Augustiner - Dunkel

Llegamos a final de mes con nuestro Oktoberfest particular. Si alguien pensaba que hoy me iba a poner gallumbos de calabazas y a reseñar una Pumpkin Ale siento decepcionarle.

La que faltaba pal duro: Augustiner. Una de las seis cerveceras oficiales del Oktoberfest muniqués. Este año no hemos podido conseguir su Festbier, así que vamos a consolarnos con su Dunkel que, ojito, no es moco de pavo.

La sirvo en mi jarra de hoyuelos con el arte y salero que me caracterizan. Presenta un color tostado, cobrizo, con bonitos tonos rojizos y castaños. La carbonatación es bastante abundante, y podemos crear una gruesa capa de espuma de color hueso, compacta, cremosa y de persistencia media.

En nariz podemos disfrutar de agradables aromas tostados, que nos recuerdan al bizcocho, panadería e incluso caramelo y sirope. En boca es una cerveza muy sabrosa, a la par que ligera de trago. Entra con muchísima alegría. Sabor tostadito, notas de galleta, un fondo rico de cebada y un puntito dulce suave, acaramelado. Muy rica, y la verdad es que el medio litraco se queda muy corto. Ultrabebestible. 5,6%. Comprada en Beerstore Barcelona por 2,30€.

Heller - Aecht Schlenkerla Rauchbier Kräusen

Seguimos de Oktobefest, seguimos en Baviera, aunque hoy nos vamos a desplazar hasta la región de Franconia, concretamente a la localidad de Bamberg, célebre por alojar varias cerveceras de prestigio, Heller entre ellas.

Durante mi penúltima visita al Bar Bocamoll de Sant Cugat, hice mella en sus neveras, y una de las elegidas para deslizarse por mi esófago fue la Kräusen de los mencionados alemanes.

En la cerveza de hoy confluyen dos peculiaridades: el toque ahumado marca de la casa y la técnica del kräusening. Con esta técnica (que yo sepa) creo que tan solo he catado dos referencias, la de hoy y la de Faust. Esta última estaba disponible cuando realicé mi compra en Beerstore para mi Oktoberfest casero, pero como suelo aturullarme muchísimo en este tipo de tiendas con tantísimas referencias, finalmente me la olvidé en la estantería. Ya volveré.

La técnica del kräusening consiste en añadir cerveza joven a cerveza madurada durante mucho tiempo, de manera que la cerveza vieja se ve complementada con la vivacidad de la cerveza joven, a la vez que adquiere matices más frescos. Amén de aportar nuevos azúcares fermentables que mantendrán el conjunto con una carbonatación adecuada. Los belgas directamente habrían añadido azúcar para este propósito, pero en Alemania, la ley de la pureza de 1516 prohíbe esta práctica, de manera que las cerveceras teutonas tuvieron que tirar de ingenio y recurrir al kräusening.

El ejemplar Schlenkerla consiste en madurar la Helles de la casa durante un tiempo prolongado en los profundos túneles bajo el Stephansberg de Bamberg. Posteriormente, se realiza el kräusening añadiendo la Märzen joven de la casa, de manera que nos queda una cerveza a caballo entre ambas.

La sirvo en el vaso shaker que me proporciona el establecimiento, que no pega ni con cola. Presenta un color ambarino, intenso, límpido. Carbonatación abundante y espuma blanca, compacta y persistente. En nariz nos saluda ese característico aroma ahumado marca de la casa. En boca es una cerveza ligera de trago, en ese sentido, la mezcla tiende más hacia las Helles. En cuanto a sabor, la balanza se inclina claramente hacia la Märzen, con el ahumado bien presente, aunque no tan intenso. El resultado de la mezcla es una cerveza más ligera, con la bebestibilidad de la Helles, que entra con alegría, pero bastante más sabrosa que ésta (que es la más suave de la casa). Sin llegar a ser tan intensa como la Märzen, es también bastante sabrosa, pero sin llegar a resultar cansina en ningún momento. La verdad es que entra con facilidad. Puntito acaramelado, puntito tostadete, y final de amargor notable (30 IBU) La verdad es que la he disfrutado muchísimo. 4,5%.

Weihenstephaner - Kristall Weissbier

Y no podían faltar en nuestro Oktoberfest casero los bávaros Weihenstephaner, que aunque no sean una de las seis cerveceras oficiales del Oktoberfest muniqués, a ver quien es el guapo que le hace ascos a alguna de sus cervezas.

Por casualidades dela vida, fuimos a dar con su Kristall Weissbier. Hago inciso. Vamos a beer, ¿A qué centutrio/a/e le resulta molesta la turbidez de una cerveza Weizen como para que lleguen a fabricarse a nivel industrial las Kristallweizen? Es un subestilo que nunca entendí, y que solo compro para conseguir la puta insignia de Untrapper (que por cierto, ya solo me falta una). Fuera como fuere, la de hoy es la mejor -con diferencia- que he probado de este género.

Vierto en vaso alto para cervezas de trigo. Luce un color dorado muy claro, totalmente cristalino, sosuno, y con cero turbidez, que es el objetivo de las cervezas Kristall Weizen. Muy bien de carbonatación, eso sí. Con mis dotes de escancie logro sacarle una copiosa corona de espuma de un blanco inmaculado. Muy compacta, muy cremosa y muy persistente.

Asomo la napia y nos saluda con un sabor intensamente especiado, donde predomina claramente el clavo. Más tarde, en una segunda fase olfativa, podremos disfrutar de esos aromas a banana tan característicos del estilo. Me puede el ansia y le doy el primer tiento, acción que produce un blanco bigote en mi rostro. El primer sorbo es un chute intensísimo de clavo, riquísima. En boca quizás no sea una cerveza con el cuerpo y la rotundidad de la Weizen original de la casa, pero afortunadamente, el sabor es bastante fidedigno. Muy sabrosa, con el trigo bien presente, nos recuerda mucho al pan. Aparece la banana, riquísima, que se va alternando con el clavo y el pan, que es como beberse un bocata de frutas y especias. Sabrosísima, espectacular, y si me la enchufan en una cata a ciegas nunca hubiera imaginado -salvo por la sensación en boca- que se tratara de una Kristallweizen. No soy muy adepto a este invento de las Weizen cristalinas, pero lo cierto es que con ésta, Weihenstephaner se ha salido. La he disfrutado muchísimo. 5,4%. Comprada en Beerstore Barcelona por 1,90€. Botella de 50cl.

Flötzinger - Rosenheimer Märzen

Y seguimos con nuestro Oktoberfest particular, aunque en esta ocasión no nos vamos a centrar en las seis cerveceras muniquesas oficiales del Oktoberfest, nos vamos a ir un pelín más al sur, no muy lejos de Múnich,  concretamente hasta Rosenheim para realizar nuestra primera toma de contacto con la cervecera Flötzinger, que desconocía hasta la fecha. Eso sí, lo vamos a hacer con una Märzen, como impera este mes.

La cerveza en cuestión se llama Rosenheimer Märzen (no se han quebrado demasiado la cabeza los teutones) y cae grácil y brillante en mi jarra de hoyuelos. Luce un color dorado subido, límpido, sin impurezas ni turbideces. Carbonatación muy abundante, espuma de color blanco, compacta y persistente.

En nariz básicamente cereal. En boca no es precisamente una cerveza ligera, viene un pelín más cargadica que otras referencias del estilo. Básicamente maltosa, de sabor rico, con un puntito tostado agradable, pero no especialmente demasiado sabrosa. Cero amarga (16 IBU). 5,6%. Me ha parecido correctita, pero no me ha entusiasmado. Comprada en Beerstore Barcelona por 2,10€. Botella de 50cl.

Schneider Weisse - Tap 04

Pues no, hoy no vamos a tener por aquí la Festbier de Augustiner. Nos hubiera encantado hacer un 6/6 con todas las cerveceras oficiales del Oktoberfest pero nos ha resultado imposible hacernos con un ejemplar de esta última, que aún se nos resiste. Como premio de consolación tenemos su Dunkel en la nevera, así que no tardará en aparecer por aquí.

Y hablando de hacer plenos. El que sí vamos a conseguir es el pleno  de todo el catálogo base de Schneider Weisse. Teníamos todos los números a excepción de la Tap 04, que es la cerveza que tenemos hoy por aquí. Por fin logramos sacarnos esta espinita.

Saco la chapa -otra para la colección- y sirvo la Festweisse en vaso alto para cervezas Weizen. Luce turbia, de color entre dorado y anaranjado. Dadas mis dotes escanciadoras logro llenar prácticamente unas 3/4 partes del vaso de espuma, mientras la cosa se asienta, vamos leyendo la etiqueta, tomando las fotos correspondientes y toda la retahíla de actividades típicas de la ceremonia birruna. Acabo de servir el resto del líquido (ahora con más cuidado) hasta lograr las proporciones de cerveza y espuma que podéis apreciar en la instantánea. Corona de giste muy gruesa, compacta, cremosa y muy persistente de color blanco.

Asomo el napial. Lo primero que me llega es una bofetada de clavo impresionante. Muy intenso el aroma especiado. Más adelante entra en tromba la banana, también intensita. Procedo al primer sorbo. La primera impresión al dar el primer trago es de chutarse clavo en vena. Más adelante, vamos descubriendo sabores que nos recuerdan al pan, el evidente sabor a trigo, y altas dosis de banana debido al acetato de isoamilo, un éster muy majo. Continuamos disfrutando del sabor y aroma a clavo durante toda la cata. Muy especiada, muy sabrosa, incluso con un punto de umami que es una locura. Amargor final suavecito (28 IBU). Deliciosa. 6,2%. Comprada en Beerstore Barcelona por 2,65€. Botella de 50cl.

Paulaner - Oktoberfest Bier

Continuamos con nuestro Oktoberfest casero. Hoy toca la cuarta de las seis cerveceras oficiales del Oktoberbest muniqués: Paulaner. Ya os avanzo que os voy a ahorrar la entrada de la Höfbrau Oktoberfestbier que reseñé el año pasado.

Paulaner se caracteriza por sus célebres cervezas de trigo, pero ¡ojito! que también tienen alguna que otra Lager que es una delicia. Su Munich Helles no me parece una cerveza especialmente destacable (al menos, en las condiciones en las que me llegó), pero la Oktoberfest Bier que reseñamos hoy me ha parecido una joyaza.

Elaborada con maltas Munich y Pilsen y los lúpulos Herkulus y Hallertauer Tradition.

Escancio la Festbier en mi jarra de hoyuelos, presentando un color dorado claro, cristalino, sin impurezas. La carbonatación es abundante pero sin idas de madre, cosa a destacar dadas mis tendencias asturianas a la hora de servir cervezas. Espuma blanca, compacta y de persistencia media.

Asomamos la napia para disfrutar de un intensísimo y asombroso aroma a cereal que incita a darle al tema con premura. En boca entra que es una gozada. Ultrabebestible. En ningún momento parece que tenga un 6,0% de alcohol. Muy crispy, ligerita de trago y muy fina, mas de intensísimo y riquísimo sabor a cereal. Cuenta con un puntito dulce que nos recuerda a la miel. Final moderadamente amargo. Entró fina, fina. Muy rica. Comprada en Beerstore Barcelona por 2,00€. Botella de 50cl.

Löwenbräu - Oktoberfestbier

Otra de las seis cerveceras oficiales del Oktoberfest es Löwenbräu, fundada en Múnich en 1383.

En numerosísimas ocasiones hemos disfrutado de su Munich Helles, pero hasta la fecha nunca habíamos tenido ocasión de catar su Festbier, que es la que nos atañe hoy.

Sirvo Oktoberfestbier (que es como se llama la criaturica) en mi jarra de hoyuelos. Luce brillante, límpida y de color dorado, coronada por una gruesa capa de espuma de un blanco inmaculado. Muy compacta, muy cremosa y bastante persistente.

En nariz destaca el aroma a cereal, aunque también podemos apreciar un puntito de lúpulo muy sutil. En boca es una cerveza claramente de perfil maltoso. Ultrabebestible, entra con una alegría pasmosa. Muy crispy, es una delicia muy refrescante, perfecta para aplacar la sed, con un puntito herbáceo de lúpulo muy suave y un final de amargor moderado muy rico. Me ha parecido riquísima. 6,1% ultra bien integrados. Comprada en Beerstore Barcelona por 2,00€. Botella de 50cl.

Hacker Pschorr - Oktoberfest Märzen

Continuamos con otra de las seis cerveceras oficiales del Oktoberfest. Ya sabéis lo afines que son los alemanes a las leyes de la pureza, lo ario y todas estas movidas.

Hoy pasa por primera vez por el blog Hacker Pschorr, formada por las cerveceras Hacker y Pschorr, fusionadas desde 1972. Ojito porque la cervecera Hacker existe desde 1417, casi un siglo antes de la implantación de la Reinheitsgebot.

El ejemplar con el que pudimos hacernos para celebrar nuestro particular Oktoberfest casero fue su Oktoberfest Märzen.

La sirvo en mi jarra de hoyuelos, presentando un bonito color entre ambarino y cobrizo, de tonos tostados. Bien de carbonatación. Corona de espuma gruesa, compacta, cremosa y persistente de color blanco roto.

En tocha podemos disfrutar de un agradable aroma a cebada tostada. En boca es una cerveza de cuerpo medio, muy sabrosa, pero que entra con brutal facilidad. Predomina el cereal, con notas tostadas muy ricas y un pelín acaramelada. Muy rica, sabrosona y entra pasmosamente bien, insisto. Cuenta también con un saborcito floral muy delicado que es una locura, y por último, un amargor final herbáceo bastante marcado. Joder, qué cosa más rica. 6,1%. Comprada en Beerstore de Barcelona por 2,00€. Botella reutilizable de 50cl.

Spaten - Oktoberfestbier

Vamos a comenzar la semana a tutti de cerveza alemana. Tras nuestra última visita al Beerstore de Barcelona, pudimos hacernos con un buen cargamento de birra teutona para montarnos un buen Oktoberfest casero, así que os esperan unos días de birra germana por un tubo.

Pegamos el pistoletazo de salida con Spaten, una de las únicas seis cerveceras oficiales del Oktoberfest. En numerosísimas ocasiones hemos orinado su Helles (que por cierto, me percato de que aún no la he reseñado) pero nunca habíamos catado su Festbier, cerveza de la que tenía muy buenas referencias. Aprovecho también para aclarar que las Festbier y las Märzen son estilos diferentes.

Abro la botella de Oktoberfestbier y la escancio con alegría y soltura mientras mi mujer me lanza un pretzel a modo de frisbee, lo muerdo al vuelo y mis tres hijos bailan al corrillo ataviados con el clásico traje tirolés. Luce brillante, dorada, límpida y resplandeciente en mijarra de hoyuelos, con una inmaculada capa de espuma blanca, cremosa y compacta ultrapersistente. En nariz podemos disfrutar del aroma del cereal, que nos recuerda al pan.

En boca es una cerveza muy bebestible, muy crispy, invita a darle con alegría. El sabor a cereal es limpio, nítido, muy rico, un puntito dulce, con notas ligeras de miel. Aparece también un toque muy sutil de lúpulo que aporta un sabor floral muy rico, notas herbáceas tenues y un amargor final notable. 5,9%. Riquísima. Joder, si se la toma Woody Allen le entran ganas de invadir Polonia. Me costó 2,00€. Botella de 50cl.

Cerveseria Sant Jordi - Cardedeu

 

Mi cuñado reside en Cardedeu, así que era cuestión de tiempo que nos acabáramos pasando por alguno de los espacios que tiene la cervecera Sant Jordi en dicha localidad. Sant Jordi lleva diez años (se dice pronto) elaborando cerveza en el edificio modernista de Cal Peó (donde actualmente realizan visitas y además tienen zona de degustación), y hace relativamente poco adquirieron el Cafè de la Plaça de delante de la iglesia -en pleno corazón del pueblo- a modo de taproom, y también abrieron una embajada en Barcelona (justo al lado del teatro del Liceo) a la que han llamado Tabarlot. Vamos, que los del Vallès Oriental se están montado un pequeño emporio en toda regla. Al antiguo Cafè de la Plaça ya había ido en más de una ocasión (aquí reseñe una 7 Fjell que disfruté allí), y ya por aquel entonces tenían una nevera de craft beer muy currada, por lo visto el hijo de la propietaria era un beer geek. La verdad es que desconozco qué circunstancias se dieron para el traspaso del viejo café, pero el caso es que actualmente Sant Jordi ha plantado allí su sede en pleno centraco de Cardedeu.

Una de esas mañanas que estaba por Cardedeu, le propuse al cuñater tomarnos unas birras en la fábrica modernista de Sant Jordi. Previamente, telefoneé para cerciorarme que tenían la fábrica abierta. Lamentablemente estaba cerrada, pero la chica que me atendió al teléfono me indicó que podíamos ir a la cervecería del centro. Y así lo hicimos.

El local es bastante versátil. Dispone de una agradable terraza en zona peatonal, donde podemos disfrutar de nuestras cervezas al aire libre, y el interior cuenta con dos plantas. Abajo, nos recibe un angosto paso comprendido entre la alargada barra y la escalera. Allí tienen diez tiradores, con prácticamente todo el catálogo de Sant Jordi. Delante de la barra tenemos unos taburetes para disfrutar de unas cervezas teniendo un contacto más directo con el personal. Al fondo, el espacio se ensancha un poco, y allí hay algunas mesas para poder comer algo más cómodo. También se ubica la nevera donde guardan su género embotellado y enlatado.

Arriba, disponen de un espacio más amplio y luminoso, con ventanales que aportan luz natural, y donde se pueden disfrutar de unas cervezas tranquilamente mientras el deporte rey lo permita. Tienen un gran televisor que intuyo debe ser para retransmitir los partidos de fútbol. Arriba también es el lugar perfecto para realizar catas, formaciones y demás eventos cerveceros, amén de meterse una buena paella (ahora iremos a desglosar la carta).

Al ubicarse en un lugar emblemático, tienen la clientela garantizada, independientemente de si son acólitos del craft o no. Los cardedeuencs suelen tomar el vermut en las terrazas de la plaza de la iglesia, así que es un lugar concurrido. Pero,  ¡ojito! porque la carta que tiene la Cerveseria Sant Jordi es acojonante, de manera que el negocio funcionaría igual de bien independientemente del tipo de cervezas que se sirvieran allí. Tiene lógica que si tienen una carta de calidad, tengan cervezas de calidad. Es algo que parece muy obvio, pero que en la mayoría de negocios hosteleros (incluidos tres estrellas Michelin) no suele ser así.

La carta es muy extensa y versátil, por lo que podemos ir a tomarnos unas tapas, quedarnos a comer en plan pro o cenar unos bocatas. Al tanto.

En la carta del mediodía disponen de patatas bravas, nachos, huevos fritos con patatas y jamón de bellota, anchoas del Cantábrico, esqueixada de bacalao, varias ensaladas, alcachofas a la brasa con salsa romesco, caracoles a la llauna, pies de cerdo, entraña de ternera a la brasa, lubina a la donostiarra, bacalao con verduras de temporada, mollejas de ternera a la brasa y pollo al ajillo. Arroz con costilla de cerdo con verduras y setas de temporada, arroz a la marinera, arroz negro y fideuà.

En la carta de noche cuentan con todo lo anterior (exceptuando los arroces) añadiendo fingers de pollo, alitas de pollo rebozadas, patatas fritas con chili, fish and chips más toda la lista de bocatas: beicon con queso, frankfurt especial, mallorquín de sobrasada con queso, el Montseny de salchicas con cebolla caramelizada y queso provolone y además varios tipos de hamburguesas.

Nos hubiera gustado quedarnos a comer un arrocito en la terraza y dar un buen repaso a la carta, pero por lo complicado de las circunstancias, tan solo pudimos tomarnos unas birras rápidas y acompañarlas con media ración de bravas.

Durante lo breve de la visita estuvimos muy a gusto. La terraza es muy agradable, soleada y libre de coches. Y el interior muy bien aprovechado y con multitud de rincones. Personal rápido, atento y agradable. Nada más, procedemos a colocarles su correspondiente pin en nuestro Mapa Birruno y a enviar al aquipo de Sant Jordi un saludo. Esperamos volver pronto y así poder profundizar en su carta como se merece. ¡Hasta la próxima!

Balance de daños:

-Sant Jordi - Tropic Suc. Para comenzar la jornada comenzamos con la New England India Pale Ale de la casa. Muy rica, sedosita, y con el lúpulo como protagonista, que aporta sabores que nos recuerdan a la fruta de hueso y la fruta tropical. EIPA. fruta tropical y de hueso mango melocoton sedosita rica

-Sant Jordi - Alè de Drac. Cuñater apostó por la American Amber Ale de la casa elaborada con las maltas Maris Otter, Cara-Red, Melanoidin y Special B,y los lúpulos Columbus y Cascade. 5,5%.

-Sant Jordi & Synera & L'Arrossera - A Cap Cap Cap. Seguí en la línea hazy con esta otra NEIPA elaborada a tres bandas. No he encontrado nada acerca de la receta. Muy similar a la Tropic Suc, con sabores intensos a mango y melocotón. 5,4%.

-Sant Jordi - Cuca. Cuñater acabó con la American IPA de la casa, elaborada con maltas Pale y Crystal y los lúpulos Columbus, Cascade y Citra. Muy herbácea, cítrica y muy amarguita (59 IBU). 6,8%.

Cerveseria Sant Jordi            Plaça de l'Església 5, Cardedeu (Barcelona)            www.cerveseriasantjordi.cat                info@cervesasantjordi.cat             93  846  22  52

Kom Beer - Ovella Negra

Y si pensabais que lo de ayer era una anomalía, pues ¡toma! Hoy toca una Imperial Stout de Kom Beer. Sí, los de Manlleu saben hacer más cosas además de zumazos de lúpulo.

Bien, la cerveza en cuestión se llama Ovella Negra, es una Imperial Stout elaborada con malta de cebada (no especifica tipos), avena, maltodextrina, agua, lúpulo (no especifica variedades) y levadura.

La sirvo en copa, y en el afán de que surgiera una bonita cascada, escancio a tope como si fuera el 8 de septiembre. Finalmente yerro en el cálculo y la cosa se va de madre, dejando copa y encimera hechas un asquito. Mientras reparo el sidral la espuma va bajando, pero puedo realizar la instantánea que podéis apreciar.

Corona gruesa de espuma, compacta, cremosa y duradera de color café con leche. La cerveza luce totalmente negra, opaca y de aspecto muy oleoso. En nariz nos da notas intensas de regaliz. En boca es una cerveza con más cuerpo que The Rock, sedosa, agradable al tacto. El sabor nos recuerda mucho al café, también al sabor de la malta tostada -que no quemada- y también al regaliz que podíamos disfrutar en nariz. Bastante amargota al final (48 IBU) y para tener un 9,0% de alcohol, lo lleva bastante bien integrado. Comprada refrigerada en la General de Begudes de Valldoreix por 5,18€. Lata de 44cl.

Kom Beer - Samba

Seguimos por aquí cerquita, con una cervecera muy querida por el que suscribe. Seguramente habréis disfrutado ya de los zumazos de Kom Beer, pero ojito, porque también elaboran otro tipo de recetas que también les quedan muy finas.

Probamos la primera cerveza de los de Manlleu que no es una New England IPA. La joyita se llama Samba y es una Fruited Sour elaborada con malta de cebada, trigo, avena, maracuyá, mango y guayaba.

La sirvo en copa TeKu, presentando un color pajizo, claro, velado. La carbonatación no es especialmente abundante pero dadas mis dotes de escanciador le saco una buena capa de un par de deditos de espuma blanca, compacta y no especialmente persistente.

En nariz nos viene un vendaval de fruta tropical, con también algunos atisbos de la acidez que va a venir en boca. En boca la protagonista es claramente la fruta, de sabores deliciosos, pudiendo identificar perfectamente las tres frutas, que están las tres bien intensitas. El maracuyá aportando ese toque ácido y rico, el mango aportando ese sabor espectacular y ese dulzor tan característico, y la guayaba bien rica y aportando profundidad al conjunto. Muy rica, muy refrescante, aunque para ser honesto, no son el tipo de cervezas que ahora mismo me apetezca comprar. Final nada amargo (16 IBU). 5,8%. Comprada refrigerada en la General de Begudes de Valldoreix por 4,20€. Lata de 44cl.

La Lenta - Ultra Thrash

Volvemos para casita, concretamente a la localidad de Igualada, para realizar nuestra primera toma de contacto con la cervecera La Lenta, que han elaborado esta cerveza para homenajear al grupo de Thrash Metal Crisix.

Como ya os informé en su día, Javi Carry -el baterista del grupo- es vecino de dicha localidad y además es pareja de Lydia, la propietaria de la cervecería La Benzinera, ubicada también en Igualada, de manera que mantienen una profunda amistad con el grupo y la cervecería. Todo queda en casa.

La cerveza en cuestión se llama Ultra Thrash, y se trata de una Session IPA bastante cañera. La receta lleva tres tipos de malta (no las especifica), copos de avena, dos lúpulos americanos (no los especifica), levadura y agua.

La sirvo en vaso shaker, presenta un bonito color dorado límpido, pero en mi afán de llenar el vaso hasta el borde se me fue un poco la mano y cayó todo el poso, dejando el aspecto mucho más turbio. En nariz nos da aromas herbáceos muy intensos. En boca es una cerveza muy sabrosa e intensa. No es demasiado baja de alcohol para ser una Session (4,8%) y la adición de avena hace que tenga un cuerpo considerable y no quede nada aguada. Predominan los sabores herbáceos, de resina, y también afloran notas cítricas agradables y refrescantes. Muy amargota al final (40 IBU). ¡Me la regaló un colega que en su día fue muy thrasher. ¡A tu salud, Charlie!

Girardin - Gueuze (Black Label)

Y como no hay dos sin tres pues hoy repetimos otra vez en Bélgica, en esta ocasión con la cervecera Girardin, que, ¡ojo!. ¡Se estrenan en el blog! Jate tú que pensaba que ya habría reseñado varias cervezas suyas pero me estoy dando cuenta que no.

Pues nada, se le pone remedio al asunto rapidín. Hoy tenemos por aquí su Gueuze, de la que existen dos versiones: la de la etiqueta negra y la de la etiqueta blanca. Los anuncios de turrón Antiu Xixona subliminalmente hicieron mella en mi mente, e instintivamente compré la negra, que claro, debe molar más. En este caso, la diferencia entre la blanca y la negra es que la blanca viene filtrada y la negra sin filtrar. No sé qué hubiera elegido Michael Jackson, pero yo creo que he acertado.

La sirvo en vaso para Gueuzes. Presenta un bonito color dorado clarito. Carbonatación media, espuma blanca, no especialmente densa y no demasiado persistente.

En nariz ya podemos apreciar un aroma a cuerazo bastante heavy. También notas de madera y de vino añejo. En boca no es una cerveza excesivamente ácida, pero sí con sabores intensos que nos recuerdan muchísimo al cuero. Aparece Brett Michaels aportando sabores de establo bastante marcados, surgen también sabores de maderita y un puntito avinagrado que nos aporta Mr. Acetobacter. Sabores también muy ricos de fruta, que nos recuerdan a la manzana y la sidra. Muy seca, muy agradable, no muy ácida y muy afinada. 5,0%. Un buen comienzo. Comprada en Huis Van De Geuze por 3,52€. Botella de 37,5cl.

Oud Beersel - Oude Kriek Vieille

Seguimos en Bélgica. Traemos de vuelta a Oud Beersel, que hacía como año y medio que no nos abríamos nada de ellos. No hay mal que cien años dure. Tranquilidad en las masas.

Hoy nos crujimos guapamente nianoniano la Oude Kriek Vieille. En su día ya nos fundimos la Oude Gueuze Vieille y hoy le toca el turno a su versión cerecil. La proporción es de 400g de cerezas por litro de cerveza.

La sirvo en vaso para Gueuzes, presentando un color rojizo, un tanto oscuro, tirando hacia lo marronoso, teja y con algún deje cobrizo. La carbonatación es muy abundante, y la espuma -de color rosa- es muy compacta, cremosa y muy persistente. Me ha sorprendido este hecho, ya que en la mayoría de Lambics que he probado la espuma suele durar muy poco, e incluso me cuesta fotografiarlas con algo de espuma.

En nariz podemos disfrutar de aromas que nos recuerdan a las frambuesas, las cerezas y las fresas. En boca es notablemente ácida, pero queda perfectamente balanceada con el dulzor de la fruta, que es muuuuyyyyy presente. Mucha cereza, pero los matices afrutados también nos dan matices muy marcados de fresas y frambuesas, que resultan absolutamente deliciosos. No resulta demasiado avinagrada, el ácido acético más bien tirando a bajito, y aparecen unas notas de madera muy interesantes que acaban de redondear el conjunto. Me ha parecido una joyaza y la he disfrutado como un gorrinaco en un lodazal. Tremenda. 6,0%. Comprada online en Huis Van De Geuze por 4,02€. Botella de 37,5cl.

Brasserie d'Achouffe - Chouffe Sans Alcool

Arrancamos el dominguito con otra opción sin alcohol. En esta ocasión, tiramos del gnomo más famoso de Bélgica. Aquí en España sería David, pero en le pays des mules-frites es sin duda el enano de la icónica Brasserie d'Achouffe.

Normalmente solemos probar todas las referencias de esta gente, incluida su cerveza Low Alcohol, que es la que toca hoy. Chouffe Sans Alcool reza su etiqueta, pero lo cierto es que lleva un 0,4%. Olé vuestros huevazos. Lo que se dice sans alcool sans alcooooooool... pues como que no.

La receta lleva agua, malta de cebada, malta de trigo, lúpulo, especias (no las especifica)  y extractos de lúpulo. Me ha sorprendido que no indique levadura.

La sirvo en copa TeKu. Presenta un color pajizo, claro, velado debido al trigo. Muy carbonatada. Podemos sacarle una gruesa corona de espuma, con sombrerito incluido. Compacta, tupida, muy persistente y totalmente blanca. En nariz podemos disfrutar de un aroma muy especiado que nos recuerda a la pimienta, y también del olor a trigo, bastante pronunciado. En boca sabe mucho a trigo, aunque los cítricos pegan con muchísima fuerza, recordándome mucho al curaçao. Muy especiada también en sabor, pero de cuerpo muy, muy aguada. Supongo que suplen la falta de cuerpo con un sabor muy intenso de los adjuntos, pero que aún así no compensa, quedando en una cosa que ni fu ni fa. La compré en Alcampo por 2,10€. Botella de 33cl.

Cantina Errante - Saison de Coupage

El sábado pasado estuvimos de terraceo en el Bar Bocamoll de Sant Cugat. Iba con la idea de tomarme una Oud Beersel dry hopped que tenían de grifo, pero se les había acabado, así que le eché un ojo a sus neverones. Allí encontré verdaderas joyazas, y entre las candidatas, finalmente la elegida fue la Saison de Coupage de un birrifico que desconocía hasta la fecha: Cantina Errante.

Los cantineros, con sede en Barberino Tavarnelle, se especializan en cervezas de fermentación espontánea. El ejemplar en cuestión es un blend de una cerveza de fermentación espontánea en coolship, una Saison envejecida en barrica de roble durante 6 meses, y una Ka (otra referencia de la casa) de 15 meses de maduración (6 de ellos en barrica). Las tres cervezas comparten los mismos ingredientes aunque llevan procesos diferentes. La receta lleva malta de cebada orgánica, malta de trigo orgánico y un dry hop de lúpulos Saaz, Green Bullet y Simcoe.

La sirvo en la copa que me proporciona el establecimiento. Presenta un color pajizo, claro, un tanto velado. Carbonatación media. Me afano escanciando con la idea de sacar una gruesa capa de espuma, pero baja de inmediato. Espuma blanca, no demasiado compacta y muy poco duradera. En nariz nos saluda el amigo Brett Michaels.

Le doy el primer tiento. Lo que más destaca de entrada es el brettanomyces, que afortunadamente viene suave (o eso o yo me estoy acostumbrando demasiado bien a esta mierda), que aporta un puntito ácido agradable. La Saison está ahí, rica, sabrosona, con el puntito belgian suave pero reconocible y con el cereal bien presente. Resulta muy cítrica, refrescante, y podemos reconocer también matices de madera. Se va atemperando y afloran sabores más interesantes. Notas afrutadas, de fruta de hueso, y ese Simcoe que asoma claramente, sin resultar en ningún momento una Hoppy Saison. Un trabajo muy fino. Espectacular, otra joya etrusca. Ojito, 7,6%. Me costó 11,50€. No me pareció especialmente cara teniendo en cuenta que en la web del birrificio la venden a 10,00€ sin intermediarios. Botella de 37,5cl. Lote de 1500 botellas.

Baladin - Botanic

¿Os pensábais que ya habíamos acabado de daros la turra con las cervezas italianas? ¡Pues no! Nos quedaba esta bala en la recámara.

Hoy traemos por aquí una cerveza Low Alcohol para que los que no podéis beber alcohol tengáis alguna referencia más que no esas mierdas industriales insulsas 0,0% que venden en los supermercados. Mierda a precio de oro.

La cerveza se llama Botanic y la han elaborado mis ídolos de Baladin. Por el nombre ya podéis intuir que la receta va a venir cargadita de adjuntos.

La cerveza está elaborada con ingredientes 100% italianos: Agua de los Alpes Marítimos, malta de cebada de sus campos propios de Basilicata y Apulia, lúpulos propios de sus plantaciones en Piozzo y Busca, Cannabis sativa y cilantro del centro y sur de Italia, genciana y pasiflora del Piamonte y levadura propia de la cervecera, en Piozzo.

La sirvo en la copa del apartamento. Presenta un color pajizo (8-10 EBC), límpido, sin impurezas. La carbonatación es moderada, la espuma de aspecto jabonoso, de color blanco y poca persistencia. Muy poca retención del carbónico De cuerpo muy ligero, al perder el carbónico queda desbravada y prácticamente aguada. Resulta refrescante, con sabores florales y herbáceos, que nos recuerdan a la hierbabuena. Acaba con un amargor muy sutil (20-22 IBU). Rica de sabor, nada que ver con las cervezas sin alcohol insulsas, pero falta de cuerpo y consistencia. Nada que objetar en cuanto a sabor -que es muy rica- pero le falta gasificación y consistencia. Como refresco está muy rica. 0%. Comprada en Baladin Bologna por 5,50€. Botella de 33cl.

La Malpolon - Grosse Coupure

Todavía nos quedaba una joyaza de La Malpolon pendiente de reseña, la última del lote que me compré en Beerbao allá por el mes de enero. La abrí este verano sin saber qué era (tengo confianza ciega en La Malpolon y me compro todo lo que encuentro de ellos) y debo reconocer que me voló la puta cabeza.

El ejemplar en cuestión se llama Grosse Coupure, y vendría a ser una mezcla de cervezas oscuras: Imperial Stout, Barley Wine y Belgian Quadrupel. La mezcla se envejece en barrica de bourbon durante doce meses y posteriormente se vuelve a mezclar con una Imperial Stout joven para acabar de afinar la receta. La cosa promete.

La sirvo en copa TeKu. Se precipita oleosa desde las alturas e impacta grácilmente contra el cristal. totalmente negra. Opaca. Surge una buena capa de espuma muy compacta y cremosa de color beis, de persistencia media.

Al acercar la napia podemos disfrutar de un agradable aroma a café, que viene acompañado de un punto viejuno. En boca tiene una sensación oleosa, cuenta con mucho cuerpo. La amalgama de sabores se va sucediendo en un desfile imperial. Café, chocolate, ciruelas pasas, uvas pasas, dátiles, melaza, malta tostada y un puntito belgian muy atenuado pero claramente perceptible. Dulce, muy golosa, con un puntito de acidez muy sutil. Se mezclan los tres estilos perfectamente y conviven en armonía. Podemos disfrutar de cada uno de ellos simultáneamente, sin que se coman los unos a los otros. Una puta utopía birruna. 11,2%. Comprada en Beerbao por 7,50€. Botella de 37,5cl.

La Cerveseria Clandestina - Barcelona

Tiempos inciertos. Durante estos últimos meses hemos contemplado atónitos una oleada de cierres de cervecerías y tiendas craft, algunas de ellas muy consolidadas, y otras de ellas a las que ni siquiera nos había dado tiempo de visitar. Simultáneamente, con cierta estupefacción, hemos visto otra notable cantidad de inauguraciones de otros tantos negocios del gremio.

En mitad de esta locura existen negocios que siempre han estado ahí, y que han sido testigos de la evolución de la joven historia del craft español. Contra viento y marea ahí resiste La Cervesería Clandestina, anclada en un chaflán del cruce la calles Córcega y Castillejos del ensanche barcelonés. Este sábado han celebrado su decimoprimer cumpleaños. Durante todo este tiempo, La Cerveseria Clandestina se ha consolidado como una de las cervecerías del barrio de Sagrada Família de Barcelona, estando en el beerxample antes de que existiera el beerxample. Sin duda era una de las grandes ausencias de este blog, así que decidimos ponerle remedio. Aprovechando que tenía la nevera vacía, cogí el carrito de la compra, me metí en el metro y me desplacé hasta el Beerstore con la idea de hacerme con varias referencias con las que poder montarme un Oktoberfest casero. Una vez llenado el carrito, subí cuesta arriba las dos manzanas pertinentes hasta llegar a mi destino de hoy.

Hace una temperatura más cálida de lo normal para ser finales de septiembre. El cambio climático. Apetece terracita para tomar el fresco. Son las siete de la tarde y la terraza de La Cerveseria Clandestina ya está a reventar. Aquí ha habido una buena labor de birrangelización de la parroquia local. Pues nada, me va a tocar dentro, cosa que, por otro lado, me va a facilitar charlar un rato con el personal.

Al cruzar la puerta nos recibe la barra, con doce tiradores, nueve de ellos rotatorios. El local es bastante amplio, y al tratarse de un chaflán, cuenta con una parte que da a la calle Córcega y otra más grande que da a la calle Castillejos, ambas con amplios ventanales que riegan el espacio de luz natural. Cuentan con una gran cantidad de mesas y de varios barriles con taburetes para poder disfrutar de unas buenas cervezas. En la columna está colgada la pizarra que nos indica los barriles de hoy. En la barra hay otra más pequeña que nos resume lo más granado de su nevera, aunque podemos escudriñar el arsenal completo fotografiando el código QR que podemos encontrar en cualquier mesa.

Como grifos fijos tienen Stella Artois, Hoegaarden y Leffe. No es precisamente esta última mi cerveza belga favorita, pero la señora de la mesa de al lado suspira "...es que me recuerda tanto a Bélgica". Pues si por el mero hecho de darle un sorbo a esa pinta, la señora ha podido viajar a la Bélgica de su mocedad, bienvenida sea esa Leffe.

Pregunto a la chica que me atiende si puedo hacer las fotografías de rigor. Responde que va a preguntar al jefe. Aparece el pastor. "-Hola, ¿es usted Xavi? Le traigo saludos de Octavi y Eva". Mi amigo Octavi (AKA el pirata), era vecino del barrio y un fiel parroquiano de La Cerveseria Clandestina. Siempre me decía que a ver cuando me acercaba por su barrio para venir aquí y tomarnos unas pintas juntos. La verdad es que este barrio me trae muy malos recuerdos de experiencias vividas en el hospital de más arriba, y aún a día de hoy, cuando cruzo la Avenida de Gaudí, se me hace un nudo en el estómago. Finalmente, pasaron los años y Octavi y su pareja acabaron mudándose al Bages, así que no pude tomarme las pintas con ellos, pero al menos pude trasladar los saludos a Xavi, disfrutar de la cervecería y tomarme las birras de rigor a la salud de mis amigos.

Pido a Xavi la primera. Once años al pie del cañón. Xavi le explica lo durito que está siendo resistir: crisis económicas, pandemias mundiales, guerras en Ucrania, inflación y subidas de hipotecas. No es nada fácil aguantar con una cervecería artesanal, ya que lo primero que te quitas cuando te viene una mala racha son los extras. "-Como nos venga otra mierda más de esta envergadura nos vamos al carajo", comenta Xavi. Mientras tanto haciendo malabarismos con los barriles y cervezas que ofrece a la parroquia, para seguir poder ofreciendo gran variedad, gran calidad y también novedades para una clientela ávida de nuevos sabores. Por lo que pude ver alternan producto nacional con internacional. Cositas ricas de todos los estilos, yendo desde los clásicos belgas a todo tipo de IPAs, también Sours, Imperial Porter e incluso alguna Kellerbier para los amantes de las craft Lagers. Va pasando la tarde, y poco a poco, el interior también se va animando, hacia las nueve está prácticamente lleno.

Habrá que echarle un vistazo a su carta si no queremos acabar peor que Ben Affleck en nochevieja. Cuentan con anchoas, boquerones, ensaladilla transuraliana, dados de queso Maasdam, berberechos, ventresca con pimientos del piquillo, tabla de jamón ibérico de bellota, y un surtidito de quesos muy pro. Si nos apetece algo más calentito disponen de patatas campesinas con hierbas provenzales y salsa de calçots, patatas de Olot, lacón, nuggets de pollo, nuggets veganos, choricillos, "choricillos" (por llamarlos de algún modo) veganos, tostaditas con rodajas de morcilla con cebolla caramelizada, pimientos de Padrón, buñuelos de bacalao, croquetas, croquetas veganas, bombas, berenjenas teriyaki, mazorca de maíz y tostones. Y si vamos ya a lo duro cuentan con una extensa carta de bocadillos y hamburguesas (10 de ellos veganos).

Como no le dije a mi mujer que iba a comprar tabaco no me quedé a cenar, pero me tomé unas tapitas para acompañar mis birras y no acabar como Ben. De entrada pedí una mini bomba de pimientos y carne con salsa brava y otra de pulpo con all i oli. Para rematar la faena pedí las patatas de Olot. Normalmente tengo gafe con las patatas de Olot, y en todos los bares o restaurantes donde las pido siempre se les han acabado, así que me hizo ilusión catar las de La Cerveseria Clandestina.

La experiencia fue agradable, el ambiente animado y las cervezas que caté muy rico. Tan solo me falta colocar su merecido pin en nuestro Mapa Birruno y enviar un fuerte a brazo a todo el equipo. Estaremos de vuelta por allí antes de que pasen otros once años, eso seguro. ¡Hasta pronto!

Balance de daños:

-Beerbliotek - I Have Fallen In The Forest, Did You Hear Me? . West Coast Imperial IPA elaborada con lúpulos Magnum e Idaho 7. Muy sabrosa, muy herbácea, resinosa, con notas refrescantes y muy amargota. Muy bebestible, entró sola. 8,1%.

-Refu - Tõll. Tremendísima Imperial Baltic Porter con vainilla. Corpulenta. Mucho chocolate, mucha vainilla y un puntito café. Riquísima. 10,0%. Entraba fina.

-Nepomucen - Hawk. Aquí quizás la cagué y debí pedirme esta la primera, y no la última. Pero bien, alguien dijo que el orden de los factores no altera el producto. Hoppy Lager muy rica, con notras cítricas y un puntito herbáceo muy rico. Crispy, muy ligera y muy bebestible. 5,0%.

La Cerveseria Clandestica            Còrsega 611, Barcelona            93  530  72  77

Peruvian Beer Company - La Chalaca 1892

Era cuestión de tiempo que volviéramos a cenar al restaurante peruano Sankhu de Sant Cugat. Tenían algunas referencias craft peruanas que me volaron la puta cabeza y me quedé con ganas de más. 

En esta segunda visita disfruté aún más de la comida, pero en cambio el repertorio cervecero estaba bastante mermado, así que elegí por descarte este ejemplar de Peruvian Beer Company (que elaboran en las instalaciones de Click & Brew en Sant Boi de Llobregat), de nombre La Chalaca 1892.

Se trata de una Pale Lager con aguardiente (macerado de Pisco con ají amarillo peruano), que le confiere un sabor notablemente picante.

La sirvo en la copa que me proporciona el establecimiento. Presenta un color dorado claro, límpido. En nariz predomina el aroma a cereal. En boca es una cerveza ligera de trago, con un puntito dulce agradable. El puntito del ají amarillo perfecto, suficiente para que se note el picante, pero sin que llegue a arder la garganta en ningún momento, de manera que le da un punch especial al conjunto, aportando chispa y algo de gracia al asunto. Oye, no tenía las expectativas muy altas pero me ha gustado bastante. Resultona. 5,0%. Botella de 33cl.

Refu - Lurk

Comenzamos el mes de octubre con una Session IPA de los amigos del Refu que pude comprarme en el stand que puso la cervecera en la feria La Calellenca, en Calella de Palafrugell.

Es la primera que consigo de los araneses desde que renovaron el diseño de sus latas. La joyita se llama Lurk y está elaborada con agua, malta de cebada, copos de avena, lúpulo (no indica variedades), levadura y CO2. Según me explicó la chica que me la vendió, es una cerveza que elaboran para el refugio Ventosa i Calvell, y las suben hasta allí en helicóptero.

La abro y sirvo en vaso shaker. Presenta un bonito color ambarino (17 EBC), claro, sin turbidez. La carbonatación es abundante, aunque decido reprimir mis instintos escanciadores y servirla pausadamente para conseguir el aspecto de la foto. Espuma compacta, de color blanco y persistencia media.

Al acercar la napia podemos disfrutar de aromas herbáceos que nos proporcionan los lúpulos. En boca es muy sabrosa. Nada que ver con algunas Session IPAs insulsas. Compensa a la perfección la falta de alcohol (4,8%) gracias a la avena, de manera que no resulta nada aguada ni ligera en exceso. Resulta muy herbácea en boca, con sabores de pinito muy ricos, resinosos, muy old school. Aparece entre la pineda un sabor floral muy sutil espectacular. Puntito acaramelado de fondo muy rico, un toquecito tostado agradable y un final muy amargo. Estaba espectacular. Parece mentira que sea una Session IPA. Creo que me costó 5 ñapas.