El fin de semana pasado estuve con la familia por tierras galas, no con fines birrunos precisamente, pero al final ya se sabe, de rebote -o no- uno acaba yendo a algún negocio cervecero local para comprobar in situ cómo está el patio.
El patio que nos tocó visitar en esta ocasión fue el de la ciudad de Narbona, no excesivamente lejana de nuestras fronteras, de hecho se puede hacer perfectamente un sube y baja en el mismo día desde Barcelona. En nuestro caso fueron tres días, y tras mi viaje a Ámsterdam hará unos 6 años aprendí la lección muy bien aprendida: las birras hay que ir a comprarlas el primer día. Así lo hice, y nada más llegar a Narbona nos fuimos derechitos a la sucursal narbonensa de la cadena V and B, donde me hice con una pequeña muestra del panorama local.
Estrené el pack abriéndome al día siguiente este ejemplar de la Brasserie Le Veilleur De Bières, de los que no tenía ni pajolera idea de su existencia. En la tienda en cuestión estaba ubicada en la sección de cervezas de la zona -luego me he dado cuenta de que no era así- y de todas las que había disponibles me hice con la del estilo que últimamente me atrae más: el Saison. La cervecera en cuestión está ubicada en Muret, una localidad muy cercana a Toulouse, así que precisamente no es una cerveza del departamento de Aude, ni siquiera de la región del Languedoc. En fin, sigamos. La cerveza en cuestión se llama Cyrielle, y es una Saison con lima kaffir. También lleva el sello ecológico.
La lima kaffir es una adjunto que si se utiliza bien puede resultar muy interesante, pero que si se utiliza mal puede dar lugar a un auténtico bodrio birruno. En este caso, afortunadamente la cosa está más cercano de lo primero que de lo segundo. La vierto en la copa que había en el camping y presenta un color entre dorado y cobrizo un tanto apagado. También cabe decir que la iluminación tampoco era la más adecuada. La carbonatación correcta, suficiente para generar una gruesa capa de espuma blanca, no excesivamente tupida, y muy poco duradera. En nariz la lima kaffir protagoniza prácticamente todo el aroma, aunque también podemos disfrutar de aromas de cereal y levadura si afinamos la tocha. En boca es una cerveza curiosa, interesante aunque entiendo que a algunas personas les pueda desagradar, cosa que entendería perfectamente. En mi opinión la lima kaffir aporta un rollo cítrico muy guapo, resulta muy refrescante y muy diferente. El ingrediente en cuestión acapara mucho protagonismo, aunque sin resultar excesivamente cansina. En general tiene un rollo de gin tonic muy guapo, aunque seguimos teniendo de fondo el cereal bien presente y su buena dosis de levadura Saison. Muy diferente a las Farmhouse Ales más ortodoxas. Final poco amargo (20 IBUs). 6,5%.
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