30 de mayo de 2024

Le Sec - Alice Hooper

Aquí en esta cerveza se han juntado dos cosas que me gustan mucho: El brewpub Le Sec y Alice Cooper. Aquí Anna Cufí me ha tocado el corazoncito. Y es que, ¿qué sería de la vida sin el bueno de Vicentín?, como lo llamo yo con cariño. Además el verano pasado sacó un auténtico discazo.

Ay, mi Vicentín. En fin, al turrón. En esta ocasión la buena de Anna nos ha preparado una India Pale Ale con las maltas de cebada Extra Pale y Cara-Gold, trigo torrefacto y los lúpulos Columbus, Ekuanot y Citra. Es una cerveza sin gluten.

La sirvo en vaso shaker. Intento escanciar al máximo para que la espuma llegue al menos hasta el borde del vaso (cada uno con sus manías). No lo consigo del todo, pero la cerveza da muestras de tener una buena carbonatación, generando una gruesa corona de espuma blanca, compacta y duradera. La cerveza presenta un color dorado claro (6 EBC).

En nariz desprende un aroma herbáceo muy agradable, pero también con alguna que otra nota cítrica. El sabor también es bastante herbáceo, predominando el Columbus. Es una cerveza rica, muy bebestible y bastante refrescante, con un amargor final marcadete, característico del estilo (55 IBU). Una IPA old school muy bien resuelta. 5,7%.Qué grande eres Anna, y que grande es Vicentín. Comprada refrigerada en la General de Begudes de Valldoreix por 2,80€.

28 de mayo de 2024

Art - Collita

Y también elaborada en el Clúster Craft Beer de Lliçà d'Amunt es esta Collita de mis amigos Art Cervesers.

Se trata de una Harvest American Pale Ale de lúpulo Pacific Gem local recién cosechado y cebada pámula del Vallès. Como debéis saber, el lúpulo no se recolecta a finales de mayo. La cerveza se realizó en septiembre del año pasado, me la bebí en febrero (hasta entonces estuvo en la cámara frigorífica del Clúster) y hasta hoy no he publicado la reseña. Cosas que pasan.

La sirvo en vaso shaker. Presenta un color dorado claro y límpido. Carbonatación abundante, corona de espuma gruesa, compacta y persistente de color blanco.

En nariz tiene un perfil de aroma herbáceo muy agradable. en boca es una cerveza rica, muy bebestible, refrescante y que invita a seguir bebiendo. Destaca el perfil herbáceo al igual que en nariz, pero también cuenta con notas cítricas muy agradables y frescas y un puntito afrutado muy suave y rico. Amargor final en el punto perfecto. 5,5%. Lata de 44cl. Mil gracias a David Rius, que fue quien me la regaló.

27 de mayo de 2024

Reptilian & Ex Nihilo - Mild Old Field

No se prodiga nada en estas tierras el estilo Mild, del que (incluyendo ésta) solo he probado 3 cervezas: dos Dark Mild y una Amber Mild.

Seguramente en Reino Unido tiene muchísima más aceptación que aquí, y de vez en cuando, a algún cervecero local le da el venazo y hace la reinterpretación patria. En este caso se lo debemos a la colaboración entre las cerveceras Reptilian y Ex Nihilo, que comparten instalaciones en el Clúster Craft Beer de Llicà d'Amunt.

La joyita se llama Mild Old Field, y está elaborada con las maltas Maris Otter, Aromatic Choco y Brown, y los lúpulos East Kent Golding y Whitbread Golding.

La sirvo en vaso nonic, presentando un color marrón oscuro. No es una cerveza excesivamente carbonatada, pero aún así consigo sacarle una moderada capa de espuma cremosa y compacta de color beis.

En nariz puedo disfrutar de aromas tostados, que me recuerdan a una panadería, con olor de bizcocho. En boca es una cerveza muy ligera y muy bebestible. La gente asocia las cervezas oscuras a cervezas con mucho cuerpo y mucha graduación, pero las Dark Mild son todo lo contrario. Muy maltosa, con un rico sabor tostado, un puntito de chocolate muy suave y de perfil muy británico. Amargor final muy suave (18 IBU). La yonkilata de 50cl entra sola.3,3%. Mil gracias a mi amigo David, que fue el que me la regaló.

26 de mayo de 2024

Meta - Vals Metal

Ya había traído al blog varios ejemplares de Meta, todos ellos en la misma línea Farmhouse, pero seguro que éste se lleva la palma cuanto a receta más bizarra se refiere.

Se trata de una Sour Saison elaborada con malta Pilsner y trigo crudo y acidificada con Lactobacillus Helveticus. Lleva el lúpulo Hallertau Blanc y ha sido macerada con remolachas y una infusión de jengibre.

La sirvo en copa Teku y presenta un color rojo muy bonito y vistoso. La carbonatación es abundante, y crea una corona de espuma no demasiado excesiva y no muy persistente de color blanco con tendencias hacia lo rosado. Burbujita fina y efervescente.

En boca es una cerveza que nos aporta una sensación muy terrosa. Destaca el sabor de la remolacha, bastante marcado, y un puntito muy acertado de jengibre, que afortunadamente no se va de madre, lo justito para notar cierto picorcillo suave. Acidez la justa, resultando refrescante, ahora bien, la Saison no he sabido encontrarla. El rollo Farmhouse queda totalmente deslucido por los adjuntos. Es una cerveza que no deja indiferente. A mí personalmente no me ha entusiasmado. No por el hecho de que sea una mala cerveza, más bien por no saber interpretar de qué va la receta. Una rara avis. 5,2%. Comprada en Beerbao por 5,30€. Botella de 37,5cl.

25 de mayo de 2024

La Marmita - Manresa


Hace un par de semana estuvimos de comida con mi familia del Bages en un restaurante cerca de Fals. Pasamos una buena jornada de reencuentro y la cosa se alargó hasta prácticamente las seis de la tarde, hora a la que suelen abrir la mayoría de cervecerías craft.

Como siempre voy preparado para estas cosas, me había mirado algún que otro negocio para visitar en la capital de la comarca, Manresa, por si los astros se alineaban y se daba la posibilidad. Y se dio.

En Manresa hay bastante actividad birruna, de momento solo he visitado (incluyendo éste) tres negocios craft, pero me consta que hay unos cuantos más. Por fortuna, tengo familiares que residen allí y en alguna de estas visitas es bastante probable que acabemos desgranando toda la constelación de tiendas y cervecerías de la capital del Bages.

Hoy nos vamos a realizar una breve visita a La Marmita, que es el taproom de la cervecera nómada Hoppit. Hoppit no tiene fábrica propia, pero sí querían disponer de un espacio en Manresa donde se pudiera disfrutar de sus cervezas. Hace unos días hablaba de cómo se está diversificando la oferta de negocios relacionados con la cerveza artesanal y éste sería uno de los que se salen de lo habitual.

La Marmita es una cervecería con cinco grifos rotatorios (evidentemente todos de cervezas Hoppit) y además es una tienda con un gran arsenal de referencias en botella y lata. La mayoría de ellas refrigeradas en varias neveras, por lo que también vamos a poder disfrutarlas allí mismo, ampliando la oferta de grifo. Hasta aquí todo más o menos igual que la mayoría de negocios craft. Pero lo que convierte a La Marmita en un lugar diferente, es e hecho de que también disponen de un escape room de temática cervecera. Así que puede ser un planazo ir allí con tus colegas, pasar una tarde divertida realizando el escape room y coronar la jornada con unas cuantas birras al acabar la actividad. En mi caso, por lo breve de la visita, no pude realizar el escape room, pero ya lo he hablado con los colegas y es bastante probable que subamos algún día a hacerlo.

Dado lo breve de mi visita, lo que sí pude hacer es al menos tomarme una cerveza y comprarme también unas cuantas para tomármelas en casa. Cuentan con la gran ventaja de tener gran parte del género refrigerado, para ello cuentan con una nevera grande, dos medianas y una pequeña. Tienen verdaderas joyas, como por ejemplo: Equilibrium, Mortalis, Phase Three, Burlington, 

A nivel belga pepinazos De Struise, Cantillon, 3 Fonteinen, Tilquin, Omer Vander Ghinste, Van Steenberge, Verhaeghe, Dupont, Orval, Brasserie d'Achouffe, Huyghe, Westvleteren, Bacchus o Rochefort, entre muchas.

Si te van las Lagers alemanas tienen cositas de Ayinger, Augustiner, Schneider, Schlenkerla y cosas más modernitas de Fuerst Wiacek, FrauGruber. También cerveceras de otros países como Zichovec, Nepomucen, Lervig o Sacrilège. Y evidentemente, también cuentan con mucha cerveza local, con todas las novedades de Hoppit, pero también de Kom Beer, Màger, Agullons, Lo Vilot, Segarreta, Engorile, Yakka o Speranto, entre muchas.

El espacio no es especialmente grande, pero está muy bien aprovechado. Cuentan con una terraza en el exterior, que es bastante de agradecer durante los meses calurosos. El interior es muy agradable, con mucha luz natural, y con cantidad de espacios: Los clásicos taburetes para apostarse en la barra, algunas mesas altas para tomar unas cervezas rápidas, y también mesas bajas más grandes, para pasarse allí un buen rato cómodamente y disfrutar de la oferta gastronómica. La Marmita no tiene cocina propia, pero sí algunas tapas como gildas, tablas de quesos y embutidos, patatas de bolsa, aceitunas rellenas, boquerones en vinagre y anchoas. También tienen un convenio con la pizzería de justo al lado, de manera que vas a poder disfrutar de unas buenas pizzas (sin coste adicional) mientras acompañas tus cervezas y no acabar demasiado toñao. Esto es un win-win para ambos negocios, y además es una manera de crear tejido social en el barrio. Estuve un ratito muy corto, pero muy agradable, y sobre todo me dejó con ganas de volver a: 1) Realizar el escape room. 2) Fundirme gran parte del catálogo de Hoppit 3) Comprar más birras. Mientras llega esa segunda visita, vamos a colocar su merecidísimo pin en nuestro Mapa Birruno y les mandamos un fuerte abrazo a todo el equipo.


Balance de daños:

-Hoppit - Critical Roll. Estuve dudando entre qué pedirme, y al final me decanté por esta New England double India Pale Ale, ya que el encargado me dijo que estaba fresquísima, con apenas unos pocos días de envasado. Lleva un double dry hopping de los lúpulos Cashmere, Ekuanot y Cryo Mosaic. De color anaranjado y muy turbia, con aspecto de biofrutas. En nariz destacan los aromas tropicales. En boca resulta muy sedosita, suave en el paladar, y con cuerpo. Tiene sabores muy ricos y agradables que nos recuerdan a la fruta de hueso, la fruta tropical y muchos matices cítricos. Nada amarga. 8,0% para volver entonao a casa.







La Marmita            Doctor Zamenhof  20, Manresa (Barcelona)            www.hoppitscape.com                623  611  728

24 de mayo de 2024

Ca' del Brado & Oud Beersel - Oud Luiaard

Y la siguiente en caer, aquella misma tarde, la eligió Miquel, yo la verdad es que no le hice ascos. Se trata de una colaboración entre los italianos Ca' del Brado y los belgas Oud Beersel.

A Luca Sartorelli de Ca' del Brado tuve la suerte de poder conocerlo este otoño precisamente en el Bar Bocamoll, degustando algunas de sus cervezas y dándolemisimpresiones sobre lo que había catado de ellos durante mi viaje a Bolonia el pasado verano. Supongo que en esa visita de Luca por estas tierras se trajo consigo un buen cargamento, del cual, una parte es la que catamos hoy.

No me enrollo más. La cerveza en cuestión se llama Oude Luiaard. Ca' del Brado elabora ha puesto un tercio de Piè Veloce (Brett Ale), un tercio de Nessun Dorma (Vieille Saison) y el tercio restante es una Lambic que corre a cuenta de Oud Beersel. Posteriorrmente se realiza un blend entre las tres y se deja madurar en barrica. La receta lleva malta de cebada, trigo y avena.

Al turrón. Tras retirar la chapa y proceder al descorche la servimos en las copas que nos proporciona el establecimiento. Presenta un bonito color dorado, bastante clara, pero sin llegar a ser límpida del todo. Carbonatación muy escasa, prácticamente inexistente. En nariz se detecta fácilmente el brett, con ese aroma tan característico que nos recuerda a un establo. En boca cuenta con una acidez muy marcada pero agradable. Cierto sabor a grano, el cereal bien presente, muy agradable, notas de madera que aportan cierta complejidad, cuero, y el puntito funky que no falte. Alcohol peligrosamente bien integrado. 7,1%. Botella de 37,5cl.

23 de mayo de 2024

Cantina Errante - 20 Con Sangue di Drago

Hace unas semanitas, el amigo Miquel Riera vino a obsequiarme con algunos presentes (líquidos) y ya de paso echamos una tarde de agradable charleta en el Bar Bocamoll de Sant Cugat del Vallès.

A los dos nos gustan las cervezas Wild Ale/Farmhouse Ale, a los dos nos gusta el producto italiano y los dos habíamos estado recientemente en Bolonia, así que por unanimidad decidimos compartir algunos ejemplares del país transalpino.

La primera que abrimos fue 20 Con Sangue di Drago de la Cantina Errante. Yo ya había catado previamente su Saison de Coupage hace unos meses, y Miquel ya había acatado algo de ellos durante el Rustic & Wild de este año y me había manifestado que había sido lo mejor de la feria. La cerveza de hoy es una Wild Ale elaborada con malta de cebada, trigo, un 30% de ciruelas de la variedad Sangue di Drago, elaborada mediante koelschip y envejecida en barrica de roble.

La servimos en las copas que nos proporciona el establecimiento. Tiene un bonito color cobrizo, límpido, y viene sin apenas carbonatación. Espuma muy tímida y poco persistente que desaparece con rapidez. Es una cerveza de acidez moderada, muy sutil, que resulta muy refrescante. Queda perfectamente con el dulzor de la fruta, que aporta un sabor sensacional al conjunto. Deliciosa. Lo mejor de la tarde. 6,5%. Botella de 37,5cl.

22 de mayo de 2024

RentOn - Jacaranda

Y vuelvo a Italia para la segunda toma de contacto con el Birrificio RentOn. De momento me hice con tres ejemplares de los de Fano, y si con la tercera la cosa sale bien, es bastante probable que vaya a comprarme las otras dos referencias que me dejé en la tienda.

La cerveza de hoy se llama Jacaranda, se trata de una IPA elaborada con los lúpulos Citra, El Dorado y Mosaic.

La sirvo en copa TeKu. Presenta un bonito color ambarino, muy límpido, sin impurezas ni turbideces. La carbonatación es muy abundante y dadas mis tendencias escanciadoras genera una gruesa capa de espuma de color blanco, muy tupida y persistente.

Al acercar a Franco Nappiato puedo disfrutar de un agradable aroma herbáceo, floral, y también con notas de fruta de hueso. En boca es una cerveza sabrosona, con cuerpecito. De marcado sabor herbáceo y notablemente amarga (45 IBU), tendiría claramente hacia lo West Coast old school. También se puede disfrutar de sabores agradables florales y notas de melocotón muy ricas. Con tanta NEIPA, cuando enganchas una West Coast IPA bien hecha entra como la seda. 6,0%. Comprada refrigerada en la General de Begudes de Valldoreix por 2,60€. Lata de 33cl.

21 de mayo de 2024

À Tue-Tête! - Fleur de Sureau

Hacía mucho tiempo que no reseñaba una cerveza de la Confederación Helvética. Incluso la BFM ya cuesta dar con algunos ejemplares, del resto del país ya ni os cuento. No obstante, gracias a Instagram y a varias tiendas online neerlandesas, estoy percatándome de que hay una pequeña eclosión de cerveceras especializadas en Farmhouse Ales y Wild Ales que me parece interesantísima. Tras mi visita al Be Hoppy de Madrid, di con una de las que tenía en el punto de mira: À Tue-Tête! De los dos ejemplares que tenía Pepín disponibles, compré esta Sour Ale elaborada con la adición de flor de saúco.

La joyita se llama Fleur de Sureau, y toma como base una Golden Ale, y posteriormente se envejece en barrica de roble, donde se inocula con las levaduras de la propia barrica y realiza una fermentación mixta. Posteriormente se le añade la flor en cuestión. Se trata de la edición de 2020.

La sirvo en copa TeKu. Presenta un color bonito dorado. Carbonatación media, suficiente para proporcionar una capa de espuma de un par de deditos, compacta, de color blanco y no muy persistente. En nariz ya se puede disfrutar del olor a malta de cebada, así como del aroma a flores de saúco (que a mí personalmente me encantan) y ese olorcillo que nos anticipa la acidez que vendrá en boca.

En boca es una cerveza muy fina y exquisitamente bien balanceada. Tenemos una base consistente de malta que nos proporciona la Golden Ale original y que vamos a tener de fondo durante toda la degustación. La acidez justa, en su punto perfecto, bastante notable pero sin que nos llegue a chirriar ni a ser desagradable, más bien tendiendo a lo refrescante. Sabores cítricos agradables, y el sabor de la flor de saúco que es una locura, sabroso, pero sin resultar invasivo ni cansino. Un puntito de barrica muy sutil. Una cerveza muy disfrutable. 6,1%. Me he quedado con ganas de conocer más cosas del catálogo de esta gente. Me costó 23€. Botella de 75cl.

20 de mayo de 2024

Ogham - Barcelona


Hace unos meses les regalamos unas entradas a mis padres para ir a ver el show de Los Morancos en Barcelona, que actuaban en el teatro Capitol, en plena Gran Vía de les Corts Catalanes. Me ofrecí voluntario para acercarlos en coche hasta allí, con la idea que, mientras durara la función, me iría a dar un paseo al BierCab a ponerme fino a birras mientras durara la función. Mi hermana también se apuntó a lo segundo.

El caso es que, una vez entraron a ver el espectáculo y emprendimos nuestro itinerario al lugar en cuestión, nos topamos en la acera de enfrente con una nueva cervecería, Ogham, que había abierto sus puertas el pasado mes de septiembre. Suelo estar bastante al caso de las cervecerías y tiendas que se abren en Barcelona, pero para ser honesto, el proyecto de Ogham en España no me sedujo nada (es una valoración muy personal), pero, dado el caso, ya que estábamos allí, decidimos entrar a ver qué tal.


Ogham es una cervecera Argentina bastante consolidada en su país (de hecho el movimiento craft beer eclosionó mucho antes allí que en España) y ha decidido expandir su negocio en el nuestro. No es la primera cervecera argentina que empieza a fabricar en Europa, pero sí la primera que abre fábrica propia y cervecería propia, todo a la vez. Allá en su país cuentan con cervecerías en Buenos Aires y Mendoza, y por lo que me dijo la chica que me atendió, también tienen previsto abrir otra sucursal en Madrid.

La fábrica donde elaboran sus cervezas está ubicada en el barrio del Poble Nou (también cuenta con zona de taproom) en la antigua fábrica de Edge Brewing, que luego pasó a llamarse Freddo Fox. La cervecería, en cambio, está situada en pleno centro de Barcelona, en el cruce de Gran Vía con Balmes, añadiendo aún más si cabe, más vida a la actividad birruna del beerxample. Para los que habéis jugado a la edición barcelonesa del Monopoly ya os habréis dado cuenta que son dos de las casillas más caras del juego. Viendo las fotografías, también se ve claramente que aquí ha habido una inversión económica muy importante, no solo para pagar el alquiler del espacio, sino en un interiorista, la obra en sí, los materiales, el mobiliario y etc. Por lo que intuyo que aquí también hay un grupo inversor detrás. Dudo mucho que una inversión así se pueda costear vendiendo kegs y latas a través de algún distribuidor nacional, y si es así, los felicito. Resumiendo: que aquí hay panoja, tete.

El caso es, que dentro del panorama craft español, que llevo observando desde mucho antes que empezara a escribir el blog suelen estar las tiendas especializadas (algunas con algún grifito o pequeña zona de degustación de lo que hay en nevera), restaurantes con algunos grifos o referencias en nevera, o la clásica cervecería de grifos rotatorios, en la que en muchos casos la clientela suele ser masculina, con camisetas de Blind Guardian y con afición a los juegos de rol. Algunos incluso juegan a las cartas de Magic allí. Lo positivo que veo en el local de Ogham es que viene un poco a romper con todo esto y se convierte en un local un poco más versátil, y con un target muchísimo más amplio. Ogham nos ofrece una cervecería con doce grifos, si no estoy equivocado once de ellos son fijos de su propia cerveza y el tirador restante para cerveceras invitadas (y una larga lista de combinados, añado). También tienen una buena carta de hamburguesas (hasta aquí nada nuevo) pero sí tiene un piso inferior con una discoteca (con varios tiradores más y barra de cubatas) donde se llena de gente joven, con muchísimo público femenino, y donde se baila reggaeton y música para un público joven, muy diferente a los setlists de Rock clásico a los que nos tienen acostumbrados el resto de cervecerías, y de los cuales -yo me incluyo- suelo frecuentar y disfrutar.

No es el primer local de cerveza artesanal con discoteca en Barcelona. Me consta que cerca del ayuntamiento, Craft Barcelona tiene un modelo de negocio muy parecido: algunas referencias en grifo baratunas y accesibles para gran la mayor parte del público, y música en directo y DJ's pinchando por la noche. Tampoco he ido para comprobarlo ni me seduce mucho la idea de ir a hacerlo, máxime teniendo el Bar Haití o el Gaijin justo al lado. Pero bueno, si un/a chaval/a, veinteañero, con no demasiado poder adquisitivo, le gusta irse de fiesta, escuchar la música que le gusta, pasar la noche bailando (con opciones de pillar cacho) y tener la opción de tomarse una cerveza decente por 3,75€ (media pinta), pues me parece cojonudo. Creo que no es la primera vez que explico en el blog la anécdota de una noche a la que acudí a Razzmatazz con un amigo a ver a The Sisters of Merci. Entre la multitud había un notas con una barrilito a modo de mochila que servía la mierda de Demetrio, caliente y a 5€ el vaso de plástico. 10€ (el vaso de mi amigo y el mío) que acabaron en el suelo de Razzmatazz de lo vomitivo que era aquello. De esto hace ya unos cuantos años, así que tomar birra craft en una discoteca a ese precio me parece genial.

Yo sinceramente, rozando la cincuentena, casado y padre de familia, no me veo bailando reggaeton entre veinteañeras. Tampoco tengo ninguna intención de salir de noche a pillar cacho (y dudo mucho que lo consiguiera con la cara de Andrés Pajares que se me ha quedao), así que me veo más en la opción de tardeo tomando unas burgers con patatas rollo trankis.

Como tapeo cuentan con: olivas rellenas, croquetas de jamón, patatas bravas, calamares a la andaluza, fish & chips, tacos de ternera con chili, nachos Mex, crujientes de pollo, tequeños, tortilla de patatas con cebolla (sin cebollistas os jodéis) y empanada argentina. Como platos más contundentes disponen de pollo a la cerveza, bondiola a la cerveza, wrap veggie, milanesa napolitana (a ver, o es de Milán o es de Nápoles, ¿en qué cojones quedamos?) de ternera o pollo y por último la entraña argentina. Varias ensaladas, varias pizzas, varios tipos de hamburguesas (una de ellas vegetariana), un par de sandwiches y para finalizar la pitanza: Chocotorta, cheesecake, brownie de chocolate negro o helado artesanal (con tres gustos a elegir).

A las cinco de la tarde como os podéis imaginar, con el arroz del mediodía aún digiriéndose en mi barriga, pocas ganas tenía yo de meterme una hamburguesa con patatas. Afortunadamente, a esa hora mi hermana y yo éramos la única clientela. Pasamos un par de horitas relajadíííííííísimos. Luego vi los stories de la cuenta de instagram y a la hora del partido (emiten en pantalla grande la liga argentina) se puso a reventar de peña, al igual que a la hora discotequera. Estuvimos bien, pero no es el tipo de ambiente en el que me suela encontrar cómodo. A mí particularmente me gustan las cervecerías de barrio más pequeñas y con más calidez, y sobre todo con la cercanía que te aporta la persona que hay tras la barra, así que no creo que me vayan a ver mucho por Ogham, pero sí, les deseo la mejor de las suertes con su proyecto. Procedo pues a colocar su correspondiente pin en el abarrotado Mapa Birruno.

Balance de daños:


-Ogham - Red Ale. La primera en caer fue su American Amber Ale. Es un estilo que a mí particularmente me agrada y lamento no encontrar en mis tiendas de referencia. Así que me tiré de cabeza a ella. De entrada la encontré demasiado tostada para lo que suele ser el estilo, tirando incluso a lo cafetoso. Maltosa sí, con un punto dulce, y sin ese puntito de alegría que aporta el lúpulo. La verdad es que me dio bastante bajona. 13 SRM, 17 IBU, 5,3%.


-Ogham - Golden Ale. Mi hermana se pidió la Pilsner pero se les había acabado. Joder, que vayas a la cervecería del mismo fabricante y no tengan la Lager que con toda probabilidad se va a vender mejor me pareció un poco fuerte, pero en fin, se acabó pidiendo la Golden Ale que era lo más parecido. Maltosa, ligera, refrescante, bebestible, la típica Golden Ale artesanal sin más pretensiones. 5 SRM, 18 IBU, 4,8%.

-Ogham - Barley Wine. Pregunté por la cerveza del grifo para "cerveceras invitadas" pero no estaba disponible. Pues nada, me fui derechito a lo hardcore, a lo que se suponía que tenía que ser el puto top: su Barley Wine. Muy aguado, con poco cuerpo para lo que suele ser un Barley Wine, dulzón, con sabor a sirope, poca complejidad y nada de matices y con la sensación de estar rebajado con agua. Eso sí, la sensación alcohólica bien presente. Sin duda el peor Barley Wine de los que he probado. 16 SRM, 47 IBU. 9,7%. En BierCab esa misma tarde tenían pinchado un keg de Imperial Stout de los norteamericanos Transient. Me arrepentiré toda la vida.

-Ogham - Porter. Para finalizar la tarde, me pedí la Porter para ver si arreglábamos la jornada. Muy ligera de trago, cafetosa, amarga, en general bien. 25 SRM, 22 IBU, 5,3%.

Ogham            Gran Via de les Corts Catalnes 604, Barcelona            636  535  618

19 de mayo de 2024

Mikkeller Baghaven - Art of Decadence

Y de lo poco que me interesaba actualmente era su línea Baghaven, pero desde que se han vendido a la Carslberg, pues aún menos. No quiero con esto dedicarles un adiós para siempre, pero que vamos, tal y como está ahora mismo el panorama de pequeños productores de cervezas Farmhouse y Wild Ales, tanto en Europa como en Estados Unidos, me da a mí que no van a ver un euro de un servidor en mucho tiempo.

Al menos, la despedida (o el hasta luego) va a ser por todo lo alto, con una botellaza de su Art of Decadence. Se trata de una Wild Ale elaborada con malta de cebada, trigo, grosella negra y cacao de Costa Rica. Está envejecida entre 24 y 36 meses. Este ejemplar pertenece al Blend nº2, de los cinco que existen.

La sirvo en copa TeKu, presenta un color rubí oscuro, quizás carmesí y con una carbonatación muy abundante. Burbujita fina y chispeante. Corona gruesa de espuma compacta de persistencia media. En nariz lo primero que destaca es la grosella negra, bastante evidente, que viene seguida de un pelín de vinagrete y tendencias bretties.

En boca es una cerveza ácida, sin que llegue a chirriar. Destaca el sabor de la grosella negra, que también nos recuerda a otros frutos del bosque. Sabor funky, el puntito de brett muy fino y con el toquecito de la madera que es un locurón. Puntito de vinagrete suave, que a mí personalmente me resulta agradable. En una segunda fase olfativa aparece el cacao, más nibs de cacao que no chocolate. Conforme se atempera la cerveza también aparece el cacao en sabor. La verdad es que casan muy bien las grosellas con el cacao, y eso que no las tenía todas conmigo. La verdad es que un trabajo muy fino, no les vamos a quitar el mérito. Comprada refrigerada en la General de Begudes de Valldoreix por 25,52€. Botella de 75cl.

18 de mayo de 2024

Zichovec - Nectar of Happiness

Hace unos días pudimos disfrutar de una mañanita soleada en la General de Begudes de Valldoreix. La verdad es que no es que esté ya un pelín saturado de que las neveras de nuestros negocios de confianza estén plagadas de NEIPAs, sino que directamente estoy hasta la polla.

Entre elegir una NEIPA u otra, pues al final acabé tirando para los checos Zichovec, de los que tan solo había catado una referencia hace 4 años (precisamente otra NEIPA).

El ejemplar se llama Nectar of Happiness y es monovarietal de lúpulo Strata. La receta lleva malta de cebada, copos de avena y el lúpulo mencionado.

La sirvo en copa TeKu y presenta un color paliducho, tirando hacia el amarillo pastel, y con la turbidez característica del estilo. La carbonatación es muy abundante, con espuma blanca ni demasiado compacta ni demasiado jabonosa, y de persistencia media.

En nariz me viene un aroma sulfuroso que no me ha gustado nada. En boca es un tanto sedosita, no especialmente corpulenta, y con sabores -por suerte- agradables que van de los cítricos a la fruta tropical. No he sabido encontrar las características notas de fresa que caracterizan al Strata y que suelen volarme la cabeza. En general, bastante prescindible. 7,0%. Lata de 50cl.

17 de mayo de 2024

Totenhopfen - Damn, You're... Majestic!

Y abrimos también apartado a otro nuevo país, en este caso al pequeño Luxemburgo. Hacía años que tenía constancia de la existencia de la cervecera craft Totenhopfen, perosus productos llegan con cuentagotas a tiendas online extranjeras y se agotan muy rápido, así que las veces que había intentado comprar algo de ellos me había dado con un cantito en los dientes.

En esta ocasión, al menos pude encontrar esta única referencia (que debía ser la última que les quedaba) y puedo darme por satisfecho. Se trata de una New England Double India Pale Ale a la que han bautizado como Damn, Your're... Majestic! Está elaborada con malta de cebada, malta de trigo, copos de cebada, copos de avena, copos de trigo y los lúpulos Citra, Callista (éste lo desconocía), Columbus y Mosaic.

Al turrón. La sirvo en copa y presenta el aspecto de biofrutas que cabía esperar. Turbia, de color anaranjado muy vivo y con una generosa corona de espuma compacta y de color blanco de persistencia media. En nariz predominan los aromas herbáceos, pero también tiene notas muy agradables de cítricos y un puntito de mango ideal. En boca es una cerveza muy sedosa, con cuerpo, mas se bebe bien. Predomina el sabor herbáceo, sin llegar a resultar una sopa de resina, ni mucho menos. Cuenta con sabores cítricos muy agradables y refrescantes, que nos recuerdan al pomelo y la naranja, y también un puntito de fruta de hueso muy rico. Amargor final moderado. En general una cerveza muy agradable y disfrutona, pero claro, ni me hacen falta más NEIPAs en mi vida, ni tampoco hace falta irse tan lejos para comprarlas. Me costó 6,84€. Lata de 44cl.

16 de mayo de 2024

Sakiškės - Lithuanian Pilsner

Hace unos días, Hugo del blog cervecero Hipos Urinatum nos recomendaba por X (antes Twitter) una tienda online alemana para hacernos con un buen repertorio de Lagers franconas. La idea primigenia era esa, pero viendo el tremendísimo catálogo de la tienda en sí tampoco quise hacerle ascos a ampliar mis horizontes birrunos y de paso sacarme alguna que otra insignia pendiente del dichoso untrapper. Sí, soy así de débil, entono el mea culpa.

El caso es que me percaté de que habían varios países que aún no habían pasado por el blog y me puse manos a la obra. Me hice con una pequeña selección de cervezas de la marca lituana Sakiškės, con fábrica en Vilnius. Sabíamos del esplendor birruno que está viviendo Estonia, de la buena forma de algunas cerveceras letonas, pero en cambio de Lituania teníamos un enorme vacío.

Era hora de ponerle remedio, así que voy a comenzar por su Lithuanian Pilsner. No sé yo si algún día el BJCP reconocerá el estilo Lithuanian Pilsner, pero que vamos, si ha reconocido la IPA Argenta y la Dorada Pampeana ¡qué nos quedará por ver! La cerveza lleva una doble decocción. Primero, se hornea una parte del mash en un horno de leña utilizando la técnica ancestral lituana "keptinis". Luego, se procede a la decocción habitual del mash, consiguiendo de este modo ricos matices tostados.

La sirvo en vaso y presenta un bonito color dorado, un tanto subidito, con tendencias hacia lo tostado (15 EBC). Totalmente límpida, pero hay que vigilar al servir la lata porque el poso nos puede enturbiar la cerveza. Espuma abundante de color blanco roto, compacta, cremosa y de persistencia media.

En nariz puedo disfrutar de un aroma a cereal intenso, seguido de notas florales muy agradables. En boca es una cerveza muy lupulada, entre la Italian Pilsner y directamente una IPL. Cuenta con un sabor maltoso muy rico y sabroso, el puntito tostado es muy sutil pero es Gloria Bendita, y a destacar un toque floral que aporta el lúpulo que me produce gran entusiasmo. Final muy amargo (En teoría 22 IBU). Hay que aclarar que la lata (incluso estando dentro de fecha de consumo preferente) estaba enlatada en 2022 (lindezas de las compras online). Quizás el hecho de que no estuviera muy fresca haya propiciado que el amargor se haya ido de madre, y que esas notas de lúpulo fresco y agradable hayan ido evolucionando a un amargor más regulero. Esto fresquísimo probado en la misma fábrica debe ser un locurón. Muy buen comienzo con esta gente. 4,7%. Me costó 4,40€. Lata de 33cl.

15 de mayo de 2024

La Caníbal - Madrid


Y la última parada birruna de nuestro breve periplo por los Madriles fue en La Caníbal, que ya estaba en nuestros planes antes de sacarnos los billetes del Ouigo. El plan era redondo: Paseíto matinal por El Retiro, breve paradita para calentar motores en el Be Hoppy y comida familiar en La Caníbal. Luego me tocó pasar toda la tarde en la tienda/restaurante de Cristina Oria para compensar a mi señora esposa. Mas valió la pena. Vaya que si valió.

Como os podéis imaginar, si había elegido La Caníbal como visita ineludible para  comer en Madrid tenéis que dar por hecho que tienen buenas cervezas artesanas -¡y joder qué selección!- y como concepto rompedor, y que está cautivando a muchos winelovers, es el hecho de tener 16 grifos rotatorios de vino, que es una cosa que se echa de mucho de menos en la restauración. A esos 16 grifos de vino hay que añadirle otros 12 de cerveza (también rotatorios). Y además, con una cuidadísima selección en botella tanto de cervezas como de vinos.

Pero remontémonos un poquito en la historia para comprender el concepto del negocio. La Caníbal es la evolución lógica del antiguo restaurante gallego O Pazo de Lugo, ubicado en la calle de la Argumosa, en el barrio de Lavapiés, justo detrás del museo Reina Sofía. O Pazo de Lugo se funda en 1971, y desde entonces su cocina ha ido evolucionando, pero siempre manteniendo sus raíces gallegas. En 2019 deciden darle una vuelta de tuerca al negocio y convertirlo en La Caníbal, ampliando el espacio (adquiriendo el local adyacente), dando entrada a las cervezas artesanas, los pequeños productores de vino y los quesos. Cuenta con diferentes salas y diversos espacios, pero a destacar la que da a los grifos de vino, presidida por una única mesa central, donde se viene a compartir. Compartir mesa y compartir la experiencia. No les debe haber ido nada mal cuando han abierto un pequeño bar en Madrid Río, con grifos de cerveza artesana y vinos naturales al que han llamado La Grifería, y además han montado su propia fábrica de cerveza en San Blas (que no en el muelle), en las que fueran las instalaciones de MadBeer.

Allí nos plantamos, esposa, trío de churumbeles y servidor antes de las dos de la tarde. Habíamos reservado con anterioridad para no llevarnos desagradables sorpresas. Nos atiende un chico extraordinariamente amable que nos conduce hasta nuestra mesa. Mientras mi familia sigue al empleado, yo me quedo rezagado haciendo alguna foto, escudriñando la pantalla con las cervezas disponibles y posteriormente, quedar extasiado ante la magnitud y esplendor que arroja su cuidadísima selección de botellas de cerveza en nevera. Un empleado me despierta de mis delirios oníricos preguntándome si necesito ayuda para elegir. Yo lo tenía muy claro: una botellita de Farmhouse Ale con albaricoques y un puntito de brett de los neoyorquinos Grimm. Luego, con la cabeza más fría, pensé que me iba a perder la oportunidad de probar las cervezas de la casa, y que podía comprar esa misma cerveza en Beerbao, así que me decanté por el producto local.

De la selección de vinos poco voy a hablar más (esto no es Mundo Vinuno, amigos), así que me centraré en los mío: Las cervezas. Los doce grifos de La Caníbal apuestan por el producto propio. Fabrican alrededor de 21 cervezas de diferentes estilos, algunas de ellas fruto de la colaboración con otras cerveceras. En su web y en Untapped podéis echarle un ojo a su catálogo. En el momento de nuestra visita, contaban con 5 grifos de cerveza de la casa, otros cinco de otras cerveceras nacionales, y un par de grifos para cervezas foráneas: los italianos Alder y los belgas St. Bernardus. Afortunadamente sus grifos comprenden una gran diversidad de estilos, destinando solo un par a las omnipresentes Hazy IPAs, el resto dan cabida a Helles, Hefeweizen, Schwarzbier, Dunkel, Baltic Porter, Tripel y Fruited Sour. Mientras hacía las fotos de rigor ya me iba haciendo mis cábalas de lo que iba a ir cayendo, al menos hasta que fui a dar con su nevera, que me puso ante el terrible dilema de pedir birrotes foráneos o apostar por las cervezas de la casa. Como ya he comentado, me decanté por lo segundo.

Y es que joder, con lo que había en la nevera era como para planteárselo. Como seguramente no se va a poder distinguir todo el esplendor neveril en las fotografías que hice, mejor os lo voy desgranando: Grimm, unicornios de Side Project, joyazas de Firestone Walker, Tommie Sjef, Rodenbach, Meta y los vecinos de La Salvaje entre el apartado wild. Una buena selección de NEIPAs en lata, de cerveceras nacionales y de allende nuestras fronteras: Kom, Soma, Caleya, Maresme, Attik, Cierzo, Greyhound, Arpus, Fuerst Wiacek, Sudden Death, Pinta, o los rumanos Hop Hooligans entre muchos. En el apartado de baja fermentación: Mahrs, Ayinger, Alder, Dougall's y Yakka. En el apartado belga: Todo el repertorio de Westmalle, joyones de Struise, De Ranke, Dupont, Rochefort y Verhaeghe. Y atención en el apartado negruras porque había unicornios de Bottle Logic y Cycle, más todo un arsenalaco de otros petróleos de cerveceras de diversa proveniencia.

Al cabo de un ratete encuentro a mi familia ya acomodada en la mesa correspondiente echándole un ojo a la carta. Mi mujer incluso ya se ha pedido una copa de vino. El amabilísimo camarero le había recomendado un tinto monovarietal de Garnacha hecho en Ávila.

La sala donde estamos es bastante amplia, con luz agradable y da para bastantes mesas. A esa hora no hay demasiada gente y podemos estar tranquilos.

De lunes a viernes cuentan con un menú de 17€ que incluye un primero, un segundo, bebida, postre y café. También está la opción del medio menú, por 12€, donde habría que elegir un solo plato (de entre todos los primeros y todos los segundos) pero que también te incluiría la bebida, el postre y el café. Y si no vemos clara ni una cosa ni la otra, siempre podremos recurrir a la carta, donde tienen multitud de cosas para picar y varios platos principales, además de los postres.

Durante nuestra visita de primeros tenían: Caldo gallego, ensalada César con pollo crujiente; tallarines de eneldo con salsa de hinojo y salmón; filloas de verduras con salsa de cacahuete y por último huevos rancheros. Segundos: Medallón de solomillo de cerdo con salsa de miel; pollo de corral al horno con pimentón de la Vera; cochinillo con cuscús, pasas y almendras; cazón en adobo; bacalao a la vizcaína y por último escalope de ternera. Para mí el caldo gallego, mi mujer optó por las filloas, churumbel 2 y churumbel 3 optaron por la opción de medio menú y se decantaron por los segundos: el pollo y el solomillo. A churumbel 1 no le sedujo el menú, así que se tiró de cabeza a la carta.


Para picar disponen de sardina ahumada con pan de focaccia y fondo de guacamole, empanada de bonito con escabeche, ensalada de berenjenas con escabeche de cítricos, bonito en escabeche casero, cecina artesana, burrata artesana con albaricoques y ciruelas encurtidas, ensaladilla de arenques, alcachofas confitadas con papada ibérica, calçots a la brasa con salsa romesco, verdinas con ragù de ciervo, espárragos blancos de Navarra, verduras al horno con queso de Mahón muy viejo, tirabeques con huevos poché, piparras a la parrilla, revuelto de gurumelos, mejillones al vapor, brberechos de Noia al carbón de encina, zamburiñas a la plancha con fondo de de caldo Dashi, croquetas de chipirón con kataifi, caralladas (croqueta de lacón, chorizo y queso San Simón), gyozas de mollejas de cordero, bocartes con piparras y ajitos, soldaditos de Pavía, calamarcitos a la andaluza con mayonesa de cítricos, pulpo a feira y por último tortilla gallega (poco hecha, con lacón, chorizo y grelos).


Principales en carta: Orella de gocho con patatas revolconas; salchicha artesana hecha de carrilleras, jamón ibérico y foie servida con puré de boniato asado; crujiente de rabo de toro; steak tartar; torrezno ibérico con base de kimchi; tacos de chuleta y tuétano; costillas de vaca gallega a baja temperatura; entrecot de vaca madurado; chuletón de vaca madurado; codillo a la gallega; arroz meloso con bogavante; medallones de merluza rebozados; merluza a la gallega; lomos de caballa con verduras al carbón; rape de barriga negra a la brasa; y por último el rodaballo a la donostiarra. Mi hija al final se decantó por los tacos de chuleta y tuétano, que estaban brutales. Mi mujer pidió el bacalao de segundo y servidor el cuscús, que estaba increíble.


Para finalizar el ágape disponen de: Filloas rellenas de compota de manzana y queso cebreiro, strudel de manzana, tarta de queso cremosa, brownie con helado de vainilla, helado artesano de galleta y por último torrijas con leche de coco y crema caramelizada de vainilla.


Nadie perdonó el postre. Mi mujer pidió las filloas, churumbel 2 cheesecake, churumbel 3 brownie de chocolate y churumbel 1 y servidor optamos cada uno por su tarta de Santiago, por la que ambos tenemos predilección. Estaba todo increíble.

El servicio impecable, el chico que nos atendió estuvo de 10 en rapidez, amabilidad, a la hora de
recomendarnos y sugerir los platos y los vinos e incluso a la hora de hacer las combinaciones de platos y postres para que nos entrara el máximo posible de cosas dentro del precio del menú, cosa que agradecimos.

Nos encantó el espacio y la idea de negocio la encuentro inmejorable. ¡Que no se trata de entablar una guerra entre vinos y cervezas artesanas, oiga! Que se trata de que convivan y disfrutemos de ambos, considerando al uno y a la otra como un producto de alto valor gastronómico para un perfecto maridaje con gran diversidad de platos. Ese es el camino a seguir y aplaudo al equipo de La Caníbal. Que no tengan la menor duda que la próxima vez que nos pasemos por Madrid nos van a tener allí de vuelta. De momento ya se lo he recomendado a todos mis amigos y familiares. Me produce un gran placer colocar su correspondiente en nuestro Mapa Birruno. Clap, clap, clap.

Balance de daños:


-La Caníbal - Simancas. Como ya veníamos del Be Hoppy y me había tomado mi cerveza (y buena parte de la de mi mujer también) la jornada solo dio para un par de ellas, evidentemente de la casa. La primera en caer fue esta Munich Dunkel muy maltosa y de sabor tostado. Acaramelada y con un puntito dulce. Riquísima. 4,9%.

-La Caníbal - Imperio. La segunda y última en caer fue esta Baltic Porter intensa y sabrosa. La noté con bastante cuerpecito así que intuyo que está fermentada con levadura Ale. Sabor a cafetazo, muy rica y para disfrutarla con calmita. Me quedó un poco para maridar con la tarta de Santiago y le vino divina. 6,5%.

La Caníbal            Argumosa 28, Madrid            www.lacanibal.com                91  539  60  57

14 de mayo de 2024

Mortalis - Sphinx

Y acabo el lote de cervezas estadounidenses que me compré aprovechando el descuento del black friday con esta Smoothie Sour de la aclamadísima cervecera Mortalis, considerada una de las mejores del mundo según Untappd. Doy por supuesto que dominan también las IPAs y las Imperial Stouts, pero seguramente, a nivel mundial son célebres por estas cervezas densas, con ingentes cantidades de fruta, que nos recuerdan a un licuado.

La de hoy se llama Sphinx y está elaborada con cantidades absurdas de moras, piña, crema de coco y lactosa.

La sirvo en copa TeKu. Al principio sale clara, así que muevo un poco la lata para que la concentración del líquido se reparta y quede más equilibrada. Cae densísima y se distinguen pequeños tropezones de fruta. Presenta un color morado oscuro, muy subido y totalmente opaco. No hace falta escanciarla porque ya se ve que viene sin apenas carbónico y por tanto no vamos a obtener ninguna espuma por mucha filia que tenga uno a servir las cervezas al estilo asturiano. El final de la lata directamente parece engrudo.

Al olfato nos llega un aroma agradable a mora, y también piña en un plano secundario. En boca es una cerveza muy espesa, sin demasiada acidez, que queda totalmente compensada por el dulzor de la fruta y la lactosa. No resulta empalagosa ni empachosa, es más, se bebe con una facilidad pasmosa e incluso crea adicción. El sabor es de pura mora, aunque te vas tropezando con algún resto de semillitas. El conjunto de la piña y el coco de fondo, y muy suaves, nos da un sabor que nos recuerda al de la piña colada, que junto con las moras es una auténtica locura. Sorbito a sorbito, se acaba la lata rapidito y nos deja con ganas de muchísimo más. Me estoy volviendo un yonki de esta mierda. Comprada online por 11,83€. Lata de 47,3%.

13 de mayo de 2024

Humble Sea - Socks & Sandals

Y con la de hoy pongo punto y final a la pequeña prospección que pude hacer de la cervecera californiana Humble Sea, además con una de sus cervezas más emblemáticas, la Socks & Sandals.

Se trata de una New England IPA elaborada con malta de cebada y avena y los lúpulos Citra, Centennial, Simcoe y Chinook.

La sirvo en copa y presenta un bonito color entre lo amarillento y lo amelocotonado con tendencias hacia lo pálido. Viene con la turbidez característica del estilo y ese aspecto foggy en el que insisten sus creadores. La carbonatación es abundante. Espero a que baje la espuma hasta quedar una medida ajustada, con una corona compacta, cremosa, de persistencia media y de color blanco.

En nariz tiende hacia lo herbáceo, destacando el Centennial y el Chinook, aunque también puedo disfrutar de un sutil aroma a fruta tropical de fondo que deben venir del Simcoe y el Citra. En boca no es una cerveza especialmente sedosa. En boca tiene unos sabrosos sabores herbáceos que nos recuerdan alpino, con un rico sabor a mango de fondo y otras frutas tropicales. Por momentos va yendo de una costa a la otra. Cero amarga. 6,6%. La compré online por 8,50€. Lata de 47,5cl.

8 de mayo de 2024

Trillium - Melcher Street

Todavía tenía alguna cerveza pendiente de reseña de la compra que hice durante el black friday (iba a decir que ha llovido mucho desde entonces, pero aquí en Catalunya no ha sido el caso) así que estos días iré dando salida a cervezas que se me quedaron en el tintero a la hora depublicarlas.

La joyaza de hoy viene de la mano de Trillium, una de las cerveceras con mejor reputación de los Estados Unidos de América. Dentro de la infinidad de New England IPAs que existen en su catálogo, hay una serie dedicada al callejero de Boston, dedicándole las cervezas a sus parques y calles más emblemáticas. La que compré se llama Melcher Street y es una New England IPA elaborada con malta de cebada de dos carreras, trigo blanco, malta de avena cristalizada (C-15), dextrina, dextrosa y  los lúpulos Mosaic y Columbus. Como diría Antonio Alcántara: "-Me cago en la leche, Melcher".

La sirvo en copa, presentando un bonito y vistoso color naranja. Evidentemente el aspecto es muy hazy, como rige el estilo, pero sin llegar a parecer un biofrutas. La carbonatación es abundante. Corona de espuma gruesa, cremosa y persistente de color blanco. En nariz predominan los aromas prácticamente herbáceos, pero más adelante afloran también de fruta de hueso. En boca no es una cerveza de cuerpo excesivo, no es especialmente sedosa. El sabor es rico, suave, con sabores que nos recuerdan a las frutas de hueso, donde predomina el melocotón. También un poquito de fruta tropical, que nos recuerda al mango, y un pelín herbácea, con notas agradables de pino muy bien puestas. Muy fina, muy rica, pero tampoco un locurón. 7,2%. Comprada online por 11,83€. Lata de 47,5cl.

7 de mayo de 2024

Drowned Lands - Ten Acres: Coconut

La semana pasada fui a hacerle una visitilla a Félix de La Abadía de Sant Vicenç dels Horts y ya de paso me traje alguna joyita para casa.

Una de las cervezas seleccionadas fue esta Imperial Pastry Stout de mis idolatrados Drowned Lands. Creo que es la primera vez que veo algo de los de Warwick en España. Las veces que he podido comprar algo de ellos eran básicamente New England IPAs en alguna tienda online holandesa. Así que al tratarse de una negrura, bien valió la pena el paseíto.

La joyita pertenece a la serie Ten Acres y ésta es la versión Coconut, como el museo. Elaborada con malta Golden Promise, avena, lactosa, copos de coco fresco y vainas de vainilla fresca.

La sirvo en una copa que se asemeja a un snifter. Cae oleosa y con aspecto petrolero, negra como la permanencia del Granada en primera. Escancio a tope con la idea de provocar una bonita cascada de espuma y la posterior corona bien generosa y tupida. Una vez la cosa baja queda una cremosa capa de espuma de color café con leche.

En nariz desprende mucha alegría: aromas a coco tostado, maltas tostadas, café y chocolate. En boca es una cerveza muy sedosa, con mucho cuerpo, pero se deja beber bien. Cuenta con el puntito dulce de la lactosa, pero no resulta nada empalagosa ni empachosa, está muy bien puesto. Achocolatada, con un sabor que nos recuerda al del brownie, con un fondo avainillado absolutamente delicioso. Café, regaliz, y el coco aportando un toque muy rico sin resultar nada invasivo ni cansino. Todo funciona a la perfección como los engranajes de un reloj suizo. 9,0% peligrosamente bien integrados. Me costó 9,70€. Lata de 47,5cl.

6 de mayo de 2024

Be Hoppy - Madrid


El hecho de alojarme en Guzmán el Bueno durante nuestra breve estancia en Madrid hizo que imaginación volara alto -demasiado- y diese por sentado que me iba a fundir todas las cervecerías de la zona. Iluso de mí. La realidad de viajar con esposa e hijos es otra cosa muy distinta a la de mis delirios febriles. Finalmente un solo pin para el Mapa Birruno en esa zona.

La que sí tenía clara y cristalina como el agua era la visita -sí o sí- al Be Hoppy del Barrio de las Letras. Todo maquiavélicamente calculado por servidor. Paseo matutino por el Retiro (según mi hijo se llama así porque van todos los jubiletas), final de la caminata a la altura del Museo del Prado para lanzar la siguiente pregunta: "-¿Os apetece tomar algo?" y sin dejar tiempo a respuesta continuar con un: "-Conozco un sitio por aquí cerca". No diré que el truco funcionó a la perfección porque por la tarde me tocó ir a la tienda/cafetería de Cristina Oria para compensar a mi mujer. En fin, que ponemos nuestros pies rumbo al xanadú birruno por excelencia: el Be Hoppy de Madrid.

Be Hoppy es una pequeña tienda con espacio para degustación. Con seis grifos rotatorios, un par de mesas y dos grandes neveras cargaditas de felicidad líquida. El negocio, está mas orientado a la venta (también online) que no a la restauración. No obstante, la parroquia local y allende nuestras fronteras no quiere perderse el lujo de catar algo in situ.

Me atiende Pepín. Pepín ha tenido muy clara la idea de negocio, totalmente distinto a la mayoría de cervecerías y tiendas de este país, donde de manera recurrente solemos encontrar las mismas cervezas y las mismas cartas, prácticamente fotocopiadas. Pepín no tiene carta, pero ha querido traer a España las mejores cervezas del mundo, sean del estilo que sean, sean de la procedencia que sean y sean lo difíciles que sean traerlas aquí. Tiene verdaderos unicornios. De este modo vas a poder disfrutar de las mejores Lagers del mundo, las mejores cervezas trapistas del mundo, las mejores Lambic del mundo, las mejores Farmhouse, las mejores Imperial Stouts y las mejores IPAs de todo el globo. No sé cómo las consigue, pero las consigue. Eso sí. La calidad y la unicorniedad hay que pagarla. La buena cerveza se paga.

Es por ello que Pepín ha conseguido tener en su establecimiento un gran arsenal de botellas de Antidoot para degustar allí (no está permitida la venta, es un acuerdo que tiene Pepín con el productor). Marcas estadounidenses como Hill Farmstead, Bottle Logic, Cycle, Alesong, Perennial, The Bruery o Cascade llenan las estanterías de su negocio. En el momento de nuestra visita había 6 kegs de Other Half y un buen arsenal de latas en la nevera.

En el apartado belga Bofkont, Bokke, los citados Antidoot, 3 Fonteinen, Lambiek Fabriek, Tilquin, De Cam, Brasserie de la Senne, De Struise, De Ranke, De Dolle y varias maravillas trapenses. En el apartado teutón a destacar Kemker Kultuur, Ayinger, Mahrs y Schlenkerla entre otros. Me sorprendió ver varias cerveceras suizas a las que le tenía ganas, como Ammonite y À Tue-Tête! Y no me sorprendió nada encontrarme allí botellas de la Brasserie des Franches Montagnes.

Pasamos un ratito, corto, pero muy agradable, y Pepín nos atendió estupendamente. Desde aquí le mando un fuerte abrazo. Queda pendiente pues, una segunda visita (esta vez con los colegas) para fundirnos buena parte de su stock de Antidoot. La verdad es que dadas las circunstancias no era cuestión de que me tomarse a cara de perro una botella de 75cl con las prisas para no poder disfrutarla en condiciones.  No os preocupéis que ese día llegará. De momento, mientras dura la espera, colocamos el correspondiente pin en nuestro Mapa Birruno.

Balance de daños:

-Brasserie de la Senne - Saison. El cuerpo me pedía Farmhouse, y en formato 33cl tan solo había disponible esta joyita de una de mis cerveceras belgas favoritas. Especiada y afrutada, muy bebestible, muy sabrosa y con el toque belgian muy bien puesto. 6,0%. Dentro de unos días publicaré la ficha individual de la cerveza con una descripción un poco más extensa.

-Birrificio Italiano - TipoPils Day 2024. Mi mujer quiso asegurar el tiro y se pidió esta Lager excepcional. Ya habíamos catado en numerosas ocasiones la TipoPils "normal" (tanto de botella como de tirador) y no quisimos perdernos la versión de este año, que por cierto, pude haber bebido en el Bar Bocamoll de Sant Cugat pero se me pasó el día. Muy floral, con un toque de violetas excepcional, el saborazo del cereal increíble, muy bebestible y con el amargor perfecto. Una auténtica locura. 5,2%.

Be Hoppy            Fúcar 1, Madrid            www.behoppymadrid.com                contact@behoppymadrid.com             91  467  16  72