18 de julio de 2025

Assau - Flying Gloom

Acabé comprando por error esta Oatmeal Stout de la brasserie Aussau. El casa es que no quería repetir cerveceras para abarcar el máximo de brasseries posibles y precisamente la fui a cagar con una de las que menos me gustó. Su Saison no me quitó el sueño y, en este caso, debo admitir que la de hoy no me ha gustado nada.

La criaturica se llama Flying Gloom y está elaborada con malta Pilsen, Brown, Black, malta Chocolate y malta de avena. El lúpulo empleado es el Sabro. A priori los sabores a chocolate de las maltas combinados con el perfil de coco del Sabro deberían casar a la perfección, pero no ha sido así.

La sirvo en una copa que se asemeja a un snifter. Presenta un color marrón oscuro (nada negro) poco apetecible y que poco tiene que ver con el estilo. La carbonatación está bastante ida de madre. Espuma muy abundante, compacta, aunque con algunos huecos, de color beis. Persistencia media. Viene con bastante poso.

En nariz es bastante tostada, con alguna nota también de chocolate. No encuentro el Sabro en aroma. En boca no resulta nada sedosa pese a que lleva avena, es más el cuerpo resulta bastante ligero para el estilo que estamos tratando. Tiene un sabor a torrefacto demasiado subido para mi gusto, aunque afortunadamente cuenta con un regustillo a chocolate con leche bastante agradable. En boca tampoco encuentro el Sabro, cosa que me da bastante bajón. Para acabarlo de rematar hay un gusto metálico que chirría entre todo lo anteriormente comentado. En general bastante chusca y fuera de estilo. Me costó 3,10€. Botella de 33cl.

17 de julio de 2025

Alchemistes Ivres - Ambrelune

En el interior del festival Echos & Merveilles habían muchos tenderetes de artesanías: quesos, frutos secos garrapiñados, pulseras, un largo etcétera y por supuesto cerveza.

La única cervecera con stand propio era la de los bretones Alchemistes Ivres, con fábrica en Broons. No es que sean precisamente occitanos, pero la afición por los juegos de rol y el mundo fantástico entra en total sintonía con el evento. Tocan todos los palos, aunque tienen predilección por los estilos tostados.

Del catálogo disponible -como no tenían ninguna Saison- me fui a por esta Amber Ale, de nombre Ambrelune, elaborada con malta con malta de cebada, malta de trigo, levadura y lúpulo Fuggles.

La sirvo en vaso nonic. Como veo que la espuma no va a rebasar el borde escancio a tope con el objetivo de sacar el máximo de espuma posible. Aparece una generosa corona de espuma bastante compacta, de color hueso y de persistencia media.

En nariz se pueden apreciar notas tostadas y cafetosas. En boca resulta un tanto dulzona, con notas de caramelo y también algo de galleta. Predominan bastante las notas tostadas, con un saborcillo a café bastante subidito para el estilo que estamos tratando. Se echa de menos que aparezca el lúpulo para aportar un poco de gracia al asunto. Final no especialmente amargo (20 IBU). 6,0%. Me costó 3,50€. Botella de 33cl.

16 de julio de 2025

Le Gué des Moines - La Belle Nº20 Barrel Aged

Y la cerveza adquirida en el taproom de Le Gué des Moines fue La Belle 20 Barrel Aged, una Imperial Stout elaborada con malta de cebada, malta de avena y envejecida durante 24 meses en barrica de güisqui Maison Victor, que antes había contenido Sherry.

La sirvo en copa TeKu. Presenta un color totalmente negro y una caída bastante oleosa. Bastante carbonatada, con una buena corona de espuma compacta y persistente de color blanco roto.

En nariz me vienen aromas a higos secos, pasas, café y regaliz. En boca es una cerveza con cuerpo, bastante sedosa. Resulta bastante alcohólica pese a que "solo" tiene 7,5%. Sensación de cubatazo a cada sorbo, no obstante la experiencia es bastante placentera y la cerveza rica. Sabores tostados, de café, bastante regaliz y ese puntito de pasas e higos secos que me recuerda de soslayo a las Quadrupels belgas. El güisquito bastante presente, aunque sin restarle protagonismo al resto de matices. Bastante disfrutable. Final amarguete (25 IBU). Me costó 4,80€. Botella de 33cl.

15 de julio de 2025

Le Gué des Moines - Bruguières

 

Al tercer día de nuestra invasión en las Galias, al marido de mi prima se le ocurrió la idea de asistir al festival medievofantástico Echos & Merveilles, que se realiza cada año en la localidad de Bruguières -a media hora de Toulouse- y que tiene un enorme éxito en la región, con una grandísima afluencia de público.

Para allá que nos fuimos. Pasamos una mañana entretenida entre peña disfrazada, conciertos folky (y otras cosas raras), lanzamientos de hacha, tiro con arco, tenderetes de artesanías, food trucks y sí, también habían grifos de craft beer. Joder, y es que si estás apostando por la artesanía local, qué menos que hacer lo propio con la bebida. Allá en Francia lo tienen muy claro. Aquí en España tenemos mucho que aprender. La única cervecera disponible en el festival era La Berlue, de la que ya os hablé hace unas semanas. Durante la jornada pude probar cuatro de sus variedades, pero lo mejor se encontraba a la salida. Justo a la salida del recinto del Echos & Merveilles fui a dar de bruces con la fábrica de Le Gué des Moines, así que no tuve más remedio que meterme dentro a refrescarme. Ya que aunque solo era principios de mayo, hacía muchísimo calor.


La historia de La Gué des Moines se remonta a 2015, cuando Martial Paille -tras varios años como homebrewer elaborando cerveza casera en la cocina de su casa- decide dejar su trabajo en logística para dedicarse profesionalmente a la cerveza. Se forma en el IFBM (Institut Français des Boissons, de la Brasserie et de la Malterie) en Nancy. Realiza sus prácticas en la brasserie Saint Germain y en 2016 funda La Gué des Moines junto a su socia Sophie Freyburger.

Su catálogo es bastante extenso. Cuentan con numerosas Blonde Ales, Witbiers y alguna Ambrée de corte belga. Aunque no son como la mayoría de cerveceras artesanales que basan el 95% de su producción en IPAs también cuentan con bastantes India Pale Ales (y alguna que otra NEIPA). También cuentan con algunas Fruited Sours, pero donde hay que poner especial atención es en su catálogo de Imperial Stouts envejecidas en barricas de güisqui.

La fábrica cuenta con tres maceradores, seis fermentadores, una embotelladora y un almacén donde también tienen varias barricas para envejecer cervezas. Está abierta al público para la degustación, contando con tres espacios: En el exterior de la nave disponen de una extensa terraza, con una gran cantidad de barriles, mesas pequeñas y kegs a modo de taburetes. Aunque cuentan con varias sombrillas, también han habilitado un porche con una sombrita muy maja donde tienen cuatro mesas más amplias de estilo biergarten.

En el interior de la fábrica, justo al lado de la sala de máquinas, cuentan con otra espaciosa sala (que es la que podéis apreciar en la segunda fotografía). Donde disponen de numerosos barriles que funcionan a modo de mesa, mesas altas y taburetes. En esta sala es donde se ubica un pequeño escenario, para las fiestas, conciertos y eventos múltiples que se organizan en la cervecería.

También en el interior de la fábrica, hay otra sala -un poco más pequeña- pero con decoración más agradable, más cálida y de estilo de cervecería, que hace que te olvides que estás en una nave industrial. En esta última hay varias mesas altas y taburetes, aire acondicionado, proyector en pantalla gigantesca para ver los deportes, una barra con once grifos, una pequeña cocina e incluso un pequeño rincón donde se pueden comprar sus cervezas y vinos de la zona.

El factor aire acondicionado fue determinante para nuestra elección, que por unanimidad fue ésta última. Tras haberme chuflado varias birras durante el festival medievofantástico, decidí tan solo consumir una IPA, ya se me había bajado la toña pero convenía no volver a incrementar los niveles de alcohol en sangre. Pasamos un rato muy a gusto -y fresquitos- viendo el rugby. La chica que nos atendió muy maja, y además pude comprar una Imperial Stout envejecida en barrica para llevarme a casa. Qué más quieres, Baldomero. Una sorpresa muy agradable a la par que inesperada, así que no dudé en aprovechar la ocasión. Finalizo colocando su correspondiente pin en nuestro extensísimo Mapa Birruno.

Balance de daños:

-La Gué des Moines - Roi de Coeur. La única birra que cayó durante la visita (que no durante el día) fue esta fantástica West Coast IPA de color dorado y aspecto límpido. Hacía muchísimo calor y era lo que me pedía el cuerpo.

Aromas herbáceos y cítricos muy agradables. Sabor intenso, que recuerda a las agujas de pino y la corteza de cítricos y un amargor considerable al final (57 IBU). Tiene un cuerpo potentillo pero en general es muy refrescante y se bebe bien. 7,3%












La Gué des Moines            Rue de la Briqueterie 31, Bruguières (Francia)            www.laguedesmoines.fr                +33   09  67  48   99  63

12 de julio de 2025

SPO - Saison Bruxellensis

También en mi lista, de forma ineludible, iba apuntada la Brasserie SPO.

Ubicados en Griesbach-Au-Val -localidad francesa muy cercana a Basilea y la frontera con Suiza- se especializan en cervezas de fermentación espontánea envejecidas en barrica de vino o licores.

Del los ejemplares disponibles en Kaspar & Lupulin elegí Saison Bruxellensis, una cerveza Farmhouse elaborada con malta de cebada, trigo, lúpulos (no especifica de qué variedades) y una fermentación mixta. Ha sido envejecida durante 8 meses en barrica de güisqui.

Procedo a descorcharla y servirla en copa TeKu. Presenta un color dorado muy claro, bastante transparente, sin turbideces ni partículas en suspensión. La carbonatación es bastante abundante, da para una gruesa corona de espuma compacta, de color blanco, de considerable persistencia.

En nariz es bastante compleja. Me vienen notas que me recuerdan a la manzana, la uva, la sidra e incluso el cava. También un tufillo que los expertos denominan "manta de caballo". En boca es extraordinaria. No es especialmente ácida, la acidez es muy sutil, muy suave. Es una cerveza de cuerpo medio tirando a la baja, muy refrescante, con burbuja finita que produce una sensación picante durante toda la cata y que me recuerda mucho al cava. Notas de manzana fresca, de sidra e incluso uva. Puntito de madera riquísimo, final seco. Pero lo mejor es el puntito del güisqui, muy suave, muy sutil, muy fino, que lejos de ser convertir la cerveza en un cubatazo le da un rollazo brutal de esos que hacen que te vuele la cabeza. En general me ha parecido deliciosa, muy fina y muy armoniosa en todos los aspectos. Nada chirría, nada está ido de madre, todo encaja y todo está rico. Muy sabrosa y sin ninguna estridencia. Un trabajo colosal. Chapeau! 5,9%. Me costó 24,00€. Botella de 75cl.

3 de julio de 2025

Flore - Ensemble #2: Resolution

Otra de las brasseries que llevaba en mi lista previa a mi visita a Kaspar & Lupulin era Flore.

La Brasserie Flore, ubicada en Fontaine (localidad limítrofe a Grenoble). Su andadura comienza en 2020 y se focalizan en cervezas de fermentaciones mixtas y maduración en barrica.

Del repertorio que tenían en Kaspar & Lupulin, el tendero me recomendó Ensamblage #2: Resolution. Se trata de una cerveza Sour fruto de un blend de cervezas rústicas y posteriormente añejada en barrica de vino tinto de Côtes du Rhône. Lleva una fermentación mixta de levadura belga y un cultivo de varias cepas de diferentes cerveceras italianas. La receta lleva maltas de cebada, trigo y centeno; lúpulo y azúcar para la refermentación.

La sirvo en copa TeKu. Presenta un color dorado bastante límpido. La carbonatación no es muy abundante, pero aún así da para formar una gruesa corona de espuma de color blanco que no tarda en desaparecer por completo. La retención del carbónico es baja.

En nariz nos da todos esos aromas que nos suscitan "rusticidad" y salvajismo, así como notas de fruta (manzanas y peras) y algún cítrico (básicamente limón). En boca es una cerveza sabrosa y muy compleja. Contamos con la acidez, que es bastante notable pero sin que resulte agresiva. Más bien es una acidez que a mí personalmente me ha recordado al limón, y que por lo tanto te la tomarías como un agua de limón. Es una cerveza agradable, pero no para bebérsela de un solo trago. Hay que disfrutarla con calma. Además del limón, se puede disfrutar de matices que recuerdan al membrillo, la manzana ácida y las peras. Al principio recuerda mucho a la sidra, pero más adelante aflora un sabor a vino blanco excepcional, e incluso notas de vino añejo. Madera, rusticidad, ese toquecito de establo... me ha recordado bastante a las Gueuzes de Cantillon, pero más fina y sin irse tanto de madre como algunas Lambic. Puntito terrosito suave y la sequedad finalque no falte. Joder, para una cervecera que tiene solo 5 años me parece que aquí hay muchísimo talento. 6,0%. Me costó 14,00€. Botella de 75cl.

30 de junio de 2025

Ellipse - Parasol

El chico que me atendió en Kaspar & Lupulin también me recomendó especialmente este ejemplar de la brasserie Ellipse, que tenía escondida por la nevera. Posiblemente era su último ejemplar. Genial, porque precisamente llevaba a Ellipse en la lista.

Sylvain, Guillaume y Mathurin eran tan solo unos niños, compañeros de guardería, cuando se conocieron. Cada uno de ellos tomó su camino en la vida, pero el destino quiso juntarlos a los tres de nuevo en 2021 para fundar una cervecera focalizada en cervezas Farmhouse. Cuentan con un variado catálogo de cervezas en las que utilizan la flora de su entorno, barricas y fermentaciones especiales. La de hoy -Parasol- es precisamente su ópera prima.

Se trata de una cerveza Saison elaborada con malta de cebada y trigo crudo (ambos provenientes de la agricultura ecológica) que utiliza dos cepas de levadura: Kveik Voss y Farmhouse Lithuanian Simonaitis. Posteriormente se lleva a cabo una adición de aguja de pino. A falta de instalaciones propias, la cerveza se cocinó en las fábrica de Hoppycampe, que ya me deslumbraron en su día con su Saitama Saison.

Sirvo en copa TeKu. Es una cerveza bastante pálida y de aspecto velado. La carbonatación no está nada ida de madre. Correcta, da para una aceptable corona de espuma blanca no demasiado compacta de persistencia baja. En nariz me vienen aromas cítricos, de cereal (se percibe el trigo) y el aviso de que va a ser una cerveza ácida.

En boca es una cerveza muy ligera, pero para nada aguada. Cuenta con cierta acidez que viene dada por la combinación de estas dos levaduras. A mí me ha recordado a la típica acidez del lactobacillus. Si esperábamos el característico sabor de las Saisons belgas ya nos podemos ir olvidando. Muy cítrica, claramente con un sabor que recuerda el limón. Cuando se atempera afloran los sabores de aguja de pino que son una locura. Un tanto herbácea, floral, y combinado con los sabores ácidos que me recuerdan al limón me acaba dando muchísima lima. La aguja de pino sabrosa pero sin resultar nada invasiva ni cansina. Perfecta. Muy refrescante, muy bebestible, muy fina, de esas cervezas para abrirse durante una comida o cena en verano. Me ha parecido una cerveza excepcional. Si ésta es su ópera prima... ¡cómo será todo lo que han hecho ha continuación! Comprada refrigerada en Kaspar & Lupulin por 8,20€. 4,0%. Botella de 75cl.

19 de junio de 2025

La Berlue - Sauvages Raisins

Aunque no llevara en mi lista a la cervecera que nos atañe hoy, el chico de Kaspar & Lupulin, que vio mi predilección por lo rústico y lo granjero, me recomendó Sauvage Raisins de la brasserie La Berlue, con fábrica en Gaillac, a menos de una hora de Toulouse.

La Berlue fabrica cervezas y sodas ecológicas. Los estilos de cerveza que suelen fabricar suelen ser de corte belga, aunque de vez en cuando se marcan el punto de producir alguna cosita más americanizada. Tienen el plus de trabajar con ingredientes provenientes de la agricultura ecológica y por tanto la mayoría de sus cervezas y sodas llevan el correspondiente sello bio. Esto para mí es un plus.

El día posterior a mi visita a Kaspar & Lupulin, ya os lo explicaré más adelante, pero tuve la ocasión de catar cuatro referencias de La Berlue. Cervezas ricas, correctas sin más, ninguna de ellas me quitó el sueño. Pero joder, con Sauvages Raisins, el chico de la tienda acertó de lleno.

Se trata de una Italian Grape Ale (Cuvée 2020) fruto de un blend de varias de cervezas de fermentación salvaje maduradas en barrica con la adición de uvas de las variedades Duras y Mauzac del viñedo de Jéròme Galaup.

La sirvo en copa TeKu. Presenta un color que pulula entre lo cobrizo y lo ambarino, con algunos destellos rosáceos. La carbonatación es moderada. Aún así da para una correcta corona de espuma, no demasiado compacta de persistencia media tirando hacia la baja. En nariz destaca un aroma que me recuerda al de la sidra, que viene seguido de notas afrutadas bastante notables, que me recuerdan a la fresa, las grosellas e incluso el higo chumbo. Además de la sidra, la verdad es que no me esperaba el resto de frutas, cosa que me ha sorprendido gratamente.

En boca es una cerveza muy seca y bastante terrosa. Cuenta con un cuerpo bastante potente, no obstante, se bebe con relativa facilidad. La rusticidad y el toque Farmhouse bastante presentes. Tiene un puntito ácido muy alegre, bastante moderado, pero muy agradable y refrescante. Resulta muy afrutada, y a la que se atempera, se va definiendo más. Notas de fresa y grosella cada vez en boca, que me llevan loco durante toda la cata. Al final he caído en la cuenta que a lo que me estaba recordando sencillamente era a un vino rosado. Ahí me ha explotado la cabeza. ¡Qué rica y qué receta tan bien pensada! El lado salvaje nada ido de madre, el lado vinoso muy bien definido y aportando un sabor afrutado delicioso y la cerveza pululando de fondo, con su cebadita, el carbónico chispeante y esa sensación Farmhouse muy presente. Así todo por separado no tendría quizás por donde cogerse pero en su conjunto es una elaboración muy potente y muy acertada. Yo creo que tanto para amantes del vino como para amantes de la cerveza este elaboración es soberbia. Altamente recomendable. 10,5%. Acabé tajao, sí. Me costó 13,00€. Botella de 75cl.

17 de junio de 2025

DaliDaark - Toulouse


Y así, sin comerlo ni beberlo, salí del Kaspar & Lupulin para meterme en el local contiguo: Dalidaark. Como ya comenté hace unos días, los dos locales comparten biergarten. Kaspar & Lupulin pone a disposición de los clientes todo su género refrigerado (latas y botellas) y Dalidaark pone los grifos rotatorios de cerveza artesanal y la música. Simbiosis birruna perfecta.

La terraza que comparten es un fiel reflejo del barrio de Saint-Cyprien: un ambiente jovial y vibrante, repleto de una muchachadavcon ganas de fundirse todo el género lúpulado. Conscientes del arsenal con el que cuentan ambos negocios, los toulousains acuden en masa para conformar una extensa y fiel parroquia local. Es que aquello es como para montarles un monumento.

El local, al igual que su vecino, es pequeñito pero muy bien aprovechado. Nada más entrar nos topamos con la barra, que cuenta con diez grifos rotatorios de cerveza artesanal, priorizando el producto local: un par de tiradores de Sacrilège, Cambier, La Malpolon, La Berlue y otro par de Fauve. Como cervezas extranjeras a destacar De Ranke entre otras.

Al fondo el espacio se ensacha y da lugar a un pequeño espacio con alguna mesita anclada a la pared, que también sirve como pista de baile.

Dalidaark no es una cervecería artesanal tal y como lo concebimos aquí. Sería más bien un pub de ambiente darky, con música darky, con la peculiaridad de los diez grifos craft. Pero que vamos, como cualquier pub sirven también cócteles y cubatazos. También cuentan con un pequeño repertorio en botella de cervezas sin alcohol y sin gluten. A destacar una extensa carta de vinos de todo tipo. Como era de día, y hacía muy buen tiempo, estaba todo el mundo fuera disfrutando de la terraza. A la que cae la noche, intuyo que la gente se mete dentro a disfrutar de la música y del ambiente. Me consta que realizan fiestas y eventos de temática darky.

La terraza estaba reventar y para ser las seis de la tarde había un ambientazo brutal. Como no pude sentarme, me quedé en el umbral de la puerta tomándome la cerveza de pie. No tardaron en acercarse un par de chicos del staff, que identificaron mi sudadera de DosKiwis para comentarme que les encantaba su New Zealand Pilsner. Allí me quedé charlando un rato con ellos, confesándoles mi admiración por el panorama Farmhouse de su país. Aguantaron la turra estoicamente. Durante el ratito al menos pudimos intercambiar impresiones de la escena craft de nuestro respectivos países. Disfruté mucho del ambiente del local el poco rato que estuve. La próxima vez que vuelva a Toulouse, no querré perderme una segunda visita al Kaspar & Lupulin, porlo que caerá también su correspondiente visita a Dalidaark. Espero que la próxima vez con más tiempo. De momento les coloco su merecidísimo pin en nuestro fantástico Mapa Birruno. Au revoir!

Balance de daños:
-Cambier - Mongy Saison Bio
. El chico del Kaspar & Lupulin me recomendó esta Saison de esta brasserie con fábrica en Croix, prácticamente limítrofe con Bélgica. Reconozco que no había catado nada de ellos, pese a que se me los había encontrado en varias tiendas en varias ocasiones. Oye, pues una cervecera que a priori no me llamaba demasiado la atención resulta que cuentan con varias referencias Farmhouse. A tener en cuenta en futuras ocasiones.

La de hoy es una Saison elaborada con malta de cebada y lúpulos Challenger y Goldings. Todos los ingredientes provienen de la agricultura ecológica y por tanto lleva su correspondiente sello bio. Presenta un color pálido y un aspecto velado. En boca es una cerveza muy refrescante. Sabrosa, con notas especiadas muy ricas y un puntito afrutado muy rico. Notas cítricas muy agradable que la hacen más bebestible, y el rollazo que aporta la levadura, que me encanta. Final de amargor suave (30 IBU). La verdad es que me gustó muchísimo y aunque no encontré sitio para sentarme la pude disfrutar de pie de charleta con el personal del local. 5,2%.



Dalidaark            Reclusane 39, Toulouse (Francia)            +33   668  851  060

16 de junio de 2025

La Varette - Sureau

Una de las nanobrasseries que estaban en mi lista para comprar sí o sí era La Varette. Lo tenía claro. Cristalino.

Comenzaron su andadura en 2021 y tienen sus instalaciones en Ibos (regíon de Hautes Pyrénées), aunque según parece, comenzaron a producir en Semur-en-Auxois (Borgoña). Se focalizan únicamente en la producción de cervezas de fermentación espontánea, con la adición de frutas de producción local y hierbas o flores de jardín.

Me hubiera gustado comprarme alguna de sus cervezas con albaricoques o melocotones pero no estaban disponibles, así que tuve que contentarme con ésta que lleva flor de saúco, que oiga, ni tan mal.

El ejemplar de hoy se llama Sureau, es la edición 22, por lo que intuyo que llevaba tres añitos muerta de risa en la tienda. La receta lleva únicamente malta de cebada y flores silvestres de saúco. Nada más. Levadura salvaje y sin azúcar en la fermentación. La cerveza ha sido madurada en barrica de Pinot Noir de Borgoña.

Pa luego es tarde, dicen algunos, así que al turrón. La sirvo en copa TeKu. Presenta un color muy claro, amarillento, al principio nada turbio, pero conforme se va consumiendo la botella, la cosa se va enturbiando un pelín. Carbonatación moderada, sin idas de madre, da lugar a una correcta corona de espuma blanca, compacta pero de poca duración.

En nariz podemos disfrutar del aroma a saúco, notas cítricas y un rollito rústico muy apetecible. En boca es una cerveza muy rica, con el sabor floral del saúco que es una maravilla, pero con un rollazo Farmhouse muy potente que pulula de fondo y que aporta rusticidad al asunto. Funky, con el puntito ácido muy sutil, cero chirriante, que resulta muy refrescante. Notas cítricas muy ricas, y ese toque de barrica que aporta cierta complejidad al conjunto. enamorado de lo que hace esta gente. Si a alguien le apetece montar un tour de nanobrasseries por el sur de Francia yo me apunto de cabeza. 5,4%. Comprada en Kaspar & Lupulin por 15,00€. Botella de 75cl.

15 de junio de 2025

Brasserie du Grand Paris - Nova Imperialis

El tendero de Kaspar & Lupulin, además de ser muy amable y hacerme unas recomendaciones estupendas, tuvo este regalazo conmigo: me regaló esta cerveza de la Brasserie du Grand Paris.

La historia de esta cervecera comienza en 2011, cuando Fabrice Le Geoff (de origen bretón) y Anthony Baraff (de origen estadounidense) empiezan a elaborar cervezas en unas antiguas oficinas de Levallois. allá empiezan a diseñar sus primeras recetas y a perfeccionar su técnica, hasta que en 2013 reciben una medalla de plata en un reconocido certamen. Aquello los puso en el mapa y comenzaron a elaborar lotes grandes como nómadas, hasta que en septiembre de 2016 deciden dejar sus respectivos trabajos y comenzar a producir en fábrica propia como Brasserie du Grand Paris en el barrio de Saint-Denis.

La cerveza que voy a reseñar es Nova Imperialis, según sus creadores una Sour Imperial Farmhouse Ale. Se trata de una cerveza elaborada con mosto fresco de uvas y un blend de cervezas maduradas con las lías de las uvas. La receta lleva malta de cebada, malta de trigo, copos de avena y las citadas uvas.

Al turrón. La sirvo en copa TeKu. Presenta un color dorado subidísimo con tendencias hacia lo ambarino. Carbonatación media tendiendo a la baja, apenas logro que la espuma rebase el borde de la copa. Espuma blanca, compacta, pero de baja persistencia. En nariz percibo aromas que me recuerdan a la sidra, la manzana y el membrillo.

En boca me sorprende que sea bastante dulce. Cuenta con una acidez moderada, rica y refrescante, que equilibra un poco el dulzor, aunque resulta claramente más dulce que ácida. Es bastante maltosa, muy rica y agradable, con sabores que cabalgan a lomos de la sidra y el vino, muy afrutada y con el alcohol perfectamente integrado (9,5%). Muy rica, muy sabrosa, y en definitiva un gran trabajo de esta pareja. Botella de 33cl.

14 de junio de 2025

Hespebay - FOMO

Una de las cerveceras que no quería perderme durante este viaje era Hespebay. Lamentablemente se trata de otra microbrasserie extinta que cerró sus puertas el pasado mes de abril tras más de diez años de trayectoria y después de haber sufrido un litigio de 18 meses (no especifican el motivo).

El papá de la brasserie era Fabien Nahum, un abogado que, entre juicio y juicio, hacía sus pinitos como homebrewer en la cocina de su casa. En 2013 elaboró su primer gran lote de 10 hectolitros en las instalaciones de una cervecera de Batignolle. Dicho lote tuvo muchísimo éxito y vino seguido de otros más, hasta el punto de abrir su propia fábrica en Groslay. Durante la vida de la brasserie elaboraron muchísimos estilos (entre ellos IPAs, Lagers o Porters) pero el grueso de su producción se centraba en cervezas Saison, de ahí mi interés personal.

Del repertorio disponible en Kaspar & Lupulin, el tendero me recomendó FOMO. Se trata de una cerveza elaborada a partir de malta de cebada y de trigo, donde se ha realizado una fermentación láctica y posteriormente se ha refermentado con Brettanomyces Bruxellensis.

FOMO es el acrónimo de Fear Of Missing Out, es decir, el miedo a perderse algo. Algo así como cuando vosotros os pasáis todo el día visitando mi blog por miedo a que haya publicado una nueva reseña y os la perdáis. Al turrón. La sirvo en copa TeKu. Presenta un color dorado subido, con tendencias hacia lo anaranjado. Muy bien de carbonatación -a la vista está- dando pie a una generosísima corona de espuma blanca, muy tupida y persistente.

Al asomar el napial de entrada me vienen aromas que me recuerdan a la sidra, la manzana, la pera o el membrillo. En una segunda fase olfativa he podido detectar notas cítricas, florales e incluso un poquito de fruta de hueso. Bastante completita. En boca cuenta con una acidez láctica moderada, bastante agradable y refrescante. El brett a mi juicio está un pelín pasado de rosca. No tanto en su aportación a lo ácido, sino más bien en intensidad caballil. Sensación establera, eso que dice los expertos de manta de caballo. Too much. Cuenta con una agradable retahíla de fruta que equilibra lo anterior: ciruelas, peras, manzanas y notas cítricas muy graciosas. Sensación en boca bastante terrosa y bastante seca al final. Para ser la primera cerveza elaborada con brettanomyces de Hespebay me ha parecido bastante lograda. Me he quedado con la espinita clavada de no haberme comprado las otras dos referencias que tenían en la tienda, dos Saisons con un pintón increíble. 6,0%. Me costó 7,40€. Botella de 50cl.

13 de junio de 2025

GMTX - Time of the Season

La primera cerveza que me abrí de las que compré en Kaspar & Lupulin fue Time of the Season, de la cervecera local GMTX. El chico de la tienda, viendo mi interés por las brasseries Farmhouse francesas, y mi interés por los productos locales, me dijo que esta cerveza se adecuaba perfectamente a lo que andaba buscando.

GMTX es una nanocervecera con fábrica en Montestruc-sur-Gers, una localidad occitana a una horita en coche desde Toulouse. Poca información existe acerca de la brasserie, que ni aparece en Google, ni tiene página web y sus cervezas ni siquiera aparecían en untrapper. La poca información con la que cuento es con la que me dio el tendero.

La cerveza en cuestión es una Saison "cruda" y lupulizada con Mandarina Bavaria.

La sirvo en copa TeKu. Presenta un bonito color pálido bastante velado. La carbonatación es correcta aunque no especialmente abundante. Corona de espuma blanca de dos deditos de espesor, entre lo compacto y lo jabonoso, de persistencia media con tendencias a la baja.

En nariz destaca el aroma a cebada, con notas herbáceas, que me recuerdan al abeto, y algo de madera. En boca es una cerveza áspera, con una sensación bastante terrosa, que resta bebestibilidad. No es una cerveza ácida en absoluto. Sabor a levadura, aunque no me trae a la mente la rama belga, y una sensación de madera (como si llevara chips), un sabor herbáceo que me recuerda al abeto y sensación de bosque. Muy rústica y me ha resultado un poco basta. Es una cerveza peculiar, no sé si he sabido interpretar bien lo que querían conseguir sus creadores. Honestamente no la he disfrutado mucho, aunque sí me ha abierto la mente a nuevos derroteros Farmhouse y por lo menos ha conseguido sorprenderme, algo que, tras haber catado varios miles de cervezas diferentes, se agradece bastante. 6,5%. Me costó 8,00€. Botella de 75cl.

11 de junio de 2025

Kaspar & Lupulin - Toulouse


Kaspar & Lupulin era el objetivo a alcanzar durante mi visita a Toulouse. Muchos años babeando a través de sus redes sociales, viendo un desfile constante de botellas que ni en mis sueños más oníricos podría imaginar con ver aquí. Una auténtica locura. A través de ellos -y de Buvance, en París- he ido construyendo una constelación de brasseries Farmhouse de toda Francia -y parte de Suiza, añado- a considerar, sobre todo aquí en España, donde escasean este tipo de cerveceras.

El sueño por fin se ha hecho realidad. Cruzo a paso acelerado el Pont de Saint-Pierre un día muy ventoso hasta alcanzar la otra orilla del río Garona para llegar al vibrante barrio de Saint Cyprien. Lejos de los grandes edificios de numerosas plantas, el barrio de Saint Cyprien es como un pequeño pueblecito dentro de la ciudad. Casitas de planta baja con porticones de madera, pequeñas callejuelas empedradas, tiendecitas de barrio y un ambiente muy jovial. Una terraza de mesas estilo biergarten repleta de gente hasta la bandera hace visible mi objetivo desde la lejanía. Mi familia me deja a mi aire para que me tome el tiempo que necesite. Empujo con frenesí el carrito de la compra. Allá vamos.

Kaspar & Lupulin es una pequeña y destartalada tienda repleta de botellas y latas hasta donde permiten sus reducidas dimensiones. La variedad de cervezas con la que cuentan es inabarcable para ningún ser humano, y su rotación va a tal velocidad que lo normal es ir tropezándose con cajas de cerveza que acaban de llegar y que aún no ha dado tiempo de colocar en las estanterías o en las neveras. La tienda no tiene mucho misterio: A la izquierda una estantería de madera a reventar de botellas de todo tipo, a la derecha unas neveras que abarcan prácticamente toda la pared repletas mayoritariamente de latas y estilos muy lupulados. En el centro, para aprovechar el espacio, estanterías bajas para colocar todo lo que no cabe en las dos anteriores secciones. A simple vista parece todo bastante caótico, pero dentro del aparente desorden todo tiene su lógica y organización. El negocio es muy pequeño, pero nadie daría crédito, mirando desde fuera, de todo el arsenal que tienen dentro.

Innumerables referencias de Chien Bleu, Brasserie des Franches Montagnes, 3 Fonteinen, Tilquin, Wild Creatures, Vault City, Brekeriet o L'Apaisée... esto no se acaba nunca. El alegre tendero, se sorprende al verme con el carrito de la compra deambulando entre las cajas. Como me ve algo aturullado, se acerca para ayudarme con la selección. Dado mi pésimo nivel de francés, el chico, muy amablemente pasa al inglés. Le explico básicamente a lo que he venido: arrasar con todo lo que tengan de Farmhouse nacional. Pacientemente, el chico aprecia mi interés por el producto galo de estas características y me explica, una a una, todas las brasseries con las que cuenta y un poco de su historia y características: Sacrilège, La Malpolon, Goutte d'Or, Levain, Montagnarde... todo eso ya lo conozco, así que ampliemos horizontes: Popihn Sauvages, Hespebay, Flore, La Varette, GMTX, Brasserie du Mont Salève, Hoppy Road, Blue Donkey, La Petite Huguette, Ellipse, SPO, Effet Papillon, La Berlue... esto es un no parar.

Hoy no me interesa, pero ojito a sus neveras, que iban de punta a punta de la tienda: Black Project, Wild Leap, Prairie, Dieu Du Ciel!, Beak, Vibrant Forest, Cloudwater, Polly's, Pomona Island, Verdant, Northern Monk, Track, Sureshot, Vocation, Siren, North, Preassure Drop, Burning Sky, Sudden Death, DosKiwis, Põhjala, Moersleutel, Frontaal, Ārpus, Lambrate, Stigbergets, Brewski, Stu Mostów y Pühaste entre muchísimas otras. Como cerveceras locales destacan Iron, La Superbe, Fauve, La Débauche, Popihn o Brasserie du Grand Paris entre muchísimas otras.

El amable chico aguanta mi turra durante buena parte de la tarde mientras va saliendo y entrando para atender a la clientela de la terraza. Y es que el negocio es bastante peculiar, porque comparte biergarten con la cervecería de al lado: Dalidaark. Antes de realizar el viaje no había advertido esta peculiaridad. Es más Dalidaark había pasado totalmente inadvertido a mi radar birruno. La cosa funciona así: Kaspar & Lupulin aporta sus latas y botellas fresquitas de la nevera y Dalidaark aporta sus grifos rotatorios y la música. Todo fluye en una simbiosis perfecta donde el ambiente juvenil está garantizado. El amable chico me anima a que me tome lo que me apetezca, y me acompaña hasta Dalidaark porque, según me cuenta, tienen una Saison local recién pinchada que me va a a encantar.

Allá me dirijo. Le pregunto al chico si le puedo dejar el carrito en la tienda mientras me voy a tomar algo al Dalidaark y le agradezco su tiempo, su paciencia y sus interesantes recomendaciones. El chico me da las gracias por mi visita, entiende que lo que me ha atraído hasta allí es bastante lógico, dado el arsenalazo con el que cuentan, aunque me confiesa que su nómina se la pagan las NEIPAs que se está tomando la muchachada de la terraza.

Con esto si que no contaba, con un dos por uno de lo más inesperado. Como os podéis imaginar, salí con el carrito de la compra a reventar. Como anécdota añadiré que dicho carro estuvo a punto de despeñarse por las escaleras del metro de Toulouse en una escena dantesca digna de "Los intocables de Eliott Ness". Afortunadamente todo llegó a casa intacto. Soñando con volver pronto a Kaspar & Lupulin. De momento les colocaré su merecidísimo pin en nuestro Mapa Birruno. Au revoir!

Kaspar & Lupulin            Reclusane 37, Toulouse (Francia)            www.kasparlupulin.com               +33   629  92  15  14

10 de junio de 2025

Aussau - Bisou Câlin Ouh Là Là

La cerveza de hoy no entraba en mis planes de compra, pero oiga, uno entra en una tienda de vinos, encuentra una extensa selección de cerveza artesanal local, se toca con una Saison y a ver quien le hace ascos.

Firma la brasserie Aussau, con fábrica en Pau, a un par de horitas en coche desde Toulouse. La cervecera cuenta con un extenso catálogo, donde tocan varios palos: estilos belgas, estilos americanos e ingleses, amén de otras modernuras varias a las que se apuntan sin reparos. Dentro de su serie Bisou Câlin dan rienda suelta a sus experimentos y ensoñaciones.

La criatura que nos atañe se llama Ouh Là Là. Se trata de una Saison elaborada con malta de cebada, trigo y centeno; los lúpulos Cascade, Mounthood y Nugget; y la adición de chiles que les ha proporcionado la Maison Malnou.

La sirvo en copa TeKu. Presenta un bonito color dorado intenso y bastante velado. Bien de carbonatación. Logro sacarle sin esfuerzo una gruesa corona de espuma blanca, muy compacta y persistente. Al asomar la tocha ya me viene todo el aroma de los chiles, que resultan un tanto picosillos, pero sin que lleguen a resultar molestos ni causen irritación napial. También se percibe de fondo un suave aroma belgian y de cereales.

En boca es una cerveza peculiar. Obviamente se nota el saborcillo de los pimientos, que aporta ese toque exótico y diferente, sin que la cosa llegue a irse de madre. No resulta picante en exceso, en ese sentido está bastante moderada. El picor está ahí, pero muy moderado, para aportar algo de chispa al conjunto. Sin que el pimiento sea excesivo ni nada invasivo, el resto de la cerveza es bastante plana. La parte de la Saison bastante tímida, y no es por culpa del pimiento precisamente. En mi opinión creo que la Saison no brilla porque ya de por sí sola tampoco era como para tirar cohetes. Cereal de fonfo, un poquito de rollito belgian muy suave y poca cosa más. El invento podría haber sido curioso y con bastante Rock 'N' Roll, pero a la postre se queda en un quiero y no puedo. 6,0%. Me costó 3,60€. Botella de 33cl.

9 de junio de 2025

Hoppycampe - Saitama Saison

Y cómo no, también comprada en La Voie Maltée, este ejemplar de la brasserie Hoppycampe. El bueno de Joan -el alegre tendero- me dijo que si estaba alojado en Plaisance-du-Touch no podía perderme el trabajo de esta gente. Como vio que me fascinaba todo el mundo de las Farmhouse Ales, me dijo que esta botella llevaba puesto mi nombre: Saitama Saison.

Se trata de una cerveza Saison elaborada con malta de cebada, arroz, yuzu de Saitama, agua, levadura y una posterior refermentación con levaduras salvajes presentes en flores de cerezo. Todos los cereales utilizados son provenientes de la agricultura ecológica.

Procedo. La sirvo en copa TeKu. Presenta un color pálido, bastante característico de gran parte de las cervezas de este estilo, como la Dupont, bastante velado. Carbonatación muy abundante, con una generosísima corona de espuma blanca, de aspecto jabonoso y persistencia media.

En nariz es más que evidente el aroma a yuzu. Muy agradable y nítido. Más adelante, en una segunda fase olfativa, me resulta mucho más floral. También cuenta a la vez con ese toque peculiar y característico de la levadura Saison. Todo muy agradable, todo muy harmonioso, todo fluyendo de manera orgánica dentro de un rollito japo-belga muy rocanrolero.

En boca es una cerveza deliciosa. Muy refrescante, ultrabebestible pero no por ello carente de matices - aquí los hay para dar y vender- y con un rollazo arrollador. Muy Saison, aquí no vamos a echar de menos este factor para nada, con bastante levadura y esa peculiar sequedad final tan característica del estilo. El yuzu aporta unas notas cítricas muy ricas y muy refrescantes, y las flores de cerezo aportan un rollazo brutal al conjunto. Un espectáculo increíble para los sentidos elaborado con tanta coherencia, con tanta finura y con tal maestría que solo me queda quitarme el sombrero y decir: Chapeau! 6,0%. Me costó 11,90€. Botella de 75cl.

8 de junio de 2025

La Petite Huguette - Gruit du Jardin v1.1

Y también recomendada por Joan de La Voie Maltée se vino pa la saca la cerveza que nos atañe hoy.

El amable tendero puso especial énfasis en que era una de las brasseries de reciente irrupción que más lo estaban petando era precisamente La Petite Huguette -con fábrica en Castelnáu-d'Estrétefonds- y que su buque insignia era su Gruit du Jardin v1.1. No era precisamente la cerveza que me hubiera comprado, seguramente me hubiera llevado a casa su Saison con brett, pero a la postre se lo he acabado agradeciendo infinitamente, porque además de ser una cerveza deliciosa he podido ampliar un poco más mi repertorio de cervezas Gruit.

La cerveza está elaborada con malta de cebada Pils y trigo, lúpulos Aramis y Barbe Rouge, las levaduras WLP4047, WLP4641, lactobacillus y el gruit compuesto por: Milenrama, menta, ajedrea, hojas de grosella, verbena, romero y ajenjo. Todas ellas recién recolectadas del jardín familiar el mismo día de la elaboración. Qué bien detallada está la receta, así da gusto. Me ha sorprendido el hecho que la receta lleve dos variedades de lúpulo, ya que pensaba que las cervezas Gruit no llevaban en absoluto.

Al turrón. La sirvo en copa TeKu. Presenta un color pálido, con tendencias hacia lo dorado, límpida y sin ningún tipo de impurezas o partículas en suspensión. Nada más proceder a escanciar ya he visto que poco o nada podía hacer por sacar algo de espuma. Capa de espuma finísima, prácticamente inexistente, que tarda tan solo unos segundos en desaparecer. No obstante, la retención del carbónico no es mala, de modo que las burbujitas nos proporcionan una sensación picante en la lengua durante toda la cata.

Al asomar a Cyrano puedo disfrutar de un agradable aroma a flores y hierbas aromáticas. Realmente es como oler un jardín, tal y como indica el nombre de la cerveza. En boca es una cerveza deliciosa, con un cuerpo muy ligero, que la hace muy bebestible. Cuenta con una acidez muy sutil, que nos aporta el lactobacillus, que proporciona al conjunto una sensación refrescante y le da a la cerveza un sabor muy rico, que me recuerda al yogur. Todo muy suave y harmonioso. Evidentemente el sabor viene totalmente marcado por el gruit. No he podido identificar todos los botánicos, pero sí la menta y el romero (los más evidentes) y la verbena, que la tenía muy reciente de la Wheat Ale de Effet Papillon que reseñé hace unos días. Muy rica, herbácea, floral, con todo en equilibrio y fluyendo en total harmonía. Me ha encantado. ¡Qué gran recomendación! Me costó 5,40€. Botella de 33cl.

7 de junio de 2025

Joli Rouge - Le Temps des Cerises

Habrá cervezas que me gusten más o que me gusten menos, pero a estas alturas, son muy pocas las que consiguen volarme la puta cabeza.

La última en conseguirlo ha sido Le Temps des Cerises, de la brasserie extinta Joli Rouge, cuya fábrica estaba en la localidad occitana de Canals, al norte de Toulouse.

Se trata de un blend de cervezas de la casa, madurada en barrica de ginebra sobre un lecho de cerezas morello (guindas o cerezas ácidas). El resultado es una Fruited Sour de lo más particular.

La sirvo en copa TeKu. Presenta un precioso color cobrizo totalmente límpido, sin turbidez ni partículas en suspensión. Carbonatación alta, con una espuma blanca y abundante, a medio camino entre lo compacto y lo jabonoso.

Asomo le tarin y la cosa índica una buena cuota de acidez. Brett, un aroma afrutado de fondo muy agradable, que no me recuerda precisamente a las cerezas, y una buena dosis de ginebra. En boca es una cerveza muy peculiar. Cuenta con una acidez notable, que no chirriante, que queda compensada por otros factores. El brett presente, con notas de cuerazo y esa sensación establil, moderada. Notas de madera muy interesantes. Aquí la ginebra juega un factor crucial. Intensa, sí. Seguramente en menos proporción nos daría una cerveza más equilibrada y harmoniosa, pero supongo que esta gente a ido a jugar su baza del todo o nada. En mi opinión no resulta desagradable, ni mucho menos, pero quizás sí se lleve por delante otros sabores más sutiles. Sí es cierto que la sensación es un poco de Gin Tonic. Extra seca al final, acentúa la sensación de Gin Tonic, que junto con la graduación (8,5%) y la efervescencia del carbónico, nos recuerda mucho al combinado. La fruta pulula de fondo en cantidades moderadas. Sutil saborcillo a cerezas, también algo afrutado -que también aparece en aroma- que a mí me recuerda a la piña o el mango- que es una locura y me recuerda a esas ginebras americanas más afrutadas. Seguramente con menos ginebra y más fruta habría quedado una cerveza más fina y equilibrada. Pero qué queréis que os diga, tal y como está la encuentro tan diferente, con tanto rollazo, con tanto punch, con tanto rocanrol que yo no le tocaría ni una molécula a la receta. La verdad es que me ha encantado. Gracias a Joan de La Voie Maltée que fue el que me la recomendó. Le voy a estar agradecido toda la vida. Me costó 10,20€. Botella de 50cl.

6 de junio de 2025

La Tireuse - Toulouse


A los pocos minutos de salir de La Voie Maltée, continuamos caminando por la misma calle, con la idea de cruzar el puente de Saint-Pierre y alcanzar la otra orilla del río Garona, donde se encontraba el único objetivo del viaje que me había marcado, en el barrio de Saint-Cyprien.

Iba yo muy relajado pensando en explayarme de lo lindo una vez alcanzado mi objetivo primordial. Mi mujer viendo todas y cada una de las tiendas de la Rue Pergaminières, ahora me paro aquí... ahora me paro acá... ahora mis hijos se toman un bubble tea... vamos, en plan relax. Quiso el destino, que en una de éstas, con máximo nivel de empane del que suscribe, que nos fuéramos a parar delante de La Tireuse, bar que por algún descuido, no aparecía en el mapa que me había preparado antes del viaje (tan bien no te lo habrías preparado, chato). El caso es que primero leo "Craft Beer", para luego advertir en la ventana una pegatina de Untappd, y es ahí es cuando desaparezco para la familia y les suelto un: "-Entro un momentitoo solo a echar un ojo".

Claro, uno empieza a ver pizarras, tiradores y tiradores, una barra inmensa... ¡y para colmo estaba sonando el tema "Deep down" interpretada por Mike Patton! Con este panorama cualquiera se estaba solo un momentito. Ambiente sosegado, todo tranquilo... Estaban poniendo el disco "Mondo Cane" enterito del tirón. Lagrimones. Sin ser consciente de ello, como llevado por un extraño trance, me vi con media pinta en la mano, así que me salí al umbral de la puerta para soltarle a mi familia un: "-¡Ahora os alcanzo!".

Joder, ¡yo me quedo a vivir aquí! No sé por qué motivo a mi familia no le sorprendió mi anuncio y continuó su camino como si nada. Pues nada tetes, me saco la cámara y procedo a sacarle jugo a una fugaz, pero muy placentera experiencia en La Tireuse toulosaine.

Desconozco si La Tireuse de Toulouse tiene algo que ver con La Tireuse de Biarritz, que también visité hace seis años. Aparentemente no. Y la verdad es que una cervecería que se llame "El Tirador" tampoco es una cosa tan rara. La cervecería cuenta con 20 grifos rotatorios, aunque algunos de ellos son de sidra. Conviven algunas Lagers alemanas, junto con clásicos belgas y cervezas artesanales locales. Más que un establecimiento especializado en cervezas artesanales, yo lo considero el típico pub a donde irías a tomarte algo y escuchar buena música, con el plus de tener varias referencias craft entre sus grifos, que ya es mucho. Por tanto, también se sirven cubatazos, cócteles y vinos. Por lo que he podido investigar a través de google, no tiene pinta que tengan ningún tipo de alimento sólido más allá de un pequeño bol con frutos secos o Doritos.

La música parece ser su fuerte (doy fe de ello, oye). Así lo asegura el cartel: "Beer Rock Café" (que no Craft Beer Bar". Sus paredes están decorados con un buen elenco de ídolos del Rock: Lemmy Kilmister, Robert Smith o David Bowie entre muchos otros. El negocio cuenta con diversos espacios. Una gran sala para dar la bienvenida a la clientela, presidida por una imponente barra de 20 grifos. Al fondo, se van disponiendo de manera un tanto errática, unas pequeñas salas donde se puede disfrutar de unas buenas cervezas con más intimidad, más tranquilidad y en petit comité. Ideal para parejitas, vamos.  Me sorprendió que encontrándose en una calle peatonal tan agradable no dispusiera de una pequeña terraza al aire libre.

El rato pasó agradablemente, la música inmejorable, y la selección cervecera bastante óptima, sobre todo para un advenedizo que quiere adentrarse en las bondades del panorama craft galo. La Tireuse pasa así a formar parte de nuestro cada vez más extenso Mapa Birruno. Espero volver bien pronto.

Balance de daños:

-Effet Papillon - Pale Ale Française Bio. La única cervecita de rapids que me pude marcar fue esta fantástica Pale Ale a la francesa de los ahora ya conocidos Effet Papillon. Elaborada con maltas de cebada Pilsen y Munich, levadura AY4, el lúpulo Nugget para amargor y los lúpulos Cascade y Chinook para aroma. Todos los ingredientes son provenientes de la agricultura ecológica, por lo tanto lleva su correspondiente sello bio.

Es una cerveza muy ligera y refrescante de trago muy fácil. De hecho duró poquísimo. Ultrabebestible, con notas florales muy agradables, un sabor cítrico muy rico perfecto para el caloret faller y el amargor final justo. Sobre todo me sorprendió la sensación de frescor. Effet Papillon, os tomo la matrícula. 5,5%.





Y sí, me dio tiempo sobrado a alcanzar a la familia.



La Tireuse            Pargaminières 24, Toulouse (Francia)            +33   561  12  28  29

5 de junio de 2025

Le Détour - I.P.A

No entraba en mis planes comprarme una New England IPA ni profundizar sobre cómo manejan el estilo las brasseries francesas, que me consta que estupendamente. Sí llevaba en mi lista de cerveceras a conseguir a Le Détour, con fábrica en Montpellier, que además de tocar con maestría diversos estilos, cuentan con una gama de cervezas de fermentación espontánea que suscitaban en mí muchísimo interés. Lamentablemente no di con ninguna de ellas.

El caso es que una mañana de domingo, comprando unos souvenirs en el Alcampo de al lado de casa de mi prima, mi hijo menor, señalando una nevera, va y me dice: "-¡Mira papá! ¡Cervezas de las que te gustan! ¡Y además llevan dibujo en la chapa para tu colección". Cómo iba a declinar tal recomendación de mi pequeño con esa cara y voz angelicales y esos ojos vidriosos. ¿Cómo iba a rechazarlo?. ¡¿CÓMO?! Y además el género refrigerado y un botellón de 75cl por 6 pavetes. Me sale mucho más barato que consumir cervezas locales de al lado de casa.

Al turrón. La cerveza en cuestión se llama sencillamente I.P.A, del subestilo NEIPA, elaborada con lúpulos Mosaic y Simcoe. La sirvo en copa TeKu. Presenta un color anaranjado pálido, similar al del zumo de piña. Turbidez total y aspecto de biofrutas. Carbonatación muy abundante. Gruesa corona de espuma de color blanco, cremosa, compacta y muy persistente. En nariz predominan los cítricos, con aromas que me recuerdan a la naranja, la mandarina y el pomelo. También aromas de fruta tropical y fruta de hueso. En boca es una cerveza muy sedosa, con cuerpecito, pero nada porrona, resultando muy bebestible. Es una cerveza muy refrescante, con sabores cítricos muy ricos, muy en la línea del aroma, y también con los impresionantes sabores a mango y melocotón que son una locura. 6,0%. Una NEIPA de muchos quilates. Calidad-precio imbatible.