20 de mayo de 2024

Ogham - Barcelona


Hace unos meses les regalamos unas entradas a mis padres para ir a ver el show de Los Morancos en Barcelona, que actuaban en el teatro Capitol, en plena Gran Vía de les Corts Catalanes. Me ofrecí voluntario para acercarlos en coche hasta allí, con la idea que, mientras durara la función, me iría a dar un paseo al BierCab a ponerme fino a birras mientras durara la función. Mi hermana también se apuntó a lo segundo.

El caso es que, una vez entraron a ver el espectáculo y emprendimos nuestro itinerario al lugar en cuestión, nos topamos en la acera de enfrente con una nueva cervecería, Ogham, que había abierto sus puertas el pasado mes de septiembre. Suelo estar bastante al caso de las cervecerías y tiendas que se abren en Barcelona, pero para ser honesto, el proyecto de Ogham en España no me sedujo nada (es una valoración muy personal), pero, dado el caso, ya que estábamos allí, decidimos entrar a ver qué tal.


Ogham es una cervecera Argentina bastante consolidada en su país (de hecho el movimiento craft beer eclosionó mucho antes allí que en España) y ha decidido expandir su negocio en el nuestro. No es la primera cervecera argentina que empieza a fabricar en Europa, pero sí la primera que abre fábrica propia y cervecería propia, todo a la vez. Allá en su país cuentan con cervecerías en Buenos Aires y Mendoza, y por lo que me dijo la chica que me atendió, también tienen previsto abrir otra sucursal en Madrid.

La fábrica donde elaboran sus cervezas está ubicada en el barrio del Poble Nou (también cuenta con zona de taproom) en la antigua fábrica de Edge Brewing, que luego pasó a llamarse Freddo Fox. La cervecería, en cambio, está situada en pleno centro de Barcelona, en el cruce de Gran Vía con Balmes, añadiendo aún más si cabe, más vida a la actividad birruna del beerxample. Para los que habéis jugado a la edición barcelonesa del Monopoly ya os habréis dado cuenta que son dos de las casillas más caras del juego. Viendo las fotografías, también se ve claramente que aquí ha habido una inversión económica muy importante, no solo para pagar el alquiler del espacio, sino en un interiorista, la obra en sí, los materiales, el mobiliario y etc. Por lo que intuyo que aquí también hay un grupo inversor detrás. Dudo mucho que una inversión así se pueda costear vendiendo kegs y latas a través de algún distribuidor nacional, y si es así, los felicito. Resumiendo: que aquí hay panoja, tete.

El caso es, que dentro del panorama craft español, que llevo observando desde mucho antes que empezara a escribir el blog suelen estar las tiendas especializadas (algunas con algún grifito o pequeña zona de degustación de lo que hay en nevera), restaurantes con algunos grifos o referencias en nevera, o la clásica cervecería de grifos rotatorios, en la que en muchos casos la clientela suele ser masculina, con camisetas de Blind Guardian y con afición a los juegos de rol. Algunos incluso juegan a las cartas de Magic allí. Lo positivo que veo en el local de Ogham es que viene un poco a romper con todo esto y se convierte en un local un poco más versátil, y con un target muchísimo más amplio. Ogham nos ofrece una cervecería con doce grifos, si no estoy equivocado once de ellos son fijos de su propia cerveza y el tirador restante para cerveceras invitadas (y una larga lista de combinados, añado). También tienen una buena carta de hamburguesas (hasta aquí nada nuevo) pero sí tiene un piso inferior con una discoteca (con varios tiradores más y barra de cubatas) donde se llena de gente joven, con muchísimo público femenino, y donde se baila reggaeton y música para un público joven, muy diferente a los setlists de Rock clásico a los que nos tienen acostumbrados el resto de cervecerías, y de los cuales -yo me incluyo- suelo frecuentar y disfrutar.

No es el primer local de cerveza artesanal con discoteca en Barcelona. Me consta que cerca del ayuntamiento, Craft Barcelona tiene un modelo de negocio muy parecido: algunas referencias en grifo baratunas y accesibles para gran la mayor parte del público, y música en directo y DJ's pinchando por la noche. Tampoco he ido para comprobarlo ni me seduce mucho la idea de ir a hacerlo, máxime teniendo el Bar Haití o el Gaijin justo al lado. Pero bueno, si un/a chaval/a, veinteañero, con no demasiado poder adquisitivo, le gusta irse de fiesta, escuchar la música que le gusta, pasar la noche bailando (con opciones de pillar cacho) y tener la opción de tomarse una cerveza decente por 3,75€ (media pinta), pues me parece cojonudo. Creo que no es la primera vez que explico en el blog la anécdota de una noche a la que acudí a Razzmatazz con un amigo a ver a The Sisters of Merci. Entre la multitud había un notas con una barrilito a modo de mochila que servía la mierda de Demetrio, caliente y a 5€ el vaso de plástico. 10€ (el vaso de mi amigo y el mío) que acabaron en el suelo de Razzmatazz de lo vomitivo que era aquello. De esto hace ya unos cuantos años, así que tomar birra craft en una discoteca a ese precio me parece genial.

Yo sinceramente, rozando la cincuentena, casado y padre de familia, no me veo bailando reggaeton entre veinteañeras. Tampoco tengo ninguna intención de salir de noche a pillar cacho (y dudo mucho que lo consiguiera con la cara de Andrés Pajares que se me ha quedao), así que me veo más en la opción de tardeo tomando unas burgers con patatas rollo trankis.

Como tapeo cuentan con: olivas rellenas, croquetas de jamón, patatas bravas, calamares a la andaluza, fish & chips, tacos de ternera con chili, nachos Mex, crujientes de pollo, tequeños, tortilla de patatas con cebolla (sin cebollistas os jodéis) y empanada argentina. Como platos más contundentes disponen de pollo a la cerveza, bondiola a la cerveza, wrap veggie, milanesa napolitana (a ver, o es de Milán o es de Nápoles, ¿en qué cojones quedamos?) de ternera o pollo y por último la entraña argentina. Varias ensaladas, varias pizzas, varios tipos de hamburguesas (una de ellas vegetariana), un par de sandwiches y para finalizar la pitanza: Chocotorta, cheesecake, brownie de chocolate negro o helado artesanal (con tres gustos a elegir).

A las cinco de la tarde como os podéis imaginar, con el arroz del mediodía aún digiriéndose en mi barriga, pocas ganas tenía yo de meterme una hamburguesa con patatas. Afortunadamente, a esa hora mi hermana y yo éramos la única clientela. Pasamos un par de horitas relajadíííííííísimos. Luego vi los stories de la cuenta de instagram y a la hora del partido (emiten en pantalla grande la liga argentina) se puso a reventar de peña, al igual que a la hora discotequera. Estuvimos bien, pero no es el tipo de ambiente en el que me suela encontrar cómodo. A mí particularmente me gustan las cervecerías de barrio más pequeñas y con más calidez, y sobre todo con la cercanía que te aporta la persona que hay tras la barra, así que no creo que me vayan a ver mucho por Ogham, pero sí, les deseo la mejor de las suertes con su proyecto. Procedo pues a colocar su correspondiente pin en el abarrotado Mapa Birruno.

Balance de daños:


-Ogham - Red Ale. La primera en caer fue su American Amber Ale. Es un estilo que a mí particularmente me agrada y lamento no encontrar en mis tiendas de referencia. Así que me tiré de cabeza a ella. De entrada la encontré demasiado tostada para lo que suele ser el estilo, tirando incluso a lo cafetoso. Maltosa sí, con un punto dulce, y sin ese puntito de alegría que aporta el lúpulo. La verdad es que me dio bastante bajona. 13 SRM, 17 IBU, 5,3%.


-Ogham - Golden Ale. Mi hermana se pidió la Pilsner pero se les había acabado. Joder, que vayas a la cervecería del mismo fabricante y no tengan la Lager que con toda probabilidad se va a vender mejor me pareció un poco fuerte, pero en fin, se acabó pidiendo la Golden Ale que era lo más parecido. Maltosa, ligera, refrescante, bebestible, la típica Golden Ale artesanal sin más pretensiones. 5 SRM, 18 IBU, 4,8%.

-Ogham - Barley Wine. Pregunté por la cerveza del grifo para "cerveceras invitadas" pero no estaba disponible. Pues nada, me fui derechito a lo hardcore, a lo que se suponía que tenía que ser el puto top: su Barley Wine. Muy aguado, con poco cuerpo para lo que suele ser un Barley Wine, dulzón, con sabor a sirope, poca complejidad y nada de matices y con la sensación de estar rebajado con agua. Eso sí, la sensación alcohólica bien presente. Sin duda el peor Barley Wine de los que he probado. 16 SRM, 47 IBU. 9,7%. En BierCab esa misma tarde tenían pinchado un keg de Imperial Stout de los norteamericanos Transient. Me arrepentiré toda la vida.

-Ogham - Porter. Para finalizar la tarde, me pedí la Porter para ver si arreglábamos la jornada. Muy ligera de trago, cafetosa, amarga, en general bien. 25 SRM, 22 IBU, 5,3%.

Ogham            Gran Via de les Corts Catalnes 604, Barcelona            636  535  618

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