Blech Brut - Primitive Kingdom

Bamberg, esa ciudad alemana mundialmente conocida por su Rauchbier. Es mencionar el nombre de dicha ciudad y a todo el mundo se le aparece una botella de Schlenkerla en la cabeza. Pero, ¡ojo! que en Bamberg también han surgido seguidores acérrimos del uso indiscriminado del lúpulo, como los que tenemos hoy aquí: Blech Brut.

Últimamente llevo un cacao mental bastante heavy acerca de las cerveceras teutonas de corte moderno que he probado. Ésta era de las que pensaba que sí, pero al echarle un vistazo al blog me he dado cuenta de que es la primera toma de contacto. Bienvenida al blog hija mía.

Como podéis apreciar en la fotografía no me la tomé en mi casa. Fui con mi mujer un viernes a comer a nuestro restaurante de sushi favorito cuando, ¡oh! ¡sorpresa! tenían varias referencias craft en la nevera. Descarté las otras marcas por hastío y cansancio bloguil y me centré en ésta, de nombre Primitive Kingdom, de estilo New England Double India Pale Ale. La receta lleva malta de cebada, avena, trigo, espelta e ingentes cantidades de Simcoe Cryo, Strata y el blend Cryo Pop. El segundo no lo conocía, fijaté tú.

La sirvo en el vaso mininonic que me proporcionó el restaurante, presentando un color anaranjado bastante vivo, con turbidez total y aspecto de zumazo. La carbonatación es bastante abundante, y debido al tamaño del vaso, no he podido escanciarla como me hubiera gustado. No obstante, podemos lograr generar una gruesa capa de espuma blanca no especialmente tupida, con aspecto un tanto jabonoso, pero sí bastante persistente.

En tocha resulta bastante tropical, con aromas que nos recuerdan al mango, la piña y también algún cítrico. En boca es muy sedosa, con bastante cuerpo, más sin resultar cansina. Vuelven a destacar los sabores tropicales, con el mango a la cabeza, pero también hay una buena dosis de piña, naranja dulce y pomelo. alcohol muy bien integrado. La verdad es que muy rica, empezamos con muy bien pie con esta brauerei francona. Les tomo la matrícula. 8,0%.

Cantillon - Racine

Aún nos quedaban un par de botellitas de la compra que hicimos en el Zwanze Day 2021 y, por fin, pudimos quedar los tres inversores para darles matarile durante una segunda (y última) sesión.

La joyita que cayó primero fue Racine, que como diría el amigo turófilo, va directa a favoritos. En esta ocasión Cantillon ha elaborado una Fruit Lambic con uvas italianas de las variedades Chardonnay, Tokai (que no tolai) y Sauvignon Blanc que le proporciona el viñedo Radikon, situado en Gorizia, en la frontera con Eslovenia. La uva ha sido mezclada con una Lambic de 2 años. La cerveza que nos hemos trincado fue embotellada concretamente el 3 de marzo de 2021.

Al turrón. La sirvo en la copa de Cantillon, presentando un color pálido, viene bastante velada. La carbonatación no es nada abundante y nada más servirla desaparece la escasa capa de espuma que se había formado. Acerco la napia para disfrutar del aroma del ácido acético (a mí personalmente me agrada). El primer sorbo es claramente de uva blanca, un sabor dulce, muy sabroso, agradable y nítido. Más tarde el resto de matices van a acabar solapando la fruta, ganando el sabor avinagrado -no excesivo- y unas notables notas de sidra. Bastante fina, con la acidez moderada, notas de madera muy ricas y un pelín terrosita. 7,0% muy bien integrado. La botella de 75cl nos costó 27,00€. Joyaza. Dedicada al cervesiáfilo turófilo del blog de al lado. Por cierto, ya que estamos con el tema quesos, la maridamos con un Chaumes francés y un Idiazábal vasco. a nosotros no pareció un acierto pero espero opinión del citado bloguero por si nos tiene que pegar alguna colleja virtual.

La Trappe - Isid'or

Bueno, de no haber catado nada de los monjes trapenses neerlandeses hemos pasado a finiquitar prácticamente el catálogo en 9 meses. Alguna se nos resiste todavía, pero no tardará en caer.

Anotamos una muesca más en nuestro repertorio trapense con esta Isid'or de la abadía de Koningshoeven. Isid'or no se refiere a un gato animado bastante cabrón, no. Hace referencia al hermano Isidoro de dicha abadía, que fue el primero en elaborar cerveza. La receta se elaboró por primera vez en 2009 para celebrar el 125 aniversario de La Trappe. Se trata de una cerveza de estilo Belgian Strong (Amber) Ale.

La sirvo en copa TeKu y presenta color ambarino, por el aspecto parece que viene densita la cosa. La carbonatación es muy generosa y permite explayarse a la hora de crear una copiosa corona de espuma muy tupida y persistente de color marfil.

En nariz podemos disfrutar de aromas de cereal y la levadura característica del estilo. En boca el asunto tiene cuerpazo. Resulta muy dulzona y excesivamente azucarada. Mucho caramelo, mucho azúcar, la verdad es que este tipo de elaboraciones me tiran para atrás. No especialmente alcohólica para el estilo (7,5%), con protagonismo del cereal pero con altas dosis de azúcar como he mencionado. Mira, para pegarte un viajecico así a lo tonto en casa no está mal, pero no es un tipo de cerveza que me apetezca repetir. Me costó 3,02€. Botella de 33cl.

Florestina - Lupuluuuuus

Siempre es un placer volver a visitar La Floresteca y disfrutar de unas buenas bravas con amigos, gozarlo a tope con su espectacular ramen o meterse un bocata de pulled pork entre pecho y espalda. Todo bien regado con una buena selección de cerveza local.

Con el tema pandémico ha mermado la variedad, pero aún así, en su nevera encuentro aún alguna cerveza que todavía no había pasado por el blog. Hoy tenemos aquí Lupuluuuus, que había bebido en numerosas ocasiones -siempre de grifo- pero que nunca la había catado en formato botella, así que aquí la tenemos.

La firma la cervecera Florestina (más local y más km0 imposible), y es la India Pale Ale de su catálogo. No he conseguido averiguar mucho acerca de la receta salvo que lleva lúpulos americanos.

La sirvo en copa para Lagers de una conocida marca checa y presenta un bonito color ambarino. Viene límpida y sin impurezas. Nada turbia. La carbonatación es correcta, suficiente para dejarnos dos deditos de espuma de color blanco, bastante compacta y con cierta persistencia. En nariz podemos disfrutar de aromas herbáceos básicamente, con alguna nota cítrica y algún recuerdo lejano de fruta de hueso. En boca cuenta con cuerpo medio, amargota (40 IBUs), con el lúpulo como protagonista. Mucho pino, mucha resina y mucho sabor herbáceo. Yo estoy muy acostumbrado a las sopitas de lúpulo y me resultan agradables, pero para las personas que no hayan probado una IPA les recomendaría algo más suave. La maridé con los noodles con verduras salteadas al wok que se dejó mi hijo y funcionó genial, la disfruté muchísimo, máxime en buena compañía. 6,5%.

Casita - Wild Dreams Run Free

Con gran alegría y entusiasmo reseñamos la cerveza de hoy, venida de ultramar. Muy buenas cervezas debemos estar haciendo en este país para que cada vez sea más complicado encontrar referencias estadounidenses en nuestras tiendas especializadas. ¿Alguien se acuerda de Mission? ¿Alguna lectora ha podido comprar recientemente una Karl Strauss? ¿Pizza Port? Modern Times parece que haya desaparecido de la faz de la tierra. Bell's, Coronado, Anderson Valley, Left Hand, Westbrook, Two Roads... y otros tantos.

Total, que si quiero saber como sigue el panorama birruno en el continente americano tengo que tirar de compras online en tiendas de allende nuestras fronteras, como la que nos atañe hoy. Me hice con un surtidito de 3 laticas de Casita, para tener una mínima referencia del buen hacer de los brewers de Wilson (Carolina del Norte). La de hoy es una Imperial IPA elaborada con maltas Pilsner y Honey, copos de avena, dextrosa y los lúpulos Amarillo, Riwaka, Nelson Sauvin y Mosaic. A la joyita la han bautizado con el nombre de Wild Dreams Run Free. Parece que en esta casa son muy fans de Mi Pequeño Pony. Yo era más de los clicks de Famobil pero me la bebí igual.

Andiamo. La sirvo en vaso para IPAs (que en paz descanse), presentando un color entre dorado y anaranjado, límpida, sin turbidez, aspecto muy deseable y carbonatación abundante. Se nos queda una capa de espuma muy adecuada, gruesa, compacta, persistente y de color blanquito. Acercamos la napia para disfrutar de un agradable aroma herbáceo, donde también se pueden apreciar aromas cítricos estupendos. Me desvivo por darle el primer tiento, así que no me detengo demasiado en la etapa olfativa. En el primer sorbo nos saluda cordialmente el amigo Nelson Sauvin, con su característico sabor a uva. Muy cítrica también en sabor, con el amigo Mosaic reivindicando buena parte del protagonismo, con un puntito de pomelo gracioso. Además podemos disfrutar de una buena dosis de sabores herbáceos muy refrescantes y agradables, con un amargor final suave. Resulta bastante sedosa en boca, pero este factor no le resta bebestibilidad. En conjunto se me quedaría a mitad de camino entre una West Coast y una New England. Sele nota un pelín el alcohol (8,2%), pero dada la graduación se lo podemos perdonar. A tener muy en cuenta a esta gente. Me costó 8,79€. Lata de 47,3cl.

St. Bernardus - Wit

La que sí me pareció una Witbier de manual y que me gustó bastante más que la de ayer fue la de St. Bernardus. La idea primigenia era comprarla en formato botella (por un tema de coleccionismo chapero), pero finalmente me llegó en formato lata. Cosas de las compras online.

 

La lata tiene una ilustración bastante bonita, a la par que llamativa, y, al contrario que el resto del catálogo, no aparece el simpático monje licoreta. Eso sí, han dejado un espacio con su silueta en aluminio.

La cerveza simplemente se llama Wit y lleva malta de cebada, trigo, lúpulo, levadura y azúcar. No se menciona si lleva la corteza de naranja ni las semillas de cilantro características del estilo.

La sirvo en copa TeKu y presenta un color pálido, amarillento, un tanto blanquecino, y de aspecto muy turbio. La carbonatación es muy abundante y nos deja una gruesa capa de espuma blanca, muy compacta y muy persistente. En nariz detectamos claramente un aroma de naranja, seguido de un toque belgiany, cierto aroma especiado, y obviamente el trigo. En boca el primer sorbo es claramente de trigo. Más adelante aparece el sabor especiado que podría aportarle el cilantro. El amargor es bastante notable, los cítricos más que evidentes, y conforme se calienta, el sabor de la naranja es cada vez más brutal. Me ha parecido riquísima y además la cogí con muchísimas ganas. 5,0%. Me costó 2,53€. Lata de 33cl.

Hoegaarden - Wit Blanche

Hace un par de semanas mi mujer y yo estuvimos gozando en el restaurante Marabrasa de Benicàssim de su brutal carta de productos a la brasa. De lagrimón todo y a precios razonables.

La carta cervecera lamentablemente también era de lagrimón, pero en el sentido opuesto, prácticamente todo industrial -incluso alguna IPA de algún gigante que no me apetece publicitar-  así que por descarte acabé pidiendo la Hoegaarden, conocida de sobras por todos- que hacía muchísimos años que no bebía. Bueno, pues aprovechamos la ocasión para revisionar un clásico, que nunca está de más.

La cerveza es de estilo Witbier. La receta lleva malta de cebada, trigo, levadura, especias (no especifica), lúpulo (tampoco los especifica) y sirope de glucosa. La etiqueta indica que debe servirse a 4ºC. Malo.

Pues nada, la sirvo en la copa de una conocida marca que prefiero olvidar, presentando un aspecto bastante turbio, de color pálido blanquecino, propio del estilo. La carbonatación es abundante y nos deja una gruesa capa de espuma blanca, compacta y persistente. En nariz nos llega el aroma del trigo, así como el de la naranja. En boca es una cerveza rica, dulce, con el sabor del trigo como protagonista, un pelín especiada y con el sabor cítrico bastante marcado que la hace más bebestible. En general bastante facilona y con la sensación de que me estaba tomando un resfresco. 4,9%. No creo que hayan más revisiones futuras.

Spencer - India Pale Ale

Fue catar la Trappist Ale de Spencer y cogerle una afición a la abadía estadounidense increíble. Mira que en su momento no me llamaba nada la atención y sin embargo ahora me he vuelto muy fan de los monjes trapenses del otro lado del charco.

Pues nada, todo sea por una buena obra, que los beneficios de las cervezas con sello Trappist van a parar a la caridad, así que aportemos nuestro granito de arena.

La de hoy es una cerveza especial, se trata de una cerveza de estilo India Pale Ale. Hasta aquí todo normal, he probado centenares de ellas. El hecho notorio fue que la elaborase una abadía trapense. De los hermanos de la abadía de Saint Joseph nos hubiéramos esperado una clásica Dubbel, una Tripel o una Quadrupel (ahora Belgian Dark Strong Ale), pero con la incursión de esta IPA abrieron la veda a la inclusión de nuevos estilos. Los lúpulos empleados para esta IPA son: German Perle, Apollo y Cascade.

Al turrón. La sirvo en vaso para IPAs en el que fue su último servicio antes de morir. Cae dorada y límpida, sin turbideces. La carbonatación es muy abundante y nos deja una gruesa capa de espuma blanca, tupida y persistente. En nariz es muy herbácea. En boca tiene una potente base maltosa, muy rica, con un puntito acaramelado. Los lúpulos protagonizan buena parte del sabor, aportando notas herbáceas, mucho pino, y un puntito suave de cítricos. El amargor final es bastante pronunciado. Muy clasicota pero muy rica. 7,6%. Me costó 4,26€. Botella de 35,5cl.

De Ranke - Guldenberg

Traemos de vuelta a la cervecera belga De Ranke, que a medida que vamos catando sus elaboraciones y ampliamos nuestro conocimiento sobre su catálogo, más encandilados nos van dejando.

Hoy tenemos aquí Guldenberg, la Tripel de la casa. Una joyita de las guapas. La cerveza toma el nombre de la antigua abadía de Guldenberg, en Wevelgem (Bélgica), cuna de uno de los head brewers. La receta lleva malta de cebada, azúcar y un dry hopping de Hallertau Mittelfrüh.

La sirvo en copa teku, presentando un color dorado (12 EBC), no viene velada pero hay que ir con cuidadín para no servir el poso. La carbonatación es bastante abundante y nos deja una copiosa capa de espuma blanca, tupida y persistente.

En nariz hace gala se sus orígenes con un marcado carácter belga. De afrutado aroma, con las manzanas y las peras como protagonistas. En boca es una cerveza que entra peligrosamente bien (ojito, 8,0%), resultando riquísima a la par que sabrosa. El saborcito belgian marca de la casa nos da la bienvenida. Tras él la comparsa de la fruta, compuesta por la pera, la manzana y el membrillo. Para ser una Tripel viene bastante subidita de lúpulo, aportando un sabor floral muy rico, notas herbáceas refrescantes y un amargor final bastante marcado (40 IBUs). Por momentos me vienen sabores afrutados y jugosos de ciruela Claudia. Final más seco que tu suegra. Sin llegar a extremo, pero muy seco. Y como he dicho anteriormente, el alcohol muy bien integrado. Para amorrarme debajo de un grifo y pasarme allí un dominguito entero. 3,29€. Botella de 33cl.

Ruta 6 - Barcelona

 

En este blog siempre hemos hecho aprecio por la cultura del brewpub, y en esta ocasión nos hemos ido hacia el beerxample barcelonés para ir a visitar uno de los pocos que nos faltaban: Ruta 6.

Hace unas semanas mi mujer y mi hija se piraron a hacer sus movidas y me dejaron a cargo de los otros dos "merlus". ¿Que qué iba a hacer yo? La respuesta era evidente: llevármelos de birras. Así que nada, llamamos a maese Yosemait para ver si se quería acoplar a nuestros planes. No nos costó convencerlo, así que los cuatro nos pusimos rumbo al citado brewpub, ubicado en la calle París, cerca de la diagonal. Zona high high. Como era dominguito no nos costó demasiado aparcar muy cerca. Hay que aprovechar antes de que la Colau no nos deje entrar. Es la hora de comer y hay ganas de conocer este sitio, que, debido a la pandemia, no habíamos podido visitar antes.

Ruta 6 abre sus puertas en 2020, tras el confinamiento duro. Elaboran allí mismo su propia cerveza y cuentan con 12 grifos para servirla. Pregunté si tenían pensado pinchar barriles de otras cerveceras, pero de momento, debido a las circunstancias, se ven limitados a servir únicamente su propia producción. Lo mismo ocurre con la distribución de sus cervezas. En un inicio tenían pensado enlatarlas y distribuirlas por toda España, pero debido a la pandemia y todo lo que conlleva han tenido que paralizar esta parte. Lo que sí podemos hacer es llevarnos a casa cualquiera de las cervezas que tienen pinchadas en formato crowler. La ventaja del crowler respecto al growler es que pesa mucho menos, es más fácil de llevar, más rápido de enfriar y además es totalmente opaco, lo que va a preservar de la luz nuestra bienamada cerveza. Eso sí, hay que consumirla en muy pocos días desde la fecha de envasado.

El espacio discurre en forma de U, estando la barra y el obrador en los dos extremos que dan a la calle. En el espacio restante están dispuestas las mesas para acoger a gran número de beergeeks. El local no es muy ancho, pero sí muy alargado, y por tanto cabe un gran número de personas, e incluso se podría dejar la mitad de él reservado para hacer actividades mientras la otra mitad funciona como cervecería.

El lugar más agradable para apostarse es la barra, donde podemos conversar con el personal y podemos disfrutar de la luz natural y del trasiego de la calle. También cuentan con una terraza en la acera donde poder disfrutar de nuestras cervezas al aire libre. En nuestro caso, como vinimos a comer, preferimos quedarnos dentro, en una de las mesas del fondo, ya que fuera -aunque era un día soleado- hacía frío, ya que era febrero. Nos atiende rápidamente una chica que nos acomoda en nuestra mesa.

Mientras nos traen la comida me voy a hacer las fotos de rigor y ya de paso me cuelo en el obrador, donde me atiende su head brewer que, muy amablemente, me atiende y responde a mis preguntas. De momento están trabajando a tope con dos fermentadores y llevan elaboradas 13 variedades de cerveza diferentes. Les gusta mucho trabajar con cervezas lupuladas -sobre todo Hazy IPAs- pero también se lanzan a hacer alguna Lager, cervezas con frutas, una Weizen y alguna negrura. Hace unas semanas recibieron dos barricas y van a empezar a realizar alguna cerveza experimental. De momento alguna Imperial Stout envejecida en barrica, y más adelante, quién sabe, lo mismo se aventuran en la senda Sour. La verdad es que pasé un rato muy agradable y les deseo muchísima suerte con su proyecto. Espero que puedan empezar a dar más salida a su cerveza y la puedan distribuir fuera de Barcelona para darse a conocer por toda la península.

Pero al Ruta 6 no habíamos venido solamente a tomarnos unas cañitas. Su carta de hamburguesas tenía un pintón espectacular, así que aquí vinimos con hambre y con ganas de gozarlo a tope. Para empezar tienen arepas de maíz rellenas con pierna de cerdo asada con queso, alitas de pollo glaseadas en salsa BBQ, dedos de maíz y plátano amarillo con queso de vaca fresco acompañados crema agria, torreznos de panceta de cerdo madurada con chips de plátano, y aritos de cebolla caseros con salsa BBQ. Pedimos las alitas para los críos y los torreznos para nosotros.

Para continuar el ágape disponen de variedad de hamburguesas, veggies, de pechuga de pollo, de cerdo y de vaca vieja. Todas con gran cantidad de ingredientes y con pan de brioche. Yo opté por la Avocado Mía, con queso de vaca vieja, queso fresco crujiente, tomate y cebolla asada, aguacate con un toque de lima y crema de alubias rojas. Maese Yosemait optó por la Big Boom Americano, con carne de vaca vieja, queso cheddar, tomate confitado, bacon cruch, cebolla asada y mayo chipotle.

Como colofón final pedimos el cheesecake de galleta choco-chip, mantequilla de cacahuete y caramelo salado. También tienen disponible una tarta de lima con base de sablée, piel de lima y mashmallow asado y un helado de chocolate artesano bañado en cerveza Stout con sirope de malta. No nos podíamos ir sin comprar algunos crowlers para acabarnos de fundir su pizarra en casa, y ya de paso sacarnos la insignia de untrapper para este tipo de formato. Aprovechamos estas líneas para enviar un abrazo a todo el equipo del Ruta 6 y procedemos a colocarles su merecido pin en nuestro Mapa Birruno. 

Balance de daños:

-Ruta 6 - Green Noise. Comenzamos con una de sus New England IPAs. Muy sabrosa, con predominio de los cítricos, donde destaca la mandarina, y con un puntito de maracuyá. Muy rica. 7,5%.

-Ruta 6 - Big Monster. Hazy IPA con toques de mango, notas herbáceas muy agradables y final amargo. 6,7%.

-Ruta 6 - Mango Bajito. Milkshake NEDIPA con mango y lactosa. Muy cremosa, muy sedosa y con bastante cuerpo. Con claro predominio del mango y notas de frutas tropicales. 8,0%.

-Ruta 6 - Dead Pony. Nos despedimos catando la Weizenbock de la casa. Tostada y achocolatada, muy sabrosa, muy sedosa, nada cafetosa. Muy rica, de hecho fue la que más me gustó de todas. 5,5%.

Ruta 6                París 176-178, Barcelona              ruta6co.com              info@ruta6co.com             682   522   558

Iron - Sour IPA Citron Aneth

Estamos llegando al final de nuestra pequeña prospección birruna gala. Casi a puntito de darle matarile. La brasserie que vamos a presentar la fui a buscar expresamente, ya que estaba entre las mejores cerveceras francesas según untrapper. 

Seguramente el ranking en cuestión habrá que cogerlo con pinzas -solo hay que echarle un ojo al de España- pero en un acto de fe creímos que algo de referencia nos arrojaría al respecto. Estamos hablando de Iron Brewery, con sede en Montauban, localidad muy cercana a Toulouse.

La cervecera gala toca todos los palos, elaborando zumazos, Wild Ales, cervezas barrel aged, petrolacos, Sours con frutas, Saison, goses con tomates y albahaca, e incluso alguna Brown Ale con marron glacés. Mucha variedad -donde predominan las ácidas- y bastantes bizarradas entre sus recetas. Las fui a buscar al V and B de Narbona y solo tenían dos variedades disponibles: una Fruit Gose en botella muy próxima a su fecha de vencimiento y esta lata de Sour IPA. Elegí la lata, no porque me apasionase la receta, sino porque me pareció que estaría mejor conservada.

La cerveza se llama Sour IPA Citron Aneth (otros que no se quiebran demasiado los cuernos a la hora de poner nombre a sus cervezas) y como reza su nombre lleva limón y eneldo. Los lúpulos empleados son el Citra y el Simcoe, y, además de la malta de cebada, lleva copos de avena. Creo que de Sour IPAs tienen varias elaboraciones, pero con otros adjuntos.

Dale tete. Estuve especulando con la idea de servirla en vaso para IPAs pero finalmente me decanté por hacerlo en copa TeKu. Presenta color entre dorado y amarillento, un tanto pálido, viene bastante limpia y clara, sin turbidez. La carbonatación es muy abundante y crea una gruesa capa de espuma blanca, que dura muy poquito. Por el aspecto se asemeja a una Berliner Weisse. Asomo la tocha y de entrada el limón es lo más evidente. Luego, el Citra y el Simcoe aportan aromas tropicales, de mango y melocotón. En boca no es muy ácida, pero un poco chirriante, hay algo que desentona y creo que es debido al limón. Conforme se atempera va apareciendo el eneldo, muy suavecito (afortunadamente), que le da un toque diferente. Bueno, en definitiva una de esas bizarradas que como experimento no está mal pero que tampoco vas a volver para comprarte otra y repetir. 7,0%. Me costó 6,70€. Lata de 44cl. Con una de 33cl ya cumplíamos.

La P'tite Maiz' - In Wheat Wheat Trust

Después de una semanita de descanso bloguil a causa de una frenética semana de trabajo, reprendo mi actividad desde el mismo punto donde la dejé: el panorama birruno galo.

Hoy se va a estrenar por aquí La P'tite Maiz', que, como las anteriores, también era una desconocida por mí hasta ahora. La cervecera en cuestión tiene su sede en Notre Dame d'Oé, una pequeña localidad limítrofe con Tours, en el Valle del Loira. La cervecera en cuestión, por lo que he podido apreciar en sus redes sociales le da a todo, y parece que no se le da mal.

Para abrir la veda seleccioné esta -según sus creadores- New Zealand White IPA elaborada con trigo (obvio) y los lúpulos Rakau, Kohatu y Moutere. El segundo no lo conocía. A la joyita la han bautizado como In Wheat Wheat Trust. Algo me dice que el zoquete del diseñador gráfico se dejó un "We" por ahí. La etiqueta es chulísima.

Por el hecho de llevar trigo me decanté por servirla en el vaso especial para Wheat Ales, que lo tengo criando polvo en la balda y había que sacarle algo de rendimiento, aunque quizás lo suyo hubiera sido servirla en un vaso para IPAs sin más. Ahí vamos. Presenta un color pálido, un tanto amelocotonado, con cierta turbidez. La carbonatación es muy abundante -solo hay que verlo- y genera una copiosísima capa de espuma blanquísima y persistentísima con aspecto de nata montada que da ganas de comérsela a cucheretazos.

En napia desprende un aroma herbáceo muy agradable. En boca es muy rica, con cuerpo medio, muy refrescante, con el sabor del trigo asomando, rico, pero con claro predominio del lúpulo. El sabor es muy rico, donde los matices herbáceos protagonizan la cerveza, y con un amargor final prácticamente inexistente. La verdad es que no veo la diferencia entre una Hazy IPA. Supongo que son ganas de inventar estilos, hacerse los creativos y llamar la atención. 7,1%. Comprada en el V and B de Narbona por 5,70€. Lata de 33cl.

Fauve - Historie D'Amour

Y en nuestra línea pedagógica, vamos a seguir haciendo daño a nuestro surtidito de cerveza gala que se vino tras nuestra fugaz visita al V and B de Narbona. Me da pena decirlo, pero le quedan dos telediarios.

La verdad es que la compra ha superado con creces las expectativas. A toro pasado uno piensa que debería haber invertido la pasta en un muestreo más amplio, pero estando allí, viendo el género sin refrigerar y con la nevera y la despensa de casa llenas de birras, me contuve bastante.

Hoy le toca el turno a la brasserie Fauve, que para variar, tampoco conocía. La cerveza en cuestión se llama Historie d'Amour, y es una New England IPA con un double dry hop de lúpulos Simcoe, Mosaic y Sabro. La receta lleva malta de cebada, copos de avena, cops de trigo y levadura Verdant.

Ésta quizás no estaba tan fresca como la de ayer, y aún no estando en su máximo esplendor estaba rica igual. La sirvo en vaso para IPAs y presenta un bonito color anaranjado, con cierta turbidez pero sin llegar al zumazo característico del estilo. La  carbonatación es muy abundante y genera una gruesa capa de espuma blanca, muy compacta y muy persistente, de aspecto de nata montada. En aroma podemos encontrar fruta tropical como el mango y la papaya, cítricos, y ese punto de coco característico del Sabro. En boca no es especialmente sedosa. Destacan los sabores cítricos, donde la cáscara de naranja es el más evidente. También encontramos sabores tropicales, pero mucho más mustios. Nada amarga. 6,5%. Me costó 5,50€. Lata de 33cl.

Mont Hardi - Falco

Retomo mi actividad birruna con la cerveza del país vecino haciendo mella en el surtidito que me traje del V and B de Narbona.

Al igual que sus predecesoras la de hoy también es de una brasserie desconocida por mí hasta la fecha. Les tomo la matrícula, por eso, ya que me ha parecido una cerveza impresionante. Si hace unos años me preocupaba el hecho de no encontrar cerveza gala de calidad, a día de hoy os tengo que decir que no hay de qué preocuparse. Nuestros vecinos tienen un panorama birruno muy cañón.

Hoy escribo acerca de Mont Hardi, una brasserie ubicada en Château-Gontier-sur-Ayenne, en la región de País del Loira, a medio camino entre Le Mans y Rennes. No es que esté precisamente cerca del lugar donde la compré, pero pese a no estar refrigerada la cosa ha aguantado dignamente. La joyita se llama Falco, se trata de una New England Double IPA y está elaborada con lúpulos de Yakima Chief, concretamente con un triple dry hopping de Idaho 7 y del experimental HBC 630. Ambos los conocemos bien de cervezas que habíamos catado con anterioridad. La receta lleva malta de cebada, avena y trigo. 

 

Pues venga, que pa luego es tarde. La sirvo en vaso para IPAs y presenta un bonito color anaranjado, velado, con bastante turbidez, aunque sin llegar del todo al aspecto de biofrutas. La carbonatación es abundante, y nos deja una gruesa capa de espuma blanca, en un punto medio entre lo compacto y lo jabonoso. En nariz nos sorprende con un imponente aroma a cerezas. Aparecen también aromas que nos recuerdan al melocotón, e incluso al plátano (debido al lúpulo, no al acetato de isoamilo). En boca es una cerveza sedosita, muy juicy, muy agradable en paladar. Muy intensa de sabor, donde gana por goleada la fruta tropical. Me vienen sabores de piña colada, con notas de coco muy ricas, pero también podemos apreciar notas herbáceas más atenuadas, e incluso florales, muy agradables. Una joyita, la verdad es que me ha encantado. 9,0%. Me costó 4,50€. Lata de 33cl.

Casa Dalmases - Lliure

Uno va a recoger una coca de verduras a sus tienda de confianza y se encuentra esta joyita en la nevera.

Cada otoño me entran ganas de acercarme a Cervera a por una cerveza harvest de Casa Dalmases, pero este año no ha hecho falta, me la he encontrado al lado de casa. Este tipo de cervezas suelen utilizar lúpulo recién cosechado, fresquísimo, de la planta directamente a la olla, motivo por el que me resultan unas cervezas muy interesantes, máxime cuando el lúpulo es de cosecha propia.

Pues nada, vamos al turrón. La cerveza en cuestión se llama Lliure y está elaborada con los lúpulos Cascade y Chinook del huertecico de la fundación. La sirvo en vaso para IPAs, aunque no lo sea. Untrapper me dice que es una Golden Ale, aunque yo personalmente la clasificaría como American Pale Ale. Como la citada aplicación falla más que una escopeta de feria he preferido hacer caso de mi instinto birruno.

Se presenta dorada, clara y límpida, con una carbonatación muy abundante que nos va a dejar una generosa corona espuma blanca, compacta y muy duradera. En nariz arrolla el lúpulo regalándonos aromas cítricos y herbáceos a partes iguales. En boca es intensa, muy hoppy, con el lúpulo como protagonista. Sigue en la misma línea que en nariz, con sabores muy cítricos y herbáceos muy refrescantes. La cerveza es de cuerpo ligero y resulta muy bebestible, quedándose cortos los 33cl. Nos deja un amargor final bastante pronunciado. Quizás habría valido la pena conseguirla recién embotellada, pero la verdad es que me doy por satisfecho porque estaba bastante bien conservada, ya que la compré en frío. Me costó 3,55€. Apta para consumo vegano. Me encanta reseñar cervezas de Casa Dalmases y dar visibilidad a proyectos de integración social tan loables como el suyo. ¡Salud! 4,5%.

Cycle - Cuvee Just Almond

Bueno, hoy toca poner los dientes largos al respetable con un bombazo de Cycle, cervecera con sede en Saint Petersburg (Florida, Estados Unidos), y que se deja ver muy poco por este lado del charco, y cuando lo hace es a precios prohibitivos, añado.

No es la primera ni la segunda vez que cato algo de esta gente, pero sí en formato botella. Las veces anteriores fueron siempre de grifo. Cycle se especializa en petrolacos bastante cañeros, así que hemos ido directos al grano y hemos comprado lo que dominan a la perfección: una Imperial Stout.

La joyita se llama Cuvee - Just Almond. De la serie Cuvee tienen varias, y nosotros hemos elegido la de almendras. Había otras con canela, café, fresas, nueces de macadamia, nibs de cacao... y ésta fue la que me pareció más interesante. La cerveza toma como base su Rare DOS y se envejece durante más de 20 meses en barrica de bourbon. Posteriormente se añaden las almendras.

Pues nada, vamos allá. La sirvo en copa para cervezas barrel aged, y cae oleosa, impactando en el cristal sin desatar demasiada cascada tras mi ira escanciadora. Un dedito de espuma justito de color marrón claro que no perdura demasiado. El aspecto de la cerveza es totalmente de petroleo. Muy oleosa y negra como el ónix. En nariz nos saluda un agradable aroma a almendra. Se une a la fiesta un fino aroma a café. En boca es terciopelo puro: muy sedosa, de cuerpo oleoso, un auténtico petrolaco, realmente densa y para disfrutar con muchísima calma. Desfilan por el paladar sabores achocolatados, un riquísimo sabor a café, y, asoma tímidamente el sabor del bourbon -riquísimo- muy sutil, nada invasivo, que le da un rollazo brutal. Me ha encantado el que el bourbon se quede a una distancia perfecta. En todo momento somos conscientes de que estamos disfrutando una Imperial Stout, y no un cubata de Jack Daniels. La almendra muy rica, aportando riqueza al conjunto, sin que resulte cansina en ningún momento. Incluso me vienen flashes de tarta de Santiago. Una joyaza, sí, pero admito que me esperaba un pepinaco igual o mejor que la Dark Star Coffee Edition de Fremont y sin embargo ésta queda claramente por debajo. 13,0%. Botella de 65cl. Me costó 25,19€. Por lo que costó ya se podían haber currado un poco la chapa.

Weihenstephaner - Pils

Me cuesta la vida encontrar cervezas de Weihenstephaner que no sean su celebérrima Hefeweizen, así que de sus Lagers ya ni os cuento. Ocho años y medio desde que inauguré el blog hasta hoy para dar con su Pils.

No hay mal que cien años dure, así que por fin la tenemos aquí, gracias a la gran oferta cervecera de las tiendas online. La de hoy es una German Pilsner de la fábrica de cerveza en activo más antigua del mundo, que ha sido elaborada con los lúpulos Hallertauer Herkules, Hallertauer tradition y Hallertauer Mittelfrüh.

Al turrón. La sirvo en vaso alto para Lagers, presentando un bonito color dorado, muy límpido (5 EBC), sin turbidez ni poso alguno. La carbonatación es abundante y genera una gruesa capa de espuma blanca muy compacta y persistente.

En nariz podemos disfrutar de su agradable aroma a cereal, y de notas que nos recuerdan a la miel. En boca es una cerveza ligera, muy bebestible, muy crispy, con un sabor dulce que nos recuerda al de la miel y con el cereal bien presente. El amargor final es suave y agradable (30 IBU). A mi mujer y a mí nos ha encantado. 5,1%. Me costó 2,17€. Botella de 33cl.

Dogma - 5th Anniversary Nº3

La cerveza de hoy también la compré en el V and B de Narbona pese a no ser francesa. Hice esta pequeña excepción por dos motivos: El primero es que aquí en España no encuentro cerveza de Serbia, concretamente de la cervecera Dogma. Sí es cierto que un día tuve la suerte de catarlos en el Moeder Lambic de la plaza Fontainas de Bruselas, pero hasta hoy no había podido reseñar ninguna de sus latas/botellas. El segundo es que hasta la fecha no había catado ninguna Cold IPA.

Bien, el concepto Cold IPA es algo que me rompe la olla. A priori yo pensaba que debía ser una suerte de IPA con algún tipo de levadura que soportase temperaturas más bajas para someterla a una especie de lagering. Resumiendo: como una Kölsch pero hasta arriba de lúpulo. Pero no. Al ir a consultar lo que era, me he encontrado que es un tipo de cerveza que utiliza malta Pilsner, lúpulo a cascoporro y levadura Lager. Pero vamos a ver. Si utiliza levadura LAGER, ¿cómo cojones se les ocurre llamarla Cold India Pale ALE? Es algo que no me entra en la puta cabeza. Es una puta India Pale Lager y punto. El resto son ganas de inventarse estilos fraudulentos con la idea de ganar cierta notoriedad en la escena craft. Vamos, que de ahora en adelante voy a evitar el estilo, a mí estas mierdas me superan.

En fin, a lo que vamos. La cerveza se llama 5th Anniversary y se elaboró para celebrar el quinto aniversario de la fábrica de Belgrado. Para lo ocasión, sacaron al mercado 5 cervezas conmemorativas en formato yonkilata de 50cl, ésta sería la tercera de ellas: la Cold IPA. Para el mercado francés realizaron unas latas de 33cl exclusivamente para la franquicia V and B. La etiqueta no aporta nada de información acerca de la receta salvo el típico agua, malta de cebada, lúpulo y levadura. Pues molt bé maco.

La sirvo en vaso para IPAs (no sé pa qué, si es una Lager) y presenta un color dorado muy clarito, muy pálido y muy límpido. La carbonatación es muy abundante, compacta, de color blanco y muy persistente. En nariz destacan básicamente cítricos y notas herbáceas. En boca es una cervezade trago ligero, muy bebestible, muy refrescante, con los sabores del lúpulo como dominantes, que nos aportan notas cítricas y herbáceas, al igual que en aroma. Final amarguito muy rico y se acabó chimpón. 6,7%.