Os dejo de dar la turra (de momento) con las cervezas alemanas y me voy a ir a Lituania para seguir reseñando mi toma de contacto con la única cervecera del país que he podido conseguir de momento, pero que al menos me va a permitir sacarme la insignia correspondiente en untrapper. Cada loco con su tema.
Tuve un muy buen comienzo con su Lithuanian Pilsner, pero sin embargo, esta segunda toma de contacto no ha ido igual de bien. En esta ocasión me he tomado su interpretación de una Italian Pilsner. De la receta no trasciende nada, salvo que han utilizado lúpulo cultivado en Italia.
La sirvo en copa TeKu. Presenta un color dorado pálido (7 EBC), un pelín velado. Muy carbonatada. Le saco una copiosa corona de espuma que andaría a medio camino entre lo jabonoso y lo cremoso de persistencia media y de color blanco.
En nariz predomina un agradable aroma a cereal, que viene seguido de notas sutiles herbáceas provenientes de los lúpulos. En boca es una cerveza muy amarga, aunque solo marca 22 IBU. El sabor del cereal es rico, la bebestibilidad es buena, pero está bastante pasada de rosca. Enlatada en septiembre de 2022, fresca, lo que se dice fresca, no estaba. Aún estando dentro de fecha de consumo preferente el amargor estaba muy pasado de rosca, resultando demasiado resinosa y seca. Seguramente fresca estaría muchísimo mejor, pero hijos míos, yo reseño lo que me venden. 4,7%. Me costó 4,40€. Lata de 33cl. Que tengáis una feliz verbena.
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