18 de julio de 2025

Assau - Flying Gloom

Acabé comprando por error esta Oatmeal Stout de la brasserie Aussau. El casa es que no quería repetir cerveceras para abarcar el máximo de brasseries posibles y precisamente la fui a cagar con una de las que menos me gustó. Su Saison no me quitó el sueño y, en este caso, debo admitir que la de hoy no me ha gustado nada.

La criaturica se llama Flying Gloom y está elaborada con malta Pilsen, Brown, Black, malta Chocolate y malta de avena. El lúpulo empleado es el Sabro. A priori los sabores a chocolate de las maltas combinados con el perfil de coco del Sabro deberían casar a la perfección, pero no ha sido así.

La sirvo en una copa que se asemeja a un snifter. Presenta un color marrón oscuro (nada negro) poco apetecible y que poco tiene que ver con el estilo. La carbonatación está bastante ida de madre. Espuma muy abundante, compacta, aunque con algunos huecos, de color beis. Persistencia media. Viene con bastante poso.

En nariz es bastante tostada, con alguna nota también de chocolate. No encuentro el Sabro en aroma. En boca no resulta nada sedosa pese a que lleva avena, es más el cuerpo resulta bastante ligero para el estilo que estamos tratando. Tiene un sabor a torrefacto demasiado subido para mi gusto, aunque afortunadamente cuenta con un regustillo a chocolate con leche bastante agradable. En boca tampoco encuentro el Sabro, cosa que me da bastante bajón. Para acabarlo de rematar hay un gusto metálico que chirría entre todo lo anteriormente comentado. En general bastante chusca y fuera de estilo. Me costó 3,10€. Botella de 33cl.

17 de julio de 2025

Alchemistes Ivres - Ambrelune

En el interior del festival Echos & Merveilles habían muchos tenderetes de artesanías: quesos, frutos secos garrapiñados, pulseras, un largo etcétera y por supuesto cerveza.

La única cervecera con stand propio era la de los bretones Alchemistes Ivres, con fábrica en Broons. No es que sean precisamente occitanos, pero la afición por los juegos de rol y el mundo fantástico entra en total sintonía con el evento. Tocan todos los palos, aunque tienen predilección por los estilos tostados.

Del catálogo disponible -como no tenían ninguna Saison- me fui a por esta Amber Ale, de nombre Ambrelune, elaborada con malta con malta de cebada, malta de trigo, levadura y lúpulo Fuggles.

La sirvo en vaso nonic. Como veo que la espuma no va a rebasar el borde escancio a tope con el objetivo de sacar el máximo de espuma posible. Aparece una generosa corona de espuma bastante compacta, de color hueso y de persistencia media.

En nariz se pueden apreciar notas tostadas y cafetosas. En boca resulta un tanto dulzona, con notas de caramelo y también algo de galleta. Predominan bastante las notas tostadas, con un saborcillo a café bastante subidito para el estilo que estamos tratando. Se echa de menos que aparezca el lúpulo para aportar un poco de gracia al asunto. Final no especialmente amargo (20 IBU). 6,0%. Me costó 3,50€. Botella de 33cl.

16 de julio de 2025

Le Gué des Moines - La Belle Nº20 Barrel Aged

Y la cerveza adquirida en el taproom de Le Gué des Moines fue La Belle 20 Barrel Aged, una Imperial Stout elaborada con malta de cebada, malta de avena y envejecida durante 24 meses en barrica de güisqui Maison Victor, que antes había contenido Sherry.

La sirvo en copa TeKu. Presenta un color totalmente negro y una caída bastante oleosa. Bastante carbonatada, con una buena corona de espuma compacta y persistente de color blanco roto.

En nariz me vienen aromas a higos secos, pasas, café y regaliz. En boca es una cerveza con cuerpo, bastante sedosa. Resulta bastante alcohólica pese a que "solo" tiene 7,5%. Sensación de cubatazo a cada sorbo, no obstante la experiencia es bastante placentera y la cerveza rica. Sabores tostados, de café, bastante regaliz y ese puntito de pasas e higos secos que me recuerda de soslayo a las Quadrupels belgas. El güisquito bastante presente, aunque sin restarle protagonismo al resto de matices. Bastante disfrutable. Final amarguete (25 IBU). Me costó 4,80€. Botella de 33cl.

15 de julio de 2025

Le Gué des Moines - Bruguières

 

Al tercer día de nuestra invasión en las Galias, al marido de mi prima se le ocurrió la idea de asistir al festival medievofantástico Echos & Merveilles, que se realiza cada año en la localidad de Bruguières -a media hora de Toulouse- y que tiene un enorme éxito en la región, con una grandísima afluencia de público.

Para allá que nos fuimos. Pasamos una mañana entretenida entre peña disfrazada, conciertos folky (y otras cosas raras), lanzamientos de hacha, tiro con arco, tenderetes de artesanías, food trucks y sí, también habían grifos de craft beer. Joder, y es que si estás apostando por la artesanía local, qué menos que hacer lo propio con la bebida. Allá en Francia lo tienen muy claro. Aquí en España tenemos mucho que aprender. La única cervecera disponible en el festival era La Berlue, de la que ya os hablé hace unas semanas. Durante la jornada pude probar cuatro de sus variedades, pero lo mejor se encontraba a la salida. Justo a la salida del recinto del Echos & Merveilles fui a dar de bruces con la fábrica de Le Gué des Moines, así que no tuve más remedio que meterme dentro a refrescarme. Ya que aunque solo era principios de mayo, hacía muchísimo calor.


La historia de La Gué des Moines se remonta a 2015, cuando Martial Paille -tras varios años como homebrewer elaborando cerveza casera en la cocina de su casa- decide dejar su trabajo en logística para dedicarse profesionalmente a la cerveza. Se forma en el IFBM (Institut Français des Boissons, de la Brasserie et de la Malterie) en Nancy. Realiza sus prácticas en la brasserie Saint Germain y en 2016 funda La Gué des Moines junto a su socia Sophie Freyburger.

Su catálogo es bastante extenso. Cuentan con numerosas Blonde Ales, Witbiers y alguna Ambrée de corte belga. Aunque no son como la mayoría de cerveceras artesanales que basan el 95% de su producción en IPAs también cuentan con bastantes India Pale Ales (y alguna que otra NEIPA). También cuentan con algunas Fruited Sours, pero donde hay que poner especial atención es en su catálogo de Imperial Stouts envejecidas en barricas de güisqui.

La fábrica cuenta con tres maceradores, seis fermentadores, una embotelladora y un almacén donde también tienen varias barricas para envejecer cervezas. Está abierta al público para la degustación, contando con tres espacios: En el exterior de la nave disponen de una extensa terraza, con una gran cantidad de barriles, mesas pequeñas y kegs a modo de taburetes. Aunque cuentan con varias sombrillas, también han habilitado un porche con una sombrita muy maja donde tienen cuatro mesas más amplias de estilo biergarten.

En el interior de la fábrica, justo al lado de la sala de máquinas, cuentan con otra espaciosa sala (que es la que podéis apreciar en la segunda fotografía). Donde disponen de numerosos barriles que funcionan a modo de mesa, mesas altas y taburetes. En esta sala es donde se ubica un pequeño escenario, para las fiestas, conciertos y eventos múltiples que se organizan en la cervecería.

También en el interior de la fábrica, hay otra sala -un poco más pequeña- pero con decoración más agradable, más cálida y de estilo de cervecería, que hace que te olvides que estás en una nave industrial. En esta última hay varias mesas altas y taburetes, aire acondicionado, proyector en pantalla gigantesca para ver los deportes, una barra con once grifos, una pequeña cocina e incluso un pequeño rincón donde se pueden comprar sus cervezas y vinos de la zona.

El factor aire acondicionado fue determinante para nuestra elección, que por unanimidad fue ésta última. Tras haberme chuflado varias birras durante el festival medievofantástico, decidí tan solo consumir una IPA, ya se me había bajado la toña pero convenía no volver a incrementar los niveles de alcohol en sangre. Pasamos un rato muy a gusto -y fresquitos- viendo el rugby. La chica que nos atendió muy maja, y además pude comprar una Imperial Stout envejecida en barrica para llevarme a casa. Qué más quieres, Baldomero. Una sorpresa muy agradable a la par que inesperada, así que no dudé en aprovechar la ocasión. Finalizo colocando su correspondiente pin en nuestro extensísimo Mapa Birruno.

Balance de daños:

-La Gué des Moines - Roi de Coeur. La única birra que cayó durante la visita (que no durante el día) fue esta fantástica West Coast IPA de color dorado y aspecto límpido. Hacía muchísimo calor y era lo que me pedía el cuerpo.

Aromas herbáceos y cítricos muy agradables. Sabor intenso, que recuerda a las agujas de pino y la corteza de cítricos y un amargor considerable al final (57 IBU). Tiene un cuerpo potentillo pero en general es muy refrescante y se bebe bien. 7,3%












La Gué des Moines            Rue de la Briqueterie 31, Bruguières (Francia)            www.laguedesmoines.fr                +33   09  67  48   99  63

12 de julio de 2025

SPO - Saison Bruxellensis

También en mi lista, de forma ineludible, iba apuntada la Brasserie SPO.

Ubicados en Griesbach-Au-Val -localidad francesa muy cercana a Basilea y la frontera con Suiza- se especializan en cervezas de fermentación espontánea envejecidas en barrica de vino o licores.

Del los ejemplares disponibles en Kaspar & Lupulin elegí Saison Bruxellensis, una cerveza Farmhouse elaborada con malta de cebada, trigo, lúpulos (no especifica de qué variedades) y una fermentación mixta. Ha sido envejecida durante 8 meses en barrica de güisqui.

Procedo a descorcharla y servirla en copa TeKu. Presenta un color dorado muy claro, bastante transparente, sin turbideces ni partículas en suspensión. La carbonatación es bastante abundante, da para una gruesa corona de espuma compacta, de color blanco, de considerable persistencia.

En nariz es bastante compleja. Me vienen notas que me recuerdan a la manzana, la uva, la sidra e incluso el cava. También un tufillo que los expertos denominan "manta de caballo". En boca es extraordinaria. No es especialmente ácida, la acidez es muy sutil, muy suave. Es una cerveza de cuerpo medio tirando a la baja, muy refrescante, con burbuja finita que produce una sensación picante durante toda la cata y que me recuerda mucho al cava. Notas de manzana fresca, de sidra e incluso uva. Puntito de madera riquísimo, final seco. Pero lo mejor es el puntito del güisqui, muy suave, muy sutil, muy fino, que lejos de ser convertir la cerveza en un cubatazo le da un rollazo brutal de esos que hacen que te vuele la cabeza. En general me ha parecido deliciosa, muy fina y muy armoniosa en todos los aspectos. Nada chirría, nada está ido de madre, todo encaja y todo está rico. Muy sabrosa y sin ninguna estridencia. Un trabajo colosal. Chapeau! 5,9%. Me costó 24,00€. Botella de 75cl.

3 de julio de 2025

Flore - Ensemble #2: Resolution

Otra de las brasseries que llevaba en mi lista previa a mi visita a Kaspar & Lupulin era Flore.

La Brasserie Flore, ubicada en Fontaine (localidad limítrofe a Grenoble). Su andadura comienza en 2020 y se focalizan en cervezas de fermentaciones mixtas y maduración en barrica.

Del repertorio que tenían en Kaspar & Lupulin, el tendero me recomendó Ensamblage #2: Resolution. Se trata de una cerveza Sour fruto de un blend de cervezas rústicas y posteriormente añejada en barrica de vino tinto de Côtes du Rhône. Lleva una fermentación mixta de levadura belga y un cultivo de varias cepas de diferentes cerveceras italianas. La receta lleva maltas de cebada, trigo y centeno; lúpulo y azúcar para la refermentación.

La sirvo en copa TeKu. Presenta un color dorado bastante límpido. La carbonatación no es muy abundante, pero aún así da para formar una gruesa corona de espuma de color blanco que no tarda en desaparecer por completo. La retención del carbónico es baja.

En nariz nos da todos esos aromas que nos suscitan "rusticidad" y salvajismo, así como notas de fruta (manzanas y peras) y algún cítrico (básicamente limón). En boca es una cerveza sabrosa y muy compleja. Contamos con la acidez, que es bastante notable pero sin que resulte agresiva. Más bien es una acidez que a mí personalmente me ha recordado al limón, y que por lo tanto te la tomarías como un agua de limón. Es una cerveza agradable, pero no para bebérsela de un solo trago. Hay que disfrutarla con calma. Además del limón, se puede disfrutar de matices que recuerdan al membrillo, la manzana ácida y las peras. Al principio recuerda mucho a la sidra, pero más adelante aflora un sabor a vino blanco excepcional, e incluso notas de vino añejo. Madera, rusticidad, ese toquecito de establo... me ha recordado bastante a las Gueuzes de Cantillon, pero más fina y sin irse tanto de madre como algunas Lambic. Puntito terrosito suave y la sequedad finalque no falte. Joder, para una cervecera que tiene solo 5 años me parece que aquí hay muchísimo talento. 6,0%. Me costó 14,00€. Botella de 75cl.