Traemos de vuelta a la cervecera belga De Ranke, que a medida que vamos catando sus elaboraciones y ampliamos nuestro conocimiento sobre su catálogo, más encandilados nos van dejando.
Hoy tenemos aquí Guldenberg, la Tripel de la casa. Una joyita de las guapas. La cerveza toma el nombre de la antigua abadía de Guldenberg, en Wevelgem (Bélgica), cuna de uno de los head brewers. La receta lleva malta de cebada, azúcar y un dry hopping de Hallertau Mittelfrüh.
La sirvo en copa teku, presentando un color dorado (12 EBC), no viene velada pero hay que ir con cuidadín para no servir el poso. La carbonatación es bastante abundante y nos deja una copiosa capa de espuma blanca, tupida y persistente.
En nariz hace gala se sus orígenes con un marcado carácter belga. De afrutado aroma, con las manzanas y las peras como protagonistas. En boca es una cerveza que entra peligrosamente bien (ojito, 8,0%), resultando riquísima a la par que sabrosa. El saborcito belgian marca de la casa nos da la bienvenida. Tras él la comparsa de la fruta, compuesta por la pera, la manzana y el membrillo. Para ser una Tripel viene bastante subidita de lúpulo, aportando un sabor floral muy rico, notas herbáceas refrescantes y un amargor final bastante marcado (40 IBUs). Por momentos me vienen sabores afrutados y jugosos de ciruela Claudia. Final más seco que tu suegra. Sin llegar a extremo, pero muy seco. Y como he dicho anteriormente, el alcohol muy bien integrado. Para amorrarme debajo de un grifo y pasarme allí un dominguito entero. 3,29€. Botella de 33cl.
No hay comentarios:
Publicar un comentario