Desafortunadamente el lotecico de cinco latuchis que me compré en BierCaB ShoP me lo fundí con demasiada alegría y entusiasmo, de modo que ya no me queda ninguna en la nevera. Ahora toca hacer el balance de daños y recordar esos momentos, mientras me caen los lagrimones, y ver el deplorable estado de mi cuenta corriente. Eso me provoca más lagrimones aún.

Hoy os presentamos ...Like Clockwork, una New England Double IPA elaborada con los lúpulos Citra y Simcoe. Combinación ganadora donde las haya.

La sirvo en copa y presenta un color albaricoque muy bonito, con la turbidez característica del estilo. La carbonatación muy abundante, nos deja una generosa corona de espuma cremosa y de color blanco. 

En nariz nos da la bienvenida una comparsa lupulil de lo más divertida: mango, fruta tropical y cítricos para nuestro bienestar personal. En boca es muy sedosa, muy foamy, con cuerpo, mas altamente bebestible. Entre los sabores destacan el mango (brutal), el albaricoque y el melocotón. Todo absolutamente delicioso. Finalmente un toquecito muy sutil de pino muy bien colocado. Un trabajo muy fino. Es la que más me ha gustado de las seis cervezas que he probado de los de Burlington. Me costó 13,50€. Lata de 47,3cl. Que me quiten lo bailao.

11 de mayo de 2022

Bendita Birra - Valencia


Volvimos a Valencia. Volvimos a la tierra de las flores, de la luz y del amor. Jueves Santo y un día espectacular, así que el cuerpo nos pedía Ruzafa.

En numerosas ocasiones hemos comentado que el barrio valenciano de Ruzafa nos tiene completamente enamorados, por el ambiente de sus calles, lo bonito de sus fachadas y el tipo de comercios que allí se llevan a cabo. Precisamente allí es donde se aglutinan gran parte de los numerosos negocios cerveceros de la ciudad del Turia y obviamente un gran reclamo para el que suscribe, que siempre tiene algún lugar nuevo que visitar. Y hablando de visitas, de todas las veces que hemos ido a disfrutar del ambientazo de Ruzafa, nunca habíamos entrado dentro de su mercado. Como no hay mal que cien años dure, le hemos puesto remedio. 160 puestos -ahí es nada- con las típicas carnicerías, pescaderías, fruterías, etc... pero también con puestecicos de comida gourmet, insectos comestibles, comida para llevar, productos sardos, griegos, de Sudamérica... muchísima cosa. Vale la pena darse una vuelta. Obviamente no entramos allí a la gornú. Sí, el mercado está muy bien, pero el motivo de nuestra visita principalmente era visitar un puesto muy concreto: el Bendita Birra.

El local es de reducidas dimensiones (es un puesto de mercado) pero os aseguro que lo tienen muy bien aprovechado. Nos atiende José Miguel Guerrero, que es la persona que regenta el espacio. Con gran amabilidad nos pregunta acerca de nuestros intereses birrunos para ver en qué puede ayudar. A mí me ha calado en seguida, ya que se ha percatado de que me he ido derechito a la estantería de las Lagers. Tiene una colección muy maja de Ayinger que llevaba años sin encontrar, que son las que se van a venir a casita. Sus estanterías tienen prácticamente de todos los estilos (quizás lo único que se pueda echar en falta es alguna Lambic o Wild Ale), muy variadas, con muy buena selección y un ojo certero, y por supuesto, también haciendo una buena apuesta por la cerveza artesana nacional, y por supuesto local. En total seis estanterías muy bien nutridas y una nevera bajo la barra para todo el cargamento lupulado. Según me comenta José Miguel, están trabajando para instalar una segunda, así que es posible que ya esté en funcionamento en el momento de publicar esta entrada.

La selección germana está compuesta por Weihenstephaner, Ayinger, Augustiner, Schlenkerla, Schneider, Spaten, Hofbräu y alguna que otra cosica más. También contaban con varias Lagers checas que se salen de lo típico, como Krusovice, que hacía muchísimos años que no me topaba con ella. Entre la selección belga (interminable) destacamos Rodenbach, De Dolle, Rulles, The Musketeers, De Halve Maan, Boostels, Verhaeghe, Brasserie d'Achouffe, St. Bernardus, Het Anker, Huyghe, Hoegaarden, Van Steenberge, Van Honsebrouck y un largo etcétera. El elenco trapistas estaba compuesto por Westmalle, Chimay, Spencer, La Trappe, y Rochefort.

Entre la selección nacional destacamos Cosa Nostra, Zeta, Valentium, Laugar, Bidassoa, Caleya, Dougall's, La Quince, Oso, Dos Dingos, Ocean Beer y Cierzo entre muchos. Y del resto del globo Rogue, Lervig, Frau Gruber, Stigbergets, Prizm, Stone, Põhjala, Amundsen, Anchor, Samuel Adams y muchísimas cositas más. A destacar también una pequeña selección de cervezas sin gluten y otra de cervezas sin alcohol. Aún teniendo muchísima variedad en cuanto a estilos, marcas y procedencias se refiere, José Miguel me comenta que aún pudiendo tener mucha más, prefiere dar rotación a su producto para que el cliente siempre pueda encontrar referencias nuevas, y además las pueda comprar lo más frescas posibles.

En Bendita Birra no solo podemos encontrar cervezas, también cuentan con una notable oferta de glassware para poder disfrutar de nuestro líquido más preciado en el vaso más adecuado. Y si no tenéis la posibilidad de ir hasta el mercado de Ruzafa no os preocupéis, tienen una página web estupenda y realizan envíos a toda España.

Hasta aquí todo por hoy. Desde aquí queremos enviarle un fuerte abrazo a José Miguel y le agradecemos su tiempo y su amabilidad. ¡Volveremos a vernos muy pronto! Todavía tenemos muchos asuntos pendientes por Ruzafa y el ensanche valenciano. De momento, lo que sí vamos a colocarles es su merecidísimo pin en nuestro Mapa Birruno

Bendita Birra                Mercat de Russafa, Plaça del Baró de Cortés 30 (Valencia)              benditabirra.com              652   194   484

10 de mayo de 2022

All In - Small Blind

Primera toma de contacto con la cervecera sueca All In (no confundir con la australiana All Inn) y la verdad es que ha sido un flechazo total, así que espero dar con más ejemplares de los de Gotemburgo para ampliar mis conocimientos sobre la marca.

La cerveza en cuestión se llama Small Blind ,de estilo India Pale Ale y ha sido elaborada con malta (no especifica de qué, intuyo que solo de cebada), lúpulos Simcoe y Mosaic y levadura London Fog.

La sirvo en vaso shaker y presenta un bonito color albaricoque. Viene turbia (supongo que debido a la levadura London Fog, que es para New England IPAs) pero sin llegar a darle del todo ese aspecto de biofrutas característico de las cervezas de Vermont.

En nariz ya es un delirio, con aromas de mango, maracuyá, papaya, melocotón y mandarina. Una absoluta locura. En boca es puro trópico, con el mango y la fruta de la pasión como protagonistas. Un poquito de corteza de mandarina y un suave amargor final acaban de rematar la faena. Un tanto sedosita, aunque entra sola. JO-YA-ZA. 6,0%. Comprada en la General de Begudes de Valldoreix. Lata de 33cl.

9 de mayo de 2022

Cantillon - Vin Santo

Y con gran dolor finiquitamos el lote de 5 botellas de Cantillon que nos trajimos del Zwanze Day 2021, la última en caer ha sido la Vin Santo, una Fruit Lambic elaborada en colaboracion con los viñedos italianos Tenuta di Capezzana (Toscana).

Cantillon pone una Lambic de dos años y Tenuta di Capezzana las uvas Trebbiano.

La sirvo en la copa del evento y muestra un color claro, pálido, con tonos que tienden al dorado. Un poco velada. La carbonatación es vivaz, aunque la espuma desaparece en un visto  y no visto. Sí nos queda una buena retención del carbónico, que nos dejará una sensación picosilla en la lengua durante toda la degustación gracias a su fina burbuja.

La acerco a la nariz y nos dispara a bocajarro. Mucho cuerazo, mucha madera, notas avinagradas y de vino añejo. En boca tiene cierta sensación terrosa, y resultando muy seca al final. Áspera, con notas de pera muy notables, mucho cuero, madera y el ácido acético marca de la casa que no falte. Bastante intensita, quizás no sea la Fruit Lambic más fina de Cantillon, pero que vamos, no decepcionará a ningún fan, eso está garantizado. Mejora conforme se atempera. Ojito, 7,0%. Costó 30€. Botella de 75cl. Entre 3 pica menos. Le dedicamos la reseña y el brindis al amigo Embracing Darkness.

6 de mayo de 2022

Caracole - Ambrée

Nunca le había prestado atención a la cervecera valona Caracole hasta que leí un artículo en El Mundo donde explicaba la peculiaridad de esta pequeña cervecera.

Pues sí, lo reconozco. Entono el mea culpa. Nunca despertó mi atención y siempre que me topaba con ella en alguna tienda se quedaba allí criando polvo. Tras leer el artículo ahora me la miro con mucho más cariño y merece todos mis respetos. Eso sí, me ha costado volver a dar con ella porque le han cambiado la etiqueta.

La cervecera en cuestión lleva desde 1765 elaborando la cerveza de la misma manera: con una lumbre de leña. El proceso realizado de esta manera resulta muy lento, de ahí el nombre de la cervecera.

Hoy vamos a abrir su Ambrée -que es la única que he encontrado de momento- de estilo Belgian Strong Amber Ale. La sirvo en copa TeKu y presenta un color efectivamente ambarino, acaramelado, y con mucha turbidez, viene con bastante poso y partículas en suspensión. La carbonatación es muy abundante y genera una gruesa capa de espuma muy compacta y persistente de color blanco roto. En nariz destaca el aroma a cereal y levadura belga. En boca resulta dulzona, me hubiera gustado un pelín menos de dulzor, pero estaba dentro de lo soportable. Notas de caramelo, el cereal bien presente y el toque belga que no falte. Tiene bastante cuerpo, pero no llega a hacerse pesada. El alcohol considero que está bastante bien integrado, no se nota nada en sabor, aunque reconozco que se me subió un poco. Me hubiera gustado un trabajo un poco más fino, pero no obstante considero que estaba rica y la experiencia fue placentera. Me la bebí con mucho cariño, también hay que decirlo. 7,9%. Comprada en la vinoteca La Viña de Benicàssim por2,24€.

1 de mayo de 2022

Cata vertical de Orval

 
El pasado domingo 28 de febrero organicé en casa mi primera cata vertical birruna acompañado de unos amigos. ¿Qué? ¿cómo? ¿por qué? Bien, vayamos por partes. Lo primero que hay que aclarar es lo que es una cata vertical. Yo en su día tampoco lo sabía, así que no está de más explicarlo a los lectores y quién sabe, a lo mejor consigo que se animen a participar en una. Una cata vertical consiste en catar una misma cerveza de añadas diferentes, con el objetivo de analizar y disfrutar de los cambios que se producen tras el paso prolongado del tiempo. Sabido esto, a continuación os explicaré detalladamente cómo empezó a gestarse la cosa, cuando comencé a organizarla y el resultado del largo proceso. Comencemos.


Nunca he sido muy dado a envejecer cervezas, partamos de aquí. Entiendo que la cerveza hay que consumirla fresca y que el maestro cervecero -que es quien mejor la conoce- me la va a vender en su momento óptimo para el consumo. En la mayoría de casos, el envejecimiento de la cerveza a lo único que nos va a llevar es al desastre. En cambio, en una minoría de casos esa evolución puede (en ningún caso es garantía de éxito) aportar interesantes matices y cambios. Personalmente tengo el hábito de comprar mis cervezas (ya sea en tienda física u online) y refrigerarlas tal cual llegan a casa para poder consumirlas en el menor tiempo posible. Pero, leyendo el blog de Miguel del Baúl de las Cervezas, empezó a picarme la curiosidad de realizar un añejamiento casero.

Antes de envejecer nada en casa hay que plantearse si reunimos las condiciones necesarias para ello. Descartemos la nevera, puesto que a esa temperatura la levadura va a estar prácticamente sin actividad y poco va evolucionar, o al menos, no como nos interesa. La premisa es envejecer las cervezas en un lugar totalmente oscuro y con una temperatura estable. En mi caso, el lugar donde las puedo almacenar es en el trastero, que está en un subterráneo, concretamente en una planta -2. Antes de empezar a hacer mis experimentos realicé varias tomas de temperatura durante el año, para no llevarme futuros disgustos. Durante el día, en ese lugar, la temperatura es bastante estable. Ahora bien, a lo largo del año pueden haber diferencias de hasta 11º entre febrero y agosto. No sé si son las condiciones perfectas para un envejecimiento correcto, pero a pesar de todo, empecé a añejar mis primeras cervezas allá por 2015.

Cuanto a estilos se refiere, no todos son óptimos para un envejecimiento prolongado. Descartad todas las IPAs y cervezas donde el lúpulo sea el protagonista, es un fracaso garantizado. A mí lo primero que me vino a la cabeza fue envejecer Imperial Stouts. Hice un par de pruebas y, sinceramente, a mí personalmente no me valió la pena la espera para los resultados que obtuve. Ninguna de las cervezas añejadas consiguió ponerme en éxtasis y lo más frustrante de todo es que tampoco podía compararlas con las originales. Dicho esto mi consejo es el siguiente: Si vais a añejar cervezas con el objetivo de realizar una futura cata vertical; 1) Aseguraos de que sea una cerveza fácil de encontrar y que por tanto la podáis conseguir cada año. 2) Que no sea una cerveza muy cara para evitar futuros dramas. 3) Aseguraos que esa cerveza sea de un estilo que tras el paso del tiempo os pueda ofrecer algo interesante. Escribid al maestro cervecero, hablad con el tendero, preguntad en foros y redes sociales birrunas.

En mi caso tuve muy en cuenta estas tres premisas y la candidata fue la cerveza trapista Orval. La voy a poder conseguir muy fácilmente cada año. Por 12 euritos puedo contar con 6 añadas diferentes. Y, por último -y más importante- es una cerveza que lleva Brettanomyces, que es lo que va a hacer interesante este envejecimiento. Este tipo de levadura, que ya de por sí aporta un toque ácido a la cerveza, tras el paso del tiempo va a cambiar considerablemente el sabor de ésta.

Una vez tuve clara la candidata vino la parte más aburrida. La de esperar 6 años para realizar la cata. Por suerte Orval es una cerveza altamente disfrutable, y durante la espera estuve bebiéndome como mínimo una al año con el objetivo de tener muy claro y reciente cómo es la cerveza original. Así que cada año me compraba varias botellas, algunas para el consumo y una para la guarda. Los que me leéis con asiduidad sabéis de sobra que soy de esos a los que llaman "beer hunters" y me gusta siempre catar cervezas diferentes. Pero con el caso de Orval no me supone ningún drama repetir las veces que haga falta. Si os parece una aberración tener que esperar varios años para realizar vuestra cata vertical, siempre podéis recurrir a tiendas especializadas que se dediquen a organizarlas o directamente comprar el pack ya hecho. Me consta que el de Orval lo venden en varias negocios, tanto en tiendas físicas como online. Como decimos aquí: "Pagant Sant Pere canta". A mí me pareció más romántica la idea de realizarlo todo yo mismo, con el amor y la paciencia que ello supone, y ya de paso conocer las posibilidades birrunas de mi trastero como benefactor o asesino de birras.

Tras la primera adquisición, la idea primigenia era realizar la cata vertical en verano de 2021 -cinco años después- justo antes del vencimiento de la fecha de consumo preferente, pero unas obras en casa -que se alargaron más de lo deseado- postergaron el evento a febrero de 2022, con la botella más antigua ya fuera de fecha. Se cataron los ejemplares de 2016 hasta 2021. Hasta el último día estuve buscando alguna botella de 2022 sin éxito. Es más, estamos ya casi en mayo y aún no he dado con ninguna. La cata la realizamos cuatro personas: mis apreciados amigos David Rius y Marina Murtra, mi esposa y yo. Para mi mujer y para mí utilizamos copas TeKu. Para David y Marina copas de vino. Solo tengo un juego de 6 TeKus en casa, qué se le va a hacer.


Antes de comenzar me pareció importante preparar unos manteles individuales marcando la ubicación de cada cerveza, con el objetivo de no mezclar las copas y evitar que el largo proceso acabase en fracaso. También preparé un cuenquito con palitos de pan para intentar neutralizar un poco el paladar en caso de que fuera necesario.

Abrí todas las cervezas a la vez. Los que me leéis sabéis que suelo "escanciar" las cervezas con el arte y salero que me caracterizan, pero en esta ocasión las serví con sumo cuidado. Pese a ello todas las cervezas presentaron muchísima carbonatación (no hubo ningún géiser) generando una gruesa capa de espuma de color marfil, bastante duradera. Ninguna variación de color, ni en el líquido ni en la espuma.


2021

Pese a que habían pasado varios meses, no observé cambios significativos con la última que bebí, en agosto de 2021. Se puede considerar que aún estaba bastante joven y que el paso del tiempo todavía no había influido en ella. Es una cerveza que me encanta así tal cual, y que vale la pena disfrutarla fresca cada año. Aún fresca, con notas de manzana, pera y membrillo, con el puntito belgiany y con el amigo Brett muy suave. Qué os voy a contar que no sepáis ya. Riquísima.


2020

En la edición de 2020 ya podemos observar algunos cambios. Aún joven, manteniendo todo el sabor de la fruta, y con todo el dulzor del cereal. Mucho predominio de la malta pero con el puntito de Brettanomyces más interesante y muy refrescante. Nos pareció muy rica e interesante, con tan solo año y medio de guarda. Fue de las que más nos gustó, y la favorita por unanimidad entre el sector femenino.


2019

El ejemplar de 2019, con casi tres años de guarda nos pareció muy interesante, entre las tres mejores de la cata. Aquí ya las notas afrutadas habían perdido prácticamente su presencia. Sigue predominando el cereal. La levadura empieza a cobrar más protagonismo, el punto belgian mucho más marcado, muy sabrosa y con el amargor del lúpulo intenso, pero sin pasarse de rosca, y una sequedad final más que notable por haber perdido gran parte de los azúcares. El puntito de Brett con una vuelta más de rosca.


2018

Ésta fue sin duda la añada que nos dejó indiferentes a todos. Sin decirnos nada, solo tuvimos que observar al final de la cata para darnos cuenta que fueron las copas que se quedaron más llenas. Predominio del cereal y bastante sequita. Nada de fruta. Sin destacar el Brett. Sin demasiada gracia. Yo creo que más que una mala evolución de la cerveza, probablemente es que no estuviera fina de inicio. No recuerdo donde la compré.


2017

La edición del 2017 fue de las mejores de la cata, por no decir la mejor. La cosa estuvo reñida entre la de 2020 y ésta. Nos gustó muchísimo a todos, pero más al sector masculino. Muy interesante, con el Brettanomyces muy marcado pero sin llegar a chirriar. Nada de dulzor, extra seca, con bastante sabor de cereal aún, muy belgian y muy compleja. Nos encantó


2016

La edición de 2016, ya fuera de fecha, nos vino como anillo al dedo para darnos cuenta de cómo afinan la cerveza desde la fábrica. Dan 5 años de consumo preferente y realmente esto es así. Conocen su producto a la perfección y saben exactamente cuando va a empezar a flojear. De entrada nos saluda Brett en nariz. Con bastante carácter belgian también en nariz. El cereal sigue presente. Nada dulce, con el azúcar totalmente consumido. El lúpulo se nota muchísimo más, dejando un final ultraseco. En boca el Brett está muy marcado, en ese punto que ya comienza a resultar chirriante. Quizás la más compleja de todas, pero yo personalmente no la añejaría más de cinco años.