Bocamoll - Sant Cugat

 

Continúan proliferando cervecerías craft en Sant Cugat del Vallès para gusto y satisfacción del que suscribe. A principios de este año perdimos los seis grifos de L'Estupendito, pero los hemos vuelto a recuperar con los seis del bar del que hablaremos hoy: Bocamoll. La ciudad vallesana ya suma 35 grifos craft (como mínimo), bastantes más que Terrassa y Sabadell juntas. Teniendo en cuenta la población entre la una y las otras es un dato muy considerable. Bien por ese público birruno santcugatenc.

Bocamoll es la evolución del antiguo bar Mut, que ya contaba con una decente selección de cerveza artesana embotellada, pero han ido un paso más allá y han apostado fuerte por la cerveza de grifo. De momento han instalado seis tiradores -la nevera la siguen manteniendo- toda con cerveza catalana. La mayor parte de ella es cerveza local (la más lejana venía de Sant Joan de les Abadesses) y con una apuesta clara por el producto de calidad y de kilómetro cero. Grandes.

El bar se ubica en la masía de la Torreblanca, donde también se ubica el centro cultural para jóvenes del barrio. Comparten el edificio. Esta masía estuvo totalmente abandonada y -en parte- en ruinas durante toda mi niñez. Posteriormente, en mi mocedad, la okuparon y la convirtieron en un centro cultural totalmente clandestino. También había un pequeño bareto. Recuerdo en especial un concierto de Norwich cuando nuestro amigo Javi Rodríguez era el baterista. Por momentos, cuando hacía sonar su doble bombo, pensé que aquello se nos venía encima. Realmente existía un riesgo real de colapso del edificio. Ese fue el motivo de que la desalojaran y de que el ayuntamiento la reformara y la reconvirtiese en lo que es hoy. En fin, me dejo de batallitas y vamos al lío: el birreo y la pitanza.

Bocamoll está ubicado en la Avinguda Pla del Vinyet, muy cerca de la entrada al bosque, por lo que vamos a encontrar muchos caminantes y ciclistas por la zona. Desde allí se llega al Pi d'en Xandri, a la masía de Can Borrell y a la ermita de Sant Medir. Los fines de semana aquel camino parece la Rambla de Canaletes, hay muchísima gente quemando lípidos. Así que la ubicación de Bocamoll es todo un acierto, ya que recogen mucho público que regresa de hacer deporte. Te das un paseíto por el bosque y a tu regreso te esperan unas birrazas craft impresionantes, un planazo. Nosotros decidimos realizar una visita el pasado sábado, aprovechando que acababan de permitir la reapertura de la hostelería en Catalunya. Huelga decir que nos ahorramos la caminata previa y fuimos directamente al birreo. Lo primero es lo primero, dejémonos de historias.

El interior no es especialmente grande -máxime con la restricción de mesas por las medidas sanitarias- pero su gran fuerte son sus espacios exteriores. A destacar su soleada terraza en la parte delantera para disfrutar del solecito los meses más fríos, y su patio lateral para disfrutar de su sombrita los meses más calurosos. También cuentan con un porche con sus correspondientes plásticos para ampliar el espacio. El patio es muy agradable, y aprovechando que hacía buen tiempo fuimos a instalarnos allí, ya que, con tanto confinamiento, para una vez que salimos de casa nos apetece tomar el aire fresco. Pedimos mesa para la una del mediodía, con la idea de hacer unas birritas con sus correspondientes tapitas, pero aprovechando la situación y viendo su cartaza no nos costó mucho tomar la decisión de quedarnos a comer. ¿Vas a llegar a tu casa a las dos y media de la tarde y ponerte a hacer la comida? ¡Ni hablar! Hoy vamos a tutti plein.

En Bocamoll cuentan con un menú diario por 10€ muy súper apañado que incluye birra y postre que además te lo puedes llevar a casa (me consta que durante el cierre hacían delivery, pero ahora no os lo podría asegurar). Podéis consultarlo en el stories de su instagram. Pero a lo que hay que prestar especial atención es a su variada carta.

Como tapitas cuentan con nachos con guacamole, buñuelos de bacalao, croquetas, fingers de pollo,hummus, pimientos del padrón, queso provolone, tartar de salmón y dados de queso brie con mermelada de arándanos. Nosotros nos decantamos por los nachos y las patatas bravas. Creo que las últimas patatas bravas que me comí fue en a principios del mes de marzo (antes del confinamiento duro), así que os podéis imaginar los lagrimes que llegué a soltar por estos ojitos.

Si os quedáis a comer podéis disfrutar de una gran variedad de bocadillos y hamburguesas. Como entrantes cuentan con burrata, parrillada de verduras, ensalada de tomate y huevos estrellados. Los platos estrella son el tonkasu de cerdo, entraña con chimichurri, el bacalao con muselina de ajo y el pulpo a la plancha con patatas. Para los niños pedimos las croquetas, los fingers y la hamburguesa, y mi mujer y yo compartimos la entraña y el pulpo. Estaba todo riquísimo.

Para finalizar el ágape cuentan con coulant de chocolate, tiramisú, tarta Tatin y cheesecake de frutos rojos. De los postres no puedo opinar porque mis hijos los aniquilaron. El café sí debo admitir que estaba bastante rico. Si hay algún hereje que no quiere tomar cerveza y se decanta por el vino, cuentan con una pequeña selección bastante decente.

Hasta aquí la visita de hoy. La verdad es que había muchas ganas de volver a pisar cervecerías craft, y muy contento del panorama birruno en Sant Cugat. Procedemos a colocar su correspondiente pin en nuestro Mapa Birruno y nos despedimos ya por hoy. ¡Hasta la próxima!

Balance de daños:

-L'Estupenda - Rossa. Muy fácil de beber, muy ligera y perfecta para newbies. Es bueno contar con Golden Ales facilonas para ganarse a un público acostumbrado a la Lager industrial. 4,8%.

-El Brètol - Action Hero. IPA suave de El Brètol (que son los mismos de L'Estupenda pero con diferente nombre). Herbácea, ligera, con su toque amargo, muy rica. 5,7%.

-Senglaris - Nicorella. Brutalidad de Double IPA, tenía muchas ganas de volverla a probar. Si ya en botella era una locura, de tirador te explota la cabeza. Podéis leer la reseña que escribí en su día pinchando aquí.7,6%.

Bocamoll                Avinguda Pla del Vinyet 81-85, Sant Cugat del Vallès (Barcelona)              609  101  426