4 de noviembre de 2021

Laugar - Aupa Tovarisch aged in Scotch Whisky barrels

Como cada primer jueves del mes de noviembre celebramos el International Stout Day. Huérfanos de la convocatoria -y el magnífico repaso posterior- del blog de José Benedicto continuamos celebrándolo a nuestro aire. Normalmente este tipo de eventos me los suelo pasar bastante por el forro, pero sí es cierto que solía participar cada año en la convocatoria del extinto blog de Benedicto, y eso, lo queráis creer o no, te deja cierto poso, así que a día de hoy lo sigo celebrando en solitario.

Este año vamos a celebrarlo con la versión envejecida en barrica de güisqui escocés de la Aupa Tovarisch de la cervecera vasca Laugar. Precisamente con la versión normal es con la que celebramos el mismo evento hace dos años.

La receta es la misma que la Aupa Tovarisch normal, la graduación es la misma y la única modificación es ese envejecimiento en barrica. Pues venga, al lío. Acordándome de la experiencia de hace dos años la escancio con la gracia y poderío que me caracterizan. El salto y la caída es oleosa, y se vislumbra cuerpazo y petroleosidad a simple vista, así que me afano en subir la botella los más alto posible para que rompa bien el carbónico y libere todo el gas. No soporto las cervezas sin espuma. A diferencia de la Aupa Tovarisch básica que caté hace dos años, a ésta sí he podido sacarle una fina capa de espuma compacta (pero no muy duradera) de espuma de color beis. Al olfato maltas tostadas y chocolate negro. Más adelante, en una segunda fase de análisis olfativo aparece el güisqui e incluso notas de madera.

En boca la cerveza es muy corpulenta y muy sedosa. Con la cerveza fría podemos disfrutar de notas tostadas y con predominio del chocolate negro absolutamente deliciosas. Conforme se va atemperando aparecen los matices de madera y del güisqui escocés, que acaba apoderándose de la cerveza y cobrando todo el protagonismo. Muy licoreta -quizás demasiado para mi gusto personal- pero sin llegar a los niveles de cubatazo de algunas Omnipollo, cosa que agradezco. Me ha dejado loquísimo un registro balsámico que me ha recordado al eucalipto, quizás ya iba taja. Calorcito esofagil y un 12,0% que os aseguro que os acabará toñando. Ahora me toca ir a buscar a mi hijo de 4 años que sale de piscina. Puede ser un show. A la salud de Óscar de La Taberna de Sant Feliu, que fue el que me la regaló.

No hay comentarios:

Publicar un comentario