Hace un par de semanas viajé a Roma con la familia al completo. Y cuando digo al completo no me refiero solo a esposa e hijos, incluyo padres, hermanos, sobrina, cuñados e incluso suegra. Un viaje corto de tan solo cuatro días, que entre el avión de ida y el avión de vuelta se reduce a dos y medio, y que al tratarse de un viaje familiar y con un número abundante de personas ya di por perdida cualquier opción de cerveceo. No obstante, yo iba con mi mapa preparadísimo por si sonaba la flauta. Y sonó.
Mientras preparaba dicho mapa, tuve que eliminar un gran número de pins de cervecerías y tiendas de la ciudad eterna que lamentablemente han tenido que cerrar sus puertas de manera permanente -con negocios emblemáticos como Bir&Fud o Brasserie 4.20- de manera que me temo que en territorio italiano está la cosa a la baja, de igual manera que está sucediendo en Madrid o en Barcelona. A la vista está.
De cualquier modo, la oferta cervecera craft en Roma sigue siendo buena pese a las numerosísimas bajas. También admito haberme llevado otro chasco más en el sentido que, hace dos años, durante mis vacaciones por la Reggio Emilia, pude disfrutar de cerveza artesanal en todos y cada uno de los negocios hosteleros que visité, y sin embargo, en esta ocasión, en pleno corazón del Imperio Romano me he tenido que resignar a tomar cerveza italiana industrial, o si la cosa se ponía insufrible, al vino o el chinotto.
Al lío. El día de nuestra llegada tan solo nos dio para dejar el equipaje en el hotel y salir a cenar. La zona elegida como campamento base fue el barrio de Prati, muy cercano al Vaticano. Fuimos a cenar a un maravilloso restaurante de comida típica de la región (lamentablemente con cerveza industrial, le di al Prosecco). Al finalizar el ágape me llevé a los niños a una heladería espectacular, pero papi ya tenía pensado de antemano donde iba a tomar su postre, así que cuando se acabaron sus helados pusimos rumbo a Beer Time, a tan solo una manzana de nuestro alojamiento.
Beer Time se encuentra en la Piazza dei Quiriti (no confundir con la tienda con el mismo nombre que se ubica en el barrio de Balduina). No es una cervecería muy grande, pero cuenta con una generosa terraza, que se adapta a la fisonomía de los edificios que lindan con la redonda plaza. El calor asfixiante de la ciudad eterna incita a usar su terraza de noche, cuando baja la temperatura.
En el interior nos da la bienvenida su barra, que cuenta con siete grifos rotatorios, uno de ellos de bomba de mano. En el momento de nuestra visita contaban únicamente con cerveza local, de productores como B94, AltoTevere, Shire, Shigibier, Elvo y Bonavena. Selección bastante variadita, con Italian Grape Ale, una Bitter, una Coffee Porter, una Keller Pils, una Belgian Blonde y varias IPAs. Por si a alguien no le convence el repertorio cuentan con una nevera donde podemos encontrar cositas de Ca' del Brado, Mastino, Rurale, La Buttiga, Amiata, De Ranke, Forged Dublin,Kinnegar, Dundale Bay, Beerbliotek, o Ayinger, entre otros.
El espacio que queda comprendido entre la entrada y la barra es muy pequeño y solo da para unos pocos taburetes, pero a la derecha hay una sala un poquito más espaciosa con una pantalla grande para ver los deportes.
Cuentan con una buena carta de tapas y bocatas para acompañar a nuestra bebida favorita: tablas de quesos y embutidos, cuatro tipos de pizzettas, ensaladas variadas, varios tipos de bruschetta y una infinidad de panini con innumerables ingredientes.
No pudimos disfrutar de su cocina porque ya veníamos cenados y era muy tarde, pero sí disfrutamos muchísimo de su terraza intentando mitigar los estragos del sofocante calor que nos hizo. La verdad es que al estar tan cerca de nuestro alejamiento pensé que volvería cada noche, pero lamentablemente no fue el caso. Por el lado positivo ya os avanzo que pude visitar otras cervecerías de la ciudad. Estad atentos. De momento les colocamos su correspondiente pin en nuestro cada vez más extenso Mapa Birruno. Ci vediamo!
Balance de daños:
-Schigibier - Karasciò. Buen momento para descubrir a este birrificio de Lombardía. Una Belgian Blonde muy suave, ligera de trago, no especialmente belgiany, pero con el lúpulo bastante marcado debido a un dry hopping de lúpulo Centennial. Muy herbácea, muy afrutada, muy refrescante, con el punto de lúpulo más que notable. Final bastante amargo y un poquito seco. 4,7%.
-Shire - Selassié. Colosal English Coffee Porter de este birrificio que aún no conocía de la región del Lazio. Elaborada con malta Maris Otter, Brown, Pale, Chocolate, avena y avena tostada, lúpulo Challenger y levadura inglesa. En boca esespecialmente sedosa, muy cremosa, con un sabor increíble a café y notas de chocolate. Me pareció riquísima. 5,4%.
Beer Time Piazza dei Quiriti 9, Roma (Italia) +39 06 4565 0686
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