Una de las salidas birrunas más brutales y que más hemos disfrutado es sin duda alguna la que realizamos el mes pasado a
La Menuda de
Barcelona en el afán de descubrir poco a poco el
Beerxample derecho, ese gran desconocido.
Cervecería menuda como su nombre indica, pero grande, muy grande, ¡GRANDIOSA! en términos birrunos. Cuentan con seis grifos muy bien aprovechados de la cerveza más selecta del globo, pero ¡atención! la selección en botella os hará flipar, os juro que no os lo vais a creer. Y lo mejor de todo es poder tomarse esas cervezas tan brutales con una carta a la altura ¡ese chef deluxe! Adentrémonos pues en La Menuda y descubramos todos sus secretos ¡allá vamos!
Ubicada en la Calle Provenza, es una opción perfecta si uno anda haciendo el guiri por Barcelona, ya que puedes ir antes o después de visitar La Pedrera, que está justo al lado. Es más, puedes incluso hospedarte en el Loft Hostel contiguo y así puedes ir a dormir la mona después de coger una buena toña tras probar todo lo que tienen pinchado.
El local es muy pequeño, luminoso y de ambiente muy acogedor, decorado con mucha gracia. Cuenta con una terraza en la misma Calle Provenza que le da más alegría aún. Nosotros preferimos estar dentro porque se estaba más fresquito. Es el estilo de restaurante que nos gusta a mi mujer y a mí. No demasiado grande, nada masificado y con un servicio muy atento y que puede estar por ti. El camarero nos informó de que uno de los socios también lo es de la cervecera Almogàver.
En sus grifos prima la cerveza local (garantía de frescor). Suelen tener pinchado algo de Almogàver (obvio), y en el momento de nuestra visita tenían Roses de Llobregat, Dougall's, Ratpenat y la única extranjera era la inglesa Moor. Más tarde entró un chico del staff de Garage beer y trajo un keykeg de Where's my brain at? no os la perdáis porque está brutal.
Claudio, el camarero, es muy crack y estuvo en todo momento resolviendo mis inquietudes birrunas. Fue muy amable e incluso me acompañó a las neveras para mostrarme todo el arsenal que tenían en botella. Aquí fue el momento donde se me aceleró el pulso y un sudor frío empezó a recorrer mi espalda, al loro:
Evergreen de O/O Brewing, para mí la IPA perfecta ¡tienen eso allí! ¡un tesoro nacional!, continúo que me estoy dejando llevar por las emociones, varias botellas de diferentes estilos de los suecos Brewski entre ellas la
Candy Queen que os reseñé hace unos días, Chimay azul, Westmalle Tripel, varias botellas de Almogàver como cabía esperar, la Mosaic Nelson Sauvin de The Kernel ¡fresquísimia! y su London Sour en formato 75cl, botellas magnum de De Glazen Toren, para los celíacos
Súria de LaPirata, algunas sin alcohol y de baja graduación y ¡atención! si vais sobrados de pasta tenían una Zombienation de De Struise que rondaba los 80 pavos. Claudio me dijo que la intención es ampliar aún más la oferta en botella.
Después de ver todo aquello es lógico que nos entrara la sed y el hambre, así que decidimos sentarnos para disfrutar de las delicias culinarias canariovenezolanas que prepara su aplicado chef. Para comenzar la pitanza optamos -tanto mi mujer como yo- por la bomba sorpresa, que consiste en una bolaza de setas en tempura de Doritos con bechamel de ibéricos acompañada de una botellita de nata trufada. Lagrimones. Yo continué con el bocata del chef, elaborado con pollo a la brasa desmenuzado con mayonesa verde, aguacate, all i oli, cebolla guayonje y mézclum. Espectacular.
Mi mujer optó por las menudarepas, cuatro mini arepas de colores y sabores variados, intenté cogerle un trocito de una y casi me quedo sin dedo meñique. Para finalizar tan magnífico ágape decidimos compartir la crema de quesillo, que es un postre típico venezolano, elaborado con galleta rota, coulis de parchita (maracuyá) y sal en escamas. Dios mío, aquí realicé un viaje astral y saludé a mis ancestros. estaba taaaaaaan cremosa, con el toque de la fruta de la pasión y el puntazo salino. Grande, muy grande ese chef.
Pudimos disfrutar de una gran experiencia gastronómica de principio a fin en pleno centro de Barcelona. A destacar el servicio -por favor, súbanle el sueldo a Claudio, este chico vale su peso en oro- muy amables y atentos en todo momento y bastante puestos en el tema birruno, cosa que es de agradecer. Antes de marchar pudimos saludar a Fran Fernández, socio de La Menuda, y pudimos establecer una breve pero agradable conversación. Desde aquí les felicitamos por su negocio -en el que nos hemos encontrado muy cómodos- y les deseamos muchísimo éxito.
Os recomendamos totalmente la visita a La Menuda, tanto por las cervezas como por su espectacular carta, nosotros por lo pronto esperamos con ansia visitarlos lo antes posible ¡aún nos quedan muchos platos de la carta por probar! De momento les colocamos su merecidísimo pin en nuestro
Mapa Birruno.
Balance de daños:
-Brewski - Candy Queen. Berliner Weisse con maracuyá espectacular. Extrema incluso para amantes del estilo, es como morder un limón. Limón y maracuyá. Intensísima, me ha flipado. podéis volver a leer la reseña más completa clickando
aquí. Claudio tuvo el detalle de ofrecerme sirope de frutas para poder tomármela al modo berlinés, pero finalmente decliné su oferta para poder disfrutarla del modo original, tal y como la concibieron sus maestros cerveceros. 4,7%.
-Roses de Llobregat - Lorenzanna. Witbier con mucho trigo, muy sabrosa con todo el sabor del trigo muy vivo y nítido. Para los amantes del estilo, como es el caso de mi mujer. 5,0%.
-Dougall's - Session Stout. Espectacular. Por favor que nombren Sir al señor Andrew Dougall ¡ya! Esto está de miedo. Café, cacao, es una cerveza suavísima y sedosa que entra como el agua. Otra brutalidad al nivel que nos tienen acostumbrados los de Liérganes. 4,2%.
9 de julio de 2022
Este negocio ha pasado a ser una vermutería que se llama by Solà. Atrás quedan aquellos días de gloria birruna.