¿Qué puede hacer uno cuando lleva 72 horas lloviendo intensamente sin parar? La respuesta es muy sencilla: Irse de birras. Así que emprendimos el camino hacia Tortosa, a orillas del Ebro, sin ánimo de ver absolutamente nada de esta bella ciudad, pero sí de hacer otro tipo de turismo, el turismo birrero, para aterrizar finalmente en las instalaciones de Lo Gambusí.
La suerte se puso de nuestro lado, pues no suelen tener abierto un sábado por la tarde, y nos encontramos con los chicos de Lo Gambusí por casualidad, así que aprovechamos la tarde para tomarnos unas birras artesanas y conversar con Ferran, el amable "gamusino" que nos atendió.
Hay que aclarar que en la sede central de Lo Gambusí no fabrican la cerveza. De eso se encargan en las instalaciones de L'Anjub (que tan buenas birras fabrica para nuestras sedientas gargantas) situadas en Flix (Tarragona).
Entonces ¿qué hay en la sede de Tortosa? -¡habla Javier por Dios, que nos tienes en ascuas!- bien, allí tienen el almacén, las oficinas y la sala de degustación de su cerveza. Cuentan con unas mesas alargadas de madera y varios asientos, donde se realizan catas, cursos y reuniones cerveceras. Dentro, además cuentan con varios estantes, donde se pueden comprar sus cervezas, y además una variada gama birruna, todas ellas catalanas y alguna valenciana.
De momento, solo fabrican "Cinteta", en honor a la Vírgen de la Cinta y de todas las Cintas tortosinas, un nombre típico de la zona, pero en breve empezarán a producir su segunda cerveza, de estilo Kölsch ,típico de Colonia (Alemania), cosa que me alegra muchísimo, ya que en Catalunya, de momento se está apostando muy fuerte por la fabricación de cervezas artesanas de alta fermentación y se está dejando de lado la producción de lagers. De los pocos cerveceros que apuestan fuerte por las buenas lagers, de momento son Art Cervesers de Canovelles que cuentan con una Märzen, una Pilsner y la Calderina tostada. ¡Queremos muchas más lagers artesanas catalanas!
Intercambiamos impresiones de cómo está el panorama cervecero en Barcelona-Tarragona y una de las cosas que me comentó Ferran -y que me gustó bastante la idea- es la posible creación de un gremio catalán de cerveceros artesanos que se dedique, entre otras funciones, a certificar que aquella cerveza que adquiere el consumidor pasa por los cánones de estilo que muestra la etiqueta y tiene una calidad óptima. Resumiendo, que se acabó el perder nuestros 3 euricos probando suerte a ver si esa cerveza nueva del pueblo
tal vale la pena o no. Llevará un sello que le será de gran ayuda al consumidor, ya que a veces uno se compra una cerveza pensando que es una American Pale Ale (por poner un ejemplo) y se encuentra con cada cosa para alucinar (en sentido negativo), y con tus 3€ al guano.
Después de varias Cintetas llegó la hora de la despedida. Desde estas líneas quiero dar las gracias al equipo de Lo Gambusí por su tiempo y su amabilidad y desearles mucha suerte con su nueva andadura birruna. ¡Esperamos una gran gama gambusina en un futuro!