Seguimos en Bélgica. Traemos de vuelta a Oud Beersel, que hacía como año y medio que no nos abríamos nada de ellos. No hay mal que cien años dure. Tranquilidad en las masas.
Hoy nos crujimos guapamente nianoniano la Oude Kriek Vieille. En su día ya nos fundimos la Oude Gueuze Vieille y hoy le toca el turno a su versión cerecil. La proporción es de 400g de cerezas por litro de cerveza.
La sirvo en vaso para Gueuzes, presentando un color rojizo, un tanto oscuro, tirando hacia lo marronoso, teja y con algún deje cobrizo. La carbonatación es muy abundante, y la espuma -de color rosa- es muy compacta, cremosa y muy persistente. Me ha sorprendido este hecho, ya que en la mayoría de Lambics que he probado la espuma suele durar muy poco, e incluso me cuesta fotografiarlas con algo de espuma.
En nariz podemos disfrutar de aromas que nos recuerdan a las frambuesas, las cerezas y las fresas. En boca es notablemente ácida, pero queda perfectamente balanceada con el dulzor de la fruta, que es muuuuyyyyy presente. Mucha cereza, pero los matices afrutados también nos dan matices muy marcados de fresas y frambuesas, que resultan absolutamente deliciosos. No resulta demasiado avinagrada, el ácido acético más bien tirando a bajito, y aparecen unas notas de madera muy interesantes que acaban de redondear el conjunto. Me ha parecido una joyaza y la he disfrutado como un gorrinaco en un lodazal. Tremenda. 6,0%. Comprada online en Huis Van De Geuze por 4,02€. Botella de 37,5cl.
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