Mientras circulo por la AP-7 con dirección a
Lliçà d'Amunt voy recordando una conversación que tuve con David Rius hace ya unos años, cuando me comentó que
Art Cervesers debía abandonar
Can Partegàs, debido a una repentina y cuantiosa subida del alquiler de la masía que durante años había sido su sede. Echaba la vista atrás, con todo el trabajo, mimo y cariño que le habían puesto al proyecto -y con las costosas mejoras en el edificio- y me daba mucha rabia que la arrendadora les pegara la patada en el lomo de una manera tan ruin. Sin duda, aquello condenó a Art al exilio birruno, y en consecuencia, a funcionar durante una buena temporada como cerveceros nómadas. Actualmente, visto desde la perspectiva del tiempo, aquello que en su día nos pareció indignante acabaría convirtiéndose en el germen de lo que es hoy unos de los proyectos cerveceros más ambiciosos del país: el
Clúster Craft Beer. Como se suele decir en estos casos: no hay mal que por bien no venga.
Estaciono en el aparcamiento de Can Malé. No somos los primeros en llegar. En realidad aparecemos con una puntualidad británica a la hora convocada, pero la mayoría de asistentes ya estaban allí. El evento generaba mucha expectación. Viejos conocidos de la industria cervecera artesanal catalana, amistades y algún que otro divulgador como el que suscribe rondamos por allí.
A simple vista, nada más llegar, los cambios son evidentes. Hace tan solo 16 meses aquello era una nave industrial enorme totalmente abandonada, que hubiera podido servir de escenario para algún capítulo de "The Walking Dead". Pero aquí los maceradores ya han empezado a hacer su trabajo. Ya se nota el "chup chup" de las ollas en funcionamiento y se respira cierto caliu en el ambiente. El equipo ya está puesto en marcha y con los fermentadores a full, la cámara frigorífica cargadita de cervezas y el taproom en funcionamiento. Y es que además de la "cocina" y el almacén, el Clúster Craft BeerClúster Craft Beer cuenta con una amplia zona para degustación y eventos.
Pero antes de continuar explicando qué nos ofrece el Clúster Craft Beer , vale la pena echar la vista atrás unos añitos para saber de dónde venimos.
La historia comienza en 2017, cuando la empresa Biokit -que ocupaba el espacio de Can Malé en Lliçà d'Amunt- firma un acuerdo con el Ayuntamiento para trasladar su sede a otras instalaciones aún más grandes dentro del mismo municipio, dejando así libre un espacio de 13.000m2 que pasa a ser propiedad del consistorio. El Ayuntamiento de Lliçà dedica gran parte de él a equipamientos municipales, pero aún así, es un espacio demasiado grande. Simultáneamente , Art Cervesers anda buscando un nuevo espacio, ya que Can Partegàs, su antigua sede, se les ha quedado pequeña para el crecimiento empresarial que están teniendo, y no están dispuestos a asumir una subida de alquiler. En abril de 2018, el Ayuntamiento firma con Art Cervesers un convenio de colaboración para la cesión de las naves 3 y 4 de Can Malé para la creación de un Clúster Craft Beer .
Finalmente, el pasado 19 de noviembre, se presentó en sociedad el proyecto. El Clúster Craft Beer ya es una realidad. Pero, exactamente, ¿qué es el Clúster Craft Beer ? El CCB es un espacio enorme donde numerosas empresas del sector cervecero artesanal pueden elaborar allí su producto. Actualmente están fabricando allí Art, Fort (
El Vaso de Oro), Reptilian, Zulogaarden, y de manera nómada Ex Nihilo y Submarina. También es actualmente la sede de la enlatadora Bucaneros.
Pero el Clúster Craft Beer no se limita solo a esto. El CCB busca crear un tejido empresarial muy ligado con el sector primario, es decir, con la agricultura de la zona. Comprometidos con el producto de kilómetro cero, el CCB apuesta por plantar el cereal y el lúpulo necesario para la elaboración de sus cervezas en los campos del Vallès. Es más, durante estos últimos años, han estado realizando una minuciosa labor de investigación -en colaboración con el banco de semillas del Vallès Oriental- para recuperar cereales en desuso y seleccionar aquellos que sean los más idóneos para la elaboración de cerveza. En ese sentido se va más allá de utilizar productos de km0 y de dar trabajo a los agricultores de la zona. Se busca un sello identitario en el producto, un terroir vallesà. Hablando con David Rius, comentábamos que al fin y al cabo, si haces un tratamiento del agua, utilizas malta Simpson o Weyerman, y lúpulo del Valle de Yakima, esa receta da lo mismo si está hecha en San Diego o en Albacete. En el CCB, independientemente de la productividad del cereal en sí, se busca que ese sabor sea un distintivo del producto de esta zona, una seña de identidad fácilmente reconocible a ojos (o en este caso paladar) del mundo.
El CCB, además, es un espacio polivalente, no solo orientado a la producción de cerveza. Durante el discurso de inauguración, David Rius destacó la idea de que es un espacio
abierto. De esta manera, el club de cata cervecera de Lliçà d'Amunt va a poder reunirse en este espacio para continuar con su actividad tras el cierre de
Kan Ros. Por poner otro ejemplo claro, la distribuidora ViHop va a utilizar sus instalaciones para dar a conocer el catálogo de marcas con las que trabajan. También me consta que se han realizado exámenes para jueces BJCP. Las posibilidades son infinitas ya que ¡no hay problemas de espacio! David invitó a todo el mundo a que no tenga miedo de preguntar ni de ponerse en contacto con ellos para ver la viabilidad de algún proyecto, ya sea elaborar cerveza como nómadas, realizar cursos de formación, etc... porque insisten en que
no es un espacio reservado únicamente para los que trabajan allí. Es un espacio abierto a todo el sector, insistió.
Para finalizar el acto, se hizo uso del taproom. Cuentan con una amplísima zona de degustación, para disfrutar de sus cervezas cómodamente, 6 grifos rotatorios, un Server Tank de la empresa Tank Beer (también miembro del CCB) y una gran nevera repletita de todo el producto que se elabora allí. Para acompañar las birras, se contó con la presencia de un food truck, que estuvo cocinando hamburguesas para los asistentes al acto. Tan solo me queda agradecer la invitación al evento, desearles muchísima suerte con el proyecto y colocar su correspondiente pin en nuestro Mapa Birruno.
Balance de daños:
-Animus & Ex Nihilo - In A Sight. Pedro y Gerard nos han preparado una Kölsch (a tomar porculo la denominación de origen) que pondría a los coloneses y a los ultradoxos del BJCP echando espuma por la boca. En una de esas conversaciones etílicas a altas horas de la madrugada a uno de ellos se le ocurrió decir aquello de "¿A que no hay huevos de sacar una Kölsch con melocotones?". Aquí tenemos el resultado. 5,8% de alcohol y la adición de melocotones (no sé si sería correcto llamarla Fruited Imperial Kölsch, aunque aclaro que no es una cosa que me quite el sueño). Muy rica. Afrutada, no por la levadura Ale, sino por el uso de la fruta que le da un toque riquísimo. No es la típica Kölsch facilona y de baja graduación... ¡ojo! ¡que es peligrosa! Nos gustó muchísimo.
-Reptilian - IBUprofano. Imperial IPA al más puro estilo old school. Extrema, muy resinosa y ultraamarga. A mí personalmente no me gustaron en su día las cervezas así y a día de hoy me mantengo en mis convicciones. 10,0%. Tengo una lata en la nevera y os escribiré una ficha individual más detallada con todos los ingredientes y demás.
Clúster Craft Beer Espai Can Malé S/N Naus 3 i 4, Lliçà d'Amunt (Barcelona) craftbeercluster.com info@clustercraftbeer.org 619 941 582