A nuestro regreso de nuestras vacaciones por Asturias y el País Vasco francés yo ya me daba por satisfecho con lo vivido y disfrutado y daba por hecho que ya no habrían más destinos birrunos por visitar, pero el destino aún nos deparaba una última sorpresa. Sobre las 12:30 PM estábamos pasando por Pamplona, y haciendo mis cálculos mentales me di cuenta de que lo mejor sería parar a comer a medio camino, justo en Zaragoza, y entonces se me encendió la bombilla. Como la familia ya estaba escarmentada de un bareto cutre donde nos tocó comer en Tudela a la ida, preferimos pegarnos un homenaje y comer en condiciones, así que solté el globo sonda para ver cómo reaccionaría mi mujer. "-Cariño, para que no nos pase como en Tudela he pensado ir a comer a un sitio muy chulo en Zaragoza". La miro para ver qué cara pone. En efecto ella se ha percatado de que esto huele a craft beer y me suelta un "-A ver, ¿a qué sitio has pensado llevarnos? Todo esto ya lo tenías previamente estudiado, ¿no?" Como si me hubiera parido. "A Cierzo Brewing mi amor, puedes mirar el menú que tienen en su página web". Ojos como platos y de inmediato me da su aprovación. ¡Yuju! Los Castle se dirigen sobre ruedas a la capital maña.
Alguno pensará que meterse en el centro de Zaragoza en pleno viaje es algo descabellado, pero la verdad es que al ser agosto no había absolutamente nada de tráfico, las calles estaban desérticas -caía una torrija de cuidado- de manera que llegamos de manera muy ágil y pudimos aparcar a escasos metros del brewpub, en el Paseo de la Independencia con la Calle del Coso. Si sois muy devotos podéis presentar vuestros respetos a La Pilarica, que está bastante cerca de allí.
Al entrar en el local impresiona. Es muy amplio y espacioso, y todo nuevo y decorado con buen gusto. El brewpub tiene forma de U. En la entrada, a mano izquierda se ubica la enorme barra con sus 20 tiradores y 4 bombas de mano. En el techo se encuentran los 6 maduradores del brewpub. La pantalla informativa nos recuerda a los cines americanos que salen en las películas. También tienen un neverote bastante guapo por si alguien no encuentra su cerveza ideal o si simplemente se quiere llevar a casa unas laticas de Cierzo. La entrada es muy espaciosa y hay gran cantidad de amplias y cómodas mesas para sentarse y disfrutar de un buen ágape, y por supuesto de unas buenas birras. Así los hicimos nosotros.
En el interior hay un espacio diáfano con sillones y sofás bastante cómodos para disfrutar de las cervezas en un ambiente más sosegado. También hay algunas mesas altas con sus correspondientes taburetes para hacer unas birras rápidas. Al final se encuentra la cocina vista -puedes ver en todo momento qué están cocinando y cómo lo tienen todo impoluto- y al fondo de todo el gran espacio (que llega hasta la calle) donde se encuentra el obrador con sus cuatro fermentadores. Delante del obrador existe una amplia sala que se puede reservar para realizar eventos. Cuando nosotros estuvimos había un grupo muy numeroso celebrando un cumpleaños por todo lo alto -"Cari, ves tomando nota para mi 50 cumpleaños (o mejor para mi 45 ;P)"- os aseguro que tenían cara de estar pasándolo muy bien. Por último, también existe un piso superior (aquí he patinao, no vi las escaleras y no subí a fotografiarlo) donde se ubica un gran comedor en el que realizan cenas y eventos. Por allí han pasado grandes maestros cerveceros como Carlos Rodríguez de Ales Agullons y se han realizado catas de cervezas, de jamón ibérico, de quesos, vinos, vermuts y conservas, y pronto van a iniciar cursos de elaboración de cerveza.
El proyecto de Cierzo Brewing surge en 2018 tras la unión de cuatro socios: La cervecera Populus (con fábrica en Caspe), la distribuidora Lupulus, la importadora y exportadora Gourpass y la cervecería
Hoppy (a escasos metros de aquí). Su idea era crear una marca de cerveza artesana que fuese referencia en todo Aragón. Lo único que les faltaba era un escaparate donde dar a conocer su producto y ofrecerlo al público, a la vez que dignificando la cerveza artesana y reivindicándola como producto gastronómico con un maridaje a la altura. Para tirar el proyecto adelante lanzaron un crowdfunding que logró recaudar 437.500€ a través de 261 inversores en apenas un mes. Gracias a este dinero pudieron construir una fábrica nueva en Caspe y encontrar un espacioso local en pleno centro de la ciudad para reformarlo entero y ubicar el
brewpub. El proyecto ha tenido gran aceptación y actualmente en fábrica se están elaborando 100.000 litros anuales (de 32 cervezas diferentes), que van a ir aumentando progresivamente.
Bueno, vayamos a la pitanza. Los Castle ya están en la mesa con ganas de darle al pirriaque. Aparece un chico muy amable y servicial -con pinganillo y todo (no he podido evitar acordarme de Bertín Osborne en
Scavengers)- que nos atiende con simpatía y celeridad. El menú del mediodía tiene una pintaza espectacular -recomiendo visitar su
web- pero al ser fin de semana pedimos directamente de la carta. Para compartir tienen nachos de maíz con queso, jalapeños, chili con carne y frijoles; papas cierzo con mojo picón y shichimi; tempura de cebolletas con hummus y curry; croquetas caseras; trucha imperial del Cinca marinada con cítricos, mango y wakame; y finalmente el Vitello Tonnato con alcaparrones y pan feo.
Para continuar tenemos tacos tex mex de ternasco, bao de pulled pato, pastrami, pita de calamares, molleja de ternera, hamburguesa de vacuno, laminado de escolar negro, poke bowl, dim sum y tentáculo de pulpo a la parrilla. Para pegarse un homenaje en plan campeón disponen de ribs barbacoa, secreto criollo, alitas de pollo, tartar de ternera y tataki de wagyu. Casi nada. También vale la pena echarle un vistazo a las sugerencias del día -que van variando- porque también tienen una pintaza brutal. Nosotros nos pedimos los nachos para compartir (la ración era enorme, sobró la mitad), mi mujer se pidió la tempura de cebolletas y para mí el secreto criollo, que estaba de echar la lagrimita. Todo riquísimo. Para los niños pedimos hamburguesa, que no pude fotografiar porque mis hijos la devoraron en nanosegundos.
Para finalizar tan magnífico ágape mis hijos no quisieron perdonar el postre y se pidieron la muerte por chocolate, qué os voy a contar, sólo tenéis que mirar la foto. También disponían en carta cheese cake, red velvet y carrot cake. Yo me quedé con ganas de probar su red velvet, que me encanta, pero lo descarté porque aún me quedaban tres horas al volante y llevar el coche tras una comida excesivamente copiosa no es muy aconsejable, así que sencillamente me pedí un café solo. Para los herejes a los que no les gusta la cerveza, sí, todos sabemos quienes son y de qué manera se dedican a dinamitar nuestras salidas cerveceras, existen en todas las familias y grupos de amigos. No temáis por ellos, ya que en Cierzo Brewing disponen de una excelente carta de vinos blancos, tintos, champanes y todo tipo de bebidas espirituosas. Mi mujer por ejemplo se pidió una copa de vino tinto de la zona que le encantó. Todos contentos.
Hasta aquí todo. Tan solo agradecer el excelente trato en el restaurante, con un servicio excelente, y también a Carlos Suárez, que es el que me ha atendido a través del correo electrónico. Desde aquí quiero mandar un cordial saludo a todo el equipo de Cierzo Brewing, a los que auguro un gran éxito. Aquí está vuestro merecidísimo pin en nuestro
Mapa Birruno. ¡Hasta la próxima maños!
Balance de daños:
-Cierzo - Una galaxia muy lejana. Se trata de una Imperial IPA cargadica de lúpulos Galaxy, Centennial y Chinook. Una DIPA muy DIPA, con una sólida base maltosa que aguante el 8,0% de volumen de alcohol. En boca es muy herbácea con mucho sabor a pino y un punto de resina -los sabores característicos del Chinook y el Centennial, y finalmente un amargor bastante potente con gusto de pomelo.
-Cierzo & Vic - Secret. Me da mucha rabia que la cerveza que suele pedirse mi mujer es la que me acabe agradando más, así que le gorreé todo lo que pude (ella acabó pidiendo vino. Hereje). Se trata de una colaboración con la cervecera de Osona. Intuyo por el juego de palabras que debe ser una IPA Vic Secret single hop. Muy herbácea y muy refrescante, con sabores de lima y cítricos espectaculares. Nos encantó.
-Cierzo - Maat. Finalmente rematé la faena con esta American IPA. Herbácea y cítrica. Su baja graduación -5,6%- la hace muy bebible y accesible para el público neófito.
8 de julio de 2024
Lamentablemente, este negocio ha sido cerrado permanentemente.