Girona es una de esas ciudades que no nos cansamos de recorrer. Nos encanta atravesar sus puentes, recorrer sus laberínticas calles del centro, visitar con calma las tiendas locales y por supuesto, disfrutar de su gastronomía local. Por eso, el pasado mes de agosto, decidimos volver unos días antes de nuestro lugar de veraneo para disfrutar de nuestros últimos días de vacaciones tranquilamente más cerca de casa. Uno de esos días nos fuimos a pasar la tarde en familia a Girona. Es una gozada de ciudad. Tras un maravilloso paseo con un tiempo muy agradable -incluso hacía un pelín de frío para la época del año que estábamos- llevé a mis hijos a disfrutar de los helados del Rocambolesc, porque mamá y papá posteriormente se iban a dar un señor homenaje. Hoy nos vamos a un sitio birruno de los que molan. Hoy cenamos en Babilonia.
Oh, Babilonia. Casa de Ninkasi, cuna birruna de la humanidad, ¡cuánta grandeza nos has dado! Babilonia -con permiso del
Celler de Can Roca- es uno de los mejores restaurantes de Girona donde vamos a poder disfrutar de una experiencia gastronómica y cervecera completa, con grandes platos, que reúnen una muestra de diferentes cocinas del mundo, y una gran variedad de cervezas para realizar un maridaje top. Cuentan con 16 grifos rotativos de cerveza artesanal y con una nevera que ya la querría yo para mi casa. En sus tiradores podemos encontrar cervezas de gran variedad de estilos: Lagers, Weizens, Dunkels, IPAs, Sours, Saisons, Belgian Ales, Berliner Weisses, Eisbocks, Brown Ales e incluso Pastry Stouts. Su nevera es una locura, con una Hommage de 3 Fonteinen ya me ganaron el corazón. Pero además varias Mikkeller Baghaven, Boon, Oud Beersel (entre ellas la BZART), el megablend de la HORAL, Agullons, varias joyazas de mis bienamados Màger, cerveza solidaria de BdeGust, las sin alcohol de Mikkeller y alguna que otra IPA nacional.
Babilonia abrió sus puertas en agosto de 2019, y ya entonces me cautivó con la estética de su local. Luz muy cálida, madera y baldosas de color verde azulado, y abundante generación que nos va a evocar a los jardines colgantes, todo muy cuidado. Cuando ya parecía que se acercaba la hora de nuestra primera visita estalló la pandemia y desde entonces han permanecido cerrados hasta este mes de agosto. Para mí fue un alivio leer el anuncio que, tras año y medio cerrados, nos anunciaba que habían sobrevivido a la pandemia, realmente hubiera lamentado habérmelo perdido. Así que una vez reabrieron no nos lo pensamos mucho para reservar mesa para cenar un miércoles. Estoy enamorado de su interior pero por cuestiones de salud decidimos reservar mesa en su magnífica terraza. Más tarde la climatología hizo que nos arrepintiésemos de esta decisión. Dentro cuenta con diferentes espacios: la barra, el salón, una salita con mesas para cenar y un rinconcito muy mono y discreto con una mes alta. Durante el día vamos a poder disfrutar de cantidad de luz natural a través de sus grandes ventanales, y por la noche vamos a tener un ambiente muy cálido y acogedor.
Lo que más me agrada de Babilonia es que es un local muy versátil. Por un lado vamos a tener una de las mejores cervecerías de Girona, sus dieciséis tiradores son artillería pesada. Es un local donde podemos disfrutar de grandes cervezas, ya sea en la barra, entablando conversación con su personal, bastante formado, o disfrutando del aire libre en su terraza. Por otro lado, tenemos el restaurante, que puede ir de la mano -o no- de la cervecería, donde se puede disfrutar de un gran proyecto gastronómico, y que además de maridarlo con magníficas cervezas podemos hacerlo también con una gran carta de vinos. Y finalmente cuentan con un servicio de coctelería muy top, donde podemos disfrutar de un buen pelotazo para poner el broche de oro a una gran noche. Tienen hielo seco en la barra y esto produce un efecto de niebla, que le da un rollazo brutal, como si estuviéramos en una actuación de Europe en Tocata.
Vamos a descubrir su carta. Para comenzar podemos pedir los buñuelos de bacalao con all i oli de miel, carpaccio de calabacín con pesto y piñones, nachos con verdura y guacamole, crep de pato Pekín con salsa hoisin, pincho moruno de corderon con salsa de tomate y ras el hanout, o el tataki de vaca vieja con parmentier de patata y trufa. Para abrir boca pedimos las patatas bravas, los nachos con guacamole y cochinita pibil y el ssäam criollo de langostinos. Fantástico.
Para continuar se puede disfrutar de gran variedad de bocadillos, baos y bikinis (que es como se llama aquí al bocadillo tostado de pan de molde). Paquito de cordero especiado con tzatziki y pepino, hamburguesa de vaca vieja con kétchup acervezado y mostaza de miel, bao de verudras con setas shiitake y salsa de cacahuete, bao de carrillera de ternera con encurtidos agridulces, bikini de aguacate con mozzarella y pesto, bikini de shiitake y queso parmesano, bikini de sobrasada con queso cheddar y miel, bikini de beicon con mozzarella y cebolla caramelizada o el bikini de pollo con camembert y ajo confitado. Nosotros optamos por el taco mar y montaña de pollo asado y calamares, el bao "madriles" de calamares a la romana y el bao de pollo tika massala. Brutal.
Mi hija se pidió el bikini de jamón ibérico con mozzarella y trufa y los dos churumbeles las croquetas de zanahoria y comino. Para poner el broche de oro con un toque dulce disponen de fruta acervezada con albahaca y menta, saquitos de manzana al horno con nata montada y canela, cheesecake con reducción de Pastry Stout y finalmente un clásico imperecedero como el tradicional pan con chocolate, aceite y sal. Excepcionalmente perdonamos los postres. Se puso a llover con bastante intensidad y no pudimos acabar de darle la puntilla a la cena, pero después de lo vivido, no nos cabe la menor duda de que volveremos para ponerle remedio.
El servicio excepcional. Damos las gracias a Francesca y Dani por su amabilidad, rapidez y atención en todo momento. Cuando uno va con tres críos se agradece que te mimen un poco y se agilice el servicio de platos. Desde aquí les mandamos un fuerte abrazo y procedemos a colocarles su merecidísimo pin en nuestro
Mapa Birruno. ¡La espera hasta nuestra próxima visita se nos va a hacer eterna!
Balance de daños:
-BdeGust - L'AtreBida. New England IPA local, con ingredientes ecológicos y de km0 y con parte de los beneficios destinados a proyectos de inclusión social. De aroma a mango y fruta tropical. Sabrosa, con cuerpo, muy afrutada, tropical, nada amarga. 6,0%.
-Cascade - The Rainbow Project. Joder, poder disfrutar de una Cascade de tirador en España en una cervecería que no sea el BierCaB es toda una proeza. Aquí tenemos un magnífico blend de Sour Wheat Ale y Sour Golden Ale envejecida en barriles de vino de madera de roble durante 18 meses y con la adición de naranjas, piel de limón, lima y fresas. Ligeramente ácida, con notas de vino y madera. el acético muy sutil, un pelín dulce, notas de limón, limas, fresas e incluso frambuesas, está todo ahí. Excepcional. 6,7%.
-La Salve - Munich. Dunkel. Tostadita, con notas dulces, acaramelada, de cuerpo medio. Sabrosa y rica. 6,2%.
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