5 Bis - Zefyr Black I.P.A.

Seguimos por las Galias. La cerveza de hoy la descarté durante mi compra en el V and B porque ya llevaba la caja bastante llena. Luego la vi en la carta de cervezas del restaurante del camping, la pedí para cenar, pero desafortunadamente se les había acabado -cosas de viajar en temporada baja- y como me quedé con el gusanillo, la compré el domingo en Narbona antes de partir en una -por no decir la única- tienda de vinos que había abierta. Obviamente sin refrigerar. Que sea lo que Dios quiera (me santiguo).

La brasserie en cuestión se llama 5 Bis, tiene sede en la localidad gala de La Palme (Languedoc-Rosellón),  y la verdad es que nunca había oído hablar de ellos. La cerveza de hoy pertenece a su serie Zefyr -de la que tienen cuatro variedades- y ésta sería su Black I.P.A., estilo al que personalmente prefiero llamar Cascadian Dark Ale. Los conceptos Black y Pale me chirrían juntos. La etiqueta, además, lleva su sello bio conforme sus ingredientes provienen de la agricultura ecológica.

A ver cómo nos sale el tiro. La abro y sirvo en copa TeKu, presentando aspecto de Stout: muy oscura, con una gruesa corona de espuma muy compacta y cremosa de color beis, muy persistente. En nariz nada que ver con una Stout. Nos sorprende un agradable aroma a mandarina y maracuyá que desprenden los lúpulos. En boca sí que tienen más protagonismos las maltas tostadas. De entrada nos da la bienvenida un agradable sabor a café, para más adelante volverse más achocolatada. Los lúpulos en sabor tienen menos protagonismo, pero aún así son capaces de aportar notas cítricas y de fruta de la pasión que le dan a la cerveza un toque muy refrescante, cosa que se agradece entre tanto cafetal. No resulta demasiado corpulenta y sí nos deja un amargor final más que notable, y además bastante rico. Lo cierto es que no estando especialmente fresca me ha sorprendido en positivo. 5,6%. Me costó 3,90€. Botella de 33cl.

V and B - Narbona

   

Nuestros viajes por las Galias. Nuestro particular Tour De France familiar. Nos encanta visitar el país vecino, y tras nuestro último periplo, mi mujer y yo nos preguntamos cómo no lo hacemos más a menudo. En dos horitas justas, desde el garaje de nuestro piso, se llega con facilidad hasta Narbona, donde, contra todo pronóstico, nos hemos encontrado un panorama birruno muchísimo mejor de lo esperado. Por citar un ejemplo, nada más llegar a la citada ciudad, siendo la hora de comer, dijimos "-vamos a comer aquí mismo". Y en el "aquí mismo" resultó que tenía cuatro grifos craft y una neverita con varias referencias locales. En cualquier sitio como mínimo tenían un grifo de alguna referencia belga bastante top. Sin ir más lejos, en el camping donde nos alejamos tenían un grifito de Triple Karmeliet, y -en formato botella- varias referencias de cerveza artesana local, así que hemos vuelto con bastante entusiasmo. Como en el viaje a Ámsterdam aprendí que las compras birrunas siempre se deben hacer el primer día, pues nada más llegar nos fuimos hacia el V and B local. Así pude hacerme con un surtidito bastante majo para consumir durante nuestra estancia en Francia y llevarme a casa todo lo restante.

V and B es una franquicia gala que cuenta con una buena selección de vinos y destilados, y sobre todo una oferta birruna bastante potente. Suelen ser locales bastante grandes ubicados en zonas poligoneras, a las afueras de grandes ciudades. Están extendidos por toda la Galia. Yo personalmente los descubrí en nuestro anterior viaje a Aviñón. Aunque no pude visitar el de esa ciudad por falta de tiempo, me quedé con la copla, y ahora que hemos visitado Narbona, hemos ido derechitos a él, con las maletas en el maletero del coche aún. En algunos V and Bs cuentan incluso con una zona de bar en el mismo local -como es el caso del de Narbona- con una amplia zona de degustación, ochos grifos y un poquito de jamercio para acompañar nuestra bebida favorita. Al ser una zona poligonera tienen aparcamiento propio y no resulta muy difícil aparcar. Mi visita fue muy rápida -mi mujer se quedó en el coche con los niños- pero sí muy provechosa. No pude hacer uso de su bar -aunque para ser las cuatro de la tarde contaban con bastante aficionado al drinking- por las circunstancias, pero más o menos me hice una idea de lo que es la franquicia en tiempo récord.

Voy a obviar las secciones de vinos y destilados, no porque fuera mala, ni mucho menos, pero no es lo que espera la afición. Esto es Mundo Birruno, así que vamos a lo que vamos. La selección birruna es abrumadora, y confieso que cuando entro en este tipo de sitios me aturullo con facilidad. Montañas de cajas y cajas de cerveza por doquier. Me siento como Hansel ante la casita de chocolate ¿por dónde empiezo?

Vayamos por partes. Básicamente la sección birruna se divide en tres partes: la belga, la alemana y la gala. La belga es la más amplia de las tres. Quizás me esperaba encontrar alguna referencia un poquito menos común -yo que sé, alguna De Dolle, De Ranke o, ya puesto,s alguna Struisse- pero no, la mayoría de referencias disponibles se pueden encontrar aquí en España. Rochefort, Chimay, St. Bernardus, Corsendonk, Huyghe, Het Anker, Van Steenberge, De Halve Maan, Leffe, St. Feuillien, Dubuisson, Boostels, Lindemans, Kasteel, Van Honsebrouck, Haacht, Brasserie d'Achouffe, Malheur. Visto lo visto me di con un cantito en los dientes.

En el apartado germano: Früh, Weihenstephaner, Rothaus, Warsteiner, Spaten, Krombacher, Kartäuser, Erdinger, Bitburger, Jever, Paulaner, Becks, Köstritzer y algunas que solo las conocían en su casa a la hora de comer. Esperaba encontrarme con alguna que me faltase de Weihenstephaner, pero no. Al final cayó una Rothaus que resultó ser una cerveza que ya había catado pero bajo diferente nombre. Mi gozo en un pozo.

Donde más me entretuve fue en el apartado galo, porque ya que estábamos allí, al menos intentar hacerme con una muestra mínimamente representativa de lo que se está cociendo en el país vecino. Cap d'Ona, Les Têtes Plates (que justo tienen el obrador a escasos metros de allí), La Debauche, The Piggy, Popihn, Aerofab, La Veilleur De Bières, 5 Bis, Sainte Cru, Fauve, La Superbe, Alaryk, Pietra, Brasserie Du Mont Blanc, Rivière d'Ain, Café de Paris, Brasserie Du Grand Paris, Bendorf, Mont Hardi, Iron, Levrette, Bapbap, Matten, Grand Zig, Brique House, Big Mountain, Ice Breaker, La Ptite Maiz, O'Clock... entre muchos. Descarté las que ya conocía (Popihn, The Piggy y de manera especialmente dolorosa La Debauche), pensé que ya conocía a La Superbe y Sainte Cru (al llegar a casa me di cuenta que no) y básicamente mi selección fue a ojímetro.

Del resto del globo, una pequeña selección checa (Bernard, Primator, Budweiser y Pilsner Urquell); una miniselección estadounidense (Great Divide, Upslope y New Image). Muy dolorosamente tuve que descartar a los de Denver. También me di con un cantito en los dientes al no encontrar la Bourbon County de Goose Island, que pocos días antes habían anunciado en su cuenta de Instagram. También encontré alguna cosita noruega como  Lervig y Amundsen. De cervezas trapenses no belgas contaban con una nutrida selección de La Trappe, y como las tenía todas no me compré ninguna. Me frustró muchísimo no encontrar la Quadrupel Oak Aged.

Me vais a disculpar que con las prisas y el aturullamiento me olvidase de hacer alguna fotografía del bar. La experiencia más o menos como la de comprar cerveza en unas grandes superficies, con gran cantidad y variedad y con cero asesoramiento ni consejo por parte del personal. Eso sí, las chicas de la caja muy majas. Quizás no sea el tipo de establecimiento muy especializado en cerveza artesanal y que mantenga la cadena de frío (olvidaos de las neveras para cervezas lupuladas), pero al menos sí vamos a encontrar cantidad y mucha variedad. Por lo menos para tener un pequeño recopilatorio local. Es probable que volvamos en alguna de nuestras incursiones futuras por las Galias. También valdría la pena visitar el obrador y taproom de la brasserie Les Têtes Plates, que está prácticamente puerta con puerta, pero que por las circunstancias no pude visitar. Otra vez será. De momento le colocamos su pin al V and B en nuestro Mapa Birruno.

V and B                Route de Perpignan, Zone Forum Sud, Narbona (Francia)              vandb.fr              +33   468   582   259

Brasserie de la Senne - Zenne Pils

Antes de regresar a Francia para continuar con nuestra pequeña prospección por el país galo, vamos a permanecer un día más en Bélgica para darle cañeta a una cerveza a la que teníamos ganas -de hecho a todo el catálogo de esta gente- la Zenne Pils de esa cervecera que cuesta la vida comprar algunas de sus botellas: Brasserie de la Senne. En esta ocasión he tenido que recurrir a una tienda online neerlandesa.

La cerveza en cuestión es una German Pilsner elaborada con lúpulos nobles alemanes y lleva el sello ecológico conforme sus ingredientes son provenientes de la agricultura biológica., 

Vamos allá. La sirvo en vaso alto para Lagers y presenta un bonito color dorado. Al principio cae bastante clara y límpida, pero conforme se iba llenando el vaso se iba enturbiando, recordándonos el aspecto de una Kellerbier. La carbonatación es bastante abundante y nos crea una gruesa capa de espuma cremosa, compacta, muy persistente y de color blanco. Me ha resultado curioso que no me ha dejado mucho encaje de Bruselas pero sí unas mini nubes adheridas al cristal, que han tardado muchísimo en disiparse.

En nariz es básicamente cereal, muy claro y rico. En boca es una cerveza ligera, muy bebestible, para beber a litracos. Muy crispy, con el sabor del cereal como protagonista. Pero, ay amigo, cuando se atempera aparece un sabor floral muy guapo, bastante notable, y finalmente un amargor perfecto que perdura durante toda la tarde. 4,8%. Me costó 2,49€. Botella de 33cl.

Westmalle - Extra

Hacemos un pequeño paréntesis en nuestro periplo por el país vecino para darle al alpiste trapense. A ésta le tenía especial gana, ya que era la única "novedad" trapista que me quedaba por catar, tras haber probado las "novedades" de Chimay y Rochefort. Además siempre he tenido predilección por Westmalle.

Digo novedades entre comillas porque realmente no son recetas nuevas, de hecho llevan muchísimos años elaborándose, pero se han comercializado el pasado año. La de hoy precisamente tiene más de 100 años, es la Patersbier que beben los monjes como cerveza de mesa, pero -como indicaba anteriormente- se ha comercializado en 2021.

La cerveza ha sido como Extra, y es de estilo Enkel, aunque recientemente el BJCP a estas cervezas las ha rebautizado como Monastic Ale - Belgian Single. Ris-rás, me paso la guía por delante y por detrás.

La abro y vierto en copa TeKu. Cae límpida y dorada, clara, un pelín pajiza. La carbonatación es muy abundante y no nos representa esfuerzo alguno crear una generosa capa de espuma muy tupida, cremosa y muy persistente de color blanco inmaculado. Burbuja finísima y con muy buena retención del carbónico. En aroma destaca el cereal y un puntito de levadura. En boca es una cerveza ligera, de trago fácil, pero no por ello insulsa. El cereal como protagonista, el carácter belga marcadito, un poquito dulce, con notas de pan y un puntito cítrico chispeante. Me ha parecido una cerveza muy rica y para beber en grandes cantidades, como Paterbier cumple con su cometido perfectamente, ahora bien, queda muy lejos de la excelencia de sus dos hermanas. 4,8%. Me costó 2,78€.

Aerofab - Tourbillon V6

Sigo con mi pequeño muestreo de birras galas. En esta ocasión, también voy a descubrir una cervecera desconocida hasta la fecha por el que suscribe: Aerofab. La brasserie en cuestión tiene su sede en Sautron, localidad limítrofe con Nantes, y que se especializa básicamente en zumos de lúpulo enlatados, aunque también disponen de algún que otro petrolaco y disponen de varios barriletes bien majos para añejar algunas cervezas experimentales. El taproom que tienen en la fábrica pinta fetén, y bien valdría la pena pegarse una excursioncica hasta allí. Así que si tenéis pensadas unas vacaciones en la Bretaña o en Normandía os pilla de paso.

De todas las latas disponibles en la tienda escogí esta New England IPA.

En los últimos años me he autoimpuesto la norma de no comprar cervezas de este estilo si no están refrigeradas. Ya son muchos euros que se han ido por el desagüe y estoy muy escarmentado. Dicha norma la suelo seguir de manera bastante estricta, pero no voy a negar que en ciertos casos hago algunas excepciones por motivos justificados. El motivo en este caso ha sido la falta de referencias galas de calidad en nuestras tiendas, ya que las existentes suelen ser pocas y siempre las mismas: Prizm, The Piggy, Popihn, La Malpolon y Goutte d'Or, poco más. Visto lo visto decidí jugármela a la ruleta rusa de la birra, para así poder ampliar mis conocimientos acerca del panorama birruno del país vecino, y afortunadamente en este caso me ha salido muy bien. El resto aún las tengo en la nevera, así que ya os iré contando.

Al turrón. La cerveza en cuestión se llama Tourbillon y es la versión 6 de un total de 8 variedades. Lleva malta Pale de cebada, malta de avena, malta de trigo y levadura Vermont. Es una cerveza monovarietal de lúpulo Talus, que últimamente me tiene muy flipado. La sirvo en la copa del camping y presenta un bonito color anaranjado muy vívido (10 EBC), y el aspecto turbio -similar al de un zumo de naranja- tan característico del estilo. La carbonatación es muy abundante y genera una gruesa capa de espuma de un blanco inmaculado, muy compacta y cremosísima, con sombrero incluido, que parece nata montada. Muy buena persistencia, añado.

En nariz el Talus me da la bienvenida con un aroma coquero muy apetecible, también notas de maracuyá y fruta tropical. Por el aspecto y el aroma estaba deseando acabar la sesión fotográfica para darle el primer tiento. En boca es sedosita, la avena se hace notar, con un sabor afrutado muy intenso. Desfilan por el paladar sabores que nos recuerdan a la piña, el mango y un punto loquísimo de coco. Se acoplan a la fiesta notas herbáceas muy agradables que aportan un frescor en boca bestial y nos dejan cierto amargor final, marcadito, pero nada excesivo (50 IBU). Muy bebestible y dejándome con la lagrimita de placer absoluto. Gran descubrimiento. 6,0%. Me costó 6,00€ en el V and B de Narbona.

Le Veilleur De Bières - Cyrielle

El fin de semana pasado estuve con la familia por tierras galas, no con fines birrunos precisamente, pero al final ya se sabe, de rebote -o no- uno acaba yendo a algún negocio cervecero local para comprobar in situ cómo está el patio.

El patio que nos tocó visitar en esta ocasión  fue el de la ciudad de Narbona, no excesivamente lejana de nuestras fronteras, de hecho se puede hacer perfectamente un sube y baja en el mismo día desde Barcelona. En nuestro caso fueron tres días, y tras mi viaje a Ámsterdam hará unos 6 años aprendí la lección muy bien aprendida: las birras hay que ir a comprarlas el primer día. Así lo hice, y nada más llegar a Narbona nos fuimos derechitos a la sucursal narbonensa de la cadena V and B, donde me hice con una pequeña muestra del panorama local.

Estrené el pack abriéndome al día siguiente este ejemplar de la Brasserie Le Veilleur De Bières, de los que no tenía ni pajolera idea de su existencia. En la tienda en cuestión estaba ubicada en la sección de cervezas de la zona -luego me he dado cuenta de que no era así-  y de todas las que había disponibles me hice con la del estilo que últimamente me atrae más: el Saison. La cervecera en cuestión está ubicada en Muret, una localidad muy cercana a Toulouse, así que precisamente no es una cerveza del departamento de Aude, ni siquiera de la región del Languedoc. En fin, sigamos. La cerveza en cuestión se llama Cyrielle, y es una Saison con lima kaffir. También lleva el sello ecológico.

La lima kaffir es una adjunto que si se utiliza bien puede resultar muy interesante, pero que si se utiliza mal puede dar lugar a un auténtico bodrio birruno. En este caso, afortunadamente la cosa está más cercano de lo primero que de lo segundo. La vierto en la copa que había en el camping y presenta un color entre dorado y cobrizo un tanto apagado. También cabe decir que la iluminación tampoco era la más adecuada. La carbonatación correcta, suficiente para generar una gruesa capa de espuma blanca, no excesivamente tupida, y muy poco duradera. En nariz la lima kaffir protagoniza prácticamente todo el aroma, aunque también podemos disfrutar de aromas de cereal y levadura si afinamos la tocha. En boca es una cerveza curiosa, interesante aunque entiendo que a algunas personas les pueda desagradar, cosa que entendería perfectamente. En mi opinión la lima kaffir aporta un rollo cítrico muy guapo, resulta muy refrescante y muy diferente. El ingrediente en cuestión acapara mucho protagonismo, aunque sin resultar excesivamente cansina. En general tiene un rollo de gin tonic muy guapo, aunque seguimos teniendo de fondo el cereal bien presente y su buena dosis de levadura Saison. Muy diferente a las Farmhouse Ales más ortodoxas. Final poco amargo (20 IBUs). 6,5%.

Casita - Imperial Pat, The Bunny

Hace unos días pude hacerme con algunos ejemplares de la cervecera estadounidense Casita, que estaba en mi lista de cerveceras yankis en busca y captura. Supongo que porque en algún momento de mi vida los vi en algún ranking entre las mejores cerveceras de Carolina del Norte, lo cierto es que no lo recuerdo bien, pero me quedé con el nombre.

Os estaréis preguntando ¿con quién ha empatao esta gente? La cervecera de Wilson son especialistas en IPAs y petróleos, muchos de ellos envejecidos en barrica, y algunas de sus cervezas están muy bien posicionadas en webs de rating, como por ejemplo su Palafrenero, que es la segunda mejor Sour/Wild IPA del mundo según Ratebeer. Si miramos en Untrapper está entre las 10 mejores cerveceras de su estado, que tampoco es moco de pavo.

Al turrón. Vamos a realizar nuestra primera toma de contacto con la Imperial Pat, The Bunny (8,2%), que es una versión más potente de su Pat, The Bunny (7,2%). Las dos tienen etiquetas muy parecidas y pueden dar lugar a confusiones. Para evitar errores, en la original puede apreciarse en la ilustración de la etiqueta al niño sin gafas ni barba, el resto es todo igual. La versión Imperial -que es la que nos vamos a cascar hoy- es una New England Double IPA elaborada con maltas de cebada, avena, y trigo y los lúpulos Nelson Sauvin y Motueka.

La sirvo en vaso para IPAs y presenta un color entre anaranjado y dorado, el aspecto es un tanto velado, pero sin llegar a resultar un biofrutas. La carbonatación es abundante, capaz de generar una gruesa capa de espuma muy compacta, muy duradera de color blanco. En nariz nos llega claramente el aroma a uva blanca del Nelson Sauvin. También he apreciado un olor a coco bastante intenso aunque no me cuadra en estos dos lúpulos. Notas herbáceas y de cítricos acaban de rematar un aroma brutal. En boca tiene cuerpo potente, con cierta sedosidad, aunque sin resultar excesiva. El sabor nos recuerda al del vino blanco, máxime cuando la cerveza se atempera, donde el sabor a uva blanca es más que evidente. También he encontrado coco en sabor. El Motueka no os penséis que juega un papel menos importante. Aporta notas cítricas -que nos recuerdan a la lima- y herbáceas -con cierto rollo a hierbabuena- que en conjunto le da un rollazo de mojito a la cerveza brutal, ultrarrefrescante. El amargor final está un tanto marcadito y el alcohol se nota un pelín, aunque en general considero que está bastante bien integrado. Pues me ha encantado, que queréis que os diga, y la verdad es que el Nelson Sauvin se saborea nítidamente, incluso muchísimo mejor que en algunas IPAs Single Hop que he probado de este lúpulo. Una joyita. Me costó 8,49€.

BdeGust - BdeBeer

La segunda cerveza que cayó durante nuestro menú degustación en Can Xapes fue la BdeBeer de la cervecera gironina BdeGust. Con ésta ya nos acabamos todo el catálogo de los de Caldes de Malavella.

Se trata de una cerveza Weizen ecológica, vegana y sin gluten, elaborada con flores silvestres de siempreviva, lúpulo ecológico de cosecha propia y malta de cebada y trigo ecológicos. La cervecera en esta ocasión trabaja con la Asociación de Abejas Silvestres, para crear un hábitat favorable para el desarrollo de esta especie.

La sirvo en copa y presenta un color dorado un tanto velado. No es una cerveza pálida pero sí tiene ese punto de turbidez característico de las cervezas de trigo. La carbonatación es abundante y nos deja una gruesa y cremosa capa de espuma cremosa y persistente de color blanco.

En nariz podemos gozar de un agradable e intenso aroma a trigo y flores de siempreviva. En boca es una cerveza de cuerpo medio, con sabor intenso a trigo, pan, y con las flores muy marcadas pero sin llegar a resultar demasiado invasivas ni cansinas. En todo momento somos conscientes de que nos estamos tomando una cerveza Weizen. Tenemos también un punto especiado muy rico. En general es una cerveza rica y sabrosa, muy armoniosa y de paso muy agradable. 4,5%. Muy contento de poder haber disfrutado de este proyecto y a la vez poder darles un poquito de visibilidad a través del blog.

BdeGust

El pasado sábado estuvimos disfrutando de un maravilloso menú degustación en el restaurante Can Xapes de Cornellà de Terri, en Girona. Se trata de un restaurante sin ánimo de lucro que trabaja con personas en riesgo de exclusión social. El menú estaba brutal, pero es que además tenían una pequeña selección de cerveza local, así que el día nos salió redondo.

Optamos por ampliar nuestro conocimiento acerca de la cervecera BdeGust -que ya catamos por primera vez en el Babilonia de Girona-, que tiene sede en Caldes de Malavella, y que comparte filosofía con el restaurante, contratando a personas en riesgo de exclusión social, apostando por ingredientes ecológicos y de kilómetro cero, con la idea de minimizar el impacto medioambiental de sus productos.

La de hoy es la primera cerveza de un catálogo de tres, que es por la que hemos empezado el menú. Se trata de una Czech Amber Lager ecológica y vegana elaborada con lúpulo de proximidad. La sirvo en copa y presenta un bonito color ámbar, un tanto velado. De carbonatación media, nos deja una moderada capa de espuma de color blanco, con bastante persistencia, y que más adelante nos dejará un bonito encaje de Bruselas.

En nariz predomina el cereal, con un puntito muy sutil de lúpulo, que aporta aromas herbáceos. En boca cuenta con cuerpo medio. Es una cerveza de intenso sabor, nada que ver con algunas Lagers insulsas, éste no sería el caso. Predomina el sabor del cereal, muy sabroso, que protagoniza prácticamente todo. Un puntito acaramelado acompaña a la cebada, y el lúpulo aporta un sabor floral y herbáceo moderado, agradable, y que da un amargor final moderado. Nos ha parecido muy rica. 4,5%

Spencer - Monks' India Pale Ale

Hará cosa de año y medio tuve mi primera toma de contacto con las cervezas de la abadía trapense de Saint Joseph, en Estados Unidos, que actualmente es la única cervecera trapista fuera del continente europeo. Desde entonces he andado buscando ampliar mis conocimientos sobre la cervecera Spencer, y por fin he conseguido hacerme con gran parte de su catálogo a través de una tienda online.

La primera que me he abierto -para evitar que envejeciese más de lo que ya estaba- fue esta lata de Monks' India Pale Ale, envasada en mayo del pasado año. Fresca precisamente no estaba. Mala tampoco. La receta lleva lúpulos Citra, Mosaic, Simcoe y Amarillo. Como dato curioso no lleva el sello trapense. Un lector me ha indicado que es porque la cerveza está enlatada. A mí no me suena que esto sea un criterio a la hora de otorgar el sello, pero ahí está el dato. 

La sirvo en vaso para IPAs, presentando un color dorado muy claro, totalmente límpido. La carbonatación es muy abundante, y sin gran esfuerzo logramos generar una copiosa capa de espuma compacta, cremosa y persistente de color blanco. En nariz nos llega un agradable aroma herbáceo, y quizás algo de cítricos. Quizás no es el aroma que me esperaría del Citra y el Mosaic. En boca es una cerveza con una base maltosa muy rica, con notas de caramelo muy agradables, una IPA muy old school. Los lúpulos aportan notas herbáceas y resinosas agradables, intensas pero no chirriantes. Quizás por el tipo de lúpulos que lleva la receta me la esperaba mucho más cítrica y con notas de fruta de verano, e incluso tropicales, pero no ha sido el caso. Teniendo en cuenta que estaba envasada en mayo del año pasado y que con bastante probabilidad no habrá estado refrigerada durante todo este tiempo PESE A QUE LA LATA ASÍ LO INDICA, entiendo que no debía estar en su momento álgido ni mucho menos. Mala no estaba, eso también debo decirlo, pero creo que lo que me he bebido no eslomismo que lo que salió de la abadía de Saint Joseph. Siempre me quedará la esperanza de visitar la abadía un día de estos. Quien sabe. Final amarguete sin idas de madre (30 IBUs). 6,3%. Me costó 4,76€. Lata de 47,3cl.

De Ranke - Saison De Dottignies

Ya iba siendo hora de que nos pusiéramos las pilitas con el catálogo de De Ranke, de los que teníamos muy poquita cosa. Por fin he logrado encontrar una tienda con varias referencias disponibles, que se han venido con papi tan alegremente.

La primera que me he abierto ha sido la Saison De Dottignies, ya que es un estilo que cada vez me gusta más y que además es lo que me pide el cuerpo. Sin que os dé más la barrila, vamos al turrón.

La sirvo en copa TeKu y presenta un color entre dorado y anaranjado, un tanto velado, con carbonatación muy abundante. La capa de espuma es de color blanco, bastante gruesa, compacta y persistente. La retención del carbónico es buena, aunque es cierto que cuando ya estamos apurando la copa se nos ha quedado ya un tanto desbravada.

En nariz tiene un aroma afrutado muy intenso que nos recuerda a las manzanas, peras y membrillos. También podemos disfrutar del olor de la levadura, así como un puntito muy sutil de lúpulo de carácter herbáceo. En boca predomina el sabor de la manzana, tenemos también mucha sidra, mucha pera y también una dosis notable de membrillo. El final es ultraseco. También en boca podemos disfrutar de ese toque de levadura que le da ese rollito belgian tan guapo. Nos ha llegado el pedido como agua de mayo. ¡Bienvenidos de nuevo De Ranke! 5,5%. Me costó 3,09€.

Ancestral - Barcelona

 

No entraba dentro de mis planes pero sucedió. Quizás no de la manera que me hubiera imaginado, pero al fin y al cabo acabé desayunando en la terraza del Ancestral. Había pasado un par de veces por allí, pero siempre tenían la terraza abarrotada, así que lo iba dejando para más adelante, aunque siempre con la idea de venir con mi mujer porque sabía que era uno de esos lugares que le iba a encantar.

Finalmente, una mañana que andaba yo de compras por Barcelona acabó sucediendo. No era precisamente la hora en la que suelo abrirme una cerveza, pero vi la terraza despejada, hacía muy buena mañana para ser enero y me dije a mí mismo: "-Javier, no te vas a ver en otra". Así que allí me senté, entre los que estaban desayunando tarde con sendos cafés con leche y bollería, para echarme una birra matutina. Fue el comienzo de lo que auguro como un largo idilio birruno. Id poniendo a Barry White.

Ancestral es un pequeño y coqueto bistró ubicado en la encrucijada entre las calles Provenza y Bruc con la Avenida Diagonal. Lo inusual de la intersección propicia una gran terraza, poco frecuente en los bares del beerxample barcelonés. Pero ahí no acaba la cosa. Al sentarnos en su agradable terraza vamos a poder disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad: La Casa de les Punxes, joya modernista del arquitecto Puig i Cadafalch, que nos queda justo delante. El interior es muy pequeñito, pero muy cálido. Cuenta con mucha luz natural, factor que lo hace muy agradable, mobiliario en madera, barra blanca y unas baldosas de cerámica que son las que le dan el toque personal al local. Dentro se está muy a gusto, pero la mayoría de la clientela prefiere disfrutar de su terraza. Yo desayuné primero fuera, pero luego preferí echar la última caña dentro y conversar con su propietario. La terraza es amplia y soleada. En invierno cuenta con estufas que dan un calorcico muy bueno, y en verano corre por allí bastante el aire y además cuentan con unas sombrillas muy majas que van a evitar que nos dé un telele con la torrija urbana.

El negocio está regentado por un simpático matrimonio: Joeri e Iván. Me atiende Joeri -de origen belga- que con gran amabilidad me muestra su selección birruna. Cuentan con tres grifos de cerveza artesana, y apuestan fuertemente por el producto local. En uno de sus grifos suelen tener pinchada una Lager de CTretze, que es lo más parecido a la caña de toda la vida y que puede satisfacer a las personas que no están muy familiarizadas con el mundillo. En un segundo tirador suelen pinchar la IPA de CTretze, y el tercero es rotatorio. En nevera cuentan con una gran selección de cervezas de gran variedad de estilos (entre ellos sin alcohol y sin gluten). No tienen siempre las mismas, las van rotando según disponibilidad -podemos escoger entre más de una veintena- y siempre apostando por los productores locales: CTretze, DosKiwis, Espiga, Gro, Matoll, Yakka, Espina de Ferro, Caravelle, Garage Beer, Soma, La Calavera, Dougall's, SanFrutos o La Vella Caravana, entre muchos.

El local es muy versátil, y lo mismo podemos desayunar con un buen café; una buena porción de pastel y unas deliciosas galletas caseras, que tomarnos unas cañas con unas buenas tapas, quedarnos a comer (cuentan con menú diario) o cenar alguno de sus deliciosos platos. Tienen una cuidada selección de vinos y cavas muy a tener en cuenta -todo de pequeñas bodegas familiares- así como una buena selección de vermús. También preparan un fantástico Spritz. Para acompañar nuestras birritas o el vermutito podemos pedir unas anchoítas, sardinas, boquerones en vinagre, navajas, berberechos, mejillones, buñuelos de bacalao, una ensaladilla rusa, patatas bravas o una buena tortilla de patatas. Entre sus tapas más aclamadas está el fricandó de ternera, los pulpitos a la marinera, berenjenas rellenas de carne, albóndigas de pollo, calamares con alcachofas, choricitos a la sidra, champiñones al Oporto, tartar de atún, croquetas caseras, la tabla variada de quesos, el hummus casero o las empanadas argentinas. El toque dulce lo puedes poner con su tarta Guiness, su cheesecake de maracuyá, la carrot cake o la tarta vegana de chocolate, pistachos y rosas.

Para acompañar la primera birra me pedí un minibocata de fuet con pan de cereales, que estaba riquísimo, y para la segunda, la empanada argentina picante, que estaba brutal. Dejo para ocasiones venideras el resto de su carta, que tiene una pintaza increíble. Mientras tanto, vamos a colocar su merecidísimo pin en nuestro Mapa Birruno. Cariii, ¡ponte mona que nos vamos al Ancestral!

Balance de daños:

-Ancestral - Foggy Sunset. Para empezar quise hacer aprecio de la cerveza de la casa, que elaboran en las instalaciones de CTretze, en La Pobla de Segur. Se trata de una New England IPA muy hazy, con aromas de maracuyá y fruta tropical y sabor amelocotonado, con una buena dosis herbácea y un potente amargor final. Podéis volver a leer la reseña que escribí hace unos días pinchando aquí. 4,7%.

-CTretze - Fura. Lager muy suave, muy ligera, perfecta para el calor, donde predomina el cereal. Cuenta con unas notitas de miel que la hacen muy agradable y un moderado amargor final (15 IBU). Muy bebestible. 4,8%.

Ancestral                Provença 340, Barcelona              93   782   46   64

DosKiwis - Up To You

Siempre es una alegría contar con cositas nuevas de DosKiwis en el blog. Os comentábamos hace unos días las maravillas que estaban haciendo los de Rupià con el lúpulo Nectaron, en concreto con su Riding High.

En esta ocasión, al lúpulo neozelandés lo acompaña el Idaho 7. La cerveza se llama Up To You. Se trata de una Hazy IPA elaborada con malta de cebada, trigo y avena.

La sirvo en la copa de la casa, presentando un color naranja intenso y bonito. La carbonatación es abundante y nos deja un bonito sombrero de espuma blanca, compacta y persistente.

En nariz podemos disfrutar de aromas que nos recuerdan a la piña y el pomelo. También algo de melocotón y fruta de hueso. en boca es una cerveza muy sedosa y con cuerpo, aunque muy bebestible y sabrosa. Los sabores nos recuerdan al mango, la piña, frutita de hueso y un punto herbáceo bastante marcado. Al final podemos disfrutar de un amargor muy marcado y rico. 6,7%. La compré a través de unos colegas que estuvieron allí a finales del pasado otoño. Me costó 5,40€. Lata de 44cl.

Rogue - Dreamland

Y lo contento que estoy yo cada vez que llega una remesita de Rogue. No os lo podéis ni imaginar. Ésta desafortunadamente es la última de las tres novedades que han traído, y vaya a saber usted cuando volverán a llegar. En fin.

Hoy tenemos Dreamland, una American Lager que rinde tributo al skate park de la ciudad de Newport (la localidad donde tiene Rogue sus instalaciones), donde la muchachada local ha pasado tan buenos ratos. Según el head brewer de Rogue, el skate park le dio tan buenos momentos e incluso hizo que sus sueños se hicieran realidad, que el hombre se sintió en deuda y con los beneficios de la cerveza los ha revertido en limpiar y renovar el parque.

La receta lleva maltas Synergy Pils y DextraPils copos de maíz, lúpulo Sterling cultivado en sus propias plantaciones y levadura Pilgrimage, así como el agua de su propia finca.

La sirvo en vaso shaker, y presenta un color dorado muy claro y límpido, sin impurezas (3,4 SRM). En nariz nos llega cierto aroma a melocotón y naranja, aunque lo que predomina es el olor a cereal. En boca es una cerveza ligera, ultrabebestible y ultracrushable. Muy crispy en boca, con el predominio de la malta Pils, pero con el toque de los copos de maíz, que la verdad es que se notan sutilmente en sabor, recordándonos en cierta manera el sabor de los corn flakes de Kellogg's. Amargor final perfecto (14 IBU). 4,8%. Nos ha gustado mucho y reconozco que he vuelto a la tienda a por más latas. Comprada refrigerada en la General de Begudes de Valldoreix por 2,80€. Lata de 37,5cl.

Hudson Valley - Amulet

No sé si reír o llorar, porque me acabo de meter un chute de endorfinas brutal que me ha puesto mirando a Cuenca, pero a la vez me he quedado sin Hudson Valley en la nevera. Ésta era la última lata que me quedaba de los de Beacon y la verdad es que me va a dejar un vacío inmenso. Los voy a echar de menos, eso os lo puedo asegurar.

En esta ocasión tenemos aquí entre nosotros Amulet, de la que existen dos versiones una Sour Farmhouse Ale y una Sour IPA. Ésta sería la segunda, con trigo crudo, malta y copos de avena, lactosa, arándanos, hibiscos y lupulizada con Galaxy y Citra.

La sirvo en copa TeKu y presenta un bonito color rojo, vivo e intenso. La carbonatación es muy abundante, y genera una gruesa capa de espuma muy compacta, muy cremosa y bastante persistente de color rosa chicle. En nariz predomina el hibisco, con un fondito de frutas del bosque.

En boca es terciopelo puro. Tiene esa sedosidad, esa sensación "cloudy" marca de la casa, tan peculiar, tan suya, que es como tener una nube en la boca. Bastante cuerpete aunque se bebe con cierta alegría. El sabor es muy intenso y empapa toda la boca. La acidez es suave, la lactosa aporta cierto dulzor que equilibra bastante el conjunto. Armonía pura. Predomina el sabor floral del hibisco, que es una exquisitez, y lo acompaña el de los arándanos, que es como si te explotasen en la boca al morderlos. Acaba de rematar la faena el Citra y el Galaxy que pululan por ahí aportando notas de melocotón y mango muy sutiles pero que acaban de rematar lo que es un birrote de locura. 7,0%. Me costó 9,44€. Lata de 47,3cl.

Aslin - Master Of Karate

Y la última lata que me quedaba de Aslin, ha resultado que era la mejor de todas (también hay que aclarar que era la que venía más fresca) y que en resumidas cuentas me ha parecido un birrote de los que vale la pena invertir la pasta.

La joyita se llama Master Of Karate y es de estilo New England Double India Pale Ale. Aunque el BJCP haya decidido meter todas las IPAs turbias en el saco de las Hazy IPAs yo voy a continuar llamándolas New England IPAs. La cerveza se ha lupulizado con Mosaic, Galaxy y Amarillo.

Bueno, pos molt bé, vamos al turrón, que pa luego es tarde. La sirvo en vaso para IPAs y presenta un color anaranjado claro, muy bonito, y viene velada y con la turbidez característica del estilo. Aspecto de zumazo. La carbonatación es muy abundante y nos deja una gruesa capa de espuma blanca, muy compacta, cremosita y duradera.

En napia es un delirio, donde predominan el aroma de melocotón, seguido de la naranja, la mandarina, la piña y el mango. En boca es una cerveza muy sedosita, con cuerpete, y muy potente de sabor. Aquí se nota que no han escatimado en lúpulo. En boca notamos cierta sobredosis de lupulina, que provoca se se empiecen a liberar nuestras endorfinas. En boca predomina el sabor del mango, riquísimo, y podemos disfrutar así también de otros sabores que nos recuerdan a la naranja, el pomelo, e incluso el albaricoque. Me ha parecido brutal. Me costó 7,91€. Lata de 47,3cl.