Los brewers de Brooklyn, New York, nos traen una Ale de calabaza inspirada en las recetas de los colonos americanos
del Siglo XVIII.
Llevaba guardando esta cerveza desde el verano para la ocasión
y la verdad es que me he llevado un chasco. Debe estar contaminada porque el
sabor a calabaza no está por ningún lado y solo me sabe a sidra, mal síntoma.
Está elaborada también con canela y nuez moscada que tampoco las he encontrado
por ninguna parte. A parte del sabor a sidra me ha dejado un buen sabor de boca
curiosamente a plátano.
De color caramelo y espuma cremosa. Una lástima, espero
que la próxima vez que la pruebe (si llega ese día) esté en mejor estado. 5,0%.
13 de mayo de 2016
Rescatamos esta receta para disfrutar -esta vez sí- de una Pumpkin Ale como Dios manda, ya que éste ha sido siempre un estilo maldito para mí. En su día compré esta cerveza en mal estado en The Beer Shop de la Calle Amigó y tenía pendiente una revisión para cerciorarme de que aquel mejunje que me bebí por aquel entonces no estaba en condiciones. Lo más fuerte es que curiosamente la he encontrado en El Corte Inglés de Sabadell, lugar donde juré no volver a comprar cerveza artesana nunca más por las malas condiciones con las que tratan y almacenan el producto, que en muchísimas ocasiones nos llega a casa en mal estado. Esta vez, jugando a la ruleta rusa de la birra, he tenido a la suerte de lado y he podido disfrutar, por tan solo 2,20€, de una cerveza muy rica, y por fin pude tomarme una Pumpkin Ale en condiciones, cosa que hasta la fecha no había conseguido.
Como podéis observar en la fotografía han cambiado el diseño de la etiqueta -no así la chapa- y podemos apreciar el mismo color, pero quizás menos densa y con menos poso. La carbonatación es más o menos la misma. El sabor esta vez sí es el acertado. Es una cerveza muy sabrosa, con la calabaza muy presente, que se complementa con los toques especiados de la canela, en el punto perfecto para notarse pero sin llegar a saturar (no soporto el exceso de canela ni en la leche merengada). Deliciosa, por fin ¡lo conseguí!.
13 de mayo de 2016
Rescatamos esta receta para disfrutar -esta vez sí- de una Pumpkin Ale como Dios manda, ya que éste ha sido siempre un estilo maldito para mí. En su día compré esta cerveza en mal estado en The Beer Shop de la Calle Amigó y tenía pendiente una revisión para cerciorarme de que aquel mejunje que me bebí por aquel entonces no estaba en condiciones. Lo más fuerte es que curiosamente la he encontrado en El Corte Inglés de Sabadell, lugar donde juré no volver a comprar cerveza artesana nunca más por las malas condiciones con las que tratan y almacenan el producto, que en muchísimas ocasiones nos llega a casa en mal estado. Esta vez, jugando a la ruleta rusa de la birra, he tenido a la suerte de lado y he podido disfrutar, por tan solo 2,20€, de una cerveza muy rica, y por fin pude tomarme una Pumpkin Ale en condiciones, cosa que hasta la fecha no había conseguido.
Como podéis observar en la fotografía han cambiado el diseño de la etiqueta -no así la chapa- y podemos apreciar el mismo color, pero quizás menos densa y con menos poso. La carbonatación es más o menos la misma. El sabor esta vez sí es el acertado. Es una cerveza muy sabrosa, con la calabaza muy presente, que se complementa con los toques especiados de la canela, en el punto perfecto para notarse pero sin llegar a saturar (no soporto el exceso de canela ni en la leche merengada). Deliciosa, por fin ¡lo conseguí!.