5 de abril de 2014

Orval

Desde la abadía trapense de Notre-Dame d'Orval, situada en la frontera entre Bélgica y Francia, os traigo todo un clásico de nuestros refrigeradores: Orval.

Una cerveza fácil de encontrar -en la mayoría de supermercados decentes la suelen tener- pero por contra no la podemos disfrutar de tirador, toda una lástima.

Elaborada con maltas Pale y maltas caramelizadas, agua de manantial, lúpulos Hallertau alemán, Styrian Goldings esloveno y Strisselspalt alsaciano, azúcar candi y levadura. Orval tiene la peculiaridad de contar con una segunda fermentación con Brettanomyces.

De color cobrizo y considerablemente carbonatada, con una corona de espuma muy gruesa y persistente, de color blanco roto.

En nariz destaca el cereal y ese toque belga tan característico. También podemos apreciar notas de manzana, peras y membrillo. En boca es deliciosa, con el cereal como protagonista y el toque ácido del Brett muy sutil y refrescante. El toque belgian también muy marcado en boca y con todo ese sabroso desfile de frutas: manzanas, peras y membrillos, que también aparecen en boca. Riquísima a la par que refrescante. 6,2%.

No hay comentarios:

Publicar un comentario